A raíz de una noticia reciente reproducimos el
contenido de dos entradas de Wanderer sobre
fundadores y fundaciones.
De fundadores y fundaciones
Prometí a los lectores de este
blog una nota respecto a un problema que preocupa mucho a la Santa Sede.
Hay un fenómeno que ha marcado las
últimas décadas. Congregaciones, movimientos u otras figuras institucionales de
reciente constitución en la Iglesia son objeto de denuncias por conductas del
fundador y/o por maneras de manejarse estructuralmente en la vida de la
asociación.
Hay algunos rasgos comunes, que se
dan en todos ellos o algunos de ellos, en la mayor parte de los casos.
a) Se trata de asociaciones
recientes y de matriz tradicionalista o (neo) conservadora (para el caso no
hace falta entrar en precisiones y matices). Las corrientes secularistas no
suelen generar asociaciones de vida religiosa. Lo que no es de extrañar, porque
las tendencias secularistas suelen ser estériles. Más aún, órdenes y
congregaciones de fuerte arraigo histórico, cuyos miembros están en crisis de
identidad como religiosos, arriesgan extinguirse por falta de vocaciones. En el
contexto secularista de occidente, la ausencia de una fuerte presencia de lo
sagrado no atrae a los jóvenes a una vida consagrada.
b) Tienen una clara identidad
simbólica, hábito, prácticas y devociones establecidas con rigor, estricta
normatividad disciplinar.
c) La figura del fundador es muy
marcada, como un punto de referencia absorbente y omnipresente, que desplaza la
configuración con los vínculos interiores y exteriores con la jerarquía
universal y diocesana, también condiciona la vinculación interior y exterior
con los demás miembros de la Iglesia (incluidos familia y amigos).
d) Los problemas que se denuncian
giran en torno a tres ejes, frecuentemente presentes todos ellos y en algunos
casos uno o dos de ellos. Es notable cómo un eje promueve el otro. Estos tres
ejes se dan también en asociaciones religiosas o espirituales ajenas a la
Iglesia Católica.
1) El más común es la cuestión de
la libertad de los miembros. El personalismo del fundador, o ese rasgo volcado
a una estructura, genera una absorción o pérdida de la autonomía personal. En
casos se denuncia un real “lavado del cerebro”. Es el problema más complejo
para discernir; porque los límites son difusos o difíciles de objetivar.
Frecuentemente jóvenes, que tienen carencias familiares o se sienten amenazados
en su vida cristiana por el contexto secularista, son atraídos por la seguridad
que les ofrecen estas propuestas. Muchos formadores de órdenes tradicionales, y
con indudable fidelidad a su identidad, refieren casos de jóvenes occidentales
con inquietud vocacional que no resisten un proceso de discernimiento y
maduración, con educación de la libertad y la autenticidad en el contexto
actual. Son tentados y atraídos por las propuestas más absorbentes y
asegurantes, que les quitan desafíos, les dan rasgos externos (hábito, signos,
lugares no seculares) y los ingresan con inmediatez. También suele darse un
flujo de ingresos y salidas en cantidad; pero a veces es muy grave la situación
humana, psicológica y espiritual de los miembros que salen, sobre todo después
de crisis profundas (más o menos proporcional al tiempo de vinculación o
permanencia con la asociación). Esto se profundiza cuando han sido llevados
fuera de su país o contexto sociocultural y familiar.
2) Otro problema es la cuestión
sexual. Son varios los fundadores que han sido denunciados por abusos sexuales;
más frecuentes en casos masculinos (homosexuales, efebofilia). La absorción de
la personalidad y la fragilidad psicológica de los jóvenes suele ser el
contexto de estos hechos. También hay casos en donde el esquema se repite a escala
en el interior de la asociación. Se trata de un problema gravísimo, análogo y
diferente de los casos de pedofilia o efebofilia que se dan en el ámbito
pastoral (educativo, parroquial, etc…), como también en familias, otras
religiones y escuelas no religiosas.
3) El tercer problema es de tipo
económico. En algunos casos, son los miembros y/o sus familias quienes padecen
abusos en este sentido. En otros casos se denuncia manejos a favor de las obras
de la asociación o de las personas que la dirigen, que no responden a criterios
éticos y/ o legales.
A la Santa Sede llegan denuncias
de todo tipo, a veces se trata de asociaciones de derecho diocesano y por tanto
debe intervenir primero el Ordinario del lugar. Excepto en los delicta graviora de índole sexual, donde
hay una jurisdicción inmediata de la Santa Sede a donde el Ordinario debe
remitir lo actuado. Pero también hay denuncias de casos en donde no se trata de
asociaciones reconocidas canónicamente, y por tanto no hay jurisdicción para
actuar sobre la supuesta institución.
