miércoles, 29 de febrero de 2012

Correo de lector sobre el Yunque

En el día de ayer hemos recibido de un lector argentino el correo que reproducimos a continuación. Es largo pero creemos que vale la pena para tener otra campanada. 

Por obvias razones no podemos comprobar la veracidad lo que aquí se afirma. Así que, como siempre, tomar con cuidado y leer con criterio. Hemos corregido un poco la redacción y la ortografía. Lo resaltado es nuestro.


Estimados Sres. de Infocaótica,

En referencia a su entrada del pasado sábado 25 de febrero, intitulada “El informe confidencial sobre El Yunque”, quisiera acercarles algunas reflexiones puesto que considero que mucho de lo que se ha publicado al respecto (incluído el Informe) está lleno de “pescado podrido” (información provista por la misma organización para desorientar).

Durante más de 15 años he estado investigando a esta “sociedad secreta” (o reservada, como dicen ellos). He leído distintos libros, informes, entradas en bitácoras, aportes en foros, videos y notas televisivas. Logré contactar con yunquistas, en actividad o “apagados”; primero en Méjico, pero también en España y la Argentina. Es en base a todo eso que digo lo que sigue.

Como sabrán los que han leído sobre los Cristeros mejicanos, la persecución a los católicos no cesó con los Acuerdos de 1929: los principales líderes cristeros fueron aislados por la Jerarquía mejicana y literalmente cazados por el gobierno, al mismo tiempo que los sacerdotes que habían apoyado el levantamiento cristero fueron trasladados o se vieron obligados a exiliarse. Es sobre este contexto, durante la década del ’30, que aparece toda una red de sociedades secretas católicas; una de las cuales, surgida ya en 1930 fue el Yunque. Pero no fue la única ni la de mayor peso. De hecho, durante sus primeras décadas de vida, el Yunque limitó su actividad al Estado de Jalisco y a su capital, Guadalajara.

Estas sociedades secretas actuaban de forma semi clandestina, tenían vínculos con sacerdotes y obispos, se financiaban con católicos europeos o estadounidenses, poseían brazos políticos o, incluso, servicios de orden más o menos violentos (recordemos que hasta la Segunda Guerra Mundial, a nivel mundial la política consistía fundamentalmente en “ocupar” la calle, y defenderse de los grupos antagonistas que querían evitar que se “ocupara”). Como suele suceder en estos casos, no todos los que eran útiles para estas sociedades, eran concientes de pertenecer al grupo. Es importante recordar esto para no caer en acusaciones injustas.

La primera acción importante del Yunque en Méjico de que se tiene constancia fue la organización de una serie de manifestaciones de los estudiantes católicos de Jalisco en los ’30 y que culminó con la fundación de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Un porcentaje ínfimo de los manifestantes era de yunquistas, pero su accionar en esta “crisis” para obtener la autorización para la universidad sería característica de la forma de actuar del grupo.

En ese tiempo, el gobernador de Jalisco se encontraba enfrentado con Ciudad de Méjico, y los yunquistas le hicieron entender que aplacando las manifestaciones de estudiantes y cediendo en la fundación de una universidad, se podría ganar el apoyo de los católicos de la región en su enfrentamiento con el gobierno central.

Pero había otro problema: fundar una universidad confesional (católica) estaba prohibido por ley. Nuevamente el Yunque encontró la solución: sería una fundación autónoma, pero controlada “oficialmente” por una familia de catolicismo reconocido —los Cuesta Gallardo—, pero “extraoficialmente” por el mismo Yunque que proveería el nexo necesario entre la Jerarquía y los profesores.

Es importante entender esto. Más allá de ritos de iniciación —que pueden o no existir, y que son más o menos irrelevantes— la característica más importante del Yunque es su metodología de acción, que alguno dirá cuasi masónica, y otros, simplemente discreta según el mandato de Cristo (“prudentes sicut serpentes et simplices sicut columbae”, es el lema no oficial del Yunque)… Y es esta metodología lo que han exportado desde Méjico a nuestros países y lo que los distingue al día de hoy.

Pero volvamos un instante sobre el tema de las sociedades secretas mejicanas. En esas primeras décadas posteriores a la Cristiada, mucho más relevante que el Yunque fue la Base. Con sede en el Estado de Guanajuato y su capital, León, la Base impulsó un movimiento político que, en determinado momento, llegó a poner en jaque a todo el sistema. Me refiero al Sinarquismo.

No debemos confundir al sinarquismo mejicano con la famosa “conspiración sinarquista”, que tanto ha dado que hablar a complotistas y paranoicos en todo el mundo. En Méjico el término —del griego “syn” (con) y “archía” (gobierno)— era utilizado como opuesto a democracia, monarquía u oligarquía, todos ellos sistemas que habían traído guerra y desunión a los mejicanos. El Movimiento, en cambio, decía proponer un gobierno donde hubiese armonía entre las diversas corporaciones y clases sociales. Resumiendo mal y pronto, diríamos que el sinarquismo fue el modo mejicano del fascismo.

Eventualmente, el fin de la Segunda Guerra Mundial y el inicio de la Guerra Fría pondría fin al sinarquismo, dividido entonces entre tercermundistas y pro-yanquis. De más está decir que en esta división, mucho tuvo que ver la Base, cuyas fuentes de financiamiento principales se encontraban entre los católicos de los Estados Unidos.

Para ese tiempo, década del ’50, el Yunque se traslada hacia el Oriente mejicano, al Estado de Puebla, de la mano de un combativo profesor universitario —Ramón Plata Moreno— y un ardoroso jesuita —Joaquín Sáenz Arriaga—. También se fundará tiempo después un Yunque en el norte, en el Estado de Sonora, con su capital Hermosillo.

El Yunque de Occidente, los “tecos” de Guadalajara, se convertirán en los ’50 en duros luchadores anticomunistas, con fuertes vínculos con los Estados Unidos y propagadores de toda clase de denuncias sobre infiltraciones y conspiraciones con el “nom de plumeMaurice Pinay.

Por su parte, el Yunque de Oriente, y su líder Ramón Plata, se verá influenciado por los escritos de Jean Ousset y Plinio Correa de Oliveira, y toda la literatura de contrainsurgencia de la hoy conocida como Escuela Francesa —incluso se han denunciado vínculos con la OAS—. Así fundaron numerosas “pantallas” que abrían diversos frentes de combate. En el ámbito universitario, entonces muy convulsionado, el Yunque organizó el Frente Universitario Anticomunista de Puebla o el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación de Méjico (mejor conocido como “el Muro”), que combatían en el terreno de las ideas y la propaganda la mayoría de las veces, a los puños, otras, contra los grupos marxistas enquistados en la universidad mejicana.

Si bien las orientaciones, entonces, eran distintas, fue el Concilio Vaticano II el que trajo la ruptura definitiva.

Es imposible entender la fuerza del tradicionalismo mejicano clásico, tan peculiar en su estilo —poco predispuesto a distinguir matices y siempre dado a las conspiraciones—, ya sea sedevacantista o filo-sedevacantista, sin considerar lo que fue Guadalajara, como centro intelectual de la resistencia al postconcilio, sufriendo incluso atentados terroristas y, posiblemente, provocando otros.

Por su parte, el Yunque de Ramón Plata, sin cesar en sus denuncias a las infiltraciones en la Iglesia, se declaró sumiso a la Santa Sede y combatió al de Guadalajara como “falsa derecha”. Por su parte, los tecos acusaron a Plata Moreno de “lacayo de Ousset” e “infiltrado de Plinio” y, posiblemente, fueron quienes denunciaron a los alumnos y profesores yunquistas que fueron expulsados de la Universidad Autónoma de México en 1968.

Es entonces que estos yunquistas exiliados de la Ciudad de Méjico fundan la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Del mismo modo que dos décadas antes se había hecho en Guadalajara, el Yunque “negocia” con el gobernador poblano que buscaba mejorar su base de popularidad frente al gobierno federal. Nuevamente no se crea una “universidad católica”, sino una controlada por el Yunque que hace de nexo con entre la Jerarquía y los profesores, a la vez que los controla.

