En la conocida novela de Evelyn Waugh, Retorno a Brideshead, uno de los personajes mejor logrados es el de Rex Mottram.
Mottram es un empresario canadiense, un "nouveau riche" que quiere hacerse un lugar entre la alta sociedad británica desposando a una joven heredera, en este caso a lady Julia Flyte. Es ella hija de una vieja familia, venida a menos por las excentricidades del padre y el catolicismo cerrado de la madre; el patrimonio familiar, una mansión en Londres y un palacio en la campiña están comprometidos. No es una muchacha demasiado bella y ya no es tan joven, por lo demás, una inyección de dinero no se desprecia, por lo que para la escéptica Julia este casamiento es conveniente.
El problema es que Rex no es católico. Cosa que a éste no le preocupa demasiado. Hará lo que haya que hacer para hacerse católico.
El caso es que lo envían con el Padre Mowbray, amigo de la familia. Luego de un rápido cursillo, Mottram parece listo.
El cura lo somete entonces a un rápido cuestionario, una mera formalidad. Y he aquí el relato, tal cual lo refiere a Lady Marchmain y su hija Julia.
Entonces le pregunté: '-Suponiendo que el Papa mirara hacia arriba y viera una nube, y dijera: «Está por llover.», ¿debería eso suceder?' '-Oh, sí, Padre.' '-¿Pero supongamos que no llovió?' Pensó un momento y dijo: 'Supongo que sería una especie de lluvia espiritual, sólo que seríamos demasiado pecadores para verla.'
Esto nos recuerda a un lugar de la blogósfera cuyo nombre no quiero acordarme donde cierto bloguero sostiene sin empacho afirmaciones tan disparatadas como las de arriba... o peores.
Es una especie de locura que agarra al neocón extremo cuando queda en estado de éxtasis permanente después de pasarse años leyendo encíclicas juampablistas y apologética yanqui. Podemos llamarlo el «síndrome de Mottram»... o «de Arráiz» que es lo mismo.
Mira por donde y hablando de LLuvia que hace unos minutos han censurado el siguiente texto del Cardenal Cottier y lo han borrado en Infocatólica.
ResponderEliminarOtra tergiversación, respecto a lo que Péguy definía «el misterio y la operación de la gracia», es la moda de ver gracia por todos los lados, que está muy difundida en ámbito eclesiástico, incluso entre muchos autores y oradores que se consideran expertos en cuestiones espirituales. Es verdad que también santa Teresa de Lisieux, en su lecho de muerte, repite la frase «todo es gracia» para expresar su abandono en los brazos de la misericordia divina. La misma expresión se halla en la última página del Diario de un cura rural de Bernanos. Pero a menudo son las expresiones que en sus intenciones quisieran afirmar la necesidad y la libertad de la acción de la gracia las que terminan por diseminar ideas fuera de lugar y confundir los ánimos. Como en el caso de encuentros aburridos y repletos de formalismo que se definen retóricamente “hechos de gracia” sin más, quizás incluso antes de comenzar. Se difunde así una imagen errónea, como si la gracia fuera una especie de lluvia que cae indistintamente sobre toda la realidad y lo envuelve todo. O incluso un sello que se pone por estatuto en toda actividad eclesiástica. Mientras que en la economía de la salvación la promesa dirigida a todos se comunica de modo sacramental, es decir, a través la predilección de un detalle, como muestra también la práctica ordinaria de los sacramentos en la vida de la Iglesia.
Cardenal Georges Cottier, op
O sea, la secta (porque esto no es ya Iglesia Católica al romper la regla de la fe) presupone que la gracia es como "un sello que se pone por estatuto en toda actividad eclesiástica" negando la economía de la misma y tergiversando su misma realidad.
A mi modo de ver estamos en un momento esencial de la Iglesia similar al de la crisis Arriana.
Y fijaos que puse sólo el texto del cardenal como comentario al dicho de Martinez Camino tal como lo relatan:
ResponderEliminarEl portavoz de la Conferencia Episcopal ha señalado que aquellos que critican la financiación de la JMJ se basan en datos falsos y lo que buscan es "poner tinieblas donde va a haber mucha luz".
Con el borrado se defnen como secta. Está calrisimo. Un católico al menos trataría de razonar ante tamaña acusación teológica, pero un sectario borra. El mismo sectario que dice de los no católicos "estos sí que son hermanos".
