martes, 31 de julio de 2012

Juegos Olímpicos: Huyendo de las teorías locas y las interpretaciones fastidiosas



Entre el frikismo de "Los JJOO, un homenaje a Satanás" y la amargura de "Citius, Altius, Fortius; mens sana in corpore sano", recomendamos el siguiente texto del P. Castellani:

La defensa del foot-ball
o la utilidad educativa del deporte


Días pasados tuve una discusión con mi tío Cipriano —por causa de un catálogo de football y box que me traje de Harrods— sobre los deportes.

—No, tío —le dije respetuosamente—. En eso no hacemos migas. El fútbol es una gran cosa.
—Sí, para formar caballos.
—No, tío. No me va a encontrar ningún caballo que juegue al fútbol. O por lo menos que juegue bien. No es broma, tío. El fútbol tiene más intríngulis de lo que algunos piensan.
—¿Intríngulis quiere decir el tobillo amoratado de una coz que trajiste a casa el otro día?
—Ese tobillo, tío, ya se lo he dicho, me lo hizo uno que no sabía jugar al fútbol. ¿Ustedes creen que jugar al fútbol es patear al rumbo? El que patea a otro, se le cobra free-kick y pierde el team por causa de él, y los compañeros le gritan: "¡Mira, idiota, lo que nos pasa por no fijarte!". Y los contrarios gritan: "¡Mula amaestrada del circo Sarrasani!".
—¡Mira que lindo modo de hablar aprenden en el fútbol! —dijo mi hermana mayor.
—¡Mirá vos, callate, Chela, porque nadie te ha dado vela en este entierro!
—Oy, Jesús, qué fino se va poniendo este chico —dijo Chela, muy remilgada.
—¿Así se trata a su hermana, caballerito?—dijo Mamá, severa.

Una de las grandes desgracias que puede sucederle a un muchacho en este mundo es tener hermana, y la mayor de todas es tener hermanas mayores. Yo tengo dos, que quisiera mejor tener dos diviesos. Con los hermanos uno se puede arreglar lo más bien, sobre todo si son más chicos, como los míos. Pero las mujeres son enredonas y nadie las entiende. Criticonas que no hacen más que reírse de uno y no saben jugar a nada. Pellizcan espantosamente, y si uno les da el bife más insignificante, enseguida lloran y Mamá les da la razón y me dice que no soy caballero y otras cosas bien duras. Finalmente, cuando tienen un año más que uno, se piensan que pueden mandarlo y gobernarlo como si uno fuera sirviente suyo.

—Lo que a mí me displace en esos depogtes ingleses —salió Mlle. Boguet, que es la institutriz de Chela—, es que echan a pegdeg las buenas manegas. Aprenden allí unas manegas de brutos... La esgrima, que es el depogte de Francia, es un depogte fino...
—El hombre para ser hombre, tiene que ser un poco bruto —dije yo.
—Eso se lo enseñan esos amigotes guarangos que este mocito va sacando ahora —dijo Chela.
—El hombre más hombre debe tener maneras —dijo serio mi padre—. Lo cortés no quita lo valiente.
—Pero las maneras del hombre no son las de las mujeres —dije yo—. Lo que quiere Chela es que yo haga un papel comm'il faut cuando vienen las Lassaga a tomar el té con ella, que vaya a sentarme en la sala a hablar de sonseras. ¡No las puedo ni ver! ¡Primero me voy al Colegio toda la tarde a estudiar Cosmografía, que es lo último que se puede decir! Y últimamente, en el fútbol no se aprenden guaranguerías. En el fútbol no hay que irritarse, y eso es ser sufrido; no hay que hacer trampas, y eso es ser leal; hay que someterse al referee, y eso es ser disciplinado; hay que jugar combinado, y eso es ser generoso. Y si no, free-kick que te crió. ¿No son éstas maneras de hombre? El fútbol ha sido inventado por un pueblo de gentlemen.
—¿De qué?
—De gentiles-hombres. Para jugar al fútbol hay que ser todo un hombre.
—¿Tú me tienes a mí por un hombre?
—Sí, querido tío.
—Pues en mi tiempo no se jugaba al fútbol ni por pienso.

Es de saber que en el tiempo de mi tío las cosas eran mejor que ahora. Pero mi parecer es que ya no estamos en el tiempo de mi tío, sino en el nuestro, y por lo tanto no hay más remedio que contentarnos con lo que tenemos. Así se lo dije, añadiendo que en mi opinión los porteños, en general, no perderíamos nada haciéndonos más varoniles, ya que no lo somos tanto ahora (según mi tío), como en el tiempo "en que los muchachos no usaban gomina". Era un argumento terrible, porque éste precisamente es uno de los tópicos favoritos de mi tío.

