jueves, 30 de junio de 2016

Malvinas, ¿guerra justa? (1)

En nuestra opinión, la guerra de Malvinas fue una guerra justa a la luz de los principios del derecho natural. Lo cual no quiere decir que se cumplieran de modo perfecto todas las condiciones de legitimidad bélica, sino que se dieron en un mínimo suficiente, consideradas en general, aunque con grados de perfección variable en las diversas condiciones tomadas por separado.
No obstante, debemos aclarar desde ya que no damos nuestra opinión valor dogmático, y que tampoco monopolizamos el “patriotómetro”, por lo cual no nos atrevemos a tachar de falta de piedad patriótica a quienes sostienen una posición opuesta. De hecho, conocemos argentinos muy patriotas que reconocen la justicia objetiva de la causa argentina, y el heroísmo de sus combatientes, pero que consideran cuanto menos dudoso que la guerra de 1982 cumpliera con todos los requisitos de una guerra justa.
La doctrina sobre la guerra justa tiene una elaboración de siglos en la tradición cristiana. San Agustín y Santo Tomás marcan los hitos fundamentales hasta la llegada de la edad moderna. Los teólogos del Siglo de Oro, especialmente Vitoria y Suárez, darán al tema un enfoque más acorde con la realidad moderna del Estado, mediante precisiones y adiciones, en lo que podría calificarse como un desarrollo homogéneo. Imposible entrar en las aportaciones de cada uno de ellos, ni recorrer los avances que se dieron en siglos posteriores. Vamos dar una visión de conjunto, presentando de forma esquemática las condiciones que se exigen para que una guerra sea justa. Y al mismo tiempo intentaremos aplicarlas a las circunstancias del conflicto bélico de 1982, para saber si reunió los requisitos tradicionales.
Las tres condiciones esenciales que deben darse simultáneamente según Santo Tomás (S. Th., II-II, q.40), son: 1ª Autoridad legítima; 2ª Causa justa; 3ª Recta intención. Los escolásticos posteriores agregaron otras condiciones que constituyen un desarrollo de la doctrina tomasiana, a saber: 4ª Último recurso; 5ª Proporcionalidad; y 6ª Probabilidad de éxito.
1ª Autoridad legítima.
La guerra es un acto político, que compromete a toda la polis, por ello no puede ser declarada por cualquiera, sino por la autoridad del Estado. Este requisito es esencial. En tiempos de Santo Tomás, la insistencia en esta condición, apuntaba a poner freno a las guerras privadas, declaradas por personas sin potestad política.
En el conflicto del Atántico Sur no hubo declaración oficial de guerra por ninguna de las dos partes. Pero el desembarco argentino en las islas del 2 de abril de 1982 bien puede considerarse como una tácita declaración de guerra. Lo mismo cabe decir de la respuesta militar británica.
Consideremos ahora dos objeciones:
1. Desde el purismo demo-liberal se argumenta en base a la ilegitimidad del régimen. Se sostiene que Galtieri fue jefe de un gobierno ilegítimo y por ello la guerra de Malvinas fue injusta a causa de “la ilegitimidad que tiñe todo el obrar de los gobiernos usurpatorios” (v. aquí); vale decir que se trató de una “guerra ilegítima, decidida por un gobierno inconstitucional” (v. aquí).
Sin embargo, desde el derecho natural se puede responder que, una vez consumada la usurpación en 1976, dado que el bien común exige que haya un gobierno que cuide el orden en la sociedad, en 1982 el gobierno de facto estaba legitimado (Taparelli denominó esto como prescripción en favor de la sociedad). En efecto, la ilegitimidad de origen es un vicio que el gobernante de facto puede purgar con el paso del tiempo y la garantía del orden público; así lo requiere el bien de la comunidad, que no puede vivir en estado de permanente falta de gobierno o incertidumbre sobre su titularidad. Es el mismo argumento empleado por León XIII: “…el criterio supremo del bien común y de la tranquilidad pública impone la aceptación de estos nuevos gobiernos establecidos de hecho sustituyendo a los gobiernos anteriores que de hecho ya no existen. De esta manera quedan suspendidas las reglas ordinarias de transmisión de los poderes y puede incluso suceder que con el tiempo queden abolidas” (Notre consolation, 15).
2. Desde un purismo anti-liberal se podría argumentar en base a una ilegitimidad por contaminación ideológica. La ideología del Proceso de Reorganización Nacional fue liberal. Este gobierno fue sólo una etapa dentro de la continuidad de un mismo Régimen, que alternó gobiernos civiles y militares, todos de cuño liberal. Su finalidad declarada fue restablecer una “democracia moderna, eficiente y estable”, no un ideal político plenamente católico.
La objeción vendría a decir que la ideología liberal del Proceso contaminó a la guerra: un régimen liberal engendró una guerra liberal. Y como el liberalismo es pecado, un gobierno liberal no pudo tener autoridad para iniciar una guerra. Luego, el conflicto bélico no fue justo –aunque hubiera justa causa- por ausencia de potestad legítima. Se sigue de lo anterior que participar en dicha guerra significó objetivamente -sin juzgar de internis- insertarse en una estructura de pecado.  
A esta dificultad se puede responder en base a la distinción ya apuntada entre doctrina, legislación y régimen. Que la ideología del Proceso fuera errónea no implica que tuviera la potencia de corromper moralmente la defensa de la patria. Porque la doctrina inspiradora de un régimen político, aunque llegue a ser la ideología hegemónica de una sociedad, no puede causar férreamente la inmoralidad de actos que se derivan de la natural politicidad humana. Y la defensa de la patria, al igual que la participación política, es un deber-derecho que surge de la naturaleza política, que no se vicia por la ideología errónea del gobernante.