La gracia es un sello. La Iglesia pone el sello al carné de católico y la solución del mundo de hoy es borrar los sellos y romper los carnés mientras se hacen "meetings" para atraer a los de fuera del partido.
ResponderEliminarEsto me recuerda a otra obra, no literaria sino cinematográfica: El Carné del Partido.
Dirigida por Ivan Pyriev, un Rastignac siberiano conquista el amor de Anna, obrera ejemplar y miembro del Partido, y accede así a la aristocracia obrera. Muestra suprema de cine estalinista.
Que le aproveche a la secta.
la solución del mundo de hoy es borrar los sellos y romper los carnés
ResponderEliminar-------------------------------
Se entiende a los disidentes de la disciplina del partido.
Creo que más allá de sus fobias primaverales estamos ante un auténtico problema dogmático que trasciende en mucho los detallitos de las fobias. Estamos en un momento eencial de la Iglesia similar al de la crisis arriana.
ResponderEliminarYa que gusta la ironía castellana en estos lares, digamos no sin cierta ironía que si dos amores hicieron dos ciudades, dos maneras de entender el necesario amor de Dios y la libertad del hombre hicieron dos liturgias y sus correspondientes paraliturgias.
En los neocon, deberíamos entender neoconversos. Son las conversiones mal trahidas en una determinada concepción deforme de la gracia que ha anulado la libertad o simplemente la ignora según criterio del que tiene el poder. La gracia sometida al imperio de la voluntad y la verdad hecha voluntad. Una especie de entronización de la voluntad de poder en sede eclesiástica que sólo puede dar como resultado algo que se conoce desde hace mucho tiempo como anticristo.
Minetras tanto sigamos riéndonos con el personaje de Retorno a Brideshead, todo un neocon-verso recibiendo su instrucción teológica tal como el sacerdote narra a la futura suegra católica de Rex:
ResponderEliminar-Es el converso más difícil que he conocido.
-Vaya, pensaba que tenía la intención de facilitar las cosas.
-Precisamente ése es el problema. No puedo acercarme a él. No parece tener la más mínima curiosidad intelectual; tampoco piedad natural. El primer día quise averiguar qué tipo de vida religiosa había llevado hasta ahora y le pregunté qué significaba para él la oración. Me contestó: «Yo no lo sé. Dígamelo usted». Intenté explicárselo en pocas palabras, y él dijo: «De acuerdo. Lo de la oración ha quedado claro. ¿Qué viene ahora?». Le di el catecismo para que se lo llevase a casa. Ayer le pregunté si Nuestro Señor tenía más de una naturaleza. Me repuso: «Todas las que usted diga, padre».
»Y entonces le pregunté: Suponga que el Papa mirara al cielo, viera una nube y dijera: "Va a llover". ¿Llovería forzosamente? "Oh, sí, padre." "Pero suponga que no lloviera." Lo pensó un rato y al cabo dijo: "Supongo que estaría lloviendo espiritualmente, pero que somos demasiado pecadores para verlo".
»Lady Marchmain, su caso no corresponde a ningún grado de paganismo conocido por los misioneros.
-Julia -dijo lady Marchmain, cuando se hubo marchado el sacerdote-, ¿estás segura de que Rex no está haciendo todo esto simplemente para complacernos?
-No creo que se le haya ocurrido siquiera.
-¿Es realmente sincero en sus deseos de conversión?
-Está totalmente decidido a hacerse católico, mamá.
Y pensó para sí misma: «En toda su larga historia, la Iglesia debe haber tenido algunos conversos bastante raros. Dudo que todo el ejército de Clodoveo estuviera compuesto precisamente por buenos católicos. Uno más no puede hacer daño».
Yo creo que ya no es uno más. Son legión y están haciendo mucho daño.
Llama la atención que todo católico inteligente anterior al último concilio y por ello indudablemente imparcial ante estas diferencias habría tachado de réprobos a los neocones.
ResponderEliminarNos quieren cismáticos o desobedientes los que no saben -y así lo demuestran-, qué es el catolicismo.
La tara llega a tal punto que a fuerza de obediencia llegaron a creerse los cruzados del Papa.
