Desiderio Parrilla Martínez es doctor en filosofía, catedrático, miembro
del Camino Neocatecumenal y posee una bitácora en Religiondigital. Ha publicado
una entrada titulada Dios bendiga al Estado de Israel, ilustrada con el escudo
del estado sionista, de la que extractamos algunas ideas centrales para
comentarlas aquí:
1. La revelación evangélica de la Pasión de Jesucristo ha supuesto un
cambio histórico sin precedentes respecto de la defensa de las víctimas
inocentes. El sufrimiento de los inocentes se ha convertido desde entonces en
una categoría moral de primer orden. Con este título, El sufrimiento de los
inocentes, el Camino Neocatecumenal presenta una sinfonía este mes de mayo en
los EEUU, apoyado por algunas de las autoridades máximas del pueblo hebreo.
2. Frente a esta acogida de la víctima, el Anticristo supone para la
Tradición una vuelta al revés de esta Revelación. El Demonio es “la mona de
Dios” que imita a la Santísima Trinidad para obtener en su remedo su justo
contrario. En el Apocalipsis esta perversidad se expresa con la subversión del
victimismo. Según el texto joánico el Anticristo toma la Revelación evangélica
para darle enteramente la vuelta y obtener su caricatura perversa.El término
Anticristo sólo se encuentra en las Epístolas de Juan (1 Jn 2, 18,11; 4, 3; 2
Jn 1, 7). El Anticristo aparece como quien se opone a Cristo y, por
consiguiente, a Dios. El Anticristo es una categoría escatológica cuya esencia
consiste en el engaño acerca de la identidad de Cristo. El Anticristo aparece
tratado bien como persona bien como mentalidad, queda asociado a Satanás y
define un movimiento profano y secular contra la Revelación cristiana en su
intento de gobernar las naciones del mundo.
3. La rehabilitación de las víctimas por parte del cristianismo encuentra
su versión satánica en este victimismo anticristiano. Sólo en una sociedad
cristiana, regida ontológicamente por el sacrificio de Cristo, la víctima
inocente es defendida como valor sagrado; en la sociedad pagana la defensa del
inocente perseguido resultaba, por tanto, incomprensible. La versión
anticristiana de este maltrato a la víctima, sin embargo, no cabe identificarse
con la antítesis de la crueldad pagana sino con su sutil parodia satánica. Esta
parodia reside en el victimismo y consiste en el acto por medio del cual el
agente moral se presenta como víctima para así mejor justificar su persecución
contra sus adversarios. De este modo, el malvado se sube a la cruz para mejor
poder crucificar a sus víctimas. De hecho este victimismo es uno de los rasgos
del Anticristo (Zc 11, 17; Ap 13, 2-3. 14).
4. Actualmente asistimos a una perversión todavía más complicada y
barroca de este victimismo anticristiano. Se riza el rizo acusando de
victimario a la víctima con un discurso victimista. Esta hiper-victimización o
“Anticristo secular extremo”, llamémoslo así, consiste en acusar a las víctimas
reales de nuestra injusticia de ser victimistas para así mantener la agresión
que nosotros ejercemos contra su inocencia. Acusamos al otro de ser culpable de
ser victimista; esta acusación permite prolongar impunemente nuestra violencia
anticristiana sobre él. Ejemplo de esta nueva victimización es la persecución
que sufre el Estado de Israel. El núcleo de la verdad es que Europa necesita
repetirse a sí misma que Israel no sólo es culpable sino que, además, es
victimario. Así aplaca sus propias culpas por la inmisericorde destrucción del
pueblo judío que viene perpetrándose en occidente durante siglos. Esta es la
obsesión europea. No sólo acusa a Israel de violento sino denuncia que Israel
“va de víctima por la vida” cuando, en realidad, es “uno de los peores verdugos
de la historia”. Es decir, Europa está obsesionada por demostrar que el Estado
de Israel opera con los rasgos apocalípticos del Anticristo; más aún: que el
Estado de Israel, como en el medioevo los “judíos pérfidos y deicidas”, son el
mismo Anticristo. Como vemos, esta obsesión delata una judeofobia extrema que
supone una secularización del antisemitismo medieval.
5. Esta obsesión, sin embargo, manifiesta la estructura de ese
anticristianismo satánico de la hiper-victimización. Occidente acusa de
victimista al Estado de Israel para legitimar toda la violencia que pueda
arrojar contra este Estado y lesionar su soberanía. ¿Por qué está Europa
empeñada en hurgar solamente los pecados de Israel, un diminuto país que, a
diferencia de todas los demás naciones, más o menos pecadoras, era
indispensable para salvar millones de vidas de las garras europeas? ¿No cabe
preguntarse por qué los defectos de Israel son magnificados con lupas y las
vilezas de sus enemigos (y del mundo entero) son omitidas o aun aprobadas?
Concluye el autor con una exhortación: “rehabilitemos las víctimas
inocentes frente a los ´anticristos secularizados´. Dios bendiga a Israel.”
3 comentarios:
Extremadamente neocon. Qué tiene de católico eso?
Perplejo
Más o menos lo que hace el Camino con sus víctimas: acusarlas de victimistas ¿no? ¿Es un anticristo el Camino?
Es que no me entero bien. Sobre todo esa parte que dice:
un diminuto país que, a diferencia de todas los demás naciones, más o menos pecadoras, era indispensable para salvar millones de vidas de las garras europeas
¿Era un anticristo San Pio X cuando se oponía a la creación de ese diminuto país por motivos netamente espirituales que consideraba de beneficio para los judíos?
¿Lo eran los propios rabinos que siempre entendieron hasta hace bien poco que el volver a la Tierra Prometida era cosa a restituir por el Mesías y no por ellos mismos?
Al autor, por cierto, le falta una tipología del anticristo. No es solo una mentalidad o una persona, también está designado en plural: muchos anticristos.
Lo que le falta a la argumentación del artículo, me parece, es tomar en cuenta la realidad del sionismo. Y lo que le sobra es una especie de psicoanálisis dialéctico de opuestos para llevar la bola al lugar previamente asignado por el "articulador del relato".
Dice Miles Dei de los rabinos que se oponían a volver a la Tierra Prometida, lo cual tiene que ver con esta cuestión y con el sionismo.
Acá judíos ortodoxos le agradecen al malo malísimo (aunque no creo que sea un dulce de leche...) Ahmadinejad lo que hace e hizo por los judíos en Irán:
http://www.youtube.com/watch?v=LVg17hZF97Q
También dice el patriarca de barba larga, viejito con cara de bueno, que la masacre nazi de muchos de los líderes judíos que defendían lo que dice Miles Dei que los rabinos defendían hasta hace bien poco, ayudó a que ahora la posición sionista haya ganado tanto terreno.
Y, dicen, el azuzar a los judíos con la persecución, así como con lo que pasó o habría pasado, en los términos en que se cuente, en la Segunda Guerra Mundial y previas, los convence de apoyar el estado de Israel, y/o irse a vivir allí.
De todos modos, hay cierto tufillo antijudío en algunos sitios, que a mí no me convence..., la verdad.
Supongo que el haber sido c... a patadas desde el fondo de la Historia (tomemos el Antiguo Testamento, si acaso) y ser y creérselo el Pueblo Elegido por Dios, el verdadero Dios, nada menos, debe dar lugar a cierto carácter estereotípico.
Sí no me cierra tampoco, que sea tabú la conversión de los judíos.
No lo entiendo. Me parece crazy Macaya...
Saludos
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