—La virilidad del varón —retrucó éste— no se mide por aquí, sino por aquí (dándose un gran bife en la frente). El hombre vale por esto (otro bife) y no por los pies, en lo cual cualquier rocín gana.
—¡Ah, entonces usted piensa que yo, porque juego al fútbol, no me distingo por también esto! —dije yo con otro bife en la frente.
—Hijo, por de pronto, todo el tiempo que gastas en el fútbol, no estudias.
—Y todo el tiempo que duermo, tampoco. Pero si juego un buen match el jueves, estudio mejor toda la semana.
—Ya sabes, Manuel, que el médico le ha recomendado el ejercicio —dijo Mamá.

(Se me ensanchó el corazón. Mamá empezaba a ponerse de parte mía. ¡Oh, buena, dulce, discreta Mamá, que sabe lo que es tener una discusión uno sólo contra toda una sobremesa!).

—Moderadamente y como gimnasia recetada por el médico, como medio higiénico-terapéutico, pase. Pero esa fiebre futbolística que ha invadido a toda la juventud contemporánea... —empezó mi tío.
—Perdón, tío; pero es que a toda la juventud contemporánea se lo ha recetado el médico —dije.
—Efectivamente. Los deportes yo los tengo por necesarios a las grandes ciudades modernas —dijo mi padre.

(Mi padre también. ¡Magnífico!)

—Cuando se juega tanto, tío, por alguna razón será —dije yo—. El entusiasmo del mundo moderno por los deportes no puede ser inmotivado.
—Es artificial —dijo mi tío—, provocado por los diarios y los profesionales. Si se jugara tanto, como dice; pero se juega poco. Se mira y se habla mucho. Se habla sobre todo. ¡Qué disgusto me da oír hablar a los niños de ahora! ¡No tienen en la boca más que el gol y el chut y el arco, la patada, Firpo, Tesorieri! Nos vamos embruteciendo.
—¿Y qué le gustaría más a usted, oír a dos muchachos de cuarto año como yo, decirse: "¿Viste, che, el chut esquinado que tiró Giardino ayer, como un teorema?", o bien decirse: "¿Viste la cinta de ayer, che, cuando la princesa sale del castillo a escondidas de sus padres para fugarse con el trovador?". Vamos a ver, ¿cuál le gustaría más?
—Ninguno. Lo que me gustaría más sería que hablasen de cosas serias e instructivas.
—Los muchachos no podemos hablar de cosas serias. No las sabemos. Las estamos aprendiendo. Nuestros padres y maestros hablan por nosotros de cosas serias y después nos las dan hechas en pequeñas dosis. El muchacho que reza, obedece, juega y estudia, ya ha cumplido. ¡No me venga a contar usted a mí que en su tiempo hablaban los muchachos de sociología!
—Lo que yo censuro no es el juego en sí, es el entusiasmo exagerado de las turbas. Revela poquísimo ideal, poquísima elevación de miras, un materialismo craso, el culto animal de la fuerza...
—El pueblo tiene que admirar alguna cosa, tío. Ay del pueblo sin entusiasmo. "We live of admiration, hope and love", dijo un poeta. (Para que vea si sé solamente jugar fútbol). "Il faut que les pauvres gens avaient aussi son idéal", dijo otro. ¡Que vayan las masas a ver partidos atléticos para respirar aire puro y olvidar que son desdichadas, tío!
—¿Y no pueden entusiasmarse por cosas un poco más elevadas que la fuerza bruta?
—No. No están a su alcance. ¡Ah! ¿Entonces usted cree que lo que admiran las multitudes clamorosas en torno de los estadios, desde Pericles acá, es la fuerza bruta?
—Pues, ¿qué admiran entonces? 
—La inteligencia y la belleza. 
—Anda.
—Un partido de football es una cosa bella. Un partido de football no lo ganan los pies, sino la inteligencia.
—Sí, eso es, por medio de logaritmos.
—Diga que usted nunca ha visto un partido de football bien jugado.
—Lo he visto y me parece un espectáculo estúpido.
—Pues es un hermoso espectáculo. Aire abierto, la cancha verde y el cielo azul maravilloso: ése es el limpio teatro, con el sol por candilejas y el viento por ventilador. Las camisetas rojas y azules que se esparcen por él como grandes flores, que se desparraman ordenadamente a tomar sus puestos como una bandada de... patos marruecos. (No se rían. ¿Ustedes no los han visto en la estancia, rojos y enfilados?). Hay un minuto de silencio profundo como el que precede a las batallas. En todos los rostros tenaces se lee la voluntad del esfuerzo. (¿Ustedes piensan que es poco educativo ese ejercicio de energía, esa voluntad de vencer, esa práctica del esfuerzo colectivo? ¿Usted cree que se necesita poca energía para continuar animosamente un partido que va 3 a 0? La energía es una virtud natural que se acrece por repetición de actos; y el saber querer con vigor, aunque sea ganar un partido, es muy buena cosa, tío). Pero he aquí que un silbido hiende el aire y la pelota da un brinco y tres jugadores se lanzan sobre ella como tres leones...
—Y empieza una behetría de carreras, patadas, caídas y gritos, que dura hora y media de la más monótona y sonsa manera que del cerebro de un inglés esplenético pudo brotar. Excepto el caso en que la aridez se rompa con algún incidente divertido, como piernas rotas, insultos, botellas tiradas por el público o trenzada de dos jugadores a puñete limpio. Si, lo he visto. 
— No hay tal aridez, tío. No hay tal confusión. De las botellas tiene la culpa la policía. Por encima de aquel conjunto de movimientos variadísimos, de las carreras precisas, de los saltos atrevidos, de los ataques y de las defensas, de los limpios esguinces (gambetas en italiano), de los golpes poderosos al balón derecho al blanco como una bomba dorada que en inglés se llaman chutes, hay una voluntad ordenadora, hay un jefe, tío, y hay una idea. Mejor dicho dos jefes en lucha entre sí, mayor belleza. Por eso un buen partido de fútbol tiene tanta unidad como un drama, con sus peripecias y su desenlace, y por eso oprime los pechos y arranca gritos. Así como en cada jugador hay una voluntad tensa hacia un fin, que preside el juego de los músculos elásticos (¡oh, el cuerpo humano es hermoso, es una maravillosa criatura de Dios, tío, más hermosa que una puesta de sol!), así también hay en el team una voluntad superior que unifica a los once, que les ha repartido su puesto eficaz, que trabaja por medio de ellos y hace por ellos lo que por sí no podría hacer. Eso es gobernar, tío; ese es el placer, el arte, y el dolor de gobernar. ¡Las cosas que yo aprendí siendo capitán del team "Coscorrones"! El capitán tiene que ser el más disciplinado, el más animoso y el más sufrido de todos, porque su voluntad debe ser el sostén de las otras, que son como su prolongación. Manda a todos pero también tiene que someterse a todos, siervo de los siervos de Dios, como el Papa. "Ninguno manda bien sino el que sirve a todos", dijo otro poeta inglés.

