domingo, 9 de agosto de 2015

Valor del Syllabus


Muchas veces surge la cuestión relativa al valor dogmático del Syllabus. No hay respuesta unánime entre los teólogos. Nuestra humilde opinión es que no puede atribuirse a todo el Syllabus carácter infalible. Al menos, no por sí mismo. Es necesario analizar cada una de sus proposiciones, algunas de las cuales pueden ser infalibles por el valor que tenían los documentos previos de los cuales fueron extractadas. Destinamos esta entrada a recordar el estado de la cuestión en dos obras de consulta del siglo XX muchas veces citadas en medios tradicionales. Esperamos que sirva para evitar polémicas estériles.

“Los Teólogos no están de acuerdo acerca del valor dogmático y del carácter de este documento pontificio. Algunos (entre ellos Franzelin) tienen la opinión de que el Syllabus, lo mismo que la Encíclica que le acompaña, es un documento del magisterio infalible del Papa. Otros (entre los cuales está Dupanloup), aunque reconocen la gravedad y el valor doctrinal del Syllabus, no le atribuyen, sin embargo, el carácter de infalibilidad. Otros, finalmente, sostienen que el Syllabus tiene el mismo valor que los documentos pontificios de que está tomado.
Cada una de las tres opiniones tiene su probabilidad. Pero aunque la primera no sea cierta, el Syllabus es, sin duda ninguna, un documento del magisterio papal de grande importancia, que se ha hecho objeto del magisterio de los Obispos, que lo han aceptado, y por lo tanto su doctrina ha de ser recibida con grande respeto y obediencia, como voz de la Iglesia, aunque no se le preste el consentimiento de la fe divina. Sin embargo, no pocas proposiciones del Syllabus han de ser aceptadas como verdades de fe divina, no en virtud del Syllabus mismo, sino de los documentos de que están tomadas.” (Parente, P., voz Syllabus, en: Diccionario de teología dogmática. Ed. Litúrgica Española, 1963, pp. 345-346).
*          *          *
“Dirigido por el papa a todos los obispos, gozando de una autoridad que le es propia, conteniendo una enseñanza doctrinal, el Syllabus ¿es un documento infalible, una definición ex cathedra? Los teólogos están divididos sobre este punto, y conviene exponer las diferentes opiniones… No todos los errores son condenados por un mismo título...
1. Unos, son verdaderas herejías...
2. Otros, sobre cuestiones de política religiosa, la libertad de los cultos. No son directamente contrarios a la fe. Heiner, op. cit., los denomina contrarios al derecho prescrito por la Iglesia católica pero, añade, «nada impide en absoluto creer que estas proposiciones no puedan ser un día, bajo un orden de cosas diferente, interpretadas de manera menos rigurosa»…
En resumen, no hay que condenar a los teólogos que atribuyeron a la recopilación [del Syllabus] una autoridad máxima. Los argumentos que desarrollan no dejan de tener alguna probabilidad. No les está permitido, no obstante, imponer su manera de ver a los que son de otra opinión. Parece más verdadero admitir, en efecto, que Pío IX no quiso servirse, en esta circunstancia, de su magisterio infalible.” (Brigué, L., voz Syllabus, en: Dictionnaire de Théologie catholique. T. XIV, 1941, cols. 29-16-2922).


27 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás no sea un método muy ortodoxo en el sentido científico, pero si una persona tiene una formación católica normal y una recta conciencia, sabe darse cuenta cuándo una definición es infalible, cuándo no y cuándo es un disparate. De hecho lo sabe antes de que sea enunciada.
Es como dicen: "I know when I see it".
Y esto no tiene nada que ver con el libre examen sio que es exactamente lo contrario, dicho por las dudas.
Después están los que necesitan que algún clérigo les pase el combo de la Cajita Feliz.
J.-

mecheverria dijo...

