lunes, 13 de agosto de 2012

El clericalismo modernista

El clericalismo actual difiere sensiblemente del antes descripto. Acostumbrados a las críticas acerbas que el progresismo neomodernista ha dirigido contra lo que más o menos arbitrariamente ha calificado de “triunfalismo”, de “constantinismo”, de “amalgama político-religiosa”, etc., los católicos no descubren fácilmente la esencia del clericalismo modernista que se oculta bajo la severa actitud de los nuevos fiscales de la historia eclesiástica. Sin embargo, el clericalismo subsiste en su afán de dominio. Su diferencia esencial con el pasado consiste en que mientras el clericalismo “clásico” abusaba de sus atributos para el sostenimiento de la fe, el clericalismo “progresista” abusa de su autoridad para propiciar un orden de cosas contrario a la fe y a la moral cristianas (…) El progresismo neomodernista fomenta un “complejo de culpabilidad” en los católicos, complejo por el cual todo lo que no marcha bien en el mundo es culpa de la Iglesia. Esta falta de fe en la verdad cristiana y en su eficacia intrínseca, hace del clérigo progresista un adorador de la filosofía moderna y de todo pensamiento o acción que se presenten con aires de novedad, de actualidad. En aras de un aggiornamento mal entendido, sacrifican todo el inmenso tesoro de doctrinas y prácticas que la Iglesia ha ido reuniendo y decantando a lo largo de veinte siglos.
La prepotencia clerical no ha disminuido en la actualidad, antes por el contrario, tiende a aumentar su peso sobre las conciencias al instrumentar hoy para sus oscuros propósitos, técnicas masivas de difusión, antes desconocidas. La insolencia de ciertas expresiones para descalificar públicamente a todo adversario u opositor a sus ideas no reconoce límites ni en la teología ni en la mera cortesía. Así vemos al P. Michonneau hablar de "los perros integristas", o al P. Liegé, OP, denunciar a los supuestos integristas como "los peores enemigos de la Iglesia, peores que el comunismo y la masonería"... 
Lo paradójico -en apariencia- es que la prepotencia del clericalismo progresista se ejerce para lograr que los fieles abandonen su fe, su vida sacramental, su oración, sus responsabilidades temporales de cristianización del mundo, en virtud de su autoridad sacerdotal. El mismo clero que hace ostentación de su desprecio por la sotana, por el latín, por el celibato, por todo lo tradicional, el mismo clero que afirma que el sacerdocio debe ser secularizado y transformado en una especie de padre de familia que fracciona el pan entre los suyos, es el mismo clero que utiliza su condición sacerdotal para someter por coacción moral a los fieles, obligándolos aceptar por vía de autoridad espiritual sus aberrantes tesis…
En nombre de la autoridad espiritual se exige el abandono de las prácticas religiosas, en nombre de la competencia teológica se prohíbe la difusión de la doctrina social de la Iglesia, en nombre del Evangelio se prohíbe cristianizar la economía, la política, la cultura. En nombre del "sentido de la historia" se impone la colaboración con el comunismo…

Tomado de:  

Sacheri, Carlos. La Iglesia clandestina. Ed. Cruzamante, 1974.Ps. 80-81.

21 comentarios:

Jordi Morrós Ribera dijo...

Este autor argentino del que se ha extraído el texto dicen que fue célebre entre otras cosas por su feroz anticomunismo.

Y ciertamente el texto está tan "démodé" como su feroz anticomunismo.

Me ha impresionado que un filósofo con este perfil ideológico acabara sus días siendo asesinado por la triple A argentina, o al menos eso afirma un autor en un libro publicado en el año 2007.

Martin Ellingham dijo...

No se sorprenda, porque Sacheri denunció a la AAA y también se anticipó a condenar enérgicamente la represión del terrorismo por procedimientos inmorales.

Saludos.

Walter E. Kurtz dijo...

¿"Feroz anticomunismo"? Pues no más del que se espera de todo católico. Por eso los Papas condenaron al comunismo como "intrínsecamente perverso".

¿"Démodé"? Pues, eso será en España (y por ahora), en Hispanoamérica está vivo y coleando.

¿De qué "perfil psicológico" habla? Si hay algo que Carlos Sacheri no era, es sectario, ni "feroz". Era un hombre que no temía sentarse a charlar con jóvenes guerrilleros o curas tercermundistas, ya sea en la Facultad, en un programa de televisión o en un asado. Tampoco temía conversar amigablemente y bromear con sindicalistas "duros" y militares "más duros aún".

A Sacheri lo mataron porque por su forma de ser era el único católico que podía encolumnar detrás a conservadores liberales, nacionalistas católicos, demócrata-cristianos y peronistas. Incluso era respetadísimo hasta por obispos que él mismo había acusado de dar rienda suelta al marxismo en sus seminarios.