Some beneath the further stars
Bear the greater burden:
Set to serve the lands they rule,
(Save he serve no man may rule ),
Serve and love the lands they rule;
Seeking praise nor guerdon.
(KIPLING)

Mi tío ya iba de capa caída y me miraba sonriendo de mi elocuencia. Es que también yo me estaba sobrepujando a mí mismo.

—El fútbol no consiste en la fuerza bruta, dije. Mire los que juegan mejor en el Colegio: Miglioli Juan, Pérez, Ferrer Pedro, Méndez Carlos, Noriega, yo mismo... ¿Soy un buey, yo? ¿No soy un tipo elegante, Chela?
—Ja, ja —dijo mi tío—. Buenos estamos. ¿Qué le vamos a responder a este abogadillo impetuoso?
—Nada, tío. Es inútil. Hay que embromarse. Lo tengo bien estudiado, he leído libros y oído a personas que entienden; y sobre todo lo he vivido y lo he visto...
—Jugando despacio y con buenas maneras —dijo mi hermana—, dice la Madre Hortensia que el fútbol no es malo. Pero esos modos guarangos, mula y patadura, que querés que te diga, a mí no me gustan.
—No seas pata, Chela —le dije—, esos modos representan una sanción social que vos no entendés. ¿No ves que esos apelativos son un medio de educación un poco rudo que usan entre sí los muchachos? "Los muchachos se educan unos a otros mucho más de lo que nosotros podríamos y osaríamos", dijo un gran educador inglés. ¿No ves vos que un muchacho inurbano o abusador, se va ganando poco a poco la fama de mula; y después viene una elección de team y ninguno lo quiere elegir? "Es un mula (dicen los dos capitanes), no sirve". Y el pobre se lleva un calor negro, y aprende... que pocas faltas quedan sin castigo en este mundo, aunque el castigo no sea siempre inmediato; que existe una sanción social para las faltas contra la sociedad, que consiste en la opinión de los otros; y que la fama es un bien precioso que todo hombre debe velar por conservar íntegro. Chela mía, ¿qué sabes vos de confituras si nunca has sido confitera?

Y volviendo sobre mi tío, como Napoleón sobre Brunswick en la batalla de Jena, le di la última carga.