En fin, sin entrar en debates que no merecen la pena puesto que todo está muy claro para el que quiera aclararse sobre el Syllabus, si quiero recordar que en la encíclica que le precede se dice lo siguiente:

“En medio de tanta perversidad de opiniones depravadas, teniendo Nos muy presente nuestro apostólico ministerio, y solícitos en extremo por nuestra santísima Religión, por la sana doctrina y por la salud de las almas encargada divinamente a nuestro cuidado, y por el bien de la misma sociedad humana, hemos creído conveniente levantar de nuevo nuestra voz Apostólica. Así pues EN VIRTUD DE NUESTRA AUTORIDAD APOSTÓLICA REPROBAMOS, PROSCRIBIMOS Y CONDENAMOS TODAS Y CADA UNA DE LAS PERVERSAS OPINIONES Y DOCTRINAS SINGULARMENTE MENCIONADAS EN ESTAS LETRAS, y queremos y mandamos que por todos los hijos de la Iglesia católica sean absolutamente tenidas por reprobadas, proscritas y condenadas.”
[Las mayúsculas son mías]

Y que el Syllabus se encabeza con estas palabras:
“INDICE DE LOS PRINCIPALES ERRORES DE NUESTRO SIGLO.”

Y el que tenga oídos que oiga, porque la cosa está clarísima.

Loro dijo...

Pues a mi modo de ver ya en los autores del siglo xx la infiltración modernista pretende quitar peso dogmático al Syllabus.

Loro dijo...

Hay quienes discuten si el Syllabus es una condenación infalible, y personalmente creo que se debe a la fuerte presión del Liberalismo que debilita poco a poco el dique más sólido. El P. Sardá nos dice que es una condenación y que es el sello de todas las anteriores, luego no cabe duda que goza de la infalibilidad Pontificia, siendo el apéndice o colofón de la Encíclica Quanta cura, que es infalible

https://radiocristiandad.wordpress.com/2015/08/11/el-liberalismo-es-una-herejia-camino-hacia-la-apostasia/

Martin Ellingham dijo...

Si lo dice Méramo es toda una garantía de...

Martin Ellingham dijo...

¿Qué autoridad tiene Méramo?

1. Autoridad deóntica, ninguna, porque es un clérigo acéfalo (c. 265) que sólo puede ejercer una limitada jurisdicción sacramental supletoria.

2. ¿Autoridad epistemológica?

a. No me consta que tenga algún grado en Teología, a diferencia de los autores citados en esta entrada.

b. Su opinión vale tanto como la consistencia de los argumentos que emplee. Y ese escrito de Méramo publicado en RC, como otros de su autoría, no logra probar un "sentir común de los teólogos" antes del Vaticano II sobre la infalibilidad del Syllabus. A lo sumo cita algunas opiniones y de modo sesgado.

Saludos.

Martin Ellingham dijo...

http://www.fundacionspeiro.org/verbo/1962/V-002-P-009-023.pdf

Acolythus Exorcistae dijo...

Sería bueno que se animaran a hacer una entrada sobre el Padre Méramo.

Martin Ellingham dijo...

Navegar contra el viento es perder el tiempo.

Anónimo dijo...

Juan V. P.

Con todo el respeto, eso que dicen de que la opinión de los teólogos está dividida en relación a la infalibilidad del Syllabus no es cierto. En el tiempo de su promulgación, y décadas después –cuando la sana teología reinaba en la Iglesia-, la inmensa mayoría de los teólogos reconocía su carácter infalible. Los textos que se citan en este artículo lo único que prueban –lo digo con todo el respeto- es la presencia de la herejía modernista en la Iglesia.

Es notoriamente evidente que el Syllabus reúne las condiciones necesarias para ser considerado un documento ex cathedra. Así lo ha considerado siempre la Iglesia –hasta la irrupción de la actual crisis-. Pueden consultar los siguientes enlaces si lo desean:

- http://statveritasblog.blogspot.com.es/2013/10/de-la-autoridad-del-syllabus-henri-hello.html

- http://www.fundacionspeiro.org/verbo/1962/V-002-P-009-023.pdf

Redacción dijo...

Juan V. P.

No lo decimos nosotros sino los teólogos que hemos citado (Parente, Brigué, Perujo) y otros que omitimos citar brevitatis causae.

Su argumento en el fondo es el siguiente: si alguien no piensa como yo; o no sigue a los teólogos de mi cuerda; es un modernista. Como argumento teológico, no es válido.

Anónimo dijo...

Juan V. P.