En un suceso poco claro, miembros de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) de Guadalajara que participaban de una peregrinación al monumento a Cristo Rey en el Cerro del Cubilete se enfrentan a los tiros con miembros del Muro, muriendo dos tapatíos. Por su parte, Ramón Plata Moreno sufre un atentado en su vehículo, al que, por poco, sobrevive. Éste aseguró, al menos en su visita a la Argentina, donde se reunió con miembros de la TFP y de la Ciudad Católica, que había sido atacado por tecos —finalmente, en 1979, lograrían asesinarlo—.

Casi no hay dudas de que el Yunque estuvo involucrado en el planeamiento y la ejecución del viaje relámpago y sorpresa del Papa Juan Pablo II a Méjico durante la celebración de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Puebla. Se organizan grandes manifestaciones para ver al Papamóvil que, a propósito, recorre grandes extensiones. El hábil Papa polaco, rápidamente, toma las riendas de las reuniones de los obispos latinoamericanos y, fortalecido con el apoyo popular que dejaba boquiabiertos a los prelados, deja de lado los textos que impulsaba el poderoso sector tercermundista. Como reconocieron éstos, Puebla fue un “retroceso” respecto a Río de Janeiro y Medellín.

Para terminar con Méjico, vale decir que no hay dudas de las vinculaciones del Yunque con los Cruzados de Cristo Rey, con los Legionarios de Cristo y otras congregaciones e institutos. Tampoco hay dudas sobre la participación de yunquistas en la cúpula de los más grandes conglomerados empresariales mejicanos. Y la actividad del Yunque en el seno del Partido Acción Nacional (PAN), fue reconocida públicamente por Manuel Díaz Cid (profesor de la UPAEP, miembro fundador del Yunque de Puebla y asesor de Fox).

Pero como decimos antes, no todos los que les son útiles al Yunque son miembros de esta organización. Aunque Lenin haya acuñado el término, los “idiotas útiles” no son privativos del marxismo.

Ahora bien, ¿qué hay del Yunque en España y en la Argentina de que hablé al comienzo? De nuevo, como dije antes, el Yunque no es tanto una organización como una metodología.

En los comienzos del portal HazteOír.org, se habló de la “línea mexicana” de actuación: influir en la sociedad desde arriba, desde las élites políticas, económicas y sociales… y, también, eclesiásticas. El secretismo no se da tanto sobre la pertenencia al catolicismo —incluso, en ocasiones, se trata de gente de Misa tridentina—. Lo secreto son los fines de las “pantallas” que crean.

Cuando el Yunque comenzó a operar en España, en el período de la Transición, formaba jóvenes con lecturas como el “Para que Él reine” de Ousset, “Revolución y contra-revolución” de Plinio o “Doctrina de la acción contrarrevolucionaria” de Chateau-Jobert, salidas al campo, prácticas de tiro y artes marciales, también lecturas más seculares sobre liderazgo, personalidad, marketing personal, etc.

En general los jóvenes yunquistas eran reclutados de fuentes muy diversas: algunas de las Falanges, del Carlismo o de Fuerza Joven, pero también de grupos juveniles de parroquias conservadoras o movimientos católicos más o menos tradicionales (incluyendo el Opus Dei). Pero eran la élite y “los mejicanos” los entrenaban para un nuevo tipo de guerra.

La idea de haber sido elegidos, de contar con información confidencial y “entender” realmente lo que está en juego, de ser los “comandos católicos” o los “007” de la Iglesia, les daba cierta cohesión, espíritu de pertenencia y de propósito compartido, aún actuando “tras líneas enemigas” o “in partibus infidelium”.

En nuestro tiempo, esos otrora jóvenes han participado de la creación y organización de los Congresos de Católicos y Vida Pública, la cadena Cope, el portal HazteOír.org, la plataforma Profesionales por la Ética, etc. ¿Quiere decir que estos grupos son “la cara” del Yunque, o sus portavoces o sus “tapaderas” —como dice el Informe que Uds. publicaron—? No necesariamente. No trabaja así el Yunque.

Por eso, aunque Luis Fernando Pérez Bustamante hubiese hecho la pregunta de oro que no hizo a Ignacio Arsuaga en su tan extensa como inútil entrevista del 3 de febrero pasado, “¿Es Usted miembro del Yunque?”, la respuesta del presidente de HO podría haber sido tranquilamente: “No”. Puesto que el Yunque, como tal, no existe.

Existe una metodología de acción, una serie de entidades intermedias (fundaciones, ONGs, plataformas, portales de internet) que operan en red —lo que llaman “brazos de Dios”—, una tendencia a la concertación con grupos afines que realmente puedan incidir en la sociedad —aún cuando en un 99% de los temas se escapen de la doctrina católica—. Y existen sí yunquistas infiltrados y que operan en organizaciones de todo tipo y calidad, religiosas o seculares, políticas o económicas, mayoritarias o elitistas, pero que “misteriosamente” tienden a coincidir en la oportunidad de sus planteos, en la forma de presentarlos, etc.

¿Y en la Argentina? El Yunque existe y también desde la década del ’70, sino antes. Sabemos de pequeñas células en las Fuerzas Armadas, de yunquistas individuales en lo que fue la Ciudad Católica (IPSA) en su momento de mayor apogeo y extensión geográfica y de ciertos contactos en la cúpula de la Universidad Católica Argentina y, en algún momento, sus Cursos de Cultura Católica que se daban por todo el país (luego escindidos y puestos bajo la protección de una fundación sin fines de lucro).

Al día de hoy, sabemos de al menos cuatro grupos que hacen uso de la metodología yunquista en la Argentina (infiltración, concertación, uso de organizaciones pantalla, formación de élites, etc.), incluso con la cooperación de institutos religiosos conservadores, pero sin ser parte del Yunque —y, en algunos casos, en abierto enfrentamiento con “los mejicanos”—. Aunque en ocasiones colaboren con ellos… y es que los yunquistas consiguen auspiciantes, intercambios y apoyos internacionales, edición y publicación de libros, viajes y conferencias, etc. Vale decir que los que hacen uso de esta “metodología” en estos grupos de que hablamos, tienen también vínculos con La Reja (me refiero no sólo a “lefes” muy conocidos en el ambiente, sino también a profesores del Seminario).

De nuevo, no se trata de que estas personas escondan su catolicismo —si diéramos nombres, una mínima búsqueda en Internet nos daría suficiente información sobre su actividad—, sino lo que esconden es su metodología e intenciones en los lugares en los que operan; sean del Yunque o de cualquier otra de estas redes a que me refiero en el párrafo anterior.

Pero, cada tanto, el Yunque cruza límites que provocan su condena pública. En julio de 2009, el P. José Luis Torres-Pardo, “padre fundador” del Instituto de Cristo Rey (una escisión argentina de los Cooperadores Parroquiales), denunciaba públicamente en una carta la infiltración del Yunque (y sus filiales, “la Organización” y “la Empresa”) en su rama laical, la Legión de Cristo Rey, y prohibía a sus miembros pertenecer a dicha sociedad secreta.

Pero aún, al día de hoy, hay quien sigue dudando de que el Yunque exista. Pero, como las brujas, haberlo, haylo.

Felicidades por su blog.

Erwin

PD: Por razones obvias, si por alguna de esas cosas de la vida llegasen a publicar este mail, por favor no pongan mi nombre verdadero ni mi correo. Gracias.-

martes, 28 de febrero de 2012

¿Objeción de Conciencia?


Fragmento del programa televisivo Lágrimas en la Lluvia. [Visto en el blog El Matiner Carlí.]

Tercera Peregrinación anual a Luján (Argentina)

Un amigo de nuestra bitácora nos comunica esta noticia que difundimos con mucho gusto.

Los días 28, 29 y 30 de abril se llevará a cabo la 3ª Peregrinación anual a Luján, bajo el amparo de Nuestra Señora de la Cristiandad. Los Peregrinos partirán de Rawson (Prov. Bs. As.), recorriendo en 3 días un poco menos de 100 km

El objetivo de esta peregrinación es la santificación del alma a través de las gracias pedidas a Nuestro Señor, por intercesión de la Virgen María, ofreciéndole las penitencias, sacrificios y oraciones de los 3 días. El peregrinar es una práctica que todo cristiano debe procurar hacer para el aumento de la gracia en su alma.