Van a terminar como los de la otra novela del gringo éste, Los seres queridos, "poductos standard" del pensamiento en boga. Por lo pronto, ya son hijos de una tendencia. Son masa.
Las cabezas de los infogatólicos , son cabezas hegelianas. Tesis + Antítesis = Síntesis. Verdad + Mentira = Nueva Verdad; Nueva verdad + Mentira = Nueva verdad. Y así , hasta el infinito. Nunca tiene fin. De esa forma, llegaría un momento en que volveríamos a adorar a Júpiter, en la lógica neocona.
ResponderEliminarSu trabajo de idiotas útiles es el de decir que todo está bien, que no pasa nada, que la Iglesia está en plena salud y retozando. En muchos aspectos es peor que la herejía arriana.
En infobleep! Ya deben de tener muy gastada la tecla de "delete", de tantas opiniones que no cazan con su lógica y con su agenda neocona.
No concibo como el p. Iraburro , despúes de ser un sacerdote ortodoxo, sirva a estos intereses inconfesables. Sus iguales progres lo desprecian igual, les sirva o no les sirva. Sería mejor que se adhiriera a la lucha. Y él es el dirige todo el circo del portal aquél.
Como relata J. R. R. Tolkien en la caída de Númenor: los hombres "del rey", serán los que terminen persiguiendo y ofrendando a sus hermanos fieles al Rey Eterno, para satisfacer al anticristo... que mantendrá "la estructura" pero la vaciara de contenido, para llenarla de su inmundicia. Esto recién comienza. No dijo Nuestro Señor que nos perseguirán y pensarán que lo hacen por Dios? Eso será porque son incapaces de conocer al Dios Verdadero, porque han cerrado sus corazones a Él, y en cierta forma -al aceptar esta parodia de catolicismo- lo han rechazado.
ResponderEliminarRonin, puede equipararse esta elección íntima con el "pecado contra la luz", que no tiene perdón?
Crux Australis
En el sentido que tradicionalmente se ha entendido ese pecado como obcecación en no dejarse llevar de la gracia de Dios, pues sí. El naturalismo asumido como norma de vida, lo que se dice la presunción de la propia salvación sin merecimientos, es un auténtico pecado contra el Espíritu Santo. Lo que ocurre es que estos son tan tan tan... que no llegan a tener en la inmensa mayoría de los casos el conocimiento de la gravedad de lo que hacen por lo que su blasfemia contra el Espíritu Santo subjetivamente no llega a tanto. Pero que objetivamente todo esto merece un castigo divino es más que discernible. Un signo de los tiempos, que diría Cristo.
ResponderEliminarYo lo del padre Iraburu no lo entiendo, la verdad. Tanto que ha arremetido contra el cristiano pelagiano moderno y su falsificada espiritualidad y ahora se pone de palmero de aquellos que dicen sin tapujos ni reparos que es la JMJ la que traerá hombres morales. ¡Un medio de masas substituye la obra de la gracia!
ResponderEliminarAtanasio no se quien será, pero desde luego Osio está ahí. Es Iraburu. Y también tiene su momento de debilidad como lo tuvo Osio.
Ronin: yo no creo que Monseñor Martínez Camino haya querido decir que un medio de masas substituye la obra de la Gracia, sino que la Gracia se valdrá del medio de masas, la JMJ, para actuar.
ResponderEliminarLea la cita del cardenal Cottier y observe el error que está presente en esa forma de expresarlo. No digo que sea hereje Monseñor Camino, sino errado al concebir el obrar de la gracia como supuesto puesto el acto eclesial. Bien puede Dios negar su gracia a todos los presentes y además usar el acto como castigo ¿quien es el dueño de la mente divina u osa tentar a Dios afirmando por adelantado las disposiciones de su gracia?
ResponderEliminarLa forma correcta pasa por IMPETRAR la gracia. Eso es lo que no se hace. No se trata de pedir oraciones para que el acto salga bien, sino de pedir a Dios que otorgue su gracia: a nosotros para que nos mantenga de su mano en el día a día con temor de perdernos; y a los demás para que todos cumplamos su voluntad. El acto por sí mismo nada logra a este sentido y ciertamente se podía haber organizado de muchas formas distintas pero habiéndose hecho y acompañado desde una concepción deforme como la que estamos traando queda viciado en conjunto salvando la voluntad divina de salvar a sus elegidos de la cual yo tamcpoco soy dueño y la admirable labor de muchas personas honestas, razón por la que todo repercute en bien de los que aman al Señor. Pero no todo es bueno, ni alabable ni mucho menos exige gracia.
