sábado, 20 de septiembre de 2014

El argumento patrístico

En los comentarios a la entrada sobre María Valtorta tuvo lugar un largo debate sobre determinados puntos dogmáticos y apareció de manera recurrente la cita de diversos Santos Padres. Un tratamiento integral y profundo del tema supera en mucho las posibilidades de un blog. No obstante, intentaremos dar en esta entrada algunas nociones muy elementales para evitar posibles equívocos sobre el valor del argumento patrístico.
¿Qué es un Padre de la Iglesia? El término padre ha sido usado desde siempre con una multitud de sentidos. Entre los antiguos romanos, los senadores eran llamados patres conscripti; el sumo sacerdote de Mitra era llamado pater sacrorum; etc. Los escritores cristianos llamaron padre al maestro y especialmente al que iniciaba a alguien en la doctrina cristiana; hijo designaba al discípulo (Cfr. 1 Cor 4,15). Más tarde pasó a designar al obispo, porque era el que enseñaba con autoridad y regeneraba a la vida espiritual mediante los sacramentos. A partir del siglo IV se empezó a utilizar la palabra Padre para designar a los que en los concilios habían defendido con autoridad la doctrina de la Iglesia y también a los representantes cualificados en la transmisión de la fe.
Hoy, en sentido estricto, se llaman Padres de la Iglesia a los escritores eclesiásticos de la antigüedad que se han distinguido por la ortodoxia de doctrina y la santidad de vida, y han sido reconocidos por la Iglesia como testigos de la Tradición. Por tanto, para ser Padre se requieren cuatro notas:
-          antigüedad,
-          ortodoxia,
-          santidad de vida,
-          aprobación por parte de la Iglesia.
¿Qué significa la nota de ortodoxia? No sería posible dar aquí un tratamiento amplio, pero sobre esta nota de ortodoxia conviene recordar que:
«Los Padres son testimonio de la unidad de la fe a lo largo de los siglos, y por eso han sido custodios de la revelación. Esta nota, sin embargo, no implica que un autor no pueda ser Padre por tener alguna imprecisión en el modo de expresarse, o no haya entendido bien algún punto de nuestra fe, pero sí que haya que excluir de entre los Padres a los escritores abiertamente heréticos, a los cismáticos y a aquellos cuyas obras contienen graves y sistemáticos errores.»
Además, en la interpretación de los textos patrísticos resulta imprescindible tener en cuenta siempre los condicionantes filológicos, literarios e históricos. De lo contrario, el resultado hermenéutico puede arribar a conclusiones absurdas o directamente heterodoxas.
Consensus patrumTrento, y el Vaticano I, definieron que el consenso unánime de los Padres, constituye una regla cierta de interpretación de la Escritura. Igualmente, cuando enseñan en cuestiones de fe y de moral de modo unánime, son regla de lo que ha de ser tenido como doctrina católica. Por esto, la Iglesia, siempre que ha definido algo dogmáticamente, ha estudiado con detenimiento el testimonio de los Padres, pues es criterio incontrovertible de fe y costumbres.
De aquí que resulte muy importante distinguir cuándo un Padre habla como doctor privado y cuando habla como testigo de la Tradición:
1º. Cuando un Padre habla como doctor privado, su opinión ha de ser tenida en cuenta como una opinión autorizada de una persona que sabe y que ha estudiado, pero que no pasará de ser eso: una opinión cualificada. Esto se aplica tanto a sus enseñanzas sobre doctrina católica, como -sobre todo- a sus opiniones sobre otras materias: filosofía, historia, etc.
2º. Cuando habla como testigo de la Tradición, en cambio, su testimonio cobra mucho más valor. No obstante, no todo lo que dice ha de tomarse como de fe. Para que algo pueda ser considerado doctrina católica ha de reunir tres requisitos:
a) Unanimidad. El consensus unanimis Patrum no quiere decir que todos los Padres hayan enseñado abiertamente todo lo que se pueda decir sobre un determinado tema. Es suficiente que haya unanimidad moral: que los Padres que hayan desarrollado un punto doctrinal o comentado un determinado pasaje de la Escritura, lo hayan hecho según el mismo sentir.
b) Materia. El testimonio de los Padres tiene fuerza probativa en orden a conocer la verdad sólo si se trata de temas de fe y costumbres, que son el objeto de la infalibilidad de la Iglesia.
c) Forma. La doctrina expuesta ha de estar propuesta como algo para ser creído por pertenecer al depositum fidei; no basta que en la exposición se hable como de algo probable o dudoso.
Un ejemplo ilustrativo. Es doctrina cierta y católica que la Santísima Virgen María fue inmune de todo pecado actual, aún el más mínimo. Así está declarado expresamente en una definición solemne del Concilio Tridentino (ses. VI, can. 23). No es, sin embargo, de fe, porque no se dice que la Iglesia lo crea, sino sólo que lo afirma. Es manifiesto también por la condenación de la proposición 73 (5 a) de Bayo, y por la Bula Ineffabilis Deus.
Merkelbach recuerda que algunos escritores eclesiásticos y Santos Padres «no opinaron rectamente en esta materia, como Tertuliano, al afirmar que María no creyó por algún tiempo en Cristo (de carne Chr., c. 7; de monogamia, 8); Orígenes (hom. 17 in Lc.); y San Cirilo de Alejandría (in Joan., XIX, 25) (3), que interpretan la espada de dolor predicha por Simeón de la duda y el escándalo que experimentó en la Pasión; San Juan Crisóstomo (hom. 21 in Joan. 2, y hom. 44 in Mat. 2), que la tiene por culpable de vanagloria y ambición: cosas semejantes se encuentran en Teofilacto, Anfiloquio y Eutimio; San Basilio afirma que su alma estuvo sujeta a la duda y a la fluctuación bajo la cruz de su Hijo.»
Para responder a estas objeciones Merkelbach señala tres puntos de mucha importancia: la necesidad de interpretar los textos con sus condicionantes; que no hubo un consenso unánime de los Padres; y que estas opiniones heterodoxas no las emitieron en cuanto testigos de la Tradición sino como doctores privados.
La conclusión que se desprende de esta entrada es que -sin desmerecer a los Santos Padres, ni disminuir su peso como testigos de la Tradición- los argumentos patrísticos deben ser sometidos a un cuidadoso examen teológico antes de sacar conclusiones precipitadas. El movimiento patrístico del siglo XX tiene en su haber un notable enriquecimiento de la Teología. Pero en algunos autores se observa un uso ideológico de los Padres, encaminado a sembrar duda y ambigüedad en lo que es cierto; y, en el peor de los casos, el intento de socavar lo que está definido dogmáticamente.