No es una convicción personal mía, me baso en la mayoría de los teólogos de la época del Syllabus y de las décadas siguientes, pero sobre todo me baso en el parecer de todos los Papas hasta Juan XXIII –caracterizados por su ortodoxia-, en el hecho de que el Concilio Vaticano I confirmara implícitamente la doctrina del Syllabus, y en el hecho de que la inmensa mayoría de los obispos del mundo lo aceptasen en su momento. Usted sabe que los teólogos que cuestionaban su infalibilidad eran muy pocos –hasta la irrupción del modernismo en la segunda mitad del siglo XX-.

Aún así, la prueba principal está en el Dogma de la infalibilidad papal, donde se especifican las condiciones necesarias para que una enseñanza sea considerada ex cathedra. Siendo mínimamente objetivos, tales condiciones son fáciles de apreciar en el Syllabus. Eso es lo que hicieron las autoridades que le he citado arriba. Y ésa es la postura de la FSSPX –caracterizada por su ortodoxia-, y de otros muchos católicos. No es una cuestión de gustos personales.

Un saludo.

Redacción dijo...


No estamos de acuerdo con su opinión. Agreguemos a los autores citados el p. Choupin*: una exposición completa, erudita en cuanto a citas de teólogos y obispos destacados, que pondera las diversas opiniones, con su distinto gradode probabilidad.

Puede leerla aquí:

https://archive.org/stream/valeurdesdcisi00chou#page/136/mode/2up

El autor expone en primer lugar la opinión de quienes lo consideran como un acto ex cátedra de Romano Pontífice (I); luego la de quienes lo consideran un acto auténtico de Pío IX, vinculante para la universalidad de los fieles, pero no dependiente una definición ex cátedra (II), opinión que juzga probable por ausencia de manifiesta voluntad de definir; la opinión del P. Rinaldi quien sostiene que todas las proposiciones del Syllabus son ex cátedra no por sí mismas sino por participación de las fuentes de las que fuero extractadas (III); la opinión de que el Syllabus sería infalible por efecto de la infalibilidad de la Iglesia (IV); una objeción que a juicio del autor pide principio (V); y por último la conclusión (VI).

No hubo sentir común de los teólogos ni acto magisterio ordinario universal de los obispos en comunión con el Papa sobre su infalibilidad.

Transcribimos parte de la conclusión del autor:

En somme, si l´on ne peut pas dire avec certitude que le Syllabus est une définition ex cathedra, ou qu il est garanti dans toutes ses parties par infaillibilité de l´Église, il est au moins, sans contredit, un acte du Souverain Pontife, une décision doctrinale du Pape, faisant autorité dans l´Église universelle, à laquelle par conséquent tous les fidèles doivent respect et obéissance

En conclusión, no se puede decir con certeza que el Syllabus: a. es definición ex cátedra; b. que en todas sus partes goza de la infalibilidad de la Iglesia, aunque sí en algunas; c. pero que al menos es un acto auténtico del Romano Pontífice al cual se le debe obsequio religioso.

Redacción dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Redacción dijo...

* Choupin, Lucien. Valeur des Décisions Doctrinales et Disciplinaires du Saint-Siège. DEUXIEME ÉDITION (PARIS) BEAUCHESNE Éditeur: 1917. Todo el capítulo III, pp. 137 y ss.

Anónimo dijo...

Si el progreso ha sido condenado por un Papa ¿qué hace Juan V.P. utilizando el internet y comentando en este blog? ¿Por qué los lefebvristas tienen página web?

Anónimo dijo...


Juan V. P.

Le agradezco que publicara mi comentario. Es cierto, no estamos de acuerdo. En mi primer comentario dejé unos enlaces que creo que responden a sus objeciones. Usted no lo considera así y afirma que estoy equivocado. Poco más puedo decir, y seguramente usted piense lo mismo por su parte. Estamos de acuerdo en que estamos en desacuerdo.

Redacción dijo...

Sólo nos resta proponerle un argumento: consulte las obras que hemos citado aquí, especialmente los diccionarios teológicos, sobre la Ineffabilis Deus. Busque si en la exposición se plantea su infalibilidad como un punto discutido entre teólogos y obispos contemporáneos y posteriores a la bula de Pío IX. Creemos que ya se imagina el resultado de la investigación.

Anónimo dijo...

