viernes, 3 de mayo de 2013

Simplemente, Maurras



De tumbo en tumba es un libro de Ignacio B. Anzoátegui que recopila aforismos y párrafos breves dedicados a enjuiciar personajes históricos. Nos advierte el autor en el prólogo sobre el  estado de ánimo con el que escribe: "entre las 8 y las 10 de la noche, que es la hora en que por tercera vez mi mujer me manda a un chico para avisarme que ya está en la mesa el segundo plato". 

A Charles Maurras le dedicó dos breves reflexiones:
- Le condenó un Papa —víctima de un chantage masónico— sin juicio previo. Le levantó la excomunión otro Papa que creía en el Juicio Final. Charles Maurras todavía puede, como el Cid, ganar batallas después de muerto y salvar a Francia de la blenocracia en que se consume.
- Hay católicos, hay curas, hay obispos, hay cardenales —acaso algún Papa— que se avergüenzan piadosillamente de la Inquisición. Pero, ¿cuántos hay que se avergüenzan del "caso Maurras", la víctima ilustre de la Inquisición de la Cobardía?
El libro es una lectura amena, que permite apreciar la agudeza y el sentido del humor de Anzoátegui. 

12 comentarios:

Firmus et Rusticus dijo...

Como dijo en el banquillo: ¡es la revancha de Dreyfus!

Anónimo dijo...

Llama la atención que el Papa se tomará tantas molestias por excomulgar a Maurras y no lo hiciera, por ejemplo, con Hitler. Esto es algo que nunca se podrá entender.

Por cierto, la condena de la Acción Francesa favoreció que, a sus expensas, floreciesen en Francia toda suerte de movimientos filonazis, que nunca llegaron llegaron a ser condenados. La jugada no pudo ser más torpe.

Manuel Mandeb dijo...

Anónimo,
Los movimientos filonazis surgieron, pero el golpe fue certero: nació el democristianismo que aun perdura. Se mató la última "posibilidad con posibilidades" de una política sana, justamente en Francia, la vidriera -nos guste o no- del mundo. De ahí la tragedia y el tan grueso error de pío XI, y el mérito de el XII.
Pero ya era tarde.
Ahora ya está.
Lo único que queda, aunque tampoco sirva (per des-sirve menos), es buena gente que en democracia ve cómo campear el temporal.
La proyección de los errores políticos de Leon XIII y Pio XI son inconmensurables; definitivos, al menos para lo que llegaremos a ver en vida.

Avísenle a los neocones que cuando los papas se equivocan, lo hacen bien fuerte. El problema que también la política la piensan como neocones, por lo que lo anterior no lo entenderán.

Walter E. Kurtz dijo...

El caso de Maurras, aunque el gran Braulio pretenda abarcarlo en dos párrafos, es demasiado complejo. Castellani dice que alguien debería dedicarle un estudio serio y profundo para nuestro provecho principalmente. Calderón lo trata muy bien, pero quizá por falta de espacio, deja muchos asuntos en el tintero. Los franceses que lo han tratado creo que no logran superar el tomar partido pro o contra Maurras.

En cuanto a la condena de Pío XI, por supuesto que fue un mamarracho. Y por la forma en que fue implementada, para mí queda claro que fue una condena 'política'. De hecho, muchos sacerdotes y religiosos maurrasianos lo siguieron siendo sin ninguna preocupación de Roma, mientras que a los laicos maurrasianos sí se los persiguió en un primer momento.

Pero no es para extrañarnos, ya Pío XI se había equivocado al aprobar 'los acuerdos' de México y condenar a los cristeros que continuaron la lucha; mientras miles de católicos eran encarcelados, torturados y asesinados. Eventualmente, poco antes de morir, Pío XI reconoció haber sido engañado y se lamentaba.

Es el mismo Papa que llamó a Mussolini 'el hombre enviado por la Providencia', para luego años después condenar al fascismo... por meterse con la Acción Católica!

Pero el caso es que las equivocaciones políticas --con muy serias consecuencias-- de los Papas son un clásico. No sé si alguien escribió algo al respecto, pero estoy seguro que el amigo Miles tiene una hipótesis :-) Ya los Papas medievales al apoyar a los güelfos, abrieron el juego para que luego de la muerte de Federico II, Italia sufriera 350 años de guerras civiles terribles y crueles, donde se vio lo peor del ser humano, y que eventualmente condujo a la caída de Constantinopla y casi toda Europa oriental bajo el dominio turco, la enemistad de Francia y la España de los Austria, la Reforma protestante, el surgimiento de Inglaterra como potencia, etc.

