Por qué estoy
de acuerdo con el libro de Enrico Maria Radaelli
Por Mons.
Brunero Gherardini
Cuando, hace
pocos meses, este libro llegó a mis manos en sus primeras versiones, no dejé de
tomarlo en consideración por la radicalidad del título y después por el
contenido.
Un libro como éste,
que no oculta el dogma no puede saltarse a la torera. Tampoco la lectura de un
libro así es un pasatiempo. En efecto, el interrogante sobre el mañana
“terrible o radiante” del dogma es una sacudida en el doble sentido de animar y
de provocar.
El mañana del
dogma, en realidad, es siempre tan “radiante” como “terrible”; los motivos por
los que se ve así, envuelto en luz y difundiéndola, son los mismo por los que
inspira no tanto terrror, como respeto y admiración.
En el dogma está
la presencia de aquel absoluto que encuentra en él, y solo en él, al menos una
representación analógica formal.
Teniendo
presente que el de la “forma”, en efecto, es el valor de fondo que permite al
Autor desarrollar sus reflexiones, que se dirigen antes de nada a la solución
del problema hermenéutico del Vaticano II y después a los dos modelos vigentes
desde el Vaticano II: el uno, “hipodogmático” y dispuesto incluso a
desnaturalizar el contenido del dogma en el así llamado lenguaje pastoral, el
otro auténticamente y tradicionalmente dogmático como lenguaje propio de la
enseñanza eclesial.
Agudo y
pertinente el análisis de tal lenguaje. Muestra en primer lugar un lenguaje de
autoridad, porque nace de Dios, obedece al principio de no-contradicción y determina
(el Autor llega a decir “actúa”) la verdad.
La otra
presentación del lenguaje eclesial, el que proviene sobre todo del Vaticano II,
entendido como “hecho lingüístico” impropio, atenuaría por su parte, hasta casi
su superación, el contenido dogmático a favor de la forma pastoral
El juicio, que
el Autor funda sobre la base de la aproximación metafísica y de una metodología
sustancialmente escolástica, recoge y expresa convicciones tan radicales como
inapelables.
Dramáticas las
consecuencias: la ortopraxis en lugar de la ortodoxia, la acción desligada de
la reflexión, el amor independiente de la fe.
Son las
consecuencias del Vaticano II, de su nuevo lenguaje narrativo y pastoral, de
“su actual adulteración”.
La renuncia al
lenguaje dogmático habría debido ser sustituida por la “medicina de la misericordia”: y ésta habría encontrado expresión en
la impostación pastoral de todo el Vaticano II.
No cabe duda de
que el nuevo libro de Enrico Maria Radaelli hará discutir y, al mismo tempo,
enderezará cualquier idea torcida.
Lo auspiciamos
por el bien de la Iglesia
y de su teología.
Brunero
Gherardini
Ciudad del
Vaticano, 10 de enero de 2013-02-12 San pedro Urseolo Confesor.
4 comentarios:
Podrían decirme cual es el título del libro? Gracias.
El Mañana del Dogma
Excelente reflexión.
¿Saben cómo se puede conseguir el libro?
Kyrie eleison
El amor independiente de la fe que en realidad no es verdadero amor, caridad sin verdad no es verdadera caridad.
Como dijo Elías en página católica
Porque la causa de la falta de Caridad es la crisis gnoseológica en la que vivimos. Ya que nadie ama lo que no conoce y en medio de este burdo relativismo, racionalismo y subjetivismo en lugar de amar (agape) nos limitamos a querer, lo que nos lleva a un egoísmo cada vez mayor. Al no tener certeza en una verdad objetiva jamás habrá un mártir.
y otro agregó, la egolatría que nos trajo el culto antropocéntrico.
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