Y no son parásitos todos los que levantan la voz contra lo que no ven correcto. Un acto del Papa con los jóvenes sí, pero no así. Yo me sumo a esa voz.
En resumen: la JMJ no es un sacramento, sino que dentro de ella se dan sacramentos y momentos de oración que deben encontrar el clima propicio del contemptus mundi en el corazón para que la gracia de Dios que se da ordinariamente en ellos actue según las buenas disposiciones de los que asistan. A eso se debe orientar el acto y no a un mero "meeting" mundano donde el éxito lo marca el número de entradas vendidas donde el gancho para vender lo que hace es precisamente acogotar el clima propicio ahogándolo entre unas espinas muy sutiles y delicadas.
ResponderEliminarTerribilis est locus iste. Explíquenselo a los jóvenes del bullicio para que hagan un flash mob del tema durante la Santa Misa a ver que sale.
Voy a ser sincero. Este montaje me recuerda a una cosa que ya ocurrió en la Edad Media ccn los jóvenes. Para unos era un acto de fe, una peregrinación que iba a salvar a la cristiandad y a dar ejemplo allí donde los adultos habían fracasado. La fuerza del amor de la juventud, su pureza, iba a transformarlo todo.
ResponderEliminarLa historia la conoce como la cruzada de los niños. Estudien como acabó y como fue considerada teológicamente a posteriori.
Ojalá, y lo digo de verdad, que me equivoque en mi juicio.
PEDRO HISPANO dice: Mientras preparo un comentario orientado a lo que creo es el problema crucial de los neocons les mando esta respuesta de ARRAIZ a un comentarista que le expone su desconcierto por la contradicción que encuentra entre la Dignitatis Humanae y todo el Magisterio anterior. Al que la encuentra algún sentido habría que darle un premio. No sé si es para reir o llorar. Ahí va la perla: "En ese sentido es muy apropiada tu pregunta, y se hace propicio profundizar en el punto, pues ya no te trata allí de probar que hay una discontinuidad, sino que aceptando que en sus principios no la hay, como aplicar esa hermenéutica de la continuidad en ese punto en particular, al que nos exhorta el santo padre".
ResponderEliminarVamos, que cuando Ratzinger hablaba del antisyllabus lo decía porque no había profundizado en la hermeneútica de la continuidad. Arraiz seguro que le enseña y le dice. Sí Santo Padre esto es antisyllabus totalmente interpretado como continuidad del Syllabus.
ResponderEliminarLudovicus dijo,
ResponderEliminar¿Creerá que también pensé en Pedro El Ermitaño y la Cruzada de los Niños, Ronin? Esa idea de que los acontecimientos y los movimientos pergeñados por los hombres son fuentes necesarias y primarias de gracia están en el núcleo del neoconismo.
Saludos
El problema del neoconenverso es el mismo del de esa novela. Está tan ensimismado en conseguir el carné del partido y ser admitido en la aristocracia eclesial que le da igual el catecismo y con ello los distintos niveles de magisterio y la misma razón teológica.
ResponderEliminarCuando esa realidad se pone de manifiesto el neocónenverso simplemente hace saltar el fusible de infidelidad y a otra cosa mariposa, caiga el que caiga.
Se acuerdan de las leyes de Robocop pues más o menos lo mismo. Creo que una de las novelas de Asimov sobre las leyes de la robótica trata el asunto del robot enfrentado a las leyes grabadas en su cerebro para no dañar a los humanos a los que sirve.
PEDRO HISPANO dice: Muy bueno lo del anti Sylabus RONIN. Congar dijo algo parecido al respecto. Y también que con la LUMEN GENTIUM (Colegialidad) "la Iglesia ha hecho pacíficamente su revolución de octubre" Y recordemos que a Congar le hizo cardenal el recién beatificado.
ResponderEliminar¡Pero qué más da! ¡Fuera el principio de contradicción y abramos la puerta de nuestras mentes -de lo que quede de ellas- a los principios neocons!