26 comentarios:

Pocho dijo...

Ya el hecho de poner en dudas la justicia de la guerra de Malvinas es un delito de lesa patria porque ofende a la Nación entera.-

Anónimo dijo...



Cosas legítimas , pueden ser , por el paso del tiempo , ilegítimas , y vice versa .....

Santo Tomás , no fue el último teólogo ......

Joan

Agustín dijo...

Pocho, Vd. ofende a la inteligencia entera.-

Anónimo dijo...

No sé si vendrá algo en los posts siguientes. Me interesaría alguna reflexión sobre la licitud de la guerra a la luz del derecho internacional. O, mejor aún, si el violar el derecho internacional podría estar justificado en el caso -porque se violó-. Algunos se apoyan en el argumento de la "legítima defensa", pero no es admisible, teniendo en cuenta que es pacífica la idea de que la reacción defensiva debe ser razonablemente inmediata (no se puede invocar inmediatez cuando entre la ocupación británica y la guerra del '82 transcurrieron más de 149 años).

El desmitificador

Tolerancio dijo...

¿Es ud. pro-británico?

Tolerancio dijo...

Basta de pajas mentales: Las Malvinas pertenecen a Argentina porque es el país sucesor del Virreinato del Río de la Plata (España). Reino Unido no tiene nada que hacer más allá de las Islas Británicas (que se van llenando de musulmanes).

Bienpensante dijo...

El tema puede abordarse muy simplemente en términos de bienes. Declarar la guerra implica el riesgo cierto de perder vidas e integridad física, los cuales son bienes. Esa pérdida de bienes puede estar justificada de dos maneras:

- para proteger bienes del mismo nivel en mayor cantidad, o sea salvar mayor cantidad de vidas.

- para proteger bienes mayores que la vida temporal, como es el bien espiritual.

En 1982 en las Malvinas no había una población católica oprimida por herejes o infieles, por lo que el segundo punto no aplica.

En 1982 la Argentina no estaba recibiendo un ataque británico o enfrentando la perspectiva de recibir uno desde las Malvinas (como falazmente decían estar enfrentando los EEUU desde Irak en 2003), por lo que el primer punto tampoco aplica.

Ergo fue una guerra injusta. De cualquier manera, el ejemplo máximo de guerra injusta, que de concretarse habría tenido un costo de vidas mucho mayor que el de Malvinas, fue el de fines de 1978 con Chile por tres islas en las que jamás vivió un argentino. Por eso es muy útil que una persona o agrupación defienda la posición belicista de fines de 1978, facilitando así su descarte inmediato como interlocutor válido.