Más información aquí

lunes, 27 de febrero de 2012

Los que no pertenecen a la Iglesia

El obispo Antônio de Castro-Mayer ha sido una personalidad pública de la Iglesia en el siglo XX. Traducimos unos fragmentos de su Instrucción pastoral sobre la Iglesia (2-III-1965) referidos al bautismo in voto y al valor de las confesiones no católicas para la salvación de sus integrantes. 

“Normalmente, la persona debe pertenecer a la Iglesia, ingresando en ella mediante el bautismo, profesando en ella la fe católica, según la cual debe vivir, Este es el camino ordinario de salvación. Cuando decimos ordinario, queremos significar que fuera de él, aunque la persona puede salvarse, la salvación puede considerarse más rara. Pero incluso aquellos que no pertenecen a la Iglesia y por la Misericordia de Dios se salvan, sólo consiguen la entrada al Paraíso mediante una relación con la Iglesia de Cristo. Tal relación es habitual en los catecúmenos, que movidos por el Espíritu Santo, aspiran a ingresar en la Iglesia y se preparan para el bautismo. Y también hay una relación en aquellos que, siempre movidos por el Espíritu Santo, mantienen en su corazón un amor sobrenatural a Dios Nuestro Señor, deseosos de realizar todo cuanto Él manda. Tales personas, si conociesen a la Iglesia de Cristo, ciertamente entrarían en ella. Conservan, por tanto, un deseo implícito de adherir a la verdadera Iglesia
Por otro lado, la gracia de pertenecer a la Iglesia de Dios no justifica, en modo alguno, un desinterés por los que no pertenecen a ella, o, mucho menos, un desprecio por sus personas (…) Dios quiere la salvación de todos los hombres y a todos busca con los designios de su Misericordia. Así, la Tradición considera como preparación del Evangelio los restos de verdad y de bien que sobreviven en las religiones paganas. De estos se sirve el Espíritu Santo para despertar en esos pueblos deseos de posesión integral de la verdad y el bien que sólo la Revelación proporciona…
Lo mismo se da con las religiones llamadas cristianas, que se constituyeron en virtud del abandono de la Casa paterna. En ellas, también la Misericordia de Dios mantiene riquezas dispersas —como Sacramentos, sucesión apostólica, Sagradas Escritura— que pertenecen a la verdadera Iglesia, y que deben servir como punto de partida para el retorno al seno de la familia.”

* Tomado de: Castro-Mayer, A. Por un cristianismo auténtico. Ed. Vera Cruz, 1971. Ps. 235-237.

sábado, 25 de febrero de 2012

El informe confidencial sobre El Yunque


La Organización Nacional del Yunque o simplemente El Yunque es el nombre de una sociedad secreta mexicana que se ha difundido en varias naciones y en los últimos años de modo singular en España. En marzo-abril de 2010 se publicó el informe titulado Análisis del asociacionismo de los laicos cristianos españoles y la intromisión del Yunque, que fue entregado a los obispos españoles. Más información sobre el polémico informe aquí y aquí.

Ofrecemos a nuestros lectores el informe que puede leerse aquí y bajarse aquí
  




viernes, 24 de febrero de 2012

Una encuesta

En una encuesta realizada en los EE. UU. se pide a diferentes grupos religiosos que digan cuál de cuatro opciones está más cerca de la propia opinión. Las alternativas que el encuestado puede elegir, son las siguientes:

(1) El mundo sería un lugar mejor si hubiera una religión mundial.

(2) El mundo sería un lugar mejor si hubiera una religión mundial pero sólo si esa religión fuese la religión cristiana.

(3) El mundo sería un lugar mejor a causa de la diversidad de religiones.

(4) El mundo sería un lugar mejor si no hubiera ninguna religión.


Resultado: el 65% de los católicos norteamericanos encuestados se inclinó por (3). Y sólo el 15% por (2).

Más información en el siguiente vídeo:



miércoles, 22 de febrero de 2012

Girolamo Savonarola, por Gilbert Keith Chesterton

La figura de Jerónimo Savonarola es compleja, desde la historiografía, la teología y la ley canónica. Santos y doctores de la Iglesia lo tuvieron como santo o, al menos, como un gran profeta. Otros, lo despreciaron. 


Lo curioso es que este debate de tiempos preconciliares, prosigue en los actuales. En general, conservadores y oficialistas de distintos pelajes lo denigran y ponen como (anti) ejemplo de desobediencia e imprudencia. En el campo tradicionalista, la apreciación de este personaje histórico no deja de dividir aguas. Aún los miembros de la Redacción no nos ponemos del todo de acuerdo sobre su persona. 


No pretendemos entrar en un debate histórico sobre fra Girolamo, aunque estamos bien muñidos para ello; sino, en todo caso, discutir amablemente sobre los temas que el famoso dominico florentino renacentista puso sobre el tapete. Es este texto de Chesterton, el primero de una serie con ese fin.

Savonarola es un hombre al que seguramente no comprenderemos hasta que sepamos cuánto horror puede haber en el corazón de la civilización. Esto no lo sabremos hasta que estemos civilizados. En cierto sentido es de esperar que nunca comprendamos a Savonarola. Los grandes libertadores han salvado a los hombres de calamidades que todos reconocemos como males, calamidades que son viejos enemigos de la humanidad. Los grandes legisladores nos salvaron de la anarquía; los grandes físicos, de la peste; los grandes reformadores, del hambre.

Pero hay un mal inmenso e insaciable comparado con el cual estos son simples molestias, la más terrible maldición que puede abatirse sobre hombres y pueblos, un mal sin nombre al que llamamos satisfacción. Savonarola no nos salvó de la anarquía, sino del orden; no nos salvó de la peste, sino de la parálisis; no nos salvó del hambre, sino del lujo. Los hombres como Savonarola adivinaron la tremenda realidad psicológica que hay detrás de la mente de cada hombre, pero a la que nunca se ha dado un nombre: que la vida fácil es el peor enemigo de la felicidad, y la civilización, el fin potencial del hombre.

Pues creo que el vehemente desafío que Savonarola lanzó a la suntuosidad de su época iba mucho más allá de la simple cuestión del pecado. Los modernos admiradores racionalistas de Savonarola, de George Eliot para abajo, hacen no poco hincapié en la legítima justificación ética de su furia, en el carácter espantoso y extravagante de los crímenes que ensangrentaban los palacios del Renacimiento. Pero no necesitan insistir tanto en que Savonarola no era un asceta, en que no hizo más que identificar las negras manchas de maldad con la beata clarividencia de un miembro de la Sociedad Ética.(*) Sin duda odió la civilización de su tiempo y no simplemente sus pecados; y por eso fue mucho más profundo que ningún moralista moderno. Vio que los pecados mismos no eran los únicos males: que robar joyas, envenenar vinos y pintar cuadros obscenos eran simplemente los síntomas; que la enfermedad era la completa dependencia de las joyas, el vino y los cuadros. Es este un hecho que se olvida constantemente al juzgar a ascetas y puritanos del pasado. Denunciar los deportes inofensivos no siempre implica un odio ignorante por lo que solo un moralista estricto llamaría pernicioso. A veces implica un odio muy clarividente por lo que el mismo moralista estricto llamaría inofensivo. Los ascetas van a veces por delante de los demás, tanto como por detrás.