—Tío, los que dicen que los espectáculos atléticos embrutecen son unos atrofiados. Las multitudes han tenido siempre espectáculos. ¡Ojalá que el football y aún el box -sí, el box- derrotaran para siempre al cine nervioso y afrentoso y se hicieran nuestros espectáculos nacionales! Los asirios, tío, admiraron a Asurbanipal el cazador de leones; los griegos a Milón el atleta en la palestra; los romanos a Galo el reciario en la arena; los bizantinos a Critias el cochero en el circo; la Edad Media a Ricardo Lionhearted en el torneo... ¿por qué no hemos de admirar nosotros a Tesorieri el arquero en el field y a Firpo en el ring, cuando admiran ustedes los españoles a Belmonte el espada en el redondel?
—¡Pasando por alto lo del Belmonte, a quien yo no admiro ni tampoco ningún español que se respete —gritó mi tío indignado—, conste que no es lo mismo admirar a Tesorieri que admirar a Firpo! ¡Oh, el box, no, el box, eso sí que no!
—¿A que lo convenzo, tío, que el box sí?... Porque así como el Football es la Disciplina, el Box, tío, es la Iniciativa...
—¿A que no me convences?
—¿Qué me da usted si le escribo una "Defensa del Box" con razones razonables y convincentes?
—¿Qué quieres tú que te dé, si las razones me convencen!
—¿Me compra ese par de guantes de box de trece pesos que está ahí en el catálogo de Harrods?...

[FUENTE: http://castellaniana.blogspot.com.ar/2012/02/la-defensa-del-football.html]



Digresión final: 
Los Papas preconciliares y el deporte


Como muestra, un par de botones:

"Ammiro e benedico di cuore tutti i vostri giochi e passatempi, la ginnastica, il ciclismo, l’alpinismo, la nautica, il podismo, le passeggiate, i concorsi e le accademie alle quali vi dedicate: perché gli esercizi materiali del corpo influiscono mirabilmente sugli esercizi dello spirito; perché questi trattenimenti richiedono pur lavoro, vi toglieranno dall’ozio che è padre dei vizi, e perché finalmente le stesse gare amichevoli saranno in voi una immagine dell’emulazione dell’esercizio della virtù." (San Pío X, Discurso a los jóvenes deportistas del 8 de octubre de 1905.) 
"Lontano dal vero è tanto chi rimprovera alla Chiesa di non curarsi dei corpi e della cultura fisica, quanto chi vorrebbe restringere la sua competenza e la sua azione alle cose «puramente religiose», «esclusivamente spirituali». cosa è lo «sport» se non una delle forme della educazione del corpo? Ora qual è, in primo luogo, l'ufficio e lo scopo dello «sport», sanamente e cristianamente inteso, se non appunto di coltivare la dignità e l'armonia del corpo umano, di sviluppare la salute, il vigore, l'agilità e la grazia? Diletti figli, è delineato e tracciato lo scopo dello «sport». Andate risolutamente alla sua attuazione, con la coscienza che nel campo della cultura fisica la concezione cristiana non ha nulla da ricevere d'altrui, ma piuttosto da dare. Lo «sport» è un efficace antidoto contro la mollezza e la vita comoda, sveglia il senso dell'ordine ed educa all'esame, alla padronanza di sé, al disprezzo del pericolo senza millanteria né pusillanimità. Come questa idea è dunque lontana dal grossolano materialismo, per il quale il corpo è tutto l'uomo! Ma come è anche aliena da quella follia di orgoglio, che non si trattiene dal rovinare con uno strapazzo insano le forze e la salute dello sportivo, per conquistare la palma in una gara di pugilato o di velocità, e lo espone talvolta temerariamente anche alla morte! Lo «sport» degno di questo nome, rende l'uomo coraggioso di fronte al pericolo del presente, ma non autorizza a sfidare senza una ragione proporzionata un grave rischio: il che sarebbe moralmente illecito. Al qual proposito Con un rovesciamento lamentevole dell'ordine naturale alcuni giovani dedicano appassionatamente tutto il loro interesse e tutta la loro attività alle riunioni e alle manifestazioni sportive, agli esercizi di allenamento e alle gare, mettono tutto il loro ideale nella conquista di un «campionato», ma non prestano che un'attenzione distratta e annoiata alle importune necessità dello studio o della professione. Dal paese natale dello «sport» ebbe origine il proverbiale «fair play», quella emulazione cavalleresca e cortese che eleva gli spiriti al di sopra delle meschinità delle frodi, dei raggiri di una vanità ombrosa e vendicativa, e li preserva dagli eccessi di un chiuso ed intransigente nazionalismo. Anche per lo sportivo cristiano, anche per voi, diletti figli, lo «sport» non ha da essere l'ideale supremo, lo scopo ultimo." (Pío XII, Discurso a la Asociación Deportiva Romana del 20 de mayo de 1945)

Concurso Internacional de Gimnasia (Ciudad del Vaticano, 1908).

Libro que detalla la activa participación del Papa San Pío X
en la organización de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna.
Recientemente, Radio Vaticana ha entrevistado a una de los autores.



29 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabemos con todos de una vez.
Hemos de reaccionar con energía y determinación contra todos los que ensalzan el deporte y el culto al cuerpo -disfraces de la masonería y el ateísmo-, contra los masones y demás enemigos de nuestro credo, y rechazar cualquier evento público donde no se reconozca lo sobrenatural y no se instalen capillas. Deberían tener más colaboradores con las ideas tan claras, y la inteligencia tan fina para descubrir los enemigos ocultos de nuestra fe. Además hay pruebas de que Filípides también era masón.

