Respecto de la identidad y misión de los laicos resulta
frecuente encontrarse con tópicos falsos o simplistas en exceso. Suele decirse
que el Vaticano II fue "el concilio de los laicos"; que
antes del Sínodo la
Iglesia sólo
se ocupaba de los clérigos y de los religiosos,
pues los seglares eran casi una nada eclesial. Pero esto no es
cierto.
En primer lugar porque el magisterio pontificio y episcopal se
ocupó in extenso acerca de los laicos. Si se
tratara de recopilar textos sólo con los publicados en los pontificados de Pío
XI y Pío XII se podría editar un volumen (1).
Además del magisterio, la teología pre-conciliar (2) trató
ampliamente acerca de los laicos: qué son, cómo diferenciarlos de otras personas que integran la
Iglesia , cuál es su misión, su apostolado, etc. Y la teología
lo hizo desde sus diversas ramas: dogmática, moral, espiritual,
liturgia. La nota que caracteriza positivamente al laico en la
teología del pre-concilio es la misma realidad de su presencia y acción en el
mundo. Esto sería
condensado en una fórmula de Pío XII, tomada del Martirologio de la Vigilia de Navidad: consecratio mundi (consagración del mundo) a partir de la cual correrían ríos de tinta. Como
pequeñas muestras de esta elaboración teológica en nuestra bitácora publicamos
partes de un estudio del p. Sauras sobre el sacerdocio
laical y algunos capítulos de una obra del p. Sertillanges
referidas a la espiritualidad de
los laicos (parte material de la única espiritualidad cristiana). Agreguemos unas sugerentes palabras del teólogo Bernardo Monsegú acerca del núcleo de la cuestión:
“El seglar da testimonio de Cristo, de su pertenencia a la
Iglesia y
de su categoría de cristiano, quedándose en el mundo y ejerciendo la función
eclesial que le corresponde dentro del organismo del Cuerpo Místico sin
renunciar a las cosas del mundo. Considerado éste como creación de Dios, es
bueno y santificable y no está necesariamente reñido con la santidad [...]
Sin renunciar a su libertad por el voto de obediencia, antes bien
manteniendo su iniciativa personal; sin renunciar a la carne, antes bien
otorgándole sus derechos en el estado legítimo del matrimonio; sin renunciar a
las riquezas, antes bien usando de ellas y llevándolas a su máximo rendimiento;
el seglar que quiere santificarse se afana por mantenerse unido a Cristo y
llevar a perfección el ideal restaurador de Cristo, usando de todo en Cristo,
según Cristo y para Cristo”.
También el Derecho de la
Iglesia reguló
materias referidas a los laicos. En efecto, cabe recordar que el Código pío-benedictino
de 1917 tenía un libro completo, el segundo, dedicado a las personas,
dentro del cual su parte tercera regulaba sobre los laicos ("De laicis"), a lo que se deben agregar otras normas dispersas en el Código.
Y por supuesto los canonistas pre-conciliares se ocuparon ampliamente del tema.
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(1) Algunos de los documentos más relevantes de Pío XI: Discurso a la Acción Católica de Roma, 09.03.1924; Discurso a la Federación universitaria católica italiana,
08.09.1924; Carta a los
Obispos de Méjico, 02.02.1926; Discurso
a la Federación italiana de los hombres católicos,
30. I 0.1926. Carta al Card. Van Roev, 15.08.1928; Carta al Card. Bertram,
13.11.1928; Carta al Card.
Segura, 06.11.1929; Carta
al episcopado argentino, 04.12.1930; Discurso
a los peregrinos de Méjico, 02.06.1931; Carta
al Patriarca de Lisboa, 10.11.1933; Carta
al Card. Schuster, 28.08.1934; Carta
al episcopado de Brasil, 27.10.1935. Entre los documentos más
significativos de Pío XII: Card. Pacelli, Carta al Card. Hlond.
10.04.1929: Id., Carta al
Presidente de la Acción Católica italiana, 30.03.1930; Pío XII, Summi Pontificatus, Enc., 20.10.1939.;
Id., Mensaje al Congreso
nacional de la A.C .,
1950; Id., Discurso a la A.C . (03.05.1951):
Idem, Evangelii Praecones,
Enc., 02.06.1951; Idem. Discurso
al Congreso del Apostolado de los laicos, (14.10.1951); Idem, Discurso a los participantes en el
II Congreso mundial para el apostolado de los seglares, (05.10.1957).
(2) Por todos, baste citar aquí las XIII SEMANAS ESPAÑOLAS DE TEOLOGÍA (14-19 de septiembre de 1953), en
especial el trabajo introductorio del del Dr. Avelino Esteban Romero (aquí) sobre el
estado de la cuestión y el suplemento bibliográfico del apartado VI.
(3) El término laico ha sido usado por estudiosos pre-conciliares de
relieve (Dabin, Sabater, Alonso Lobo). Para un católico tradicional, no
ofrece dificultades: fue empleado por el magisterio pre-conciliar, el CIC de
1917 y por notables teólogos y canonistas. En la actualidad, la Fraternidad San
Pío X lo usa para designar a quienes integran su orden
tercera (aquí).
1 comentario:
Yo pensaba que estas cosas eran invento del Opus. Ahora veo que no. Y me reconforta saberlo. Enhorabuena por la entrada.
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