Anónimo dijo...


Pocho tiene teología y filosofía propia ...... Pero no es el único en nuestros pagos ....

Joan

Anónimo dijo...



Para los Argentinos , fue " Guerra justa " ....
Tambien fue " Guerra justa " para los Britanicos .....

Benign_o dijo...

Me parecio una estupidez.
No se si era justa o no y no me interesa, yo nunca hubiera aceptado dar la vida alguno de mis hijos por un pedazo de tierra en el fin del mundo que no le importa a nadie y menos dentro del plan de un borracho para eternizarse en el poder.

Esas islas no justifican ni una gota de sangre de ningún hijo.
Aqullos que digan lo contrario o no tienen hijos o son unos imbéciles.

Benigno.

Anónimo dijo...

Tolerancio:
Si la pregunta es para mí, la respuesta es que no. Me considero patriota, pero no confundo dicha virtud con la raison d'État maquiavélica. La invasión británica a las islas en 1833 fue un acto injusto, y la Argentina tiene derecho a formular las protestas pertinentes.
Mi pregunta apuntaba a la licitud de la guerra a la luz del Derecho internacional, y simplemente me interesaría que algunos dejen de apelar al "derecho de defensa internacional", porque, para el caso, invocarlo es una burrada. Saludos cordiales.

El desmitificador

Platense dijo...

El empleo de las fuerzas propias se decidió como respuesta a la agresión consumada por Gran Bretaña a partir del incidente Davidoff.

Armando Bardo dijo...


Redacción, de acuerdo con q el Proceso fue liberal, pero cómo un régimen liberal puede engendrar una guerra liberal?? Me lo explica? grazie

Redacción dijo...

Ideología liberal -> ilegitimidad (de ejercicio) del gobierno -> no es autoridad legítima, no puede declarar una guerra.

Abracadabra dijo...

Muy buena entrada.

A "El Desmitificador":

¿Por qué opina que se violó el Derecho Internacional? Si se refiere al "ius ad bellum", la Carta de las Naciones Unidas, en su Art. 51, habla del "derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva" que tienen los Estados (y, si tiene interés de ampliar, le sugiero buscar las versiones en idiomas inglés y francés de este artículo, con terminología bastante interesante). Parece que la legítima defensa de la comunidad política no se puede limitar de la manera que lo hace la Carta de la ONU, pero eso es otra cosa (sobre los principios de la ONU, recomiendo "Los principios internacionales" de Félix Lamas).

Acerca de su argumento sobre la legítima defensa: Si la ocupación británica era injusta, ilegítima, la injuria era algo continuado, una agresión que permanecía, que seguía existiendo; no era algo que tuvo lugar en el siglo XIX, sino algo que tuvo lugar en el XIX, en el XX y en lo que va del XXI. No se trata de algo prescripto en 1982, ni prescripto tampoco hoy. De hecho, disposición transitoria primera de la Constitución Nacional (de acuerdo a la reforma de 1994) establece:
"La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional.
La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino".

Supongamos que X tiene a su hijo secuestrado desde hace dos años, pero -por las razones que sea- puede socorrerlo y rescatarlo hoy, y hoy actúa, ¿no habría allí posibilidad de calificar a la conducta del padre como legítima defensa de un tercero?

Anónimo dijo...

Benigno, tengo hijos; varios.
Y el imbécil es usted y la runfla burguesa macrista que le hace la ola cada vez que dice una nueva imbecilidad en la web.
Ahora resulta que para no ser un imbécil hay que llegar a CEO de una multinacional y como epifenómeno burgués pagarle a los hijos un colegio bilingüe y un master en USA. Los católicos nunca estuvimos muy de acuerdo con esto...

Volvéalcantri.

Anónimo dijo...

Abracadabra:
La inmediatez debe darse en relación al ataque armado. Por eso es una auténtica excepción al principio de prohibición del uso de la fuerza por parte de los Estados. La interpretación que Ud. hace implicaría una virtual derogación del principio (el ataque fue injusto; ergo, podemos nosotros solos darles palos hasta la Parusía). Si Ud. invoca principios de derecho natural, superiores a la normativa internacional, etc, etc., no le digo nada. Pero siguiendo un criterio "positivista", no es correcto. Desconozco si existen juristas que adopten esa interpretación (puedo equivocarme).
Claro que en este caso contamos con la complejidad de que en 1833 no existía la suscripción de la Carta de la ONU por parte de los Estados...