Anónimo dijo...

Pues hablando de frikismos, no se pierdan la otra lectura que hace ese portal en clave racista: los JJ.OO. serían malos porque en ellos participan muchos negros:

http://tradiciondigital.es/2012/07/28/ceremonia-inaugural-de-los-jj-oo-de-londres-una-catequesis-multiculti-que-costo-a-los-britanicos-33-millones-de-euros/

Barquero dijo...

Tradicionadigital.es no son tradicionalistas. Quien lo lleva es un tal Antonio, un simpatizante de AES que está obsesionado con expulsar a los inmigrantes tercermundistas y que frecuenta páginas nazis y ultras, junto con varios participantes de "Alerta Digital" (de ahí el nombre del periódico), entre ellos AMDG, el dueño del blog "Yijad en Eurabia", que ahora se dedica a vender las bondades de la plata. El citado Antonio solía dejar comentarios en blogs verdaderamente tradicionalistas, pero en casi todos (p. ej. ExOrbe o Infocaótica) cosechó un amplio rechazo debido a sus delirantes ideas, así que se ha creado su propio "proyecto" para darles salida.

Aquí Antonio cuenta su proyecto en el blog:
http://quereinecristo.blogspot.com.es/2012/03/necesito-ayuda-periodico-tradicional.html

El tipo no tiene el menor empacho en citar a kukluxklanero David Duke para apoyar sus tesis:
http://quereinecristo.blogspot.com.es/2012/06/conociendo-los-hermanos-mayores-una-de.html

Aquí AMDG informa del mismo proyecto, al tiempo que enlaza dos páginas nazis:
http://layijadeneurabia.com/2012/06/25/aviso-a-los-antiguos-lectores-dos-sitios-recomendados/

Acusan al Papa de judío por escuchar a Daniel Barenboim, y su delirio llega al punto de que nos son capaces de captar las ironías que le echan en cara el absurdo (ver primer comentario de Maximus):
http://tradiciondigital.es/2012/07/11/el-papa-ofrece-en-castel-gandolfo-un-concierto-del-musico-judio-daniel-barenboim/

Pero nada sorprende cuando Tradición Digital llegó hablar de forma elogiosa de Amanecer Dorado, el grupúsculo nazi-satánico griego:
http://tradiciondigital.es/2012/06/14/amanecer-dorado-propone-limitar-la-sanidad-y-la-educacion-para-los-griegos/
http://tradiciondigital.es/2012/06/16/la-derecha-griega-copia-propuestas-de-amanecer-dorado/
http://tradiciondigital.es/2012/06/18/amanecer-dorado-consolida-en-grecia-el-discurso-nacional-revolucionario/

Y cuando algún participante llama la atención sobre la incongruencia de hablar bien de Amanecer Dorado en un periódico que se pretende tradicionalista, las dos cabezas pensantes de TD se encastillan en el error y utilizan todo su arsenal dialéctico para defender lo indefendible:
http://tradiciondigital.es/2012/06/20/el-dedo-acusador-y-el-viejo-mantra/

En resumen, más que tradicionalistas, parecen nazifachas y frikis que utilizan el tradicionalismo para darle a sus ideas racistas una apariencia respetable, sin que sea descartable la patología mental. Los tradicionalsitas, y aquellos columnistas bienintencionados que pueda haber en la página, harían bien en desligarse del proyecto antes de que el monstruo engorde demasiado.

Miles Dei dijo...

Supongo que San Pio X no hubiera aprobado un espectáculo público donde se prohibe toda manifestación religiosa legítima y aún se prohibe la entrada a quien lleve los Evangelios o la Biblia. Tampoco creo que aprobara que las Olimpiadas nacidas para honrar a la divinidad fueran usadas para dejar a Dios y la religión de lado como si eso fuera un obstáculo para las relaciones humanas.

Está claro que el deporte es importante en la formación humana y su promoción es parte del sano humanismo, pero los Juegos Olímpicos tal como están no son la solución, ni mucho menos el deporte espectáculo que está tanto o más corrompido que el de la antigua Roma. Bueno, allí al menos conservaba un cierto sentido religioso original aunque de corte pagano.

El deporte ha pasado de ser un elemento de la formación del hombre a un elemento de deformación. Habría que ver que instituciones (deportivas o no) han colaborado a ello.

Pedro neocon dijo...

Pues yo estoy de acuerdo con Guillamón

http://religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=24060

Anónimo dijo...

Jajaja... Hablando de frikis...

Necesitamos que Miles Dei le venga a enmendar la plana a San Pío X.

La soberbia de algunos llega a niveles insospechados.

¡Qué necesidad de mezclar! Si razonáramos como Ud., no podríamos ni viajar en avión, ni vestirnos, ni comer...

