-«Hay que precaverse ante los profetas de desgracias».Si la frase se refiere a que hay que mantenerse lejos de los que tratan de liquidar las razones de la esperanza cristiana (entre las que sobresalen la existencia de Cristo vivo y Señor, y la inalienable belleza de la Iglesia ), entonces es justa y hay que aprobarla. Si se refiere a que hay que decir a toda costa y en todas las circunstancias que todo va bien, entonces quien la desmiente es la palabra de Dios. Normalmente los verdaderos profetas saben anunciar también el dolor y saben denunciar el mal; no los pregoneros de las alegrías fáciles, de la tranquilidad.
Tomado de: Biffi, G. La bella, la bestia y el caballero. Ensayo de teología inactual. Ed. Encuentro. Ps. 40-41
3 comentarios:
Hemos sufrido tales baños de primavera y tantos chutes de alegría en vena, y durante tanto tiempo, que resulta imposible, a estas alturas, no percibir el optimismo como una enfermedad del espíritu. Contra optimismo, esperanza.
Estimados Amigos:
En mi blog natura boni, trato de mantener la esperanza cristiana.
Felicitaciones
Contra la creencia común no habrá un triunfo histórico de la Iglesia. No. La victoria de Cristo no es a través del triunfo en la historia de la Iglesia visible, sino por medio de su parusía y juicio final sobre todos los pueblos. No hay nada menos optimista y más esperanzado que cantar el Dies Irae como hizo durante siglos la Iglesia.
Aparte, Trento ya nos advirtió a cada uno contra la vana confianza de los herejes protestantes. Principal defecto de los que dicen vivir de la esperanza y en realidad viven a medias entre el iluminismo y la herejía de Pelagio. No se teme a Dios, por eso no hay esperanza verdadera. Hay optimismo, nada cristiano, sino propio del impío o del pagano que pedía a los dioses que le fueran propicios.
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