Decía s. Josemaría Escrivá: «Me agrada mucho, al leer vidas
de santos, comprobar que todos, ¡todos!, tuvieron que pelear hasta el último
día contra sus defectos.» Razón por la cual no le gustaban esas biografías
que por exaltar tanto las virtudes del santo silencian cualquier
defecto.
Lo que tal vez no pudo prever Escrivá fue la evolución de su
institución en esta materia. En efecto, a raíz de la reciente beatificación de
Álvaro del Portillo encontramos el comentario de un lector de otra web que
destaca que en las
biografías más recientes del nuevo
beato se silencian algunos hechos políticamente incorrectos, por ejemplo: que en 1939 se publicó su
nombramiento de «Alférez Provisional del Arma de Ingenieros»; que en 1963
fue admitido como caballero de honor y devoción en la Soberana Orden de Malta;
y sus juicios laudatorios sobre Francisco Franco (publicados en un libro que no se encuentra en Internet). Esto puede verificarse
haciendo una búsqueda en el sitio oficial
dedicado a la beatificación.
Se repite algo que ya apuntaba Ricardo de la Cierva:
«Las biografías publicadas
sobre el beato Escrivá son de dos clases. Unas, como las del señor Carandell
(agudo crítico del franquismo que ahora no profiere una sola critica al
socialismo) y la de un divertido sobrino del beato, son agresivas, hipecríticas
y plagadas de injusticias y deformaciones que las invalidan. Otras, como todo
el bloque biográfico debido a miembros o simpatizantes del Opus Dei, contienen
a veces datos interesantes pero son apologéticas y ocultan todos los elementos
negativos. No existe una sola biografía crítica, es decir fiable, sobre este
personaje fundamental para la historia de la Iglesia en el siglo XX y esto me
parece un error por parte del Opus Dei.
Pero es que el propio don Álvaro en sus entrevistas no facilita tampoco demasiados datos sobre su propia
trayectoria. Comprendo que no revele sus inteligentes movimientos en la Curia
romana, a buena parte de la cual se metió en el bolsillo con habilidad política
de primera clase. Pero entre mis lecturas predilectas figura una aparentemente
muy árida, el Boletín Oficial del Estado, donde a veces la tenacidad recibe, en
medio de páginas tan aburridas, sorpresas muy remuneradoras. Así en el Boletín
Oficial del Estado publicado en Burgos el 1 de enero de 1939, Tercer Año
Triunfal, número 1 de ese año, cuando ya se presentía la victoria de Franco,
aparece en la pág. 8 una orden del ministerio de Defensa Nacional promoviendo
al empleo de alférez provisional del arma de Ingenieros "por haber
terminado con aprovechamiento el curso llevado a cabo en la Academia para
Oficiales provisionales del Arma de Ingenieros de Burgos" a varios
alumnos, entre los que figura don Álvaro del Portillo Díez de Solano, actual
Prelado del Opus Dei. Y el número 1 de la promoción, con quien he comentado
esta circunstancia, me aclara que "puedo dar fe de que era de los más
entusiastas y fervorosos seguidores del Caudillo" lo cual a mí me parece
muy natural, muy positivo y muy digno de que no se oculte en las reseñas
biográficas.»
También hay que decir –porque es de justicia- que en el sitio
oficial del Opus Dei sí hay datos sobre los dos
primeros hechos mencionados. No hemos encontrada nada, en cambio, sobre sus elogios a Franco. Con todo, no sería extraño que en un futuro estas
referencias desaparecieran «milagrosamente» de las webs oficiales y oficiosas
de la prelatura, fruto de la tendencia a dar primacía a la «imagen institucional»
sobre la verdad histórica.
11 comentarios:
Me parece muy importante que Infocaótica publique "toda la historia" sobre la vida de Álvaro del Portillo.
Pues claro que esconden según que, no es politicamente correcto decir que apoyó a Francisco Franco, cuando fué gracias a él que España no cayese en manos del comunismo. Hubieramos sido un país más bajo el yugo marxista al igual que Hungria, Polonia etc.