Para tener una idea podemos
enumerar algunos casos más resonantes y donde hubiera algún tipo de miembros
argentinos. Obviamente el más notorio es de los Legionarios de Cristo del p.
Maciel, en vías de reestructuración. La Pía Unión del Sagrado Corazón de
Karadima en vías de disolución. El Opus Dei, cuya normativa interna fue
reformada ex officio por el papa
Benedicto XVI para garantizar la libertad de los miembros. Los Franciscanos de
la Inmaculada que están intervenidos no por la misa tridentina, sino por la
cuestión de la autoridad del fundador p. Manelli y defectos en la formación. El
Instituto del Verbo Encarnado con el fundador p. Buela separado y bajo
observación. La Comunidad Emanuel o de las Beatitudes con el fundador p.
Ephraim Croissant y dos cofundadores sancionados y separados. La comunidad de
Mamma Ebbe (Ebbe Giogini) condenada penalmente por los tres problemas y
disuelta. La comunidad Koinonía de Juan Bautista del p. Argañaraz, que fue
condenado y cumplió la pena por delitos económicos; la comunidad funciona bajo
observación. Los Heraldos del Evangelio y el Reino de María, su fundador, Joao
Clá Dias y la organización, bajo observación. La Fraternidad de la Misericordia
Divina cuyo fundador Teófilo Rodríguez ha sido procesado; ya está en libertad y
bajo observación. La comunidad San Martín de Tours y Nueva Jerusalén, vinculada
a una vidente y que ha tomado una deriva cismática. La comunidad Punto Corazón
con el fundador el p. Thierry de Roucy condenado. El Sodalicio de Vida Cristiana
cuyos máximos exponentes Luis Fígari y German Doig han sido hallados culpables
(en el segundo se intentaba iniciar un proceso de beatificación, que fue
suspendido). La Comunidad Saint Jean cuyo fundador el p. Philippe ha sido
oficialmente acusado, aún después de fallecido; la comunidad continúa
normalmente. Los Franciscanos de la Renovación cuyo fundador el p. Benedict
Groeschel ha sido amonestado. Los Misioneros de Cristo Sacerdote originados en
el vidente mexicano Juan Angel Collado, cuestionados por lavado de cerebro.
El movimiento Comunión y
Liberación además de haber tenido casos particulares de miembros de renombre
(clérigos y laicos) con acusaciones y procesos, también ha sido observado por
algunos hábitos en el manejo económico de emprendimientos corporativos.
Continúa normalmente.
En la Argentina tienen el singular
caso de las monjas carmelitas de Jujuy que fueron intervenidas por la Santa
Sede, pero no acataron la medida y se fugaron estableciéndose en la vecina
diócesis de Salta. No son reconocidas como comunidad religiosa.
En Estados Unidos hay un caso de
una comunidad masculina notable por el cuidado de la liturgia y la observancia
(externa). Se repetían las denuncias de que en la casa de formación se había
propagado la sodomía entre los miembros, sin delitos civiles sino solamente
canónicos (prácticas consentidas entre jóvenes, pero mayores de edad). Fue
enviado como comisario (interventor) un religioso de gran prestigio. Resultó él
también involucrado en esas prácticas. Se disolvió la casa y los miembros
ajenos a los hechos fueron redirigidos a otra orden de la misma familia
espiritual.
La experiencia ha ido clarificando
algunos criterios. Reconocer que los frutos buenos no excluyen los frutos
malos. Que de la misma persona se pueden seguir ambos, por la complejidad y la
libertad de las personas. Distinguir los casos personales y los problemas
estructurales en las asociaciones. Atender a los casos de denuncias (aunque
sean pocos), a pesar de la pluralidad de exposiciones de apoyo y de testimonio
de actos y/o actitudes ejemplares respecto a la misma persona. No desestimar
porque el denunciante sea una persona que salió de la institución con algún
conflicto.
Los casos de los fundadores son
los de especial complejidad por los vínculos espirituales, afectivos y
organizativos que se han generado. Pero se ve claro que hay que reconocer la
realidad histórica tal cual es, con sus luces y sombras. Partir de ella y
generar procesos de discernimiento y de afianzamiento de lo positivo y de
exclusión de lo negativo.
El breve detalle descriptivo es
apenas una muestra de las situaciones atendidas. Hay muchas que se desestiman
por falta de elementos, otras porque se descubre que obedecen a calumnias o
deformaciones. De todas maneras los procesos son lentos y se busca cuidar al
máximo la justicia, que incluye los derechos de los denunciantes también los
derechos de los denunciados y el bien común general.