Juan V. P.

Al comentario anónimo del día 19 de agosto de 2015 -3:40, tan sólo decirle que quizás yo esté utilizando internet porque es muy posible que el Papa no haya condenado el progreso científico…

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Siempre ha habido en la Iglesia teólogos que han cuestionado la doctrina infalible. Si preguntáramos a la mayoría de teólogos en la época del arrianismo, la mayoría nos diría que Jesucristo no era Dios –y por aquel entonces se disponía de la declaración infalible del Símbolo niceno-. Si hoy preguntáramos a la mayoría de teólogos, concluiríamos que la veracidad de la fe católica en toda su extensión, es algo discutido y cuestionado.

Quien quiera profundizar en el conocimiento del Syllabus, puede leer el libro El liberalismo es pecado, del Padre Félix Sardá Salvany (puede descargarse en internet). Este libro recibió las más altas aprobaciones de parte de la Iglesia, y el propio Papa León XIII lo tuvo en alto concepto. En él se analiza el Syllabus y se afirma claramente la infalibilidad del mismo.

Anónimo dijo...

Juan V. P.

Al comentario anónimo del día 19 de agosto de 2015 -3:40, tan sólo decirle que quizás yo esté utilizando internet porque es muy posible que el Papa no haya condenado el progreso científico…

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Siempre ha habido en la Iglesia teólogos que han cuestionado la doctrina infalible. Si preguntáramos a la mayoría de teólogos en la época del arrianismo, la mayoría nos diría que Jesucristo no era Dios –y por aquel entonces se disponía de la declaración infalible del Símbolo niceno-. Si hoy preguntáramos a la mayoría de teólogos, concluiríamos que la veracidad de la fe católica en toda su extensión, es algo discutido y cuestionado.

Quien quiera profundizar en el conocimiento del Syllabus, puede leer el libro El liberalismo es pecado, del Padre Félix Sardá Salvany (puede descargarse en internet). Este libro recibió las más altas aprobaciones de parte de la Iglesia, y el propio Papa León XIII lo tuvo en alto concepto. En él se analiza el Syllabus y se afirma claramente la infalibilidad del mismo.

Redacción dijo...

Más muestras de obras de referencia de la primera mitad del siglo XX, con numerosas recomendaciones por su ortodoxia:

1. “Catholic Enciclopedia” en su edición de 1912:

“The binding power of the Syllabus of Pius IX is differently explained by Catholic theologians. All are of the opinion that many of the propositions are condemned if not in the Syllabus, then certainly in other final decisions of the infallible teaching authority of the Church, for instance in the Encyclical "Quanta Cura". There is no agreement, however, on the question whether each thesis condemned in theSyllabus is infallibly false, merely because it is condemned in the Syllabus. Many theologians are of the opinion that to the Syllabus as such an infallible teaching authority is to be ascribed, whether due to an ex-cathedra decision by the pope or to the subsequent acceptance by the Church. Others question this. So long as Rome has not decided the question, everyone is free to follow the opinion he chooses. Even should the condemnation of many propositions not possess that unchangeableness peculiar to infallible decisions, nevertheless the binding force of the condemnation in regard to all the propositions is beyond doubt.

Haag, Anthony. "Syllabus." The Catholic Encyclopedia. Vol. 14. New York: Robert Appleton Company, 1912. 20 Aug. 2015 .

Traducción de ACI (con algunos retoques de esta Redacción):

“La fuerza vinculante del Syllabus de Pío IX es explicada de distintas maneras por los teólogos católicos. Muchos piensan que muchas de las proposiciones están condenadas, si no en el Syllabus, ciertamente en otras decisiones del la autoridad infalible de la Iglesia para enseñar, por ejemplo en la encíclica “Quanta Cura”. Sin embargo no hay consenso en la cuestión de si cada tesis condenada en el Syllabus es infaliblemente falsa, simplemente por ser condenada en el Syllabus. Muchos teólogos son de la opinión de que hay que asignar al Syllabus como tal una autoridad de enseñanza infalible, ya sea por una decisión ex cathedra del papa o por la aceptación posterior de la Iglesia. Otros cuestionan esto. Hasta ahora Roma no ha definido la cuestión, cada uno es libre de seguir la opinión que elija. Y aunque la condena de muchas de las proposiciones no tuviera esa inmutabilidad que es peculiar a las decisiones infalibles, no hay duda de que la obligatoriedad de las condenas de muchas proposiciones está más allá de toda duda.”