Miles Dei dijo...

En esta exposición y algunos comentarios hacen una gran falacia y quizás mezclan más de una, tan habituados que son a pensar con lógica.

La negación de una institución por su aversión a Dios no significa la aversión de la promoción del deporte. Eso lo primero y es la gran falacia. Las razones por las que cada uno niegue la promoción actual del deporte están a discusión.

¿Por qué no puedo viajar en avión o vestirme o comer si me es necesario para vivir? Lo que hacemos es procurar hacer uso según Dios y favoreciendo la causa de Dios. ¿Usted compraría medicamentos al que vende anticonceptivos pudiendo comprarle al que no los vende?. Lo mismo con el deporte. Puedo hacer deporte y promocionar el deporte sin necesidad de actuar como si Dios no existiera o de entregarme a un espectáculo donde se venera a deidades paganas y se prohibe la virtud de la religión porque no se tiene otra mira moral mejor.

Los pontífices promueven el deporte en cuanto se ordena a Dios, pero es al poder secular al que le corresponde organizarlo y también prohibirlo si atenta contra las leyes de Dios o el bien común tal como hizo Teodosio con las olimpiadas. Así que tratar de usar de la parte legítima (la promoción del deporte por San Pio X) para marcar una dirección secular a los laicos a favor de una institución que cada vez va más lejos de las leyes de Dios y más cerca de las del anticristo, pues como que no. Es como decir que como San Pio X fumaba es moral lo que hacen las tabaqueras al meter adictivos en el tabaco.

Un saludo y mejoren el discurso porque al final no se situan en ningún lado ni a favor de Dios ni del deporte sano ni de la levadura que ha de fermentar el espectáculo público deportivo. Además puestos a poner falacias seguro que hago más deporte y más variado y estoy en mejor forma física que todos los que han escrito aquí.

Redacción dijo...

Miles Dei:

¿Cuál sería nuestra "falacia" (sic), según Ud.? Lo único que hacemos es copiar algo de Castellani sobre el deporte, justamente sobre el deporte "más controvertido", por lo que tiene de "espectáculo", "endiosamiento", dineros que mueve, etc.

San Pío X no promocionó "simplemente" el deporte, sino que promocionó las Olimpíadas expresamente. Si algunos "frikis" y anormales quieren encontrar vínculos masónicos, satánicos, paganos, etc., es problema de ellos y su psiquiatra.

Obviamente que no estamos condonando estas prohibiciones a desplegar símbolos religiosos, etc., prohibiciones que (como Ud. sabrá) también existen en el fútbol.

Ahora bien, si por eso Ud. va a dejar de ver fútbol o jugarlo, o prohibir que otros lo hagan, o decir que quien ve fútbol coopera con estas disposiciones antirreligiosas, está cogiendo el nabo por las hojas.

Más allá de lo irrespetuoso del comentario anterior (y que reprobamos y recordamos a los comentaristas el debido respeto), no es falaz lo que allí se dice. Con esta misma argumentación suya, estaremos cooperando con el mal cada vez que comemos algo que sale de semillas de Monsanto, cuando usamos un ordenador con Windows, cuando consumimos un remedio de Pfizer, ver un filme de Disney, etc.

En las Olimpíadas, como en cualquier otro campeonato deportivo, se vislumbran toda una serie de virtudes que este mundo ha olvidado. Independientemente de otras consideraciones que puedan hacerse, no es una mala noticia que una vez cada cuatro años, el mundo admire el esfuerzo, el sacrificio, el "fair play", etc.

Es de cierta clase de neocons y de tradilocos ver todo negro y no poder percibir grises... o colores.

"Distinguir es de inteligente", dice la Filosofía perenne. Pongamos en práctica lo mismo que predicamos.

Phillip Claymore dijo...

Anónimo de las 21:13

El frikismo de algunos artículos no se combate con aceptación del evento así sin más.

No creí que fuese a decir esto aquí, pero si bien muchos de nosotros pasamos por más normales que la gente de Radio Cristiandad, Tradition in Action, CathInfo, entre otros, aún así no es que seamos muy "normales" comparados con el Catolicismo mainstream y la sociedad actual.


¡Bendiciones!

Miles Dei dijo...

Precisamente esta es la falacia que se vuelve a repetir:

"Ahora bien, si por eso Ud. va a dejar de ver fútbol o jugarlo, o prohibir que otros lo hagan, o decir que quien ve fútbol coopera con estas disposiciones antirreligiosas, está cogiendo el nabo por las hojas."

Suponer que lo que se critica cuando se dice que ciertas instituciones deportivas no son convenientes para la civilización cristiana es que se dice que hay que prohibir el jugar al futbol o hacer deporte o disfrutar viéndolo. Entonces conducen su argumentación contra esa construcción que hacen ignorando lo que realmente se dice y cuya prueba discurre por otro lado.

