Cuentan –y yo me lo creo- que cuando Inocencio X vió por fin el retrato que para él había pintado Velázquez exclamó:Troppo vero! Demasiado verdadero. No es que los que iniciamos este blog osemos igualar en genialidad al pintor español. Ni tampoco la campechana sinceridad de aquél Papa respecto a sí mismo. El cuadro era muy bueno, pero su expresión era demasiado semejante al original: melancólico, severo, malhumorado.
En la Iglesia de nuestro tiempo carecemos de demasiados velázqueces e inocencios. Pero haberlos haylos, como las brujas, y aquí estamos (no las brujas, sino lo otro). De lo que sí que estamos sobrados es de voluntarismo, de devocionalismo, de movimentalismo y de corporativismo clerical (o eclesial como ahora se disfraza aquél término hodierno die). Una combinación realmente siniestra que funciona como el soma de los antiguos indoarios, que al ofrecerlo a la divinidad ellos mismos entraban en un estado de alteración psicotrópica que conducía al reino del optimismo, de la positividad y de la negación de lo real que está ante los propios ojos. El famoso gratissimus error mentis del que hablaban los escolásticos. Una enajenación que oculta en tantos casos el afecto al cargo y a la buena reputación social. Y que olvida el último mandato: ite et docete omnes gentes. Y siempre con el mismo ritornello: todo está bien, nada malo pasa, hay que evitar “huídas adelante y maximalismos”. La droga de la tranquilidad para tener la silla –cathedra- bien clavada al suelo, y recibir al mismo tiempo –o intentarlo- el incienso –muy usado en los entierros- del mundo moderno.
Contra facta non valent argumenta. Y a nadie vamos a censurar, porque la verdad- igual que el bien- es diffusiva sui. En otros lugares oficialistas para dar más peso a las propias aseveraciones se indica el cargo eclesiástico, o civil, los grados académicos e incluso el número de hijos. Los que aquí escribimos vamos a obviar todo eso a fin de que no se atienda a quién lo dice, sino a lo que dice, como rezaba la Imitación. Pero en todo lo anterior tampoco somos mancos.
Me parece una excelente iniciativa y muy necesaria. Con los comentaristas de calidad que hay podéis crear algo grande.
ResponderEliminarPropaganda gratuita de InfoCaótica, para que no os quejéis:
ResponderEliminarhttp://infocatolica.com/blog/caverna.php/1103121127-infocatolica-amplia-el-negoci
Saludos muy cordiales.
¡Pero si siempre nos estamos quejando de todo! No lo podemos evitar. Además habrá que reestructurar la caverna, en la que no hay sitio para todos, y fuera de la misma acechan los Diplodopus.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Me parece que este sitio nos va a deparar muy muy buenos ratos, a la vez que prestará un gran servicio a nuestra Santa Madre Iglesia.
ResponderEliminar¡Buena brega, caóticos!
Yo creo que este sitio lo han promovido para salvar Infocatólica, que se había convertido en un sitio anodino más y estaba perdiendo los lectores. Ahora no habrá más remedio que leer Infocatólica si quieres entender los chistes y parodias de aquí.
ResponderEliminarPues adelante con esa obra de misericordia.
Caritas omnia suffert....
ResponderEliminarPerdón, el off topic. Acabo de ver el video y me desternillé de risa.
ResponderEliminarBueníiiiiisimo.
Lo entendí, claro (se me está pasando el efecto de las carcajadas, no estoy de lo mejor para expresarme), como una tomadura de pelo al catolicismo publicitario light, no como un llamado al descontrol ñu world order, ni al camino a veces arduo pero gracioso de conversión que implica ser cristiano, y católico, hoy en dia, más.
Queria decir esto, luego leeré lo otro.
¡¡¡Muy bueno el video!!!
(espero que la intencion del mismo sea más o menos la que le dí)
Errata, donde dice "ni al camino a veces arduo pero gracioso..."
ResponderEliminarquise decir (el efecto de las carcajadas me indujo a error...) "SINO al camino a veces arduo"
Adelante muchachos y salute por esta iniciativa que parece estar ordenada a desmitificar aquella peligrosa campana "políticamente correcta" y que para engaño de chichipíos se muestra como incorrecta.
ResponderEliminarEse es uno de los principales venenos de estas sectuchas: mostrase reveldones en algunos aspectos aunque sin el compromiso ni el hábito sincero y filosófico de apuntar a las causas; porque, allí y atento a lo que hay, no queda otra que ser politicamente incorrecto, pero de veras.
¡Tan meritorio el esfuerzo de Prada para llevarles a España a Castellani al cuete!