Carlos Duarte Costa fue un obispo católico, excomulgado y separado de su cargo pastoral en 1945. La excomunión fue el punto final de una larga cadena de errores y malas conductas del prelado. Unos años antes, cuando Brasil entró en la IIª Guerra Mundial, el obispo apeló públicamente al Presidente de la República, a fin de que interviniese en la Iglesia expulsando a obispos y sacerdotes “nazis, fascistas y falangistas”. Acusó a la Acción Católica de espionaje a favor del Eje y manifestó simpatías comunistas, por las que fue encarcelado. Suspendido a divinis en 1944, sin que con ello se consiguiera calmarlo, fue excomulgado el 6 de julio de 1945. Duarte fundó una nueva "iglesia", la “Iglesia Católica Apostólica Brasilera” (ICAB), razón por la cual el Santo Oficio lo declaró excomulgado vitando el 3 de julio de 1946. Es decir, realizó un cisma auténtico con todas las notas que lo caracterizan.
La ICAB inició
sus actividades con una relajación notable de la disciplina sacramental. Comenzó recibiendo clérigos católicos concubinarios y se transformó en garantía
de ordenación sacerdotal para seminaristas católicos expulsados. Posteriormente, comenzó a celebrar indiscriminadamente “sacramentos”, "bendiciones",
"exorcismos" casi siempre con un sólo requisito estricto: el pago de estipendios. Luego, se agregaría una deriva doctrinal de veterocatolicismo,
modernismo y, en los últimos años, sincretismo
dogmático.
Así, la ICAB ha
devenido un conglomerado de diferentes grupos y
denominaciones con un elemento común de origen, pero sin verdadera homogeneidad doctrinal, ritual y de predicación. Lo que plantea un problema para la Iglesia católica,
pues la ICAB realiza toda clase de ceremonias con fieles católicos. La Congregación
para la Doctrina de la Fe, al ser consultada por los obispos brasileños
respecto de la consideración que se debía a las ordenaciones de la ICAB,
dispuso que los sacerdotes pertenecientes a la iglesia brasilera que
solicitaran ser admitidos a la comunión católica, habían de serlo en calidad de
simples laicos, nunca como clérigos; y en
casos excepcionales, cuando las condiciones lo aconsejaran, podría considerarse
la posibilidad de una ordenación sub conditione. Aunque no existe
un documento definitivo como la Apostolicae
Curae de León XIII (sobre la invalidez de las órdenes anglicanas) la
conferencia episcopal de Brasil ha puesto en duda la validez de
las ordenaciones de la ICAB por defecto de intención sacramental. Por último, cabe recordar que la ICAB ha
“canonizado” a su fundador.
El caso de la
ICAB es un punto de partida para reflexionar sobre las semejanzas que guarda con
ciertos fenómenos que se desprenden del tradicionalismo. Nos referimos, en
concreto, al sedevacantismo.
Sería falso partir de una amalgama y decir que los sedevacantistas han mutado, en lo doctrinal, hacia
posturas modernistas como las de la ICAB. Pero es cierto que en el sedevacantismo pululan errores doctrinales serios (rigorismo moral, donatismo, negación práctica de la indefectibilidad de la Iglesia, etc.) ya condenados por la Iglesia. También es cierto que, al igual que en la ICAB, hay una heterogeneidad doctrinal que se desarrolla a paso más lento, pero firme: sedevacantistas estrictos versus mitigados, vacancia formal, pero no
material, etc.; "conclavismo", como “solución” al "vacío" generado por las aporías que la teoría produce, a medida que se prolonga en el tiempo y la Iglesia se mantiene "acéfala".Y como efecto del "conclavismo", un elenco de personajes, algunos grotescos y otros francamente risibles, que se disfrazan de papas, a los que nos resistimos a denominar antipapas.
En tercer
lugar, como sucede en la comunidad brasilera, el sedevacantismo suele ser el pasaporte
hacia una rápida ordenación sacerdotal para candidatos expulsados de seminarios
y noviciados, principalmente por falta de idoneidad psíquica. Y un refugio para clérigos de conducta extravagante que, si no fueran curas vagos, estarían bajo sospecha de trastorno psíquico y lógicamente suspensos para el ejercicio del ministerio.