Ese fue al menos el odio de Savonarola. No luchó contra los pecados triviales, sino contra la beatitud descreída e ingrata, contra la costumbre de la felicidad, el pecado místico por el cual toda creación es derribada. Predicaba esa severidad que es el sello distintivo de la juventud y la esperanza. Predicaba ese espíritu atento, ágil y alerta que tan necesario es para conseguir placer como para conseguir santidad, que tan indispensable es en un amante como en un monje. Un crítico ha señalado justamente que Savonarola no pudo oponerse realmente al arte porque era amigo de Miguel Ángel, Botticelli y Luca della Robbia. Lo cierto es que esa purificación y austeridad es incluso más necesaria para apreciar la vida y la risa que para ninguna otra cosa. No dejar que ningún pájaro pase inadvertido, fijarse pacientemente en cada piedra y en cada hierba, almacenar en la mente un ocaso tras otro, requiere disciplina en el placer y educación en la gratitud. La civilización que rodeaba a Savonarola era una civilización que había tomado ya el mal camino; el camino que lleva a inventar sin fin y a no descubrir nada, en el que lo nuevo se vuelve viejo con velocidad pasmosa, pero en el que lo viejo nunca se vuelve nuevo. La monstruosidad de los crímenes del Renacimiento no era señal de imaginación, sino, como toda monstruosidad, de pérdida de imaginación.

Solo cuando dejamos de ver a un caballo como es, inventamos un centauro; solo cuando un buey deja de sorprendernos, adoramos al diablo. Lo diabólico es el estimulante de las imaginaciones estragadas, el etilismo del artista. Savonarola se consagró a la más ardua de las tareas, la de hacer que los hombres volvieran atrás y se maravillaran de las cosas sencillas que habían aprendido a ignorar. Es curioso que la menos popular de todas las doctrinas es la que enseña que la vida normal es divina.

La democracia, de la que Savonarola fue tan fogoso exponente, es el más arduo de los evangelios; nada nos asusta tanto como el que decreten que todos somos reyes. El cristianismo, que Savonarola identificaba con la democracia, es el más arduo de los evangelios; nada nos infunde tanto miedo como el que nos digan que somos hijos de Dios. Savonarola y su república cayeron. La droga del despotismo fue administrada al pueblo y el pueblo olvidó lo que había sido. Hoy día hay quienes tienen un respeto tan extraño por el arte y las letras y por los solos hombres de genio, que consideran que el reinado de los Medici constituyó un progreso con respecto al de la gran república florentina. De estas personas y de su civilización debemos tener miedo hoy día. En muchas partes vemos los mismos síntomas que provocaron la ira de Savonarola: un hedonismo más ahíto de felicidad que un inválido de dolor, un sentido artístico que recurre al crimen porque ha agotado la naturaleza. En muchas obras modernas hallamos velados y horribles indicios de un sentido de la belleza de la sangre, de la poesía del asesinato, que es propiamente renacentista. La imaginación agotada y depravada no ve que un hombre vivo es más dramático que un hombre muerto. Y emparejado con ello va, como en tiempos de los Medici, el dejarse caer en los brazos del despotismo, el desear al hombre fuerte que es desconocido entre los hombres fuertes. Se adora al héroe dominante como lo adoran los lectores de Bow Bells Novelettes, y por la misma razón: un profundo sentimiento de debilidad personal. (**). Esta tendencia a delegar nuestros deberes se apodera de nosotros, y ese es el espíritu de la esclavitud, lo mismo si para sus serviles tareas emplea a siervos como a emperadores. Contra todo esto alzó el clérigo republicano su incesante protesta, prefiriendo fracasar a que el rival triunfase. La alternativa sigue siendo él o Lorenzo, la responsabilidad de la libertad o el libertinaje de la esclavitud, los peligros de la verdad o la seguridad del silencio, el placer del esfuerzo o la fatiga del placer.

Los partidarios de Lorenzo el Magnífico están sin duda entre nosotros, hombres para quienes las naciones y los imperios existen solo para satisfacer el momento, hombres para los que la última y tórrida hora del verano es mejor que una larga primavera invernal. Tienen un arte, una literatura, una filosofía política que solamente valen por su efecto inmediato en los gustos, no por lo que prometen del destino del espíritu. Sus estatuillas y sonetos son obras perfectas y acabadas, comparadas con las cuales Macbeth es un fragmento y el Moisés de Miguel Ángel un esbozo. Para ellos sus campañas y batallas son siempre victoriosas, y César y Cromwell lloran por mil humillaciones. Y al final de todo ello está el infierno de no oponer resistencia, de la infinita molicie, en el que la naturaleza toda cae en la locura y el aposento de la civilización deja de ser un mullido apartamento para convertirse en una celda acolchada.

Savonarola previó esta última y la peor de las miserias humanas, y dedicó todas sus colosales energías a encarrilar a la humanidad. Pocos lo entendieron; para unos era un loco, para otros un charlatán, para otros un enemigo de la alegría. No lo habrían entendido aunque se lo hubiera explicado, aunque les hubiera dicho que lo que quería era salvarlos de la catástrofe de una satisfacción que había de acabar juntamente con las alegrías y las penas. Pero hoy día hay quienes perciben el mismo silencioso peligro y oponen la misma silenciosa resistencia. También se cree que luchan por algún trivial escrúpulo político.

El señor Hardy dice, en defensa de Savonarola, que el número de obras de arte que se destruyeron en la Hoguera de las Vanidades ha sido exagerado. Confieso que espero que la pira contuviera montones de incomparables obras maestras si el sacrificio hizo que aquel momento único fuera más real. De una cosa estoy seguro: de que Miguel Ángel, amigo de Savonarola, habría hecho con sus propias estatuas una pila y las habría reducido a cenizas de haber sabido que el resplandor que se proyectaba en el cielo era el alba de un mundo más joven y sabio.

[Tomado del blog de Juan Manuel Salmerón vía el blog Cruzamante.]

(*) La Ethical Society o Ethical Culture fue un movimiento ético, educativo y religioso fundado en 1879 por Felix Adler que afirmaba los principios éticos como base de una vida plena y cuyos miembros se comprometían a ayudarse a ser mejores y a hacer el bien.
(**) Bow Bells Novelettes fue una revista semanal especializada en literatura melodramática para las clases trabajadoras, que se consideró ejemplo de lectura corruptora. En Herejes (1905) dice Chesterton: «Nietzsche y Bow Bells Novelettes tienen evidentemente el mismo carácter fundamental; ambos adoran al hombre alto de bigotes rizados y fuerza hercúlea, y ambos lo adoran de manera un tanto femenina e histérica. Pero aun en esto la Novelette mantiene su superioridad filosófica, porque atribuye al hombre fuerte esas virtudes que suelen ser propias de él, como la pereza, la bondad y una casi temeraria benevolencia, así como una gran aversión a herir al débil».


martes, 21 de febrero de 2012

Cuando el IVE cargó contra la FSSPX (y 4)



Última parte de la entrevista a Psiqueyeros.


— Redacción: Para terminar, preguntarte por la cuestión del lenguaje. Por una parte, hay un problema con el abuso del lenguaje: la manipulación de los circiterismos, que denunciaba Amerio (referirse a un término indistinto y confuso como si fuese algo sólido e incuestionable, y extraer o excluir de él el elemento que interesa extraer o excluir) tal vez sea lo más grave. Otros fenómenos, no dejan de tener consecuencias en la pacífica posesión de fe para el común de los cristianos. La idea de expresar la doctrina con un lenguaje adaptado a las actuales circunstancias es una cosa que la Iglesia ha hecho siempre a través de la "pastoral" (catecismos, sermones, etc.). Pero en esto habría que evaluar los resultados del Vaticano II... ¿No es un fracaso pastoral —por ejemplo— que los catecúmenos sepan que la Misa se puede denominar sinaxis y apenas estén instruidos sobre su carácter sacrificial?
Por otra parte, en el tradicionalismo a veces hay deficiencias intelectuales recibidas de cierta “escolástica” más cartesiana que tomista. Se me ocurren algunos: la tendencia al univocismo, que lleva a comparar proposiciones y ver contradicciones que son meramente nominales pero no lógicas. El pauperismo semántico, que se cierra a registrar la riqueza muchas nociones y las pone bajo sospecha de heterodoxia. Y, finalmente, insuficiente uso de la analogía, por lo que algunos se muestran incapaces de modificar esquemas recibidos, en los que los analogados no pueden ampliarse por más que se enriquezca el conocimiento de la realidad designada. Si es de sabios ordenar, quienes buscan una visión sapiencial de las cosas deberían estar dispuestos a reordenar los analogados cada vez que el conocimiento de una realidad se perfecciona a punto de exigirlo.