http://ec.aciprensa.com/wiki/Syllabus

2. El afamado “Dictionnaire Apologétique de la Foi Catholique” (París: 1923. Tomo IV. Col. 1576), concluye en el mismo sentido que la enciclopedia católica, el DTC, el diccionario de Parente, etc.:

“Enfin, des théologiens de marque, d'une parfaite orthodoxie, dit le P. Biederlack (Cf. Staatslexicon..., v. Syllabus, col. 664), ont soutenu, dès l'apparition du Syllabus, des opinions différentes, et un grand nombre affirment encore aujourd'hui que cette question de l'infaillibilité du Syllabus est loin d'être tranchée. (Cf. Palmieri, Opus theolog. mo-
ral., t. II, n. 165, 166, Prati, 1890, el n. io5, 1899; Dr. Heiner, Der Syllabus. . ., p. 20 sq.)”

3. Si el respaldo pontificio al libro de Sardá tiene peso teológico; igual o mayor valor habría que dar al breve “Ita, Venerabilis Frater” de Pío IX, que alaba la interpretación del Syllabus elaborada por Félix Dupanloup, obispo de Orleáns.

http://webs.advance.com.ar/pfernando/DocsIglCont/Dupanloup_convention.html

Anónimo dijo...

Juan V. P.

Creo que cualquier católico con un poco de humildad –no es mi intención faltar al respeto a nadie- puede captar el carácter definitivo, y por tanto infalible, de las condenaciones del Syllabus. A principios del siglo XX –y antes-, la herejía modernista ya empezaba a hacer estragos en la Iglesia; es fácil comprobar entonces la existencia de teólogos que, de una forma u otra, estuvieron afectados por la misma. Eso explicaría la disparidad de posturas en la teología.

El avance del modernismo llevó al Papa San Pío X a promulgar la encíclica Pascendi, en el año 1907, quedando esta herejía definitivamente condenada. Y el mismo Papa estableció el Juramento antimodernista, mediante el cual se obligaba a todo el clero –comprometiéndolo ante Dios- a abrazar, entre otros principios, las condenaciones del Syllabus. Dice dicho Juramento:

"Yo N. N. abrazo y recibo firmemente todas y cada una de las verdades que la Iglesia por su magisterio, que no puede errar, ha definido, afirmado y declarado, principalmente los textos de doctrina que van directamente dirigidos contra los errores de estos tiempos."

Uno de los principales textos del magisterio dirigido "contra los errores de estos tiempos" es el Syllabus. El mismo se titula "Índice de los principales errores de nuestro tiempo" (Syllabus complectens praecipuos nostrae aetatis errores). Y es importante notar que en ese fragmento del Juramento dice "que no puede errar" –es decir, que es infalible-, refiriéndose precisamente a ese magisterio.

Que el Juramento diga eso, y el hecho de que la Iglesia haya obligado a decenas de miles de sacerdotes a observarlo –obligándose por el juramento ante Dios-, es una prueba más de la infalibilidad del Syllabus.

Redacción dijo...

Algunos comentarios en negrita

Creo que cualquier católico con un poco de humildad –no es mi intención faltar al respeto a nadie- puede captar el carácter definitivo, y por tanto infalible, de las condenaciones del Syllabus.

Pues sucede que numerosos católicos del siglo XIX, obispos y teólogos de renombre, en obras publicadas con censura eclesiástica, que no consta hubieran sido siquiera denunciadas al Santo Oficio, profusamente citadas en medios católicos tradicionales y por sacerdotes de la HSSPX, opinan que no todas las proposiciones del Syllabus son definitivas, por diversos argumentos.