El desmitificador

Anónimo dijo...




Que hace más legitima la ocupación de America por los españoles , que la ocupación de las Malvinas por los Ingleses .....

Juan

Anónimo dijo...



Entonces , La Argentina , siendo un pais " liberal " , el reclamo es ilegitimo ....

Joan

Anónimo dijo...



Benign ..no me parece en nada ser imbecil como dice " Volvéalcantri. ".., a quien preguno ....¿ Que significa ser católico para el ... ?
Me parece que Benign tiene bien los pies sobre la tierra ....

P...S...

Bienpensante dijo...

Abracadabra escribió:

"Supongamos que X tiene a su hijo secuestrado desde hace dos años, pero -por las razones que sea- puede socorrerlo y rescatarlo hoy, y hoy actúa, ¿no habría allí posibilidad de calificar a la conducta del padre como legítima defensa de un tercero?"

La clave es justamente la diferencia infinita entre un hijo secuestrado y un pedazo de tierra ocupada. Arriesgar vidas por personas es justo, hacerlo por un mero pedazo de tierra es abominable. Mucho más aún si la tierra en cuestión es completamente prescindible para la vida y desarrollo de la comunidad a quien le fue arrebatada.

Anónimo dijo...

Cualquier estudio serio de los antecedentes concluye que los títulos argentinos sobre las Malvinas son dudosos. Además podría considerarse el argumento genealógico. En las Malvinas viven seis o siete generaciones ininterrumpidas de ingleses. Pero la guerra se la declaró un hijo de italianos (Galtieri), al mando de un país cuya población mayoritaria no tiene más de tres generaciones en estas tierras, país además nacido de una revolución subversiva hace apenas 200 años.

Por otra parte, con un país inmenso, arrasado por el populismo y el afano, para qué cuernos queremos esas islas? Para degradarlas también?

Saludos.

Pedro Lué

Anónimo dijo...

América era un bien patrimonial de la Corona de Castilla, según la cesión hecha por el papa Alejandro VI a la Reina Isabel. Por el estatuto de América, sus territorios eran un Reino difierente al de España, siendo por lo demás inenajenable e imprescriptibles sus derechos. No se trató de un conquista sino de una especie de "concesión" para lograr la Evangelización americana, que de hecho, se logró.

http://panoramacatolico.info/articulo/primera-misa-en-el-territorio-de-la-argentina

Martin Ellingham dijo...

¿Qué clase de cesión fue la de Alejandro VI? ¿La donación de un territorio? ¿O la misión de evangelizar?

Benign_o dijo...

Estimado volvealcantri,

Dos cosas

1). Que cuernos tiene que ver macri, el Colegio bilingüe y demás cosas con sostener que mandar un hijo a esa guerra es una estupidez???

2). Yendo ahora un poco mas profundo. Explíqueme por favor, en donde era valido como Padre y como Catolico, estar de acuerdo con que esas islas perdidas en la nada del fin del mundo justifican desde dar la vida de un hijo en el peor de los casos a haber sufrido físicamente en un agujero tapado de agua la inoperancia de militares inútiles en el mejor, pasando por la posibilidad de tener que en algún caso matar a alguien. Todo en el contexto de un plan ideado por un Estado Mayor Conjunto dirigido por un borracho con la única finalidad de eternizarse en el poder en un país bananero.
No entiendo por favor clarifíqueme.

Le aclaro algo mas, yo no tengo ningún problema en empuñar las armas siempre y cuando sea por una causa justa o en defensa de la familia o de los buenos (si asi como suena de naif).
El concepto de Patria no lo es. El concepto de patria que tantos nacionalistas gustan de enarbolar alegremente es un invento del modernismo nacido de la revolución francesa. Nada tiene que ver con los valores Catolicos.

Finalmente no vivo en un country.

Saludos.





Benign_o dijo...

Gracias Estimado PS.