viernes, 8 de abril de 2011

FILOSIONISTAS


Nos enteramos por un lector de que las iglesias cristianas de Tierra Santa han emitido un comunicado conjunto denunciando al Estado de Israel por su nuevo impuesto inmobiliario que pone en peligro la presencia cristiana en Palestina.
- Ante el silencio de algunos medios de comunicación católicos, nos preguntamos: ¿puede haber cristianos filosionistas?

- No creemos, pero haberlos, haylos...

Los sionistas forman un movimiento que propugnó desde sus inicios el restablecimiento de una patria para los judíos, y al Estado de Israel como la realización de su proyecto. En su dimensión religiosa, el sionismo une los ideales de crear un Estado judío con la religión: "El Pueblo de Israel, en la Tierra de Israel, según la Torá de Israel". En su dimensión política, el sionismo considera que el Estado de Israel es la encarnación de la libertad y la única garantía de paz en Oriente Medio.
— Los católicos filo-sionistas obstaculizan en gran medida la conversión de los sionistas a la fe verdadera y el proceso de paz en Oriente Medio. Aunque pueda parecer una paradoja, es así. Porque su apoyo incondicional al Estado de Israel, endurece a los sionistas en sus posiciones políticas y refuerza sus actitudes religiosas.
He descrito someramente la fisonomía de los filo-sionistas. Pero ya se comprende que su identidad no puede ser definida con exactitud, pues se realiza en innumerables grados.
— Los filo-sionistas, por supuesto, no reconocen en modo alguno su condición. Los filo-sionistas más extremos afirman, con los sionistas, que los judíos no tienen necesidad de convertirse a Cristo e ingresar en su Iglesia, y que el Estado de Israel obra siempre de manera recta, porque los musulmanes son peores.
El primer error-pecado de los sionistas estuvo y está en creer que no es necesaria su conversión a Cristo y el ingreso formal en su Iglesia.
El segundo error-pecado de los sionistas radica en creer que ellos son necesarios para la supervivencia de del pueblo judío, y que la existencia del Estado de Israel es imprescindible para impedir que Oriente Medio se derrumbe por un precipicio maldad y guerras.
Son falsas las premisas mayores del sionismo. Y todos los males sionistas procedieron y proceden de esos errores.
Es Cristo, el Mesías que ya vino, el que nos salva a nosotros. La Antigua Alianza ha caducado.
El mundo no necesita de ningún movimiento sionista, ni de ningún estado concreto. Israel no es imprescindible para la supervivencia de los judíos, no es la encarnación de la libertad, ni es garante necesario de la paz en Oriente Medio.

ADVERTENCIA: NO SE ACEPTARÁN COMENTARIOS NAZIS, RACISTAS O DE INCITACIÓN AL ODIO.

12 comentarios:

JMA dijo...

Totalmente de acuerdo. Solo una puntualización:

La Antigua Alianza no caduca sino que alcanza plenitud perfeccionándose en la Nueva Alianza. Y no es por la Encarnación sino por el Santo y único Holocausto del Cordero de Dios en la Cruz. En el momento que expiró el Hijo, se rasga el velo del Templo, Dios abandona ese recinto, tal y como observó la Beata Ana Catalina Emmerich en sus visiones de la Pasión.

Unknown dijo...

...por el holocausto y en la cena del Cordero.

en la cena pascual instituye Cristo su iglesia. el enclave fundacional está dado en la ceremonia eucarística.

Anónimo dijo...

La Antigua Alianza es pasajera, pues cesará, mientras que la Nueva Alianza permanece. La caducidad de la Ley constituye para San Pablo la razón de la caducidad de la Antigua Alianza.

Anónimo dijo...

¿Se consideraría nazi, racista, o de incitación al odio dudar con argumentos y datos del holocuento tal y como ha sido contado, a saber: los 6 millones, las cámaras de gas y la planificación política? En una palabra el revisionismo acerca del holocuento.

Pues parece ser que para el Vaticano ser revisionista es motivo de excomunión (caso Williamson y el arrepentimiento de B16 de haberle levantado la excomunión por causa de su escepticismo sobre el holocuento).

Anónimo dijo...

Según esas premisas da la impresión de que Benedicto XVI pudiera ser considerado como filo-sionista. Y creo que el Papa actual cumple muy bien con el dictado del CV2: todo cabe, todo, incluso ciertas posturas de la tradición (al contrario que su predecesor).

Redacción dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Redacción dijo...

Anónimo del 8 de abril de 2011 a las 23:59: Aquí no estamos discutiendo historia de la Segunda Guerra Mundial. Si va por aquí, sus mensajes serán suprimidos.

Anónimo del 9 de abril de 2011 a las 00:05: Traiga las citas en su contexto y lo discutimos. Evitemos las acusaciones al aire.

AVISO IMPORTANTE: Hemos decidido hacer censura previa de todos los comentarios. Se dio una premisa, se puso un tema, y algunos trolls vienen a romper el blog. No nos queda opción por el momento.

Anxo Sampedro dijo...

Como parodia de los artículos sobre los filolefebvrianos está muy bien. Está tan bien que incurre en sus mismos defectos. Por eso si allí yo tendría que definirme como filolefebvriano, aquí -y siguiendo con la parodia- tengo que definirme como filosionista, porque defiendo la existencia del Estado de Israel.

Redacción dijo...

Articuletes como el de D. Iraburu producen toda clase de paradojas.

Unknown dijo...

No se sabe por donde comenzar a argumentar. Asombra lo del P. Iraburu.

Peticiones de principio, recursos a la retórica moderna (tanto como las casullas que dejan los brazos al descubierto)

Para muestra, este botón:

–La Misa postconciliar del Novus Ordo (1970), promulgada por el Papa Pablo VI y recibida por todos los Obispos católicos, es verdadera, santa y santificante, «porque así lo enseña y lo manda la Santa Madre Iglesia». Cuando el Papa da una aprobación solemne a unos Ritos litúrgicos renovados –Misa, Sacramentos, Horas–, está ejercitando al mismo tiempo su autoridad docente y su autoridad de gobierno pastoral. Y en los dos aspectos compromete la infalibilidad de la Sede de Pedro.

Martin Ellingham dijo...

Genjo:

Yo sería anti-filosionista... Muy largo.

Saludos.

Anxo Sampedro dijo...

Martin:
Pues ya me gustaría disfrutar de la ocasión. Espero que otra vez será.