Fuente:
Apostillas
Ver todos juntos algunos casos de intervenciones o medidas de la
autoridad puede dar la impresión de que se produce todo junto. No es así.
Hay procesos que vienen de larga data y recién tienen un principio de
resolución. Hay otros que ya están concluidos. Otros en pleno desarrollo.
En mi informe anterior sólo he tenido en cuenta aquellos sobre los
que hay una intervención en la Santa Sede (o en sede diocesana pero con informe
a Roma), en los que hubiera algún argentino vinculado y que me hubiera
sido accesible la información.
Algunos comentadores mencionan otros casos argentinos (Miles Christi,
Torres Pardo, fraticelli), que no identifico ni tengo datos disponibles. Esto no significa que no existan
o que el informe los quiera ocultar, simplemente no me resultan en las
actuaciones romanas que conozco. Me llama la atención que exista en la
Argentina alguna congregación que se llame “fraticelli”, porque ese fue el
nombre de una secta herética del siglo XIV. Pero, en fin, la iniciativa
fundacional religiosa es muy activa.
Fuera de los casos mencionados, en distintos países hay otros casos
problemáticos. El esquema es siempre muy semejante: atentado a la libertad, a
la integridad sexual y desórdenes económicos. Es posible pensar que, instalado
el dominio sobre las personas, está dado el escenario para que se activen
las otras tendencias desviadas, cuando existen.
Si tomamos en cuenta no sólo el caso de fundadores, podemos hacer
algunas consideraciones. Como
hemos tenido dos cambios de papa en poco tiempo muchos procesos vienen de la
época de Juan Pablo II. Es cierto
que a este papa le costaba admitir algunas denuncias, porque valoraba los
frutos apostólicos positivos y/o tenía la duda de que fueran tramadas por
los enemigos de la Iglesia (especialmente el comunismo). También es posible que
él hubiera confiado más en la estructura de los dicasterios, que en ocuparse de
dar un impulso personal al asunto.
Al papa Benedicto, en cambio, le costó y le dolió admitir los
problemas que se escondían en asociaciones muy afines a su aprecio por la
tradición en la liturgia y en las formas.
Por ejemplo el caso del alemán David Berger, que fue promovido
sucesivamente en tareas intelectuales y doctrinarias vaticanas, incluso en la
Congregación para la Doctrina de la Fe, por su vigorosa militancia tradicionalista
en el contexto progresista teutónico. De nada sirvieron las observaciones a su
poco científico abordaje de las cuestiones filosóficas y teológicas (con un
tomismo simplificado y repetitivo) y lo extraño de su personalidad.
Finalmente emergió declarándose homosexual y actualmente es un líder de
movimientos contestatarios pro gay.
Otro caso es el de una asociación para el cultivo de la lengua latina en
un país europeo. A pesar de las
alarmas que existían, gozó del apoyo del nivel más alto y casi adquiere un
status oficial vaticano ligado a la nueva Academia para la Lengua Latina.
En algún momento salió a la luz que si bien formalmente se manifestaba como una
iniciativa filocatólica y devota del papa Benedicto, en su interior el núcleo
era de un neopaganismo clásico, muy crítico del cristianismo, considerado como
una corrupción de la antigüedad clásica, y con el cultivo de la
efebofilia en sus miembros (como parte de la recuperación de un pretendido
ideal antiguo).
Es cierto que hay procesos que podían haber alcanzado
resolución más rápidamente. Además
de la lentitud de las actuaciones, donde se debe probar objetivamente la
acusación, hay otras razones de mentalidad que entorpecieron las cosas.
Una de ellas es la sospecha de que fueran infundios de los
enemigos externos (masonería, comunismo, regímenes dictatoriales) o por
celos y fantasmagorías internas. También existió el criterio ingenuo de confiar
en la fácil enmienda después de un arrepentimiento; no se medía la
gravedad de la estructura de personalidad que se mostraba, ni se ponía
suficientemente la atención en los sujetos-víctimas. Otro factor ha sido la
mentalidad de evitar dar curso a lo que podía mancillar el nombre de la
institución (cuando en verdad ya estaba dañada más que en su nombre, en la
realidad eclesial de las personas). Por otra parte, también del lado de
las víctimas ha existido una actitud de no denunciar por diversos motivos
(vergüenza, temor reverencial, acostumbramiento, inercia, etcétera)
Aquí me parece oportuno advertir que, al estudiarse la situación de los delicta graviora (abusos sexuales a
menores), muchos de ellos datan de la década del 40, 50 y 60 (Irlanda, Holanda,
Inglaterra, USA). Es decir, de contextos muy anteriores a la indisciplina y al
pansexualismo que hoy penetra los ambientes.