Hay que decir la verdad ante todo y no manipularla al uso del consumidor.
http://secretummeummihi.blogspot.com.ar/2014/10/las-palabras-del-destituido-obispo-de.html
¿y que mal hay con que apoyara a Franco? Liberó a España de las garras del comunismo ateo-marxista. Y, a pesar de sus defectos, era un régimen nacional-católico en donde no había aborto y en donde el Estado intentaba dar un tono católico a toda la sociedad.
¿nos hemos de avergonzar por simpatizar con Franco? Simpatizar con Franco debería ser, como mínimo, tan respetable como simpatizar con la actual partitocracia agnóstica que ha destruido a España.
¡ya está bien de fariseísmo! Pues claro que hay muchos católicos (al menos los que olemos a tradicional) que simpatizamos con Franco. ¿o es que vamos a simpatizar con Felipe VI que dio la espalda a Dios en su coronación?
Aún aceptando que pueda haber (que los hay) otros católicos que critican al franquismo, la postura de los que nos consideramos católicos y franquistas es, como mínimo, tan digna de respeto como cualquier otra.
Yo al menos lo veo así, pues existo gracias a que mi padre salvó el pellejo de milagro gracias a la victoria de Franco (mi padre fue condenado a muerte por los rojos por ser católico).
Jose M.
Creo que es todo cuestión de "política", de "prudencia" política, como se ve en el desmarque respecto a Livieres, donde de ninguna manera se señalan los desaciertos que se le recriminan.
Vamos a ver: claro que está bien que apoyara a Franco, de hecho, desertó de las filas republicanas cruzando el frente por la noche arriesgando la vida (consta en su biografía escrita por Javier ...- no estoy seguro del apellido, y la de Vázquez de Prada) precisamente para luchar en el bando nacional en contra de los rojos, además de unirse con San Josemaría y apoyar el Opus.
Vamos, algo muy laudable.
¿Qué significan las iniciasles "p. c."?
p.c. = políticamente correcto
Un caso muy similar a la actual edición de «camino»p.c y la primera edición p.i.
PEDRO HISPANO: Corrijanme si me equivoco pero en las primeras ediciones de Camino un punto decia: "Frente de Madrid. Un tenientillo de bigote Moreno -o algo asi-..." Aludia a Del Portillo y en las sucesivas ediciones deaparecio.
Pedro Hispano, no creo que Escribá se refiriese a Portillo como tenientillo en el frente de Madrid, si alcanzó el empleo de alférez provisional ya en 1939.
Respecto a su beatificación, mucho tenemos que tragar, aunque era predecible vista la rauda canonización de su idolatrado compinche.
Aparte de esas cosas ahora vergonzosas que en realidad no lo son, poco se han esmerado en el proceso en investigar maniobras poco edificantes de este sujeto, como la ocultación a la Iglesia de las normas y constituciones internas del opus que transgreden un sinfín de cánones, y la misma ocultación a sus propios "miembros" de su verdadera condición en la prelatura personal (con los cánones en la mano, miembros de la prelatura sólo son los clérigos, los laicos sólo colaboradores). En la web de opuslibros hay publicadas investigaciones mucho más rigurosas y sesudas sobre estos y otros aspectos de este prelado que las que hayan podido realizar los juristas vaticanos.
Por cierto, ¿seré un blasfemo por decir esas cosas, ahora que esa gente está en los altares?
Punto 145 de Camino:
Frente de Madrid. Una veintena de oficiales, en noble y alegre camaradería. Se oye una canción, y después otra y más.
Aquel tenientillo del bigote moreno sólo oyó la primera:
Corazones partidos
yo no los quiero;
y si le doy el mío,
lo doy entero.
"¡Qué resistencia a dar mi corazón entero!" —Y la oración brotó, en cauce manso y ancho.
Ahora en vez de "tenientillo" pone "muchacho". Qué delicados que son.
Publicar un comentario