Ahí precisamente radica lo que llaman "gris". Son ustedes los que no quieren ver la gama o entrar a discutirla.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO a BARQUERO: Lanza Vd. un ataque de grandes proporciones -y en sospechosa continuidad con el comentario que le precede- a "un tal Antonio" una de cuyas características por las cuales no sería recomendable es la de ser "simpatizante de AES". ¿No sería censurable si lo fuera del PP o del PSOE? ¿Es que no es más un mérito que otra cosa el querer romper esa nefasta dualidad que atenaza a España?
Y a continuación se emplea Vd., a fondo y con todo lujo de epítetos, en descalificar el tratamiento que, según Vd., hace "el citado Antonio" del tema de la inmigración. Pero como en lo referente a la inmigración, musulmana especialmente, hay un problema gravísimo, presente y más aún futuro, sería conveniente que no sólo critique sino que además indique en qué medio puede encontrarse un tratamiento de la cuestión serio, riguroso dentro del estilo periodístico y que no esté sometido a los dictados de lo políticamente correcto. Porque si no presenta alternativa alguna tendríamos derecho a pensar que la suya es pura crítica destructiva, algo así como el perro del hortelano que ni hace ni deja hacer.

Anónimo dijo...

En varias oportunidades que viendo, zaping mediante, estadios llenos de gente gritando desaforadamente, me ha venido a la mente ese salmo que dice: "son un rebaño para el abismo, la muerte es su pastor"(según la traducción de la liturgia de las horas). Cada uno saque sus conclusiones.

Redacción dijo...

Phillip Claymore: Nadie hace "aceptación del evento así sin más". ¿Dónde hemos dicho eso? Parece que cada uno interpreta lo que quiere.

Miles Dei: Ud. saca de contexto, nuevamente. Lo que se está diciendo es que su argumentación bien podría ser usada, cambiando los términos pertinentes, para condenar todo, puesto que no hay ninguna "institución" secular, hoy en día, que sea completamente inocente. Eso es no ver grises. Pero dejemos el tema aquí, su posición ya quedó clara. No hace falta repetirse.

Estimadísimo Pedro Hispano: Le rogamos que no entre al trapo con temas que no hacen a esta entrada. Igualmente, luego de leer los links que se dan más arriba, no podemos evitar tener serios reparos.

Barquero: Como Ud. parecería ser nuevo, hemos dejado su mensaje, a pesar de estar desubicado aquí y no tener absolutamente nada que ver con esta entrada, donde no se está criticando al portal TradicionDigital.es sino a un artículo allí aparecido. Pero esto no se repetirá.

Anónimo de 12:08: Lo mismo nos parece al ver el "rebaño" de algunas misas. Pero no por eso vamos a condenar a todos los que asisten a ellas.

Anónimo dijo...

Parece que ustedes también interpretan lo que quieren en que lugar dije que los condenaba, solo dije que me venía parte de un salmo a la mente cuando los veía y agregué que cada uno saque sus conclusiones(en este post hablamos de futbol no de misas no patée la pelota al costado).No me salga conque condené a alguien con mi comentario, da la impresión que les gusta el fútbol y saliendo en su defensa pierden objetividad.

Martin Ellingham dijo...

Creo que no voy a tener tiempo de ponerme a leer los enlaces de Barquero, que fundan la crítica a tradiciondigital. Pero si el redactor de esa página me leyera, le diría que trate de no pasar de antisionista, y crítico del judaísmo, a neonazi o instrumento de la prensa islamista. Me parece que cuanto menos han pecado de ingenuos al remitirse a un personaje como David Duke.

Saludos.

Walter E. Kurtz dijo...

Recomendaría que lean "El ocio y la vida intelectual" de Josef Pieper.

Me parece que algunos creen que ser católico es poner cara de serio y ser amargo, "solemne" y beatón.

Es el complemento de las caritas siempre sonrientes ("sonríe, Dios te ama") de los movimientos neo-primaverales.

Respecto a la conspiranoia de algunos, me recuerdan a los que condenan a los Scouts como masones.

Castellaniana dijo...

A propósito, una curiosidad. Si no me equivoco, hay un par de sobrinos nietos del P. Castellani en estos Juegos Olímpicos.

Gracias por la referencia.

Saludos.-

Miles Dei dijo...

Coronel, el tema no va tanto de caritas como de la actitud ante el mundo. Uno puede reirse del mundo y darle de lado sin necesidad de abandonarlo, como puede llorar por él sin perder la alegría.

Y ahora sin paranoias ni conspiranoias, si los planes de tantos movimientos de la Iglesia han sido evangelizar y convertir a ciertos grupos y sectores sociales mediante actividades y fundaciones seculares, ¿cree usted en serio que el enemigo de la Iglesia no ha hecho lo mismo para descristianizar la sociedad?.