Pero ARRAIZ de mi alma y neocones en general ¿no sería más lógico dar al V II el valor que tiene y no llevar las cosas a estos extremos delirantes?
Pero este es -a mi juicio- el problema neocon: identificar su Fe católica con el Valicano II, asociarla a este último en matrimonio indisoluble sin precisar el valor vinculante del mismo,ni siquiera el valor de sus distintos documentos que no tienen todos la misma categoría y sin tener en cuenta la hecatombe que se ha seguido de sus aplicaciones. Si la realidad dice otra cosa de sus obsesiones es la realidad la que está equivocada.
PEDRO HISPANO dice: Poner a Dollinger y Mons. Lefebvre al mismo nivel como hace ARRAIZ es deshonesto porque no es lo mismo el Vaticano I (Concilio dogmático) que el II (Pastoral). Y para los brillantes comentaristas de ARRAIZ que siguen dando la vara con lo de que el V II tiene Constituciones "dogmáticas" insistir una vez más que lo que haya de dogmático en el V II es fruto del magisterio de Concilios y Papas anteriores. El V II no definió nada. Además de prestarse -me refiero al V II- a prácticas deshonestas como rechazar la petición espontánea de más de 400 Padres de incluir el Comunismo en los textos conciliares porque con anterioridad al V II habían hecho un pacto en Metz para que no apareciera dicho término en los textos lo pidiera quien lo pidiera.
ResponderEliminarCreo que el "contemptus mundi en el corazón" del que habla Ronin se hace, en la práctica, incompatible con la exaltación del laicado y de la juventud.
ResponderEliminarHace dos semanas un buen cura de Juan Pablo II decía en su homilía: "¿Cómo que el mundo es un enemigo del alma? Eso no es así.¡El mundo es bueno!"
Precisamente la función del laicado es la santificación del mundo. De sus estructuras. Pero esa labor es imposible si se piensa que no hay nada malo en el mundo. El problema no es la exaltación del laicado, sino el pelagianismo que ve el mundo como bueno.
ResponderEliminarPor eso digo que no entiendo a Iraburu. Los textos dedicados a este tema en él son de una crudeza que espanta y no se como no dice nada sobre esta deformación tan sutíl tal como lo decía antes. Pongo un ejemplo de estos textos de Iraburu:
La frecuente vigencia del pelagianismo en nuestra época ha sido señalada últimamente por muchas autoridades en el campo del pensamiento. Suele presentarse en forma de naturalismo ético, humanismo autónomo u otros modos de corte voluntarista. En todo caso, la tendencia pelagiana es un falso optimismo antropológico, que exige no ver la maldad del hombre y del mundo. O al menos, no reconocerla del todo en sus consecuencias espirituales. En ese marco mental se inscribe hoy la disminución o la pérdida del sentido del pecado.
...
Pelagianismo y hombre carnal
Los cristianos pelagianos, más próximos a Rousseau que a Jesús, afirman que el hombre en el fondo es bueno; pero olvidan que también en el fondo es malo. «Vosotros sois malos», dice el Señor (Mt 12,34; Lc 11,13). Ciertamente, el bien es más connatural al hombre que el mal; pero no se debe ignorar que en el hombre adámico hay una inclinación tan persistente al error y al mal, que no puede ser corregida sin la gracia de Cristo (Síntesis 232-234).
Los cristianos pelagianos de hoy prefieren ignorar que el hombre pecador padece espiritualmente una enfermedad mortal, y que morirá, ciertamente, si no hace penitencia (Lc 13,3.5). Ellos piensan más bien: «no estamos tan gravemente enfermos, ni necesitamos medicinas fuertes y severos regímenes de vida; podemos hacer de todo, andar por el mundo como todos, y vivir sin tantos cuidados, como viven todos». Éstos tienden, pues, a trivializar el verdadero mal del hombre, el pecado, y por eso prefieren no hablar de pecado, no mencionar siquiera su nombre, sino emplear otras palabras que son más tranquilizadoras: «errores», «fallos», «enfermedades de la conducta», «actitudes inadaptadas», «trastornos conductuales»... Al parecer, si el pecado del hombre no es más que eso, con un poco más que progrese la medicina y la psicología, la sociología y el urbanismo, la política y la economía, el hombre podrá verse libre de todos sus males... (Síntesis 251).
