miércoles, 13 de junio de 2012

Siria: Al Asad no persigue a los cristianos


Puede que el presidente sirio Bashar al Asad sea un homicida sin escrúpulos. Si nos atenemos a la información mediáticamente correcta, no ha habido sátrapa peor que él desde el amigo Mao.
Y a lo mejor es cierto. En los concursos de bestialidad nunca se sabe cuál será el último récord. Ahora bien, el régimen sirio permitía la libertad religiosa a los cristianos, lo cual, en un país de mayoría musulmana, es mucho.
Algo similar ocurría en la Libia de Gadafi, donde la libertad para los cristianos sencillamente ha desaparecido una vez que el Occidente cristiano derrocó al dictador. Y lo mismo puede suceder en Egipto donde el fundamentalismo islámico -es decir, tiránico- amenaza con dejar corto a Mubarak. Y el problema es que sin libertad de culto no hay democracia y el otro problema es que cuando hablamos de libertad religiosa hablamos de libertad de los cristianos. Nadie persigue, por decir, algo, a los musulmanes, o a los budistas.  
Al parecer, el peor enemigo del cristianismo es el Occidente cristiano. Y cuidado porque la civilización nunca caerá por un ataque externo, pero sí puede caer mediante guerra civil.
Eulogio López
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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que el Occidente ya no es cristiano. No sabemos si volverá a serlo. Ni siquiera sabemos si, habiendo abandonado al cristianismo, Occidente será algo. En el mapa sólo es una pequeña península de Asia que se encamina con rapidez a un papel también marginal en el mundo, con una población que es sólo un tercio de la china y un tercio de la hindú, por ejemplo, y un estado moral espantoso, donde, por poner un ejemplo, el otro día se discutía en un parlamento si debería dejar de considerarse escándalo público el bestialismo en los parques. Estamos pidiendo a gritos la lluvia de azufre. Que este occidente degenerado envíe sus aviones a instaurar la sharia en el norte de África no ha de extrañarnos nada: el rumbo ya está totalmente perdido. Que cada cual rece por su propia salvación, y que la Historia sea conducida por el Señor, como siempre ha sido.

Miles Dei dijo...

Que el criterio para oriente no es precisamente la preservación de las minorías cristianas es obvio. Que el desorden civil inducido, introducido, acaecido o como quiera que lo llamen unos y otros está contra las minorías no musulmanas es obvio también.

Hace unos años la gente se reía cuando destaqué la notoria alianza entre Estados Unidos y la minoría Yazidí del norte de Irak y señalaba como esa minoría era considerada como adoradores del diablo y que más propiamente podía designarse como gnósticos luciferinos. Aparte de las curiosas coincidencias simbólicas como en el tema del pavo.


Un ejemplo: http://www.elmundo.es/elmundo/2007/09/09/internacional/1189348193.html

Anónimo dijo...

Efectos colaterales
Salo

Don Diego dijo...

¿ningún post sobre las novedades Roma - FSSPX?

YORCH dijo...

Occidente ya no es Cristiano, es una mezcla de neopaganismo, materialismo, una influencia terrible de las religiones asiáticas a través del New Age, Naturismo y Ecologismo, ateo y sobre todo, demócrata, la Democracia es el gran mal de Occidente, ha provocado sociedades divididas e inestables, la llegada al poder de los corruptos e ineptos, y se cree que todo es cuestión de opinión, de encuestas y de votos. Sobre el Yezidismo,fue una de las fuentes de inspiración de la Masonería, a través del ruso Gurdjaeff, y es luciferismo puro, no satanismo, ya que en el luciferismo se cree que el diablo es bueno, en el satanismo por el contrario, se adora la maldad del diablo.