Una de las frases más geniales que escuché sobre el lenguaje la dijo un chino del siglo V antes de Cristo y ni siquiera hablaba explícitamente del lenguaje, sino más bien del signo: “cuando señales el cielo muchos mirarán la punta de tu dedo”. Sin darse cuenta, Confusio, pronunció el ‘nocciolo’ del estatus metafísico del lenguaje, mucho antes de la distinción escolástica ‘quo-quod’ o del ‘significante-significado’ saussuriano y sobrepasando estas distinciones ya que pone al hombre y las posibles actitudes en relación de la palabra dicha.
En la comunicación que se da por medio del lenguaje hay cuatro elementos: el cielo, el dedo, quien señala y quien mira al que señala.
Salvo en el cielo, que es la realidad misma, en todos los otros componentes se puede dar un defecto.
El defecto en quien señala es pura y simplemente el error y es cuando se apunta a la ‘montaña’ y se dice ‘cielo’, en otro orden ‘inadequatio rei et intellectus’ (si me permiten el neologismo latino).
El defecto del dedo, que puede estar un poco torcido y no sirve para señalar el cielo. Y ahí tenemos los lenguajes defectuosos. En este lugar están los circiterismos y todas las ambigüedades propias principalmente, aunque no solo, del progresismo. Sobre esto no me extiendo porque ya se ha escrito mucho al respecto.
Finalmente el defecto en quien ‘mira al que señala’, el defecto ‘hermenéutico’, y aquí está la genialidad de Confusio, normalmente nos quedamos en el interjuego de los tres primeros elementos y nos olvidamos que en toda comunicación humana consciente hay hermenéutica, que será sana en la medida que el observador es sano.
El ‘señalamiento’, es decir, la palabra pronunciada que ha asumido el riesgo de abandonar el fuero interno de quien señala, es algo tiernamente frágil y delicado, muy fácilmente ‘violable’ y ‘traicionable’ una vez separada de su progenitor. Platón le echa la culpa a la palabra misma dice algo así como que en el mismo instante que pronuncio algo me traiciona, cuando en realidad el que clava el puñal por la espalda es el hermeneuta que no se esfuerza por conocer la precisa intención del padre de la criatura. Es por eso que las palabras “si son maltratadas o vituperadas injustamente, necesitan siempre la ayuda del padre, ya que ellas solas no son capaces de defenderse ni de ayudarse a sí mismas” (Fedro).
Todos los problemas que vos mencionás univocismo, pauperismo semántico, insuficiente uso de la analogía, y varios más que podría agregar, tienen un solo origen en los círculos conservadores (aunque no sea propiedad exclusiva de ellos) y están del lado de la actitud de quien ‘mira al que señala’, es decir del hermeneuta. Todo comienza con un Yo agigantado, comienzo totalmente inespecífico y común a todo problema humano, que por volverse enorme choca con la realidad que lo circunda y ahí pare su primera interpretación: ‘la realidad me agrede’. Esto, como base, genera una permanente actitud defensiva ante todo, cuyo motor es el miedo parásito de una hinchazón narcisista y ya está… el lente hermenéutico se construye como actitud fundante de una vez y para siempre. Lo distinto me amenaza, amenaza mi seguridad que se refugia en lenguajes conocidos y que me son familiares. Y como hay amenazas en todas partes tengo que construir ‘diques’ contra la amenaza. Solo puedo confiar en alguien de ‘buena doctrina’ y a ese, nada más que a ese, le creo. Ese capitoste intelectual de turno me exime de investigar por mí mismo, de hacer el esfuerzo… si ya lo dijo él que es super inteligente. Y ahí tenés la segunda instancia parásita y defensiva de un yo hipertrofiado constituir una relación paternalista. En cualquiera de los dos extremos que se instale ese Yo, en el rol de ‘Padre omnipotente’ o de ‘hijo sobreprotejido’, ya está… estoy eximido del riesgo de explorar la realidad por mí mismo. Ahí nace la censura… ¿Qué otra cosa sino el miedo de no poder manejar algo, o de sus consecuencias políticas, hace que entre gente adulta y de relativamente ‘buena voluntad’ no se pueda discutir en Infocatólica todo lo que haya que discutir? Por dar un ejemplo nimio y cercano…
Estos ejemplos de intolerancia abundan en todo ámbito, no son propiedad de nadie. A mí de vez en cuando, si el tema me toca de cerca, me gusta meter la cuchara en Wanderer y muchos de allí dirían que detestan mi lenguaje y simplemente miran mi dedo cuando señalo algo, no pueden ver más allá, están cargados de miedos. Fijate el modo, no exento de ingenio, en que me describieron: “Posteá en tu blog. Tu lenguaje posmo es insufrible y la pose de psicólogo moishe, con anteojitos y polera se impone siempre que leo lo que ponés”. Lo gracioso es que la discusión giraba en torno al ‘no ser grasa’ y querés algo más grasa que defenderse del otro calzándole un estereotipo, querés algo más grasa que la defensa de lo que se me parece, de lo idéntico, de lo tribal, del clan, masificado en los criterios del propio entorno y para colmo cobardemente protegido por el anonimato. ¿En qué se diferencia un tipo así de alguien que va a un recital de ‘Damas Gratis’? Probablemente en que el fanático de la cumbia villera no tuvo otras opciones…
El lenguaje es la materia prima con la que construimos nuestra cosmovisión, es nuestro verbo, es nuestro lugar interior donde habita el ser, es la ‘casa del ser’, nada más ni nada menos que del ser, por lo que tiene que ser tan rico, complejo, preciso y homogéneamente plástico que toma por medida únicamente a quien tiene la pretensión de hospedar. No puede estar construido con circiterismos y ambigüedades, porque es lo mismo que no tener paredes, es ofrecerle un ‘camping al aire libre’ al más honorable de nuestros invitados. Pero tampoco, a causa de nuestros miedos, podemos construirle un country, un barrio privado, fosilizado e incomunicado con una realidad que, por su desarrollo, se le ha vuelto inalcanzable e inasimilable. No nos queda más que subirnos a los hombros, como Sísifo, la deliciosa e infausta tarea de satisfacer hasta los más mínimos y excéntricos caprichos de nuestro ilustre huésped y estar siempre tensos por construir nuevas habitaciones, en coherencia con el plano total de la casa y de sus fundamentos, para que puedan caber TODAS sus manifestaciones. Lo único importante es todo.


domingo, 19 de febrero de 2012

Cinco llagas de la liturgia según Atanasio Schneider

El obispo Atanasio Schneider no le teme al mote de filolefebvriano. En una reciente ponencia (texto completo aquí) presentada en un encuentro por la unidad católica, ha explicado las cinco llagas de la liturgia post-conciliar, que han enfermado al Cuerpo Místico litúrgico de Cristo. Son las siguientes:

1ª. La más evidente, es la celebración del sacrificio de la Misa con el sacerdote vuelto hacia a los fieles, especialmente durante la plegaria eucarística y la consagración, el momento más alto y más sagrado de la adoración debida a Dios.

2ª. La Comunión en la mano difundida por todo el mundo. 

3ª. Las nuevas oraciones del ofertorio. Se trata de creaciones absolutamente nuevas y nunca usadas en la Iglesia.

4ª. La desaparición total del latín en la inmensa mayoría de las celebraciones eucarísticas de la forma ordinaria en la totalidad de los países católicos.

5ª. El ejercicio de los servicios litúrgicos de lectorado y acolitado a cargo de mujeres.