En cuarto
lugar, se han dado numerosos casos de ordenaciones de sujetos previamente expulsados de seminarios por falta de aptitudes morales. Y no falta, en el sedevacantismo mexicano, la
ordenación de hombres casados.
Por último, y
sin ánimo de ser exhaustivos, se observa en los grupos sedevacantistas una radicalización del espíritu sectario, que se manifiesta de muchas maneras, especialmente en una sopa de letras de "fundaciones" y en la proliferación de mini-parroquias, con sus "capellanes mitrados", casi todos rabiosamente enemistados entre sí, y siempre prestos a condenar por herejía a todo aquel que no quiera ser partícipe de su sectarismo.
Hemos dicho en
otras oportunidades que el sedevacantismo no es un tema de interés para nuestra
bitácora. Y lo reafirmamos hoy, a pesar del contenido de esta entrada. No es
nuestro deseo crear un fantasma amenazador. Pensamos, no obstante, que las similitudes apuntadas debieran ser suficiente llamado de atención. No todo lo que brilla es oro...
P.S.: Apenas rozamos aquí el "sedevacantismo" como problema "doctrinal". Para los interesados en profundizar sugerimos la lectura de libro del P. Álvaro Calderón, La lámpara bajo el celemín.
16 comentarios:
Cómo se atreven a insultar al gran papa argentino, Alejandro? Jua jua jua
En realidad el caso del ICAB no me ha servido mucho para reflexionar sobre el asunto de los 'sedevacantes'.
Cuando en la primera parte de este escrito se describen las características del ICAB, pensaba que coincidían casi milemitricamente con la iglesia conciliar (piénsenlo, verán como coinciden con la Iglesia Católica Actual que rige Bendicto; hasta coinciden los acrónimos)
Porque, en cuando a las simpatías comunistas-socialistas & liberales, a los que rigen la Iglesia les gustan más que un chupete a un niño. Y en cuanto a recoger todo cura con barragana, seminaristas de inclinaciones contra natura, pues qué quieren que les diga ¡para qué hablar de lo evidente!
Por otra parte, el artículo me parece cuanto poco inoportuno; venir a criticar la opinión sedevacantista, que es consecuencia, en parte, del inmenso sufrimento que soportan los católicos al ver la apostasía de los pastores, es sencillamente mirar para otra parte o tirar balones fuera.
El problema no es la opinión de algunos sedevacantistas, sino el que los pastores tras el concilio están llevando a miles de almas a la perdición, abondonando los dogmas católicos.
Pienso que el sedevacantismo es otro de los productos del post-concilio.
Respecto al tema de la validez en las ordenaciones, ¿por qué las encuentran en los veterocatólicos?
Supongo que, como en botica, de todo tiene que haber. Desde luego, no me parecen especialmente "friquis" Anthony Cekada:
https://www.youtube.com/user/WorkofHumanHands/videos?view=0
Ni Donald J. Sanborn:
http://www.traditionalmass.org/priests/sanborn.php
Quien, por cierto, en un artículo escrito hace doce años, nos explica por qué pasa lo que pasa en la FSSPX:
http://www.traditionalmass.org/articles/article.php?id=8&catname=12
La ironía es que el ahora expulsado es Mons. Williamson. Cekada y Sanborn fueron expulados de la FSSPX en 1983 por sedevacantistas. Aquí explican a mons. Lefebvre cuáles creen que son los verdaderos los motivos de su expulsión:
http://www.traditionalmass.org/articles/article.php?id=48&catname=12
Aquí reflejan su forma de vivir la fe:
http://www.sgg.org/
http://www.traditionalmass.org/seminary/
Me parece que son "sedeprivacionistas". Según eso, formalmente, los Papas conciliares serían verdaderos Papas. Pero sólo lo serán materialmente en tanto en cuanto no hayan dado su nombre a ninguna asociación prohibida por la Iglesia y no profesen ninguna herejía. No es misión de los súbditos juzgar al Papa. Sin embargo, tienen el deber de obedecer a Dios, Quien ha expresado Su Voluntad por medio de de la Tradición. Voluntad que está por encima del deber de obedecer al Papa, a mons. Lefebvre, a mons. Fellay o a quien sea, tal y como explican en la carta a mons. Lefebvre.
