jueves, 29 de enero de 2015

¿"No sirve la política"?

Madrid, 26 enero 2015, San Policarpo, obispo y mártir. [FAROagencia] Hace cuatro días se firmó el decreto que reconoce las virtudes heroicas del carlista don Luis de Trelles y Noguerol (Viveiro, Galicia, 1819 - Zamora, 1891), apóstol de la eucaristía; jurista, político y periodista; ejemplo de caridad, celo apostólico y militancia contrarrevolucionaria;fundador de la Adoración Nocturna Española.
Tal reconocimiento debe producir, sin duda, alegría. Aunque ésta resulte velada por las dudas razonables que desde hace algunos años pesan sobre los modificados procesos de beatificación. Lo que vuelve a llamar la atención es el propósito manifiesto de los medios, eclesiásticos o no, de ocultar o desfigurar el carlismo de don Luis de Trelles.

Así, Religión en Libertad, bajo el título oportunista y algo ridículo de "Reconocida la virtud heroica de un político español que dejó su partido porque incumplía el programa", dice cosas como que "Luis de Trelles fue toda su vida un defensor de los marginados, y durante la Tercera Guerra Carlista organizó un canje de prisioneros de guerra que liberó de la prisión, el destierro o la muerte a 23.000 personas, quizá más según se amplíen las investigaciones más recientes. En cierto sentido, fue el creador de la idea y práctica de comisiones mediadoras para guerras civiles, que abundaron en el siglo XIX español". Vamos, como si el hombre de confianza del Rey Don Carlos VII hubiera sido neutral en esa guerra. O InfoCatólica, que se permite publicar: "Cuando el carlismo fue derrotado, Trelles comprendió que para defender la unidad católica de España y la Iglesia no servía la política, y que sólo la oración puede salvar a la Iglesia".
La realidad es bien distinta. Luis de Trelles, tras abandonar el partido moderado, abrazó con toda convicción la causa carlista, que ya no abandonaría hasta su muerte. Su obra principal, la Adoración Nocturna Española, estuvo estrechamente relacionada con el Carlismo. Los carlistas que pasan de los cincuenta años recuerdan cómo las directivas locales de la Adoración Nocturna a menudo casi coincidían con las juntas locales de la Comunión Tradicionalista. Y como tal, desde su fundación en 1877 (en Madrid, nada menos que frente al Congreso de los Diputados: frente a él, y en contra suya) los gobiernos de la usurpación liberal persiguieron a la Adoración Nocturna, sospechosa de ocultar conspiraciones carlistas.

Los vínculos continúan en la actualidad. Por poner un ejemplo señero: el profesor Miguel Ayuso (quien fuera jefe de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón y es en la actualidad presidente del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II) ha participado con la Adoración Nocturna y con la luego constituida Fundación Luis de Trellesen distintas jornadas para difundir la figura y pensamiento de éste: en el Monasterio de Poyo (1991), en Segovia (1995), en Plasencia (1997), en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación (2007) y en San Lorenzo del Escorial (2013).
Como se decía en un despacho de FARO en octubre de 2011, con ocasión de la beatificación de la religiosa carlistaAna María Janer Anglarill: "Lo mismo [ocultar su militancia carlista] se ha hecho y continúa haciendo con la Madre Joaquina Vedruna, con el carmelita Francisco Palau y Quer, con Luis de Trelles (fundador de la Adoración Nocturna), con el Padre Mañanet... Todos ellos carlistas convencidos, se les pretende convertir en una especie de 'humanitarios solidarios' a la usanza neomodernista. Que no puede arrostrar un hecho sencillo: el liberalismo --de cuyo lado están ellos-- no produce santos. El Carlismo sí, porque ser carlista es ser católico, a la española usanza, con todas las consecuencias; porque deben los cristianos prestar acatamiento al Rey legítimo, a la Ley de Dios y a las justas y prudentes leyes de sus antepasados".

20 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Pero cuando este maravilloso website, va a publicar alguna entrada referente al fin de los tiempos, al ocultamiento del Tercer Secreto de Fátima por parte de Bertone, Sodano y otros?

Por favor expandamos la temática y hablemos de lo que viene ahora: la tercera guerra mundial, donde "varias naciones serán aniquiladas".

Rusia y el comunismo que vienen.

Este mundo se acaba, mas pronto que tarde.

Fernando.

Redacción dijo...

Fernando:
Que la Parusía vendrá lo sabemos con certeza de fe.
El resto de sus seguridades (ocultamiento del secreto de Fátima, Comunismo, guerra mundidal) no lo trataremos sino a la luz de lo que ya hemos expuesto sobre la insubordinación de las reveleaciones privadas siempre y cuando estemos en condiciones de hacerlo aportando algo novedoso o interesante.

Anónimo dijo...