No sólo es cuestión de buenas intenciones, sino de evitar el argumento ad hominem encubierto, cuando sugiere falta de humildad en los católicos que no captan la definitividad del Syllabus. ¿Qué habría que responder a esta sugerencia? ¿Que falta humildad en quienes pretenden imponer sus puntos de vista en materia teológica opinable bajo anatema de soberbia? ¿Que falta humildad en quien pone etiqueta de modernista a teólogos de reconocida ortodoxia y a respetados obispos por no dogmatizar discutibles opiniones teológicas? Es de aplicación al caso un punto de las instrucciones a los integristas españoles (emitidas bajo el pontificado de s. Pío X, centradas en la política): “No acusar a nadie como no católico o menos católico por el solo hecho de militar en” [opiniones teológicas distintas a la propia].

Continua...

Redacción dijo...

A principios del siglo XX –y antes-, la herejía modernista ya empezaba a hacer estragos en la Iglesia; es fácil comprobar entonces la existencia de teólogos que, de una forma u otra, estuvieron afectados por la misma. Eso explicaría la disparidad de posturas en la teología.

No, eso no explicaría la disparidad de posturas públicas, porque no existía en la Iglesia de esa época la amplísima tolerancia para publicar obras heterodoxas o de doctrinas poco seguras que conocemos en la actualidad. Esa explicación, además, colocaría a los pontífices Pío IX y León XIII en posición cooperadores (negativos al menos) de la difusión de la herejía. Y eso para no hablar del Episcopado Español y de ilustres personalidades católicas de la época.

El avance del modernismo llevó al Papa San Pío X a promulgar la encíclica Pascendi, en el año 1907, quedando esta herejía definitivamente condenada. Y el mismo Papa estableció el Juramento antimodernista, mediante el cual se obligaba a todo el clero –comprometiéndolo ante Dios- a abrazar, entre otros principios, las condenaciones del Syllabus. Dice dicho Juramento:

Pareciera confundir magisterio con disciplina. La Encíclica es magisterio; el juramento es disciplina.

"Yo N. N. abrazo y recibo firmemente todas y cada una de las verdades que la Iglesia por su magisterio, que no puede errar, ha definido, afirmado y declarado, principalmente los textos de doctrina que van directamente dirigidos contra los errores de estos tiempos."

Uno de los principales textos del magisterio dirigido "contra los errores de estos tiempos" es el Syllabus. El mismo se titula "Índice de los principales errores de nuestro tiempo" (Syllabus complectens praecipuos nostrae aetatis errores). Y es importante notar que en ese fragmento del Juramento dice "que no puede errar" –es decir, que es infalible-, refiriéndose precisamente a ese magisterio.

En este punto la interpretación tiene varias deficiencias, a saber:

1. El pasaje que dice “no puede errar”, se puede interpretar que alude al magisterio infalible (como distinto del meramente auténtico) o bien a la Iglesia indefectible entendida en su universalidad.

2. Pero el juramento no dice cuáles textos de doctrina contra los errores de estos tiempos pertenecen al magisterio infalible, y cuáles al meramente auténtico. No podría hacerlo por su brevedad.

3. Pero tampoco dice que todas y cada una de las partes del Syllabus sean infalibles.


Que el Juramento diga eso, y el hecho de que la Iglesia haya obligado a decenas de miles de sacerdotes a observarlo –obligándose por el juramento ante Dios-, es una prueba más de la infalibilidad del Syllabus.

Pues no, en buena Lógica, el argumento prueba demasiado.
Es un acto de disciplina que implica el ejercicio de diversas virtudes, a no dudarlo, pero no prueba la infalibilidad de todo el documento a menos que tal cosa conste de modo manifiesto.

La Iglesia viene obligando a miles de obispos y a cientos de miles de sacerdotes a jurar profesión de fe y fidelidad al magisterio de acuerdo con el Código de Derecho Canónico de 1983, en fórmula que incluye al Vaticano II y al magisterio postconciliar; y sin embargo, de tal juramento “millonario” no se sigue como conclusión que el Vaticano II sea magisterio infalible.

Hemos dedicado muchas entradas al tema del magisterio en esta bitácora y el problema fundamental que Ud. no ve es que para que exista infalibilidad debe constar de modo manifiesto la voluntad de definitividad. Tal cosa no se presume.

En el futuro publicaremos otras entradas que tal vez le sirvan como complemento de nuestros comentarios de hoy.

Anónimo dijo...

Juan V. P.

Lamentablemente no comparto todas sus afirmaciones.