13 comentarios:

Miles Dei dijo...

Patrum. Dichoso autocorrector.

Miles Dei dijo...

El Vaticano II rizó el rizo con el tema de la exégesis y los judíos. En ese punto parece que el consenso Patrum no se tomó en cuenta.

Susanoo dijo...

Detrás de ese recurso obsesivo y exclusivista a los Padres, como si entre los siglos IV y XX no hubiera habido más que imposturas medievales y barrocas (culminando en Trento), hay mucha ideología (y no poca pedantería arqueologista). Es el equivalente en el campo de la teología dogmática a lo que sucedió con la "reforma litúrgica" a finales de los 60, y a lo que ha estado pasando en el arte sacro con el gran movimiento de "vuelta al icono" que hemos vivido en las últimas dos décadas.

No me extrañaría que el sr. Gustavo, que en el otro hilo se permitía el lujo de desechar condescendiente a San Agustín y a Santo Tomás de Aquino, enfrentándolos a los Padres, fuera miembro del Camino Neocatecumenal, de CyL o de algun grupo similar.

Wast Meinvielle de Caponetto dijo...

Suscribo totalmente el último comentario. He notado en no pocos una tendencia a menospreciar y casi anatemizar (y en nombre de la Tradición!) a la teología escolástica, tomista y especialmente tridentina y al bárroco, especialmente español.
Eso es un cliché snob y pseudointelectual que evidencia una profunda ignorancia respecto a la solidez y profundidad del espíritu tridentino y bárroco. En la crisis posconciliar, si no se vuelve a Trento(y al Aquinate), pues muy probablemente nos infecte el modernismo, el liberalismo o el protestantismo y sus variantes.
No significa lo anterior para nada un menosprecio del valor de la Patrología, por el contrario, ni de la iconografía antigua, nada de eso. Pero es un señal de alerta para algunos. El movimiento litúrgico se desvío justamente por estas tendencias arqueologizantes, por artículos tales como uno que circula por ahí "De la decadencia del rito de la concelebración" o un título similar, etc.
Los modernistas primero invocaron a los Padres contra Santo Tomás(y Trento) como Lubac, hereje muy peligroso por ser precisamente menos radical que un Rahner o Balthasar. Luego a la Biblia contra los Padres y finalmente a la nueva exégesis neoprotestante y neomodernista.

Gustavo L. dijo...


No me extrañaría que el sr. Gustavo, que en el otro hilo se permitía el lujo de desechar condescendiente a San Agustín y a Santo Tomás de Aquino, enfrentándolos a los Padres, fuera miembro del Camino Neocatecumenal, de CyL o de algun grupo similar.
__________________________________

Perdone pero yo no deseché ni a San Agustín ni a Santo Tomás.

Dije que son dos de los tres teólogos más importantes de la Iglesia, solo inferiores a San Pablo.

Y dije que el error de San Agustín y de Santo Tomás es que su comprensión de las consecuencias del pecado original es radicalmente distinta de lo que opinaron el resto de santos doctores de la patrística.

Difícilmente puede ser una cuestión arqueologizante cuando la cismática iglesia ortodoxa opina lo que el resto del patrística.

Por otra parte, ya que se atreve hacer juicios respecto a qué movimientos religiosos puedo pertenecer, le diré que mis simpatías están con la FSSPX, si bien soy un laico de parroquia sin más, y que soy afiliado de la Comunión Tradidicionalista Carlista.

EL día del juicio universal sabremos todo de todos, y comprobará que no le mentí, sino que le dije la pura verdad, al menos sobre mí mismo.