N. de R.: se ha corregido un error en esta entrada gracias a la sugerencia de Urbel.



viernes, 17 de febrero de 2012

Comunión en la mano

Monseñor Juan Rodolfo Laise, OFM Cap., obispo emérito de San Luis (Argentina) es autor del libro  en español más completo y esclarecedor acerca de la Comunión en la mano. El prólogo de la obra puede leerse aquí. Ofrecemos algunos fragmentos de las conclusiones de una obra que debiera tener difusión masiva:

“…el trato con la Eucaristía es pedagógico, la falta de preocupación  por las partículas daña la doctrina. La Comunión en la boca, (...) es signo de la presencia real y sustancial del Señor y de la distinción esencial entre el sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial.
Con frecuencia se minimiza el peligro de las profanaciones, diciendo que siempre existieron. En lo que respecta a las profanaciones involuntarias, con la Comunión en la boca, el uso de la bandeja de Comunión, las purificaciones prescriptas por el misal y el natural cuidado al dar y recibir la sagrada Forma el riesgo es prácticamente nulo. Con la Comunión en la mano se necesitaría un milagro para que en cada Comunión no caiga alguna partícula al suelo o quede en la mano del fiel. [Al hablar aquí de las profanaciones y sacrilegios que se cometen materialmente al recibir la Comunión en la mano no pensamos que se reduzcan a esto las faltas de respeto para con la Eucaristía; bien sabemos que es mucho más grave la Comunión sacrílega de quien no está debidamente dispuesto, ya sea ocasionalmente, ya de modo permanente, para recibirla dignamente. "Y si nos avergüenza y tememos tocar la Eucaristía con las manos sucias, más debemos temer recibir esa misma Eucaristía en un alma manchada" (S. Cesáreo de Arles, Sermón 44, 6). Sin embargo no por esto debemos dejar de advertir sobre las ocasiones de cometer aquellas irreverencias en las que mucha gente bienintencionada cae con frecuencia por inadvertencia.]
En cuanto a las profanaciones voluntarias nadie puede negar que se facilitan considerablemente las circunstancias para quien quiera robar una hostia consagrada. Se dice que en todas las épocas se produjeron inevitables sacrilegios y eso es cierto, pero en tan escaso número que no motivaron una especial legislación por parte de la Santa Sede, pues la misma forma de distribuir la Comunión dificultaba la sustracción de las hostias, mientras que tanto ahora como antes del s. X fueron necesarias recomendaciones especiales de la autoridad eclesiástica para evitarlo.
Pero además de facilitarse la caída de partículas o el robo de hostias con fines sacrílegos, se ha dado lugar a una trivialización de la recepción de la eucaristía dando ocasión a una novedosa forma de sustracción: con frecuencia gente no creyente (en gran parte turistas que asisten a celebraciones multitudinarias) por curiosidad lleva como "souvenir" una hostia consagrada durante la celebración y recibida en la mano en el momento de la Comunión [Esta práctica, lamentablemente bastante difundida hace tiempo, se hizo notoria recientemente cuando el 9 de abril pasado se puso en "subasta" en internet, en el conocido sitio eBay, lo que se presentó como una hostia consagrada por el Papa Juan Pablo II durante una Misa que celebró en Roma en 1998 para festejar el 20° aniversario de su pontificado. El vendedor, un residente en la jurisdicción de la diócesis de Sioux City, lowa (EEUU) aunque no católico, asistió a esa ceremonia: "yo no soy Católico, pero encontré todo esto tan interesante!", relata él mismo en su listado de eBay, y continúa "consumí una hostia, entonces volví y obtuve otra para guardar y él (refiriéndose al sacerdote) me dio la otra, aunque recibí una mirada muy enojada!". Luego de la muerte de Juan Pablo II puso la hostia en subasta junto otros recuerdos obtenidos en la misma ocasión: un folleto de la Misa, cuatro estampillas y un destapador de botellas que el vendedor afirma que fue bendecido por el Papa porque lo tenía consigo durante la misa. El artículo fue adquirido por 2.000 dólares por un hombre de California. La Diócesis de Sioux City se ha quejado oficialmente a eBay haciéndole notar lo inadecuado de la autorización de esta puesta en venta y tomó contacto con el vendedor. Finalmente el vendedor retiró el artículo de la venta, presentó sus excusas y lo entregó a las autoridades diocesanas quienes procedieron a su destrucción según la normativa de la Iglesia (cf. The Globe, The Newspaper for the Diocese of Sioux City, Iowa; Thee National Catholic Register, April 24-30, 2005]
Hablemos claramente: quien comulga en la boca sigue puntualmente no sólo la tradición recibida, sino la voluntad expresa de los últimos Papas y evita así ponerse en ocasión de pecado al dejar caer por negligencia fragmentos que son el Cuerpo de Cristo. Quien comulga en la mano no por esto peca ni comete personalmente un acto de desobediencia, pero elige una forma desaconsejada por los Papas, en sí menos reverente y más propensa a las profanaciones y cuya concesión fue fruto de la política del "hecho consumado".
El Papa no acepta el uso, pero da la posibilidad de disentir: quienes no lo siguen obran legalmente pero contra la voluntad del Sumo Pontífice. No recriminamos a nadie el elegir lo contrario a lo que el Papa recomienda, ya que él mismo lo permite, pero no nos parece leal ocultar esta situación haciendo creer que es una posibilidad más que ofrece la Iglesia. Por eso, no podemos dejar de desaprobar la forma de presentar los hechos en nuestro país, ocultando a los fieles la verdadera historia, la verdadera voluntad de Roma, el distinto valor de uno y otro rito, los peligros que trae consigo la Comunión en la mano y los bienes de que se privan los fieles al no comulgar en la boca Si realmente consideramos "adulto" y "maduro" al pueblo fiel no podemos ocultarle todo esto.”

LAISE, J. Comunión en la mano. Documentos e historia. 4ª ed. Vórtice, Bs. As., 2004. Páginas. 139-152, passim.

jueves, 16 de febrero de 2012

Perdedles el respeto...

De pluma invitada...

Con su suéter de lana sin mangas y su camisa informal, Rick Santorum busca imitar el arquetipo del "verdadero conservador" norte americano, sea lo que sea que eso signifique. También se presenta a sí mismo como el candidato de los “valores familiares”, lo que está bien... si tu familia está a favor de la tortura, la guerra preventiva y la política de atemorizar a la población con “el peligro islámico” omnipresente.

¿Por qué “Mr. Catholic” perdió su banca en el Senado (donde era llamado por sus correligionarios, “el hombre más bobo de la cámara”)? Porque Santorum traicionó a los votantes pro-vida de Pennsylvania al hacer campaña por el abortista Arlen Specter (ya se sabe que para un neo-con lo primero es “el partido”). Los demócratas, actuando con inteligencia por una vez, decidieron poner como candidato a un pro-vida con un nombre con historia: Robert Casey, hijo de un político llamado igual y considerado un héroe entre los opositores del aborto en Nueva Inglaterra.

Este buen católico (según nos vende cierta prensa “oficialista”) tuvo una especie de altercado ante 400 personas en Woodland Park (Colorado) el pasado 1º de febrero cuando se encontraba atacando la reforma del sistema de salud impulsada por Obama, no en razón de su posición sobre el aborto, sino en defensa del libre juego de oferta y demanda cuando se trata de medicamentos. En un razonamiento bastante perverso decía que una persona que está dispuesta a pagar 900 dólares por un iPad, debería también estar dispuesto a pagar 900 dólares por un medicamento.

Fue entonces cuando una señora se levantó indignada del auditorio. Según explicó, su hijo toma una medicamento, denominado Abilify, que cuesta un millón dólares al año si uno no cuenta con seguro médico. La respuesta del héroe de los católicos neo-cons fue: “Mire, quisiera que su hijo y todos tuviesen la oportunidad de permanecer con vida con medicamentos tan necesarios. Pero el asunto es que debemos dar a las compañías el incentivo para producir esas drogas. Y si no tuviesen el incentivo para hacer esas drogas, su hijo no estaría vivo y muchas otras personas en este país no estarían vivas. Él está vivo hoy porque las empresas farmacéuticas se preocupan. Y si no creyesen que pueden hacer dinero produciendo esa droga, esa droga no existiría. Me preocupan estos casos desesperados… El hecho es que quiero que su hijo siga vivo gracias a estas drogas tan necesarias. Pero el hecho es que necesitamos que las empresas tengan incentivos para producir estas drogas. Si no tienen incentivos, no las fabricarán. O creemos en los mercados o no.” ¡Salve, oh, mercados!