Pelagianismo y mundo
El falso optimismo pelagiano sobre el hombre da lugar a un falso optimismo pelagiano sobre el mundo. Los cristianos pelagianos de hoy tienen, sin duda, una dificultad insuperable para reconocer la gravedad de los males mundanos, su raíz diabólica, su incurabilidad al margen de la gracia del Salvador. El mismo término «Salvador del mundo» (Jn 4,42) les resulta irritante, les parece una provocación, una prepotencia presuntuosa, y desde luego lo evitan. Y aunque no lo formulen quizá en forma explícita, ellos ponen la esperanza en muchas causas mundanas, más o menos contrarias a Cristo. Piensan, o mejor sienten, que esas causas pueden traer al pueblo la salvación. Y aunque una y otra vez se vean defraudados, cambian el objeto, pero persisten en sus vanas esperanzas.
Y más centradamente sobre la renuncia al mundo:
ResponderEliminarPelagianismo y consejos evangélicos
«Si quieres ser perfecto, ve, vende tus bienes y dalos a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Ven y sígueme». Estas palabras de Jesús han regido siempre en la Iglesia toda investigación sobre los medios para la perfección cristiana.Y también en nuestro estudio mantendrán continuamente su indiscutible primacía.
Ahora bien, sin la humilde conciencia de la gran fragilidad de la carne, no se entiende la conveniencia de renunciar al mundo, y tanto en laicos como en religiosos, se producen formas falsificadas de espiritualidad cristiana, débiles y estériles. Del mismo modo, una visión pelagiana del mundo impide vivir la renuncia bautismal a él -espiritual en todos, material también en los religiosos-. Los cristianos, entonces, se mundanizan más y más en mentalidad y costumbres, pierden la práctica de la vida cristiana, y finalmente pierden también la fe.
La apotaxis tradicional del bautismo, por la cual el cristiano rompe con el mundo, apenas resulta inteligible para el cristiano actual pelagiano. Pero el rito litúrgico, sin embargo, lo expresa claramente: «El templo tiene una significación escatológica. Para entrar en la Casa de Dios ordinariamente se franquea un umbral, símbolo del paso desde el mundo herido por el pecado al mundo de la vida nueva al que todos los hombres son llamados» (Catecismo 1186).
Fijaos como ahora se trata en estos actos más de llevar el mismo mundo al templo (da igual si el templo sale o el mundo entra) en esas misas espectáculo de masas con escenarios al modo mundano y gritos y aplausos y la pérdida de toda sacralidad basada en el número (Ya no se entiende la Misa si no es concelebrada y con muchos fieles dando a entender una profunda herejía en las que muchos pensarán que así es más perfecta y mejor). Hasta el último detalle material de estos eventos canta la profunda deformación teológica que los envuelve en medio de muy nobles intenciones.
ResponderEliminarPEDRO HISPANO dice: a propósito del último comentario de RONIN ofrezco mi aportación y agradezco de antemano lo que tengan que decir otros comentaristas al respecto. Porque el tema tiene un enorme interés ya que no sólo afecta a Iraburu sino a mucha gente más. Muy buena y que podrían aportar mucho a la salida de la crisis si abandonaran sus bienintencionados errores. Ahí va: A mi juicio el problema de Iraburu es que su mente funciona en al menos 2 direcciones opuestas: 1) la objetiva gobernada por el sentido común y el sentido de Fe de la que extrae estas consecuencias y posibles soluciones todas correctísimas, que RONIN acaba de citar 2) la deformada por un culto desaforado de la autoridad eclesiástica en la que DE HECHO no ve más que lo que podríamos llamar el componente divino de la misma y se niega a reconocer -aunque diga otra cosa- los aspectos humanos y defectuosos, su responsabilidad en la crisis de la Iglesia, por ejemplo. Por eso Iraburu es incapaz de ver que resaltar la responsabilidad de Pablo VI en la actual situación no implica necesariamente ningún deseo de escándalizar a los "pequeños" sino algo tan imprescindible como que no se pueden remediar los efectos desastrosos sin el estudio de sus causas. Jamás Iraburu admitirá el servicio que hace un historiador objetivo de los últimos obispos de Pamplona (Delgado, Cirarda, Mendez, Sebastián, Pérez) en la destrucción de algo tan caro para él como es el catolicismo navarro. Eso es escandalizar, para Iraburu. Y jamás admitirá -contra toda evidencia- la responsabilidad de la nueva misa en la crisis actual con su consagración mal traducida, su ofertorio basura, ete, etc, etc...¿Por qué? Porque eso viene de la autoridad. Y si de ahí pasamos al estudio de infiltraciones masónicas en el clero nuestro anestesista pamplonica se taparía los oidos horrorizado. Eso -para él y también contra toda evidencia- no existe. Iraburu en el tema de la autoridad eclesial es MONOFISITA.