El problema de muchos tradies es que confunden la ideología monárquica con la doctrina católica. Como bien dijo, San Roberto Belarmino la soberanía viene de Dios, que se la concede a cada pueblo y cada pueblo ha de elegir su sistema. Decir que lo católico es la monarquía es un error. No hay documentos del Magisterio que digan que el sistema católico es la monarquía al estilo carlista/tradicionalista/absolutista/etc.

De hecho, por mucho que le pese a sus defensores, una monarquía católica no es garantía de que evite apostasías: ahí tienen al Defensor de la Fe Enrique VIII o a los reyes nórdicos...

Carlista dijo...

Quizá el anónimo no conoce el Magisterio que sí afirma que la Monarquía es el mejor régimen de gobierno, si bien la Iglesia tolera cualquier otro régimen político que no le impida ejercer su ministerio. (Cf. Tomás de Aquino, De Regno, passim, & Pío VI, Pourquoi Notre Voix, 1793.)

¿Podría decir en qué lugar Roberto Belarmino afirma semejante tesis?

El segundo párrafo no merece el menor comentario. Hay tratados enteros que el anónimo pretende mandar al trasto con dos líneas.

Anónimo dijo...

Es que hay ciertos católicos que están encantandos con su nacionalismo liberal, o con sus repúblicas masónicas, asi que gente como Luis de Trelles o la monarquía católica tradicional les molestan.

Pikachu.

Anónimo dijo...

GASTÓN: Una contradicción más de los conciliares. Después de llevar años exaltando el papel de los seglares en la Iglesia cuando se llega a la política su papel lo reducen a la oración. Como si se tratara de monjas de clausura.

Anónimo dijo...

Belarmino se refiere a que la soberanía reside en el pueblo en De laici libro 3, capítulo 4.

La Iglesia NUNCA ha dicho cuál es el sistema de gobierno. NUNCA.

Y precisamente son los protestantes los que empezaron el mito del derecho divino de los reyes.

Belarmino fue atacado por un protestante llamado Filmer, uno de los teóricos de la monarquía absolutista. Su libro se llama Patriarcha.

El derecho divino de los reyes no es más que un invento del absolutismo.

Y, de nuevo, una monarquía no garantiza que se evite la apostasía: veánse los casos de Inglaterra, Dinamarca y Escandinavia o los príncipes alemanes...

Los tradies monárquicos hacen teología ad casum para apuntalar su carlismo. Es la inversión de la teología: yo quiero apuntalar mi idea política y hago teología ad casum.

Redacción dijo...

Anónimo:
¿Por qué no lo escribe en una página y lo manda por correo para que lo publiquemos?
Gracias.

Carlista dijo...

Disculpe anónimo, pero tiene un grave desconocimiento de teoría política. Está mezclando cosas diversas.

Una cosa es que la Iglesia haya definido a la monarquía como la mejor forma de gobierno (citas que ya le di). Otra cosa muy distinta, que no tiene nada que ver, es el "derecho divino de los reyes" de raíz protestante.

Belarmino ataca esto último, pero en ningún lado niega que la monarquía sea el mejor gobierno. Tampoco dice que el poder reside en el pueblo que lo da a quien quiere (una barbaridad que ni siquiera está en F. Suárez).

Aprenda. Luego conversamos.

Anónimo dijo...

Belarmino sí dice que cada pueblo ha de elegir su sistema. Y sí, él prefiere la monarquía.

"Filmer's case was Bellarmine's position that political authority is vested in the people and that kings do not rule by divine right, but through the consent of the governed. This was a radical idea in the early 1600's, though it is widely accepted today."

http://www.catholicculture.org/culture/library/view.cfm?recnum=6607

Y repito: lo católico no este sistema o aquel. Cada nación elige su sistema.

Y si quiere un libro en el que aparecen retratados no muy bien los reyes, lea la Biblia, en especial el Antiguo Testamento.

Anónimo dijo...

Y con respecto a los carlistas, es teología ad casum: Donoso Cortés, etc hace teología ad casum. Quiere justificar la monarquía y monta un argumento. También podría hacerse lo mismo para justificar una república (ver los ejemplos del Antiguo Testamento, o de cómo Israel rechaza al Rey de reyes para tener un rey humano, etc): eso también sería hacer teología ad casum para justificar una postura republicana.

Y, por cierto, las monarquías de la Edad Moderna poco tienen que ver con la subsidariedad que forma parte de la D.S.I.

Carlista dijo...

Ud. es impresentable.

1) Dice que hace teología pero de Bellarmino me trae una cita de un artículo en inglés donde se saca de contexto un par de oraciones... y, encima, está mal citado.

2) Además, en esas citas, en ningún lado dice lo que Ud. interpreta. Simplemente que, en determinadas circunstancias legítimas, el pueblo puede cambiar la forma de gobierno. Nada sobre la mejor forma de gobierno. Nada.

3) "Cada nación elige su sistema." no es una tesis católica, sino liberal.

4) Ud. trae como ejemplo de carlista ¡a Donoso Cortés! ¿Es Ud. ignorante o simplemente necio?

5) Traer a una discusión de teología política "la D.S.I." es ya el colmo. Demuestra nuevamente su idiotez.