Hay cierta contradicción en afirmar por un lado la actitud sectaria de los nuevos movimientos (que está aprobada a nivel institucional) y luego negar que esa actitud no se de en estamentos acatólicos o anticatólicos y que es un paranoico el que las denuncia.

Walter E. Kurtz dijo...

Miles: Bueno, las "caritas" reflejan una actitud. No me acuerdo quién decía que de lo único que uno es culpable es de su cara.

Justamente, como Ud. dice, lo importante es la actitud. Pero pareciera, por los comentarios, que para algunos la actitud es de amargura. Como si eso fuera lo que se espera del cristiano. Nada más alejado.

Por supuesto que eso no quiere decir olvidar el carácter trágico de la vida humana "sub sole". Una cosa no quita la otra.

Por supuesto que creo que el enemigo de la Iglesia puede servirse de ese mecanismo y de cualquier otro, y de la misma Iglesia en cuanto institución. No es ése el punto. El punto es demonizar sin ningún tipo de matiz.

Me recuerda (no digo que Ud., pero sí todo el cariz que está tomando el tema) a un comentario que le leí a LF en su twitter sobre Messi porque éste había dejado embarazada a su novia sin estar casado. ¡¿Qué tiene que ver eso con como juega al fútbol?! Todos somos pecadores y la Iglesia se ha servido en el pasado de pecadores para hacer su obra santa. (Obvio que los personajes públicos tienen otro grado de responsabilidad, pero eso no me impide que pueda disfrutar de una gambeta de Messi o de un buen gol suyo.) Digo Messi por decir alguien, nada más.

Respecto a su último párrafo, no creo que nadie en su sano juicio pueda negar la deriva sectaria de instituciones externas a la Iglesia. Los conspiranoico que señalo es, como digo más arriba, el demonizar todo, sin matices.

Los Juegos Olímpicos tienen un montón de cosas malas (no creo que nadie lo niegue aquí) y, es más, esto empeora cada 4 años; pero eso no quiere decir que un jugador de basquet o tenis, un nadador o esgrimista, un atleta o un judoka, "cooperan al mal", como dijo alguien. Es una barbaridad. Con esa mismo tipo de lógica, no podríamos trabajar en bancos, telefónicas, empresas de energía, semilleras, empresas de computación, etc., etc., etc.... ni en el Estado.

A ver, no digo que Ud. piense esto, no pretendo querer intepretar sus intenciones, pero reconozca que alguien menos avispado puede concluir semejante cosa.

Phillip Claymore dijo...

Redacción:

Mi comentario iba por el anónimo de las 21:13, no por el artículo.

Anónimo dijo...

Nadie dice que no vean football, pero no se puede negar que es bien amargo como se pierden las almas en tanta idolatría, no será el caso de ustedes pero si de muchos otros. No es mi sangre la que se desperdicia sino la de Jesucristo si ya no alcanzan a ver eso es que se les ha nublado la inteligencia. Al menos en este tema.

Anónimo dijo...

Walter E. Kurtz, en un banco no se puede trabajar. Tampoco en un cabaret.
Sí en una semillera, por no ser mala simpliciter.

Simple.

Martin Ellingham dijo...

Estas discusiones pueden derivar en un exceso de abstracción por el que ciertas ideas se substancializan o se suponen formas primitivas de análisis de la conducta (=inmoralidad por contacto físico).

Lo que pierde a una persona es el pecado (formal) que supone un acto de la voluntad y no una mera presencia física. Y lo que no puede hacerse es la cooperación (formal) al pecado ajeno.

En principio, no veo que sea pecado ni cooperación formal, participar en las olimpíadas ni ser espectador de ellas.

Saludos.

Anónimo dijo...

No creo que san Pío X hubiera aprobado los ínfimos trajes de baño masculinos que utilizan los nadadores.

Anónimo dijo...

¿No aprobaría los trajes de baño masculinos?

¿¿¿Has estado alguna vez en el Vaticano mirando sus estatuas???

Ay, puritanillos...

Pedro Romano II dijo...

Bueno, es que son la sucursal española de Radio Cristiandad.

¿Leyeron el post donde acusan a Cáritas de ser la Quinta Columna de la invasión mahometana de España?

Flipo!!!

Anónimo dijo...

Nada que ver con puritanillos ni con estatuas anónimo idiota, no lo aprobaría se lo aseguro.

Anónimo dijo...

Espero que estos anónimos que se quejan de los trajes de baño masculinos no sean los mismos que citan con frecuencia a Minuto Digital, portal neocón que publica porno homosexual salteado con noticias antiislámicas.

Anónimo dijo...

No don anónimo del 11 de agosto de 2012 18:20, despreocúpese que no soy de esos, lo de los trajes lo digo desde el pudor, la virtud y la convicción ya que pocas cosas hay inofensivas y sin consecuencias, no lo digo desde el rigorismo y el puritanismo que no es resultado de la vida de la gracia sino por el contrario.