Que el Juramento, cuando dice "que no puede errar", se está refiriendo al magisterio y no a la Iglesia en su condición de indefectible, creo que está claro. Por eso la aclaración "que no puede errar" se pone entre comas justo detrás de la palabra "magisterio":

"Yo N. N. abrazo y recibo firmemente todas y cada una de las verdades que la Iglesia por su magisterio, que no puede errar, ha definido, afirmado y declarado…".

Si fuera como usted dice, el Juramento diría algo parecido a esto:

"Yo N. N. abrazo y recibo firmemente todas y cada una de las verdades que la Iglesia, que no puede errar, ha definido, afirmado y declarado por su magisterio…".

Pero no dice eso.

Que entre este magisterio "que no puede errar" –y por tanto infalible- se está incluyendo al Syllabus, al decir "principalmente los textos de doctrina… contra los errores de estos tiempos", creo que también es evidente.

Usted dice: "La Iglesia viene obligando a miles de obispos y a cientos de miles de sacerdotes a jurar profesión de fe y fidelidad al magisterio de acuerdo con el Código de Derecho Canónico de 1983, en fórmula que incluye al Vaticano II y al magisterio postconciliar". Hasta donde yo sé, esta profesión de fe no dice que el Vaticano II sea infalible. El Juramento antimodernista sí dice que el Syllabus lo es.

(continúa abajo)

Anónimo dijo...

Juan V. P.

(continuación)


Yo no he dicho que sean modernistas todos los que niegan la infalibilidad de Syllabus. Es posible llegar a adoptar ciertas posturas heréticas o cercanas a la herejía inadvertidamente, sin que ello suponga el haber caído en el pecado de herejía. Es posible que algunos teólogos no conocieran el Syllabus en profundidad.

En cuanto a la voluntad manifiesta de definir del Papa Pío IX, ésta se desprende claramente de sus palabras referidas al Syllabus, en la encíclica Quanta Cura que lo acompaña: "Así pues en virtud de nuestra autoridad apostólica reprobamos, proscribimos y condenamos todas y cada una de las perversas opiniones y doctrinas singularmente mencionadas en estas letras, y queremos y mandamos que por todos los hijos de la Iglesia católica sean absolutamente tenidas por reprobadas, proscritas y condenadas”. La voluntad de zanjar definitivamente la cuestión es evidente en sus palabras. En ellas están contenidos los requisitos para un pronunciamiento ex cathedra:

- Pastor Aeternus, Capítulo 4. Dogma de la Infalibilidad papal:

"El Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando en el ejercicio de su oficio de pastor y maestro de todos los cristianos, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina de fe o costumbres como que debe ser sostenida por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que gozara su Iglesia en la definición de la doctrina de fe y costumbres."

La malignidad de las tesis condenadas en el Syllabus es patente; durante siglo y medio hemos comprobado sus trágicos frutos en las sociedades antes cristianas. Los modernistas, viendo reflejadas y condenadas sus convicciones en este documento, intentaron cuestionar su infalibilidad con el propósito de anularlo y poder seguir sembrando su veneno. Esto lo siguen haciendo en la actualidad.

No estoy diciendo que usted sea modernista, pero sí digo que parece que usted quiere cuestionar la infalibilidad del Syllabus para rehabilitar algunas de las tesis condenadas, quizás para justificar algún aspecto de la grave y triste dirección que ha tomado la Iglesia tras el Concilio Vaticano II.

Sus argumentos, se lo digo con todo el respeto, me parecen demasiado forzados. Hasta lo más evidente se puede llegar a relativizar y poner en duda, cuando hay voluntad para ello.

Por mi parte creo que poco más puedo decir. Como han dicho algunos comentaristas más arriba, el carácter definitivo del Syllabus está claro… para todo aquél que quiera verlo.

Por el análisis que hace usted comprendo que no voy a convencerlo. Termino pues aquí, y le agradezco que me haya dado la oportunidad de comentar en su blog.

Anónimo dijo...

"Al comentario anónimo del día 19 de agosto de 2015 -3:40, tan sólo decirle que quizás yo esté utilizando internet porque es muy posible que el Papa no haya condenado el progreso científico…"
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Dice que "es muy posible" entonces el syllabus no es tan claro que digamos por eso requiere de interpretación.,,