A los lectores que asocian las medidas de intervención a la orientación
tradicionalista o conservadora de las asociaciones les hago presentes algunas
consideraciones. La primera, que no hay fundaciones de tipo progresista o
secularista. La segunda, que rasgos de personalidad desviados pueden acompañar
o incluso enmascararse con cualquier definición religiosa (sucede en otras
religiones). Muchas veces personalidades patológicas ideologizan algún tipo de
espiritualidad, llevando sus rasgos a extremos, que pueden ser atractivos pero
no dejan de ser síntomas.
La Santa Sede tiene claro que las nuevas fundaciones proceden del ámbito
tradicional o conservador. Incluso reconoce y apoya a aquellas tipo la
Fraternidad San Pedro (que son varias), las cuales tienen como rito propio la
misa tridentina. Las comunidades que vienen del anglicanismo también son de
matriz tradicional. Ciertamente, no puede admitir que se desconozca la validez
del Concilio Vaticano II. Pero en las intervenciones que he elencado en mi
informe anterior la razón de las actuaciones (todas de más o menos larga data)
giran en los problemas que he señalado.
Obviamente los puestos bajo examen no suelen admitir los problemas, sino
cuando explotan de modo imparable hacia afuera (especialmente en los medios de
comunicación). Es fácil el recurso de decir: nos persiguen porque somos fieles
a la tradición o porque tenemos éxito con las vocaciones (así los Legionarios,
el Opus, los IVE, et via
dicendo).
Mi informe anterior se limitaba casi exclusivamente
a las asociaciones masculinas. Hoy puedo dar una novedad respecto a la rama
femenina de la Communauté
Saint Jean (del p. D-M.
Philippe). Se ha trasladado a
Vergara (España) la cúpula de la Congregación para los Religiosos junto con varios obispos de sedes donde está
la comunidad, y se ha dado un paso adelante. Se ha reafirmado el actual buen rumbo de la congregación, manteniendo su
espiritualidad, despejando hacia un pasado no iterable los puntos de acusación
y ajustando las normas internas. Curiosamente su defensor más activo es el
obispo de Saltillo (México) Raúl Vera López op (de neto corte progresista y no
muy bien recibido en Roma).
La constante en la mirada de la Santa Sede es
respetar el pluralismo en las iniciativas fundacionales, clarificar el carisma
propio dentro de la ortodoxia y el derecho canónico, resolver los focos de
irregularidad que existiesen, y relanzar la vida de la congregación en su
identidad. El caso más claro es el de los Legionarios, que ya están relanzados
autónomamente; la Santa Sede sólo le aportará ahora un asesor sin voz ni voto.
Para esta tarea se designó al P. Ghirlanda sj, canonista octogenario de gran
experiencia.
Por otra parte, la Santa Sede no ha sido benévola con la Conferencia de
Superioras Religiosas de USA de neto perfil progresista, a pesar del apoyo que
le dio el card. Kasper. Tampoco
con Martha Heizer y su marido Eheman Gert, líderes del movimiento
internacional Wir sind Kirche (Nosotros
somos Iglesia), que fueron excomulgados por el obispo de Innsbruck, en consulta
y con apoyo de Roma. Todo esto en los últimos meses.
Fuente:
http://caminante-wanderer.blogspot.com.ar/2014/07/de-fundadores-y-fundaciones-apostillas.html
1 comentario:
Respecto al caso de los franciscanos de la Inmaculada no estoy de acuerdo con lo que dice el post porque no se dan ninguna de las tres cosas. No hay un personalismo del fundador (de hecho uno de los que provocó la volteada del fundador era miembro del conglio generale. Escandalos sexuales tampoco hay por parte del fundador. Y problemas economicos parece que no hay. Hace algunos meses atras, la guardia di finaze italiana le devolvió todos los vienes a la asociación de los franciscanos por no encontrar nada irregular hasta el momento aunque todavia siguen investigando. Lo unico en lo que estoy de acuerdo es en el problema de la formación. Los estudiantes vivian en condiciones no aptas para el estudio, el implemento de la liturgia tridentina sobre todo en el estudiantado, desacomodó un poco la vida de los frailes y nunca pudieron encontrar un equilibrio. Del resto no tengo nada para decir mas alla de los errores humanos que existen en cualquier lugar algunos mas graves que otros pero ninguno para justificar lo que hicieron y yo lo se bien porque fuí novicio y conocí al fundador y conocí la formacion del instituto y puedo asegurar que la formacion religiosa (en lo que respecta a la vida, a los votos y a la piedad)es exelente. No hay ni dominio de conciencia ni nada que se le parezca porque el voto de obediencia se explica y se aplica segun la doctrina clasica.
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