ResponderEliminarNo creo que haya otra explicación para una posición tan contradictoria.
Anoche cogía una obra de las muchas que tengo en el estante. Es la tesis doctoral puesta al día y aumentada de un presbítero turolense en la Universidad de Navarra publicada en EUNSA en 1979. Su título es "Infabilidad del Pueblo de Dios" y se centra sobre todo en el estudio del Sensum Fidelium. Al final la idea cae como un plomo: la infabilidad de la Iglesia es orgánica articulada en tres niveles complejos con sujetos inadecuadamente distintos: los fieles, los obispos y el Papa. Es de notar como es el magisterio al que corresponde evaluar finalmente la veracidad del sensum fidelium, pero no el moverlo y llevarlo en su obrar, que es acción del Espíritu Santo en las almas y aún en almas particulares selectas para ello (así lo deja caer el autor como deja caer que incluso puede haber roces entre este agere del sensum fidelium y el magisterio durante un breve periodo de tiempo aunque se nota que concurren en una misma dirección).
ResponderEliminarTodo el tema de la liturgia tradicional es un claro ejemplo de esta organicidad de la infabilidad de la Iglesia. De hecho lo que ahora mismo estamos viendo en cuanto reacción a todos los abusos y deformaciones de los últimos lustros es un ejemplo vivo de lo que es esta organicidad de la Iglesia en su infabilidad. Para un neocon, que el conjunto de los fieles pueda ser infalible y que aún un fiel guíado por el Espíritu Santo pueda indicar guías de dirección a la profundización del dogma en temas infalible es una aberración. Son clasistas. Elitistas. Totalitarios al modo de Calvino. Pero Dios habla hasta por una burra, si quiere. Y el Espíritu Santo lo hace por los fieles.
A eso es a lo que tiene miedo Iraburu. A la organicidad eclesial en temas de verdad, a qué el Espíritu Santo pueda hablar por las almas de los fieles de modo que se muestre la desnudez del ángel de Laodicea. Al final tienen miedo, por culpa del iluminismo en que se ha caído durante el posconcilio a que los fieles digan algo al magisterio (cosa nada extraña y que pasó en la reforma tridentina como bien podrán narrar los santos perseguidos por la inquisición, como por ejemplo los grandes doctores místicos). Pero pueden y deben si es el Espíritu el que les guía porque jamás dirán nada que no sea concurrente con el dogma y con el mismo magisterio de la Iglesia. Y si lo dijeran el magisterio actuaría que para eso sí tiene potestad sobre el sensum fidelium, aunque no para coartar su agere.
Nada de lo que dicen tiene que ver con Jesucristo ¿de donde sacan tantos argumentos que jamás salieron de la boca de Cristo?.
ResponderEliminarAl igual que los fariseos que adulteraban la Torá se dedican a adulterar las palabras de Cristo y las sustituyen por leyes.
No se preocupen por Lefebvre el actuó en la creencia de que era lo correcto lo que hacía,como los hermanos protestantes creen en su Fe y perseverando se salvan, estoy seguro de que Marcel Lefevbre si no está en el Cielo llegará algún día, pero dejen de atacar a la Iglesia por que está excomulgo a su líder.
Ronin, Pedro Hispano: gracias por sus comentarios. Ahora entiendo qué es lo que pasa en aquella casa, y en la mente del Anónimo de las 22:38...
ResponderEliminarPioquinto: Gracias por comentar, pero le reiteramos nuestro pedido de guardar un poco las formas.
ResponderEliminarMás allá de todas las burradas que pueda haber dicho (y que pueda decir en el futuro) el Pbro. Iraburu, se trata de un sacerdote de Cristo.
No nos rebajemos a responder la mala educación de los infocatólicos de la misma forma.