Resumiendo, si mi padre carnal, supongamos que por esquizofrenia paranoido o por alcoholismo, me hiciera daño hasta el pundo de poner constantemente en grave peligro mi vida, no por eso dejaría de ser mi padre carnal. Sería formalmente mi padre. Sin embargo, no ejercería materialmente como tal. Como hijo, mi misión no sería juzgarle sino entender cuál es la situación de ambos para así poder decidir a la luz de la Fe cuál tiene que ser el curso moral de mis actos.
Si mi padre lograra enderezar su conducta gracias a la medicación o la desintoxicación, actuando como un verdadero padre, ejercería materialmente de tal. Igual que el Papa: reconociendo su desvío modernista, volvería a ejercer materialmente de Papa. Es una lástima que no me acuerde de dónde he sacado esta interpretación. En todo caso, aquí se puede escuchar a Anthony Cekada hablando del acuerdo FSSPX-Roma:
http://www.blogtalkradio.com/restorationradio/2012/04/15/restoration-radio-on-the-sspx-agreement-with-rome
http://www.blogtalkradio.com/restorationradio/2012/05/15/restoration-radio-on-the-sspx-agreement-with-rome-part-ii
Y a Donald J. Sanborn hablando del Concilio Vaticano II:
http://www.blogtalkradio.com/restorationradio/2012/10/20/restoration-radio
Desde luego, nada que ver con lo descrito en el texto del artículo. Una vez consultados los vínculos, que cada uno extraiga las conclusiones que estime más oportunas.
Cougar.
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El problema con los ´obispos´ sedevacantes es que se duda de que los iniciadores de las consagraciones en cadena tuvieran la intención sacramental necesaria para la validez. Hay elementos para pensar que hubo intención insuficiente o falta de poder de orden en los ministros consagrantes.
Además, cuando se trata de la validez de un sacramento, lo tradicional es ser tuciorista. Ante la duda yo soy partidario de no pedir sacramentos a los sedevacantistas.
Distinto es el caso de los sacerdotes ordenados en la HSSPX que luego la abandonaron. La Iglesia no duda por principio de que Lefebvre y los obispos de la Hermandad.
El diácono V. ingresa al seminario de La reja desde una diócesis X.
Mons. Williamson, pide los informes a la diócesis. Le informan que está en tratamiento psiquiátrico, que hay dudas sobre su aptitud psíquica y moral,porque el sujeto ocultó datos que se conocieron después de su ordenación. Contemplan su reducción al estado laical.
Williamson le dice que no lo van a ordenar sacerdote y que se saque la sotana porque no es apto.
El tipo viaja a México y se hace ordenar por uno de esos dudosos obispos vacantes.
Para Cekada si voy a una misa lefe (una cum) cometo un pecado mortal. Pero si voy a una sede (no una cum) me santifico.
Fuera mi secta no hay salvación?
Cura sede hizo lista de centros de Misa... a los que se puede ir sin pecado mortal. Dice así:
Nota: Esta es una lista de las capillas y centros de Misa pertenecientes a diferentes grupos y comunidades que profesan íntegramente la fe católica, apostólica, romana, y que en consecuencia sostienen públicamente la vacancia actual de la Sede Apostólica. Por ese motivo, no figuran aquí aquellos que profesan herejías o errores contrarios a la enseñanza de la Santa Iglesia Católica Romana, a su doctrina, a su disciplina o a su teología: como es el caso de aquellos relacionados con los “ortodoxos” o “católicos viejos”; o también con los “conclavistas” o con quienes niegan el bautismo de deseo o niegan la validez de las ordenaciones de Mons. Ngo-dinh-Thuc o de Mons. Lefebvre; o quienes han recibido las Órdenes de manera dudosa o contraria al espíritu y praxis de la Iglesia (como es el caso de los “linajes episcopales” que descienden de “Obispos casados”); o quienes colaboran con la Fraternidad San Pío X o con las comunidades “Ecclesia Dei” o “Motu proprio”. Los centros de Misa de esta lista no pertenecen a nadie que, según nuestros conocimientos, esté incluido en las categorías que acabamos de mencionar. Toda ayuda en orden a mejorar, completar o corregir esta lista –que tenga en cuenta los criterios expuestos– es bienvenida.