Gustavo L. dijo...


Y por supuesto, esta nueva entrada, explica porqué la hipótesis que sostienen los padres, no solo es legítima, sino que posiblemente es la correcta.

Todos estos ejemplos que se cita de santos padres que cometieron algún error particular son equivalentes a los que cometió San Agustín o Santo Tomás.

Todos cometieron errores pues no eran infalibles.

Pero hubo cuestiones en donde casi todos hubo concordia.

La hubo en el milenarismo antes de San Agustín, y la hubo en las consecuencias del pecado origina antes y después de San Agustín.

Hablar que un santo padre se equivocó en algo concreto no es desmerecerlo.

Querer hacer pasar la idea que como todos los padres cometieron algún error particular, cada uno con el suyo (no fue precisamente pequeño el de Santo Tomás con la Inmaculada), equipararla a que una hipótesis sostenida por la mayoría de ellos, se puede despachar así como así, es un ejercicio inútil.

Y más aún, cuando esa hipótesis está vivita y coleando en la cismática Iglesia ortodoxa.

Monseñor Lefebvre firmó los documentos conciliares. A mí tampoco me gustan por confusos, pero lo que ha fallado es la implantación del concilio, que se ha hecho no solo contra el Concilio, sino contra la Iglesia preconciliar.

Gustavo L. dijo...

Y para muestra un botón porque sé de lo que hablo.

¿Qué dijo el Concilio?

Que había que volver a las fuentes de la Sagrada Escritura y de la Tradición?

¿Qué dice la Escritura y la Tradición de la teoría de la evolución?
NADA.

¿A qué se dedica el Consejo Pontificio de Cultura del papable Cardenal Ravassi?

A promocionar la Teoría de la Evolución.

¿Que filosofía utiliza el Consejo Pontificio de Cultura para dicha promoción de la teoría de la evolucion?

Un neotomismo, desconectado de los santos padres y de la Sagrada Escritura, justo lo que quería impedir el Concilio.

Hemos vuelto al preconcilio con todos sus vicios potenciados pero ninguna de sus muchas virtudes.

Reconecten a la patrística y a la Sagrada Escritura con el Tomismo.





Redacción dijo...

Por si no quedó claro en la entrada, reiteramos y agregamos:

1. “Cuando un Padre habla como doctor privado, su opinión ha de ser tenida en cuenta como una opinión autorizada de una persona que sabe y que ha estudiado, pero que no pasará de ser eso: una opinión cualificada.”

Cuando una hipótesis ha sido sostenida por la mayoría de los Santos Padres, esa opinión adquiere mayor peso, sin llegar al del sentir unánime.

2. “los argumentos patrísticos deben ser sometidos a un cuidadoso examen teológico antes de sacar conclusiones precipitadas.”

El argumento se ordena a confrontar el uso ideológico progresista de los Santos Padres, pero no es unidireccional y vale para todos.

Anónimo dijo...

Y a qué quiere que se dedique el Pontifio Consejo de la Cultura? A difundir lo que Gustavo piensa en el fondo, pero que no se atreve a expresar públicamente aunqué sí en privado?

Porque no lo dudemos:Gustavo tiene una noción clara de qué fue el pecado original y de qué es el katejon, pero le avergüenza ponerlo en público, ni siquiera como hipótesis. Por eso insta a "tirar del hilo".

Miles Dei dijo...

Lo que Gustavo llama los padres, son un puñadito de citas contadas con los dedos de la mano que se sacan de contexto. Sigue el engaño. Cito a un par de Padres fuera de contexto y puedo probar cualquier cosa.

En el mundo tradi pasa mucho esto de citar y citar. Por ejemplo, pasa con el magisterio. Citado fuera de contexto y sin atender a la interpretación teológica del mismo y de lo que dice realmente.

Catoperplejus dijo...

Disandro también ha rescatado la obra de Odo Casel. ¿Es una temeridad del Dr.? ¿La encíclica Mediator Dei fue dirigida contra las ideas de Casel?.
A la redacción de Infocaótica: ¿han dedicado alguna entrada a Casel?.

Miles Dei dijo...

Sobre el tema de Casel este artículo de la época, que incluye el material del Santo OFicio sobre la interpretación de algunos partidarios de Casel es muy interesante.


http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CCEQFjAA&url=http%3A%2F%2Fsumma.upsa.es%2Fpdf.raw%3Fquery%3Did%3A0000003972%26name%3DRevista%2BEspa%25C3%25B1ola%2Bde%2BDerecho%2BCan%25C3%25B3nico.%2B1950%252C%2Bvolumen%2B5%252C%2Bn.%25C2%25BA%2B14.%2BP%25C3%25A1ginas%2B667-691%26lang%3Des&ei=VyohVJGYIuLB7AbUxYHwCg&usg=AFQjCNG3FiDvSusU38AkGqX1_P40bzigow&sig2=9DT9dsGg1ziOSGqlzPLHRw&bvm=bv.75775273,d.ZGU&cad=rja

Catoperplejus dijo...

Muchas gracias Miles.