Que haya sido asesinado por las Tres A, no hay prueba alguna (aunque no sería raro, puesto que la Triple A estaba completamente infiltrada por la masonería). Pero lo cierto es que existen muchísimas pruebas de que fue asesinado por el Ejército de Liberación 22 de Agosto, fracción del Ejército Revolucionario del Pueblo 22 de Agosto (a su vez fragmentación del ERP). Justamente, EL-22 estaba a cargo de la revista "Liberación", continuadora de "Cristianismo y Revolución", y donde se publicaban regularmente los comunicados del Movimiento de Sacerdotes y Obispos del Tercer Mundo.

Hay sacerdotes y aún algún obispo que tiene las manos manchadas por la sangre de este verdadero mártir de la Fe, asesinado frente a toda su familia (niños chiquitos), a la salida de Misa dominical, pocos días antes de Navidad.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO a JORDI MORRÓS: De pasado de moda, nada. Es un excelente análisis de lo que sucedió en la Iglesia de inmediatamente antes y, sobre todo, después del Concilio. Y sigue, en muchos casos oficializado.

Miles Dei dijo...

Este autor efectivamente está pasado de moda en lo que dice. Eso era en la década de 1970 y 1980 cuando la progresía imponía su baza. Hoy día, aunque subsiste esa tendencia, lo hace como algo que no es actual, sino que suena a viejo, quizás porque tras la caída del muro el clericalismo que se impone no es el de la izquierda progresista sino el de tipo neoconservador.

Genjo dijo...

Por una moda no se muere.

Walter E. Kurtz dijo...

Bueno, Miles, eso será en España. En América, los obispos (bastante más que los sacerdotes) son en su mayoría progresistas.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO a MILES: no tengo ganas de discutir pero creo que se equivoca. El neoclericalismo en su versión neocon sigue imponiéndose -Vd. mismo lo admite- de manera arrolladora al menos en España. Luego con esos matices el análisis no ha perdido actualidad porque el neocon lo que hace es -como señaló con acierto Marcelo Glez. en PANORAMA- "conservar lo revolucionado". Ejemplo al canto: El nuevo prefecto de la No Fe, Gerald Muller. A quien en Alemania clasifican como conservador.
Estos son los "hijos espirituales" de aquellos de que hablaba Sacheri.

Anónimo dijo...

Miles se nota que usted no vive en Argentina, que mejor ejemplo que el gobierno terrorista y guerrillero que tenemos con la cámpora a la cabeza (seguramente influenciados por los curas tercermundistas.

Jordi Morrós Ribera dijo...

Muy agradecido por toda la información suministrada. No conozco la realidad argentina, y me di cuenta que este autor en su escrito respondía mucho a la realidad de allá.

Y más que pasado de moda me quería referir precisamente a que el escrito respondía a la realidad de los años 70 más que a la actual, al menos en Europa.

Miles Dei dijo...

Yo pienso en términos estrictamente eclesiales. Aunque al otro lado del charco sigan como hace treinta años (que no creo tampoco que sea tan así como entonces) la opción por el marxismo que predominaba en las altas esferas eclesiales, que están aquí, ha sido desechada. Ahora la opción es por el liberalismo neocon y la transmutación de la opción preferencial por los pobres en clave marxista se dá en la vuelta al origen de los ideales revolucionarios de libertad-igualdad-fraternidad. Pronto habrá una síntesis eclesial, a modo de nueva sociedad de los justos, más que una guerra de aniquilación entre estos elementos que son las caras opuestas de la misma moneda y entonces nos golpearan a todos los que pensamos distintos con el canto de dicha moneda que siempre fue tan violento como lo concibió su padre Hegel.










Miles Dei dijo...

En Europa lo que quedó del ala dura marxista emigró a los sitios donde el indigenismo podía dar rienda suelta a su ensueño ideológico, por eso lo creen allí tan activo, pero no son más que coletazos ante lo que se viene.

Anónimo dijo...

En América hay gente dócil y la sociedad no está tan descristianizada, por lo que los sacerdotes pueden seguir teniendo mucha influencia. Esto hace que el clericalismo continúe en funciones.
La cita de Sacheri se adecua a nuestra realidad. Muchos la hemos sufrido en mayor o menor medida.
El sanjua.

Anónimo dijo...

Usted no cree, Miles, que sea asi, que en este lado del charco sea tan asi como entonces, entonces usted cree mal. NO TIENE IDEA.
http://pagina-catolica.blogspot.com.ar/2012/08/mons-losano-predica-la-confusion.html

Miles Dei dijo...

HAblo de la opción por el marxismo, al presentar la opción liberal en esa prédica lo que hacen es afirmarme en lo que digo, que estamos en otro tipo. Leáme de nuevo más tranquilo.

Ad hjominem: ¿Siguen tomando los AK-47 los sacerdotes en la guerrilla como hace veinte años con la vista gorda de sus superiores? Pues entonces no es tan así.

CP dijo...

Me llama mucho la atencion la idea de Sacheri como “furioso anticomunista”, “reaccionario de ultraderecha” cuando no “nazi” que corre por ahí.