Recordamos a nuestros lectores que éste no es un sitio sedevacantista.
El sedevacantismo no es teológicamente sostenible sino como mera hipótesis.
Por lo tanto, guárdense bien de hacer publicidad de sus sectas a-católicas.
Se equivocan de lugar.
Los sedevacos se pelean como perros y gatos por la validez de sus ´obispos´. Clarence Kelly ´obispo´escribió contra la validez de las consagraciones de la línea Thuc. Cekada se dio vuelta como una tortilla. Y para unos es pecado mortal ir a las misas de los que cuestionan la validez de las consagraciones de Thuc.
Lo lamentable es el pecado de escándalo que ha llevado a tantos al sedevacantismo, dejando aparte los casos excepcionales de vividores y personas psicológicamente alteradas.
Por lo demás los sedevacantistas no se sostienen ni aguantan dos asaltos un debate teológico bien planteado.
Miles:
Respecto del sedevacantismo, me alejaría tanto de la auto-victimización con la que pretenden legitimarse como de la demonización.
Cuando se parte de cinco mil obispos y quinientos mil curas como base, la posibilidad de generalizar en exceso es bastante alta. En cambio, cuando la base es pequeña, hay mayor probabilidad de extraer conclusiones acertadas, aunque existan excepciones.
Tampoco me parece menor el tema de la validez de las órdenes. No deja de ser una llamativa paradoja, por decir lo menos, que sea un grupo articulado por una diáspora de “episcopi vagantes” de muy dudoso linaje el que sostenga la invalidez de la casi totalidad de los obispos católicos actuales consagrados con el ritual de Pablo VI.
Saludos.
Bueno, teológicamente no resisten dos asaltos. Basta ver como se puede probar la ilegitimidad de un Papa cuando ninguno de los cardenales desde Pio XII para acá ha negado tal cosa. Eso sí que es más paradójico todavía.
Luego tienen casos de risa si no fueran por la confusión que crean en las almas ya de por sí escandalizadas y confundidas por la jerarquía, como el del famoso libro Misterio de Iniquidad que dedica gran parte del mismo a negar la posibilidad de hablar como Doctor Privado al Papa eximiendo la autoridad de San Roberto Belarmino y como esta es la fuente del Vaticano I para la infalibilidad continua y luego "se olvidan" de leer el mismo texto que citan del santo doctor un poco más adelante allí donde habla del error de Nicolas I sobre la forma definida del bautismo y que dice que era una opinión del Papa hablando ut doctorem particularem.
Lo de las órdenes episcopales es más bestia todavía, porque aparte de la paradoja, al final de discutir hasta donde uno quiera sobre detalles de origen del cambio de forma, basta observar que se declaró como forma toda la oración consecratoria y no sólo el prefacio como antaño, otra de las cosas que olvidan, y esta incluye todo lo que tiene la forma antigua. Se puede dudar sobre su conveniencia pero en modo alguno se puede dudar que el que sea ordenado con ella sea efectivamente obispo por defecto de dicha forma.
El "sedevacantismo" no tiene futuro, eso se obvio.
El sedevacantismo es una solucion practica a un problema insoluble. En otras palabras, el catolico se asegura de sacramentos "puros", y se queda satisfecho en su mundillo. Jamas podra, sin embargo, salirse del puesto que pertenece a un circulo que tiende a la autofraccion y a la atomizacion. Finalmente, sobreviven grupejos aqui y alla, inconexos, enemistados muchas veces entre ellos, y esteriles.
Entre los grupos sede, nadie quiere a nadie. Cekada "demuestra" que la ordenacion de Kelly es probablemente invalida mientras que Kelly y compania prueban que las ordenaciones de Thuc y el obispo amigote de Cekada son probablemente invalidas. No se aceptan sacramentos entre ellos.
Lindo ejemplo de estos sedes!
Es una solución práctica pero mala. Porque no se puede olvidar que el problema es jurídico. La solución buena de una duda de hecho (en este caso la duda de que un Papa es legítimo) está siempre a favor del acto realizado, mucho más cuando los ejecutores y custodios del mismo, que en este caso son los cardenales, lo reconocen de modo unánime -sin que falte ninguno- junto con la inmensa mayoría de la Iglesia.
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