Otro tema en el que Santorum necesita educación católica (a parte del tema inmigratorio que otros han señalado) es en la Doctrina Social de la Iglesia. A pesar de asegurar que cree “en el trabajador estadounidense”, el héroe de los autodenominados “conservadores sociales” ha dicho que los sindicatos son malos para los negocios y que, si es electo presidente, promulgará “con orgullo una ley nacional por el derecho a trabajar” contra los sindicatos que “están secuestrando nuestra economía”. Es más, prevé prohibir que los empleados y funcionarios públicos, a nivel local, estadual y federal, puedan afiliarse a los mismos. Además, afirma que “las regulaciones y los impuestos no hacen más que frenar el espíritu innovador estadounidense”. 

Y éstas no son amenazas ni promesas sin fundamento; tanto en su paso por la Sala de Representantes (1991-95) como por el Senado (1995-2007), Santorum votó siempre en este sentido.

Como también votó a favor de el recorte masivo de impuestos a los estadounidenses más ricos en los primeros años de la presidencia de George W. Bush Junior, lo que —como es bien sabido— produjo el mayor distanciamiento entre el 1% más rico y el resto de la población en toda la historia de los Estados Unidos.

Claro, alguien se puede preguntar cómo este político que los neo-cons católicos a ambas orillas del Atlántico nos quieren proponer como modelo hizo su fortuna —estimada en casi dos millones de dólares—. ¿Será porque “trabaja más duro, tiene mejores ideas o toma mayores riesgos”, según las razones por las que Santorum justifica la inequidad social? Pues, además de haber sido político, sólo puede exhibir en el currículum ser un columnista habitual de Fox News, consultor de empresas energéticas y miembro de una oficina de cabildeo en Washington… es decir, cargos de dudosa ética obtenidos justamente por el hecho de ser representante y, luego, senador. 

¿De dónde provienen, entonces, sus ingresos? De las rentas obtenidas por propiedades adquiridas a la Universidad Estadual de Pennsylvania y que se encuentran junto al campus de la famosa “Penn State U”, obtenidas a precio conveniente, gracias a contar con información privilegiada fruto de sus cargos políticos. Otra parte significativa de sus activos son los planes de ahorro universitarios a nombre de sus cinco hijos; planes de ahorro universitarios administrados por algunas de las compañías más cuestionadas de Wall Street. ¿Será por eso que para solucionar la presente crisis financiera propone menos controles? 

En fin, ¿por qué será que todo esto no nos extraña?

Por otro lado, no es misterio que su política exterior viene dictada por el sionismo más duro… incluso aunque, para cumplir, deba contradecir sus propias convicciones: “Debemos encontrar muchos caminos para hacer llegar dinero a Irán que ayude a los sindicatos obreros en sus huelgas, darles dinero que les permita sostenerse en huelga y así trabar al gobierno, creando allí una atmósfera revolucionaria.” ¿Pero no era que los sindicatos eran malísimos? Ah, no, claro, para el neo-con el fin justifica los medios.

Bueno, ya sabemos que los neo-cons, haciendo uso de argumentaciones consecuencialistas y situacionalistas (condenadas ambas por el Magno en Veritatis Splendor), argumentarán a favor de la guerra preventiva y la tortura, la defensa del Estado de Israel y los intereses judaicos, la disidencia respecto a la Doctrina Social de la Iglesia en cuestiones como los sindicatos, los impuestos, las regulaciones estatales, etc. 

Curiosa forma de pensar la del neo-conservador. Como decía alguien, “perdedles el respeto; mandadlos a la mierda”.

Guy Crouchback


miércoles, 15 de febrero de 2012

Psicopatología de los Comentadores de Blogs (católicos y no católicos, tradis y neocón, y toda locura suelta que anda dando vuelta)

Compartimos a continuación el gentil envío de un lector del blog. Todos -incluidos redactores y colaboradores de este blog- recibimos algún "golpe". Esperamos que nadie se enoje y, por el contrario, valore la crítica.

Analiticismo o Eurekafilia
Reducción de toda la visión a una sola problemática o a una sola causa. Que se refleja en la necesidad de encontrar una causa única en la cual descansar y poder decir ‘eureka’. Se puede complicar con una Eurekafilia crónica del ‘estúpido’, que a veces se tipifica en la fórmula: “Es la/el ……………, estúpido”. En los puntitos se da a revelar formalmente el último punto resolutivo de la problemática que se pretende explicar.


Hipergeneralización
Me pasó una vez a mí, va a pasar siempre. Extensión indebida de una experiencia personal a toda otra experiencia posible y futura.





Asertismo
Profusión desproporcionada, inopinada, no pedida, acrítica de todo tipo de afirmaciones. En casos más graves se llega al Delirium Tremens Pontificationis.



Sordera (Síndrome de Beethoven)
Cree que puede dirigir la orquesta sin escuchar… a nadie. No le interesa en absoluto lo que el otro dice. Continúa su asertismo incólume, nadie va a detener la catarata logorréica de sus afirmaciones.



Anorexia quaestionis
Jamás, bajo ninguna circunstancia, en ninguna posible situación hará preguntas, es signo de debilidad, es signo de que el firmísimo edificio de todas sus más fundadas convicciones tambalea. En los casos más graves no pide aclaraciones, ni siquiera pregunta lo que significa para el otro algo que de inmediato él mismo se pone a rebatir. Jamás en su historial de comentarios en blogs se podrá encontrar la cancerosa duda y su hijo inmundo de perdición que lo simboliza: ¿?.




Anorexia curiositatis
Lo anterior es un estado extremo degenerativo de la falta de curiosidad. Quien padece la Anorexia curiositatis ha resuelto de un modo radical la paradoja platónica del Menón: “No se puede buscar ni lo que se conoce, ni lo que no se conoce. Lo que se conoce porque, en la medida en que se lo conoce, no hay necesidad de buscarlo; lo que no se conoce porque, entonces, ni siquiera se sabe qué es lo que hay que buscar”. Él simplemente tiene consciencia absoluta de que sabe todo lo que hay que saber.





Contestismo o síndrome del arquero loco.
Descubierto por Milkus Máximus, es el problema del arquero que ataja todo, no solo lo que viene al arco, sino lo que pasa cerca, lo que creería que le compete, lo que va al arco contrario, lo que patearon los chicos de la tribuna, el globo con el que está jugando el bebé de la vecina de al lado, todo, absolutamente todo. Se siente en la obligación de comentarlo todo, contestarlo, aclararlo, ponerlo de relieve, etc. En sus casos más graves incontable cantidad de comentarios, que nadie lee, y que siempre todo el mundo pasa rápido con el roller del mouse, atosigan las bitácoras que tienen por víctimas.




Dicotomía, o síndrome del inquisidor sin foros (desaforado)
Incapacidad para percibir matices, es todo blanco o negro, la más mínima discordancia con su pensamiento atribuirá la postura del otro al polo radicalmente opuesto. Si es un tradi la acusación sobre el otro será de pelagiano-protestantismo, si un neocon la acusación será de lefebvrismo, sedevacantismo o nazismo.



Heterolaliafobia
Miedo a todo lenguaje que no sea el mío. El único lenguaje que es absolutamente inmune a toda putrefacta contaminación modernista es el mío, el de los demás, en tanto que distinto del mío, está infecto de las más supurantes desviaciones ideológicas e ideologizantes.




Aritmia conversasionis, tarantismo, manía danzante (falta de timing)
No sabe ‘danzar’ en la discusión, no reconoce los tiempos adecuados para decir algo y sobre todo cuando CALLARSE.




Alucinosis maleficarum
La culpa es de Hegel, Lutero, Pablo VI, Juan XXIII, el Vaticano II, etc. Es típico salto a la causa última, alucinando perversísimos personajes, con una incapacidad total para reconocer el complejísimo tejido histórico que hizo posible tales cosas. Es una especie de eurekafilia analítica personalizada determinista janseno-calvinista del devenir histórico, abortiva absoluta del libre arbitrio de los actores de tal devenir.
  