Miles Dei dijo...

Gracias por nombrarme. No se olvide añadir a esa hipótesis el poner la sede en Aviñón y el cisma de occidente. Lo que se puede considerar una consecuencia de la más graves por la inestabilidad espiritual.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO: Las consecuencias negativas de la condenación de la Acción francesa son incalculables. Desde los nombramientos episcopales franceses mirando con lupa a los candidatos y excluyendo a cualquiera que no encajara en la conformidad con la república hasta la evolución que produjo en personajes como Maritain o Congar haciendo de ellos "padres espirituales" del Vaticano II. De hecho se vio como un triunfo de Le Sillon antes condenado por San Pio X. Creo que Pio XII no tardó ni un año en suprimirla pero el mal estaba ya hecho

Miles Dei dijo...

"La mirada de águila" de Pío X vio claro asimismo en el asunto de l'Action Française y de Charles Mau­rras. Cierto que la incredulidad religiosa de Mau­rras, que había perdido la fe en su juventud, ha alcanzado un grado de sacrílega impiedad y de blasfemia en obras como Anthinea y Le chemin de Pa­radis. Pero el programa de acción política contra el demoliberalismo de la Revolución, forjado por Maurras, ofrecía garantías para una firme restauración social-política en la línea católica. Su Action Française era, en el plano político, una defensa de la Iglesia contra la Revolución. A Camille Bellaigue, que pedía una bendición para Maurras, le respondió Pío X: "¡Nuestra bendición! ¡Pero todas nuestras bendiciones! Y decidle que es buen defensor de la Fe".


(Julio Meinvielle, a propósito de la canonización de San Pio X)

Anónimo dijo...

El año pasado se editaron por primera vez dos libros de I.B.Anzoátegui: Extremos del Mundo y La cárcel de papel.
Hay en el primero dellos un "Panfleto por Charles Maurras". Allí dice Anzoátegui entre otras cosas y al tratar la excomunión: "En ocasión de fundar su Iglesia prometió Cristo que las puertas del Infierno no prevaleceran contra ella. Pero nada anunció sobre los dolores de cabeza que le proporcionarían las puertas del clero. El clero debe en principio ser respetado por los fieles. Pero no debe el clero tirar demasiado de la rienda de la fidelidad, porque no les es permitido poner a la feligresía en la necesidad de morder el freno y llevarse las puertas por delante".

Ese libro tiene más de una joya. Contiene el Diccionario para la oscuridad, el que explica así la voz "cimbreante: condición del cuerpo de ciertas mujeres, que consiste en tener la cintura hecha un flan, pero muy bien armado. Según las más recientes investigaciones, el verdadero nombre de este flan es el de "budín del cielo". Lámase como se llame, imprime a la figura un movimiento especial y general al mismo, que uno no sabe si mirar, porque le da vergüenza de que lo sorprendan mirando, o si no mirar, porque le da vergüenza de pasar por un perfecto mariquita. Aconséjese para estos casos una solución intermedia, que es la de mirar con cara de sabio".

Es sabido que Manuel Mandeb, con los muchachos del Club Social y Deportivo del barrio de Flores, siguieron el consejo.

Y no me van a negar que cuando uno lee a Anzoategui no tiende a pesar que catolicos... eran lo de antes.

El Carlista.

Walter E. Kurtz dijo...

El traslado del Papado a Avignon se enmarca en el mismo problema. Más allá de las críticas que podamos hacer a Clemente V, mudarse al sur francés era sincerar la relación que existía entre el partido de los güelfos y París. Los problemas internos entre los anjevinos napolitanos y la proximidad aragonesa instalada en Sicilia (que reclamaba la herencia Staufer) no dejaba un panorama con alternativas distintas. Claro que ni Felipe el Hermoso ni Luis la Araña eran San Luis...

Dominus Plinius dijo...

La Acción Francesa es falsa derecha. Por eso la Iglesia la condenó.

Anónimo dijo...

La que es falsa derecha es la derecha neotradi de Plinio.

Anónimo dijo...

Viva Plinio y Viva la Accion Francesa! Quien diga lo contrario, no conoce ni a uno ni a la otra. Es simplemente un iletrado