Yo he leído algunas cosas suyas y no encuentro lo mismo. Puedo no saber leer, pero que alguien me demuestre mi error con citas por favor. Lo agradeceré.

En el ambiente gabacho en el que me muevo Sacheri es poco menos que Hitler.

Anónimo dijo...

A veces es difícil distinguir el clericalismo neocón y el progresista. En muchos casos esas tendencias conviven pacíficamente y hacen piña frente el enemigo común tradi. El trasvase de un campo a otro se da continuamente.

Un ejemplo de esto podría ser 'Religión Digital'. Su línea tiende a lo progresista en lo religioso, pero su editor es un conocido agitador neocón.

Walter E. Kurtz dijo...

Miles: Entre el progresismo línea media y el marxismo duro hay una amplia zona de grises. Claro que hoy ya casi no existen curas que anden con la metralleta bajo la sotana (que ni usan). Pero sí existe una enorme cantidad de sacerdotes y obispos que cooperan, de alguna u otra manera, con el "chavismo", que miran con simpatía el "castrismo" y el pasado de los "jóvenes idealistas". El mismo cardenal primado argentino se lamentaba de la pérdida del "idealismo" y de la "búsqueda de utopías" entre los jóvenes a diferencia de los '60 y '70.

Cooperan, también, cuando aceptan impávidamente la "versión oficial" de la historia reciente, las declaraciones unilaterales de "crímenes de lesa humanidad" y los encarcelamientos de ex militares y policías en situaciones realmente inhumanas.

Cooperan cuando no se quejan ante los nuevos textos escolares de Historia, Educación Democrática, etc., donde se impone también "la leyenda rosa" --además del matrimonio gay, los anticonceptivos (¡hasta Cáritas coopera en su distribución!), etc., temas en los que los obispos no quieren meterse.

Cooperan cuando desautorizan sistemáticamente las marchas pro-vida, los intentos de defensa de catedrales los días de "orgullo gay" o tras las reuniones feminazis de "mujeres autoconvocadas", que terminan siempre con sacrilegios de distinta magnitud bajo la mirada episcopal.

Cooperan cuando contribuyen activamente al "relato" indigenista (inventado "ex nihilo" por etnólogos estadounidenses y europeos) y transforman la beatificación de Ceferino Namuncurá en un show a la Pachamama.

Cooperan cuando toleran que sus sacerdotes convivan con concubinas a la luz de toda su feligresía, salen a defender a un Obispo que fue captado por una cámara oculta teniendo relaciones con un prostituto varón, o dan un homenaje a otro Obispo que fue fotografiado con "su novia" en una viaje de lujo al Caribe.

Last but not least, cooperan cuando impiden iniciar la causa de canonización del profesor Carlos Sacheri por considerar que el suyo no fue verdadero martirio sino "crimen político" (¡como si hubiese habido algún martirio que no fuese crimen político!). Como si las cartas que se recibieron del EL-22, no estuviesen llenas de burlas a la religión (aunque muy al tanto de las internas eclesiales de aquel tiempo que se le escapaban al 99% de los católicos).

En fin, eso también es progresismo.


Anónimo dijo...

Siguen igual en doctrina, Miles, que es peor aún.

Flipper dijo...

En América y aquí funciona igual el clericalismo malicioso del que hablamos. En España, país clerical donde los haya, sigue funcionando, pero en el sentido en el que apunta el artículo: desfachatez y aliento a los enemigos de la cristianización. ¿Cuándo se ha visto al Cardenal Rouco Varela, por ejemplo, hablar contra la crisis o defender a los pobres de una manera clara y distinta, con el Magisterio de siempre en la mano? Por otro lado, él ha demostrado dotes de mando eficaz en otros ámbitos, como la prohibición de publicar un folleto a los grupos de la JOC contra la crisis, basado en el Magisterio de la Iglesia. Y es que hay que pagar los favores de la financiación de la JMJ, pagada -gracias a Rouco- por un consorcio de patrocinadores entre los que se encuentran el Corte Inglés, Emilio Botín, presidente del Banco santander, y un largo etcétera de gente ultraliberal. Por tanto -y ya conluyo- el clericalismo funciona, y mucho, en España, tanto a ese nivel como a otros más bajos. lamentablemente, no funciona en sentido contrario.

Anónimo dijo...

Miles: según la cita el neoclericalismo tiene los siguientes elementos: a) negación de la historia de la Iglesia; b) complejo de culpabilidad de la actuación de la Iglesia; c) sometimiento a la filosofía moderna; d) subsistencia de la prepotencia clerical; e) uso de ese poder clerical para la secularización de la actividad de la Iglesia (abandonar fe, vida sacramental, etc.) y para impedir la cristianización de la realidad social y política.
Me parece que todo es actual.
Quizás lo único que no está vigente es proponer la colaboración explícita con el comunismo.
Y eso es accidental, porque en lo esencial se mantienen tanto el modernismo secularizador, como el clericalismo, los dos elementos centrales.
Saludos provincianos,
El Sanjua.