Oligofrenia de Jansenio (síndrome del cazador furibundo de pelagianos)
No necesita explicación, es un tipo de ser que existe mientras exista a quienes caza. Como el depredador en la cadena alimenticia el día que mate a todos los depredados él mismo muere.



Parafrenia de Irraburro, o mal del Quijote sobre el burro, o de la Ira del burro.
Delirio de grandeza montado en blog pedorro que al grito de reforma o apostasía, con suma incapacidad y desconocimiento de las propias limitaciones, arremete contra polifemos con aspas de molino lefebvrofílicas mitificadas en un silencio voluntario unilateral, eso sí se da con dos variantes: la de caída amortizada con obediencialidad garantista, si me equivoco obedezco y no me equivoco o la variante gatofílica, que es con mucho ruido de reforma o apostasía, pero siempre cae parado.





Literalismo esclerotizante
Incapacidad para leer las analogías de proporcionalidad intrínseca. Si uno dice el Papa es a la Iglesia lo que el perro al rebaño, seguramente escandalizado se rasgará las vestiduras y dirá: “Ese hereje y blasfemo ha llamado perro al Papa” (en casos de desorganización psíquica extrema dice: “ha llamado Papa al perro”). Usted se dirá, pero eso es muy burdo, y yo le digo, lea atentamente los comentarios de un blog y verá que abunda.





Platonismo o síndrome de Williamson y la botella vacía o gataflorismo
Descalificar el lado positivo, nada nunca bajo ninguna circunstancia le viene bien. Todo está mal, todo está perdido, todo se está perdiendo, estamos al borde del abismo. O como dijo Williamson en su versión jansénico-teológica la dignidad humana sin la gracia es la dignidad de la botella vacía.




Telepatía clarividente
Va asociada directamente con el asertismo en su modalidad chavista, la Anorexia quaestionis y la Anorexia curiositatis, no te pregunto nada, no me interesa lo que dices porque puedo leerte la mente, te interpreto mejor que tú mismo.



Vis tragica
Esta es la variante histriónica y teatral del Síndrome de Williamson, hacer de todo una tragedia griega.





Profetismo, oraculomanía, enfermedad de los viejos
Si hay alguien que no duda de nada y conoce telepáticamente los pensamientos de todos, entonces conoce también el futuro y todo lo que este depara y todo lo que va a suceder, paso por paso, en cada uno de sus estratos.¿Y la libertad humana? A tomar por culo.




Visión apocalíptica
Variante aplicada a un tema bíblico del Síndrome de Williamson con fuertes dosis de Vis Trágica, telepatía y oraculismo. El modo más fácil de detectarlos es que padecen de la verbigeración del katejón, que desearían encontrarlo para poder removerlo ellos mismos, si fuese el caso, así de una vez por todas se acaba el mundo.




Rotuloviscosis crónica
Necesidad de ponerle nombre a las cosas. Ponerle nombre a las cosas tiene un verdadero efecto ansiolítico. Nos calma, nos tranquiliza. Por ejemplo veo una mujer que se arranca los pelos y el psicólogo me dice padece de Tricotilomanía, ahh, me siento mejor, me alivio. Pero no sé nada nuevo: tricotilomanía es solo eso, dicho en griego, la manía de arrancarse los pelos. Pero es muy seductor tener todo clasificado, aunque la cajita en la que metí el fenómeno que me preocupa siga tan vacía como antes.




Rotuloviscosis aguda esclerotizante
El estiquetamiento es un estadio más grave del anterior, rotular, prejuzgar ya implica cierta violencia. Se manifiesta de modo insidioso en ciertas aspiraciones clasistas y/o aristocráticas, cierto “yo no soy como los demás”, pero sigilosamente necesito que los demás sean como son para que yo pueda ser aristócrata, con clase, con estilo, no como ellos. Cualquier duda léase el prospecto de la dialéctica amo-esclavo de Hegel. ¡¡¡Por supuesto, si usted no padece de Alucinosis Maleficarum!!!




Gerontofilia o paleoerotomanía
Todo lo pasado fue mejor. Hoy todo está podrido. Como decía un escrito cuneiforme de 4000 años AC (esto no es chiste): “La juventud de hoy en día está podrida, no se interesa por nada, solo busca el placer”, paradójico ¿no?, si hace 6000 años que todo está podrido, no queda más que acumular podredumbre sobre podredumbre.




Saurioiconofilia (Síndrome del dinosaurio que vio su imagen en el lago, y se enamoró de ella) Adiognetosis aguda.
En Cueva de la Vieja de Alpera en la provincia de Albacete se encontraron dibujos en secuencia, al modo de una historieta o viñetas que narran una historia, se presume la primer narración histórica de hechos de la que se tenga registro. En el primer dibujo se ve un dinosaurio que camina hacia el lago, en el segundo se mira embelezado en el lago, en el tercero se cae de bruces y se ahoga, de allí toma su nombre esta enfermedad, mucho anterior al Narciso de la mitología griega. En la actualidad toma la modalidad de Adiognetosis aguda, donde “A” no funciona como preposición, como en la “carta a Diogneto”, sino como negación, la negación de Diogneto, específicamente en su chestertoniano párrafo (anacronismo si los hay) ‘Paradojas Cristianas’. El enfermo padece de un fenómeno de autoscopía deformante, se ve a sí mismo como un saurio, y le encanta porque es distinto y porque le da la oportunidad a los modernos de conocer un saurio. De este modo se auto define, se tranquiliza y le da una razón de ser positiva a su distinción de los demás. Muy probablemente no se da cuenta que se siente distinto no porque sea un saurio sino porque es un friky (con autoconciencia de saurio), espécimen sensiblemente posterior, y sus actitudes friky terminan confirmándole a los demás, por medio de las reacciones de los otros, en un círculo de expectativas cruzadas, que es alguien distinto. Este delirio es altamente egosintónico y autoconfirmante de las propias actitudes.





Syntaguetosis (συνταγή prescripción o receta)
Son los que siempre tienen lista ‘la receta’, tiene solución para todos los problemas, se debería esto, se debería lo otro. Receta para todo, para lo que conoce y para lo que desconoce. Para lo que está cerca y para lo que está lejos. Lo interesante del caso es que no aciertan a dar con la solución de sus propios problemas y en el menor de los casos necesitan de comentar en los blogs para darse entidad, para confirmar cierta aspiración intelectual que el medio no virtual les niega (quien esto escribe aquí en esto último se reconoce, obviamente no en la ‘recetosys’, que ya cree haberla curado, sino en la etiología, que desemboca en el bloguismo crónico).



Postdata del autor recién recibida por la Redacción:

PD: El autor de la sátira declara no tener intención de ofender a nadie, y no podría, ya que el mismo padeció muchos de estos morbos. El escrito apenas intenta ser un momento de solaz con cierta intención pedagógica. Sólo pretende encender una chispa de humor para crear un sano distanciamiento de sí mismo, elemento no menor en la salud mental de los mortales. El delirante está preso de una morbosa seriedad, no puede verse, alejarse de sí y reírse de lo ridículo de sus convicciones en el panorama total de la vida. Todos somos un poquito delirantes, no solo los que están en instituciones mentales, cuando le pedimos absolutos a cosas que no pueden satisfacer nuestras pretensiones. La mofa de nuestras ridiculeces, que nos pone a nosotros mismos en perspectiva, incluye en sí el parámetro más importante de la gravedad de una afección mental: la conciencia de enfermedad, quien ríe de sí abrió la primera fenda de escape, hizo entrar la luz al salón de las estatuas de piedra de la Bruja Blanca.
El humor es el camino hacia la humildad, y, según el bufón danés, el que provoca el salto más profundo de lo ético a lo religioso.
El autor de la sátira, por algún motivo que no se explica, declara volver una y otra vez a estos blogs de tradicionalistas raros, y con mucha ternura, como quien ha compartido muchas dolencias, y con un extraño sentimiento de pertenencia, que tampoco puede explicar, declara que su única pretensión, auto adjudicada, es ser veterinario de Saurios.