6) Lo de "los ejemplos del Antiguo Testamento" suena a protestante. Atrás de esa afirmación suya, no hay teología. ¿Sabe interpretar, según la Iglesia, eso que Ud. trae a colación?

Anónimo dijo...

¿que es la DSI?

Carlista dijo...

DSI es la forma como los neocons llaman a la Doctrina Social de la Iglesia, de la cual han leído sólo un par de documentos y lo han interpretado "a la manera protestante", i.e. fuera del marco de la Tradición.

Anónimo dijo...

Sí, claro, lo católico es la monarquía...¡cuanto sinsentido! La Iglesia no es partidaria de ningun sistema concreto: tal vez durante cierto tiempo apoyó a las monarquías porque las republicas eran anti-católicas...pero como bien digo, Belarmino señala la idea de que cada nación elige su sistema (y él prefiere la monarquía) y si quiere leerlo, busque el libro que le señalé en latín.

Y la DSI tiene que ver con la política, por si usted no lo sabe. Lea las encíclicas de la DSI y verá cómo se habla de política: socialismo, liberalismo, democracia, totalitarismos, etc.

Por cierto, desde Pío XII hasta San Juan Pablo II la Iglesia se muestra partidaria de la democracia. Eso también es Magisterio. No se puede seleccionar y eliminar que es lo que hacen algunos tradies.

Y yo de neocón no tengo ni un pelo. Yo soy un católico que piensa, siguiendo la estela del católico mayor pensador de todos los tiempos: Santo Tomás, que dije que lo que haya dicho tal o cual autor, todo es discutible...

Y con respecto a Donoso Cortés, es un teórico de la monarquía.

En cuanto al Antiguo Testamento y los protestantes, es un hecho que los reyes de Israel salen mal parados: eso es algo que cualquier católico puede ver.

tío Tomás dijo...

No se puede elegir un Sistema que eleva la soberanía del pueblo por encima de la de Dios. Pío XII no dijo que la democracia liberal es bastarda y el VII contradice en varios documentos, lo que la Iglesia siempre creyó, por todos y en todo lugar. Sus fundamentos teológicos son liberales, le guste o no, es neocón.

León XIII dijo...

32. Ni está prohibido tampoco en sí mismo preferir para el Estado una forma de gobierno moderada por el elemento democrático, salva siempre la doctrina católica acerca del origen y el ejercicio del poder político. La Iglesia no condena forma alguna de gobierno, con tal que sea apta por sí misma la utilidad de los ciudadanos. Pero exige, de acuerdo con la naturaleza, que cada una de esas formas quede establecida sin lesionar a nadie y, sobre todo, respetando íntegramente los derechos de la Iglesia.

Anónimo dijo...

http://naturaboni.blogspot.com.ar/2015/01/los-preculsores-del-anticristo.html

Jorge Rodríguez dijo...

Tiene razón el anónimo en cuanto a que los reyes salen mal parados en el antiguo testamento. Lean en el primer libro de los reyes como fue que Dios les dió a Saul.

Dicho esto, para mi es evidente que al tener el hombre una naturaleza caída y malvada, termina produciendo formas de gobierno y organización también malvadas. Si los hombres fueran buenos, cualquier sistema de gobierno funcionaría, de hecho, el gobernante podría elegirse perfectamente por sorteo, también funcionaria cualquier sistema económico como el comunismo o el capitalismo, lo que produce la disfunción es el mal que traemos desde pecado original.

Juan Argento dijo...

León XIII en Immortale Dei:

"Es necesaria en toda sociedad humana una autoridad que la dirija. Autoridad que, como la misma sociedad, surge y deriva de la Naturaleza, y, por tanto, del mismo Dios, que es su autor. De donde se sigue que el poder público, en sí mismo considerado, no proviene sino de Dios."

"Por otra parte, el derecho de mandar no está necesariamente vinculado a una u otra forma de gobierno. La elección de una u otra forma política es posible y lícita, con tal que esta forma garantice eficazmente el bien común y la utilidad de todos. Pero en toda forma de gobierno los jefes del Estado deben poner totalmente la mirada en Dios, supremo gobernador del universo, y tomarlo como modelo y norma en el gobierno del Estado."

"De estas declaraciones pontificias (Mirari Vos y el Syllabus), lo que debe tenerse presente, sobre todo, es que el origen del poder civil hay que ponerlo en Dios, no en la multitud;"

"Con estos principios, si se quiere juzgar rectamente, no queda condenada por sí misma ninguna de las distintas formas de gobierno, pues nada contienen contrario a la doctrina católica, y todas ellas, realizadas con prudencia y justicia, pueden garantizar al Estado la prosperidad pública. Más aún: ni siquiera es en sí censurable, según estos principios, que el pueblo tenga una mayor o menor participación en el gobierno, participación que, en ciertas ocasiones y dentro de una legislación determinada, puede no sólo ser provechosa, sino incluso obligatoria para los ciudadanos."