jueves, 26 de junio de 2014

Algunas notas sobre el Rosario

La imaginación piadosa, unida a tradiciones de corto alcance, pueden llevarnos a exageraciones y confusiones. Por ejemplo, creer que la Virgen entregó a Santo Domingo (1170-1221) un documento autógrafo con un método para rezar el Rosario que ha llegado inalterado hasta nuestros días. Si bien es cierto que Santo Domingo fue el hombre de su época que más contribuyó a la formación y difusión del Rosario –movido por una gracia singular-, esta oración no fue una fórmula precisa y fija que la Virgen le entregara al santo, sino que sufrió cambios con el paso de los siglos. El Rosario, en su forma medieval, era más flexible que en la actual. Recién a finales del siglo XV los dominicos le dieron una estructura similar a la de nuestros días. Pero veamos algunos puntos con un poco más de detalle:
1. Esencia del Rosario.
 “…Tres son, por tanto, las partes esenciales del Rosario, a saber: los misterios, la oración dominical y la salutación angélica. Sin la meditación de los misterios, aunque se reciten muchas oraciones dominicales y salutaciones angélicas, no hay Rosario, así como tampoco puede llamarse Rosario a la meditación de los misterios sin los padrenuestros y las avemarías… Las preces vocales son en él a modo de materia, a la que sólo la meditación de los misterios puede imprimir la forma y la propia especie… Por lo cual otras preces que se añadan al Rosario antes o después de la enunciación de los misterios no pertenecen a la esencia del Rosario; son como partes libres y variables en conformidad con la costumbre de cada región.” (Alastruey, p. 945).
2. Los misterios del Rosario.
 “Los misterios son ciertos pasajes de la narración evangélica que se refieren a los principales hechos de la vida de Jesús y de María. Son hechos históricos que sucedieron… pero se llaman misterios, porque bajo el velo de la historia contienen verdades incomprensibles a nuestra razón, como la encarnación del Verbo, la maternidad divina, etc., que superan la penetración del entendimiento humano y sólo por la revelación pueden conocerse.” (Alastruey, pp. 945-946).
3. Número de los misterios.
Es tradicional el número de quince misterios. Pero, ¿cuál es su origen histórico? ¿Se trata de un número fijo revelado por la Virgen a Santo Domingo? 
La meditación de los misterios. Se debe al cartujo Helión Domingo (v.), llamado Domingo de Prusia, quien, hacia mediados del s. XV, fijó 50 para añadirlas a cada una de las 50 «avemarías». En lo sucesivo los misterios fueron aumentándose hasta llegar a 150 (tantos como las «avemarías»). Por razones prácticas, fáciles de comprender, a principios del s. XVI los misterios de meditación se redujeron de 150 a 15 (Roschini, p. 550).
4. El Avemaría.
“El avemaria es una oración, así llamada por las dos palabras con que empieza. Se llama también salutación angélica, porque en las primeras expresiones se contiene el saludo del arcángel San Gabriel al anunciar a María el misterio de la encarnación que en ella había de realizarse…” (Alastruey, pp. 946-947)
La salutación angélica no se formó toda a la vez, sino que, partiendo del texto bíblico, con el transcurso de los siglos, se agregaron otros elementos. Por lo que se refiere a la primera parte, en la historia se registran dos adiciones: el nombre de María, que se intercala entre salve y llena de gracia, y el nombre de Jesús, puesto a continuación de las palabras fruto de tu vientre. La segunda parte de la salutación, Santa María, Madre de Dios… se añadió después de muchos siglos.
4.1. ¿Cómo se rezaba el avemaría en tiempos de Santo Domingo?
En el s. XII, para que el número de las «avemarías» fuese igual al de los salmos (150), se comenzó a rezar la corona de 150 «avemarías», que entonces llegaba hasta el fructus ventris tui»..., y por esa razón fue llamado «Psalterium Marianum»” (Roschini, p. 550).
4.2. ¿Cuándo se originó la fórmula actual de avemaría?
“La fórmula completa del avemaría, tal como ahora está en uso, la encontramos, por primera vez, hacia fines del s. XV, en una poesía acróstica del poeta-teólogo Gaspar Borro... El 23 de octubre de 1498 es la fecha del primer texto completo del avemaría. Esta segunda parte aún estaba un poco fluctuante en algunas palabras de más o de menos, hasta que San Pío V, en 1568, con la promulgación del nuevo Breviario Romano, sancionó la fórmula completa, tal como está actualmente en uso... Sin embargo, la disposición pontificia no se hizo universal a toda la Iglesia hasta un siglo después...” (Roschini, p. 76). “Desde el siglo XVIII quedó completamente abolida cualquiera otra fórmula, y en adelante no sufrió mutación ni adición alguna la salutación angélica.” (Alastruey, p. 949)
5. ¿Qué decir de los misterios luminosos?
En esta entrada hay elementos suficientes para que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones tanto sobre la modificación -de uso optativo- que introdujo Juan Pablo II como sobre la "calidad" de algunas críticas a esta decisión.


Bibliografía:
- Alastruey, G. Tratado de la Virgen Santísima. BAC, Madrid (1956).
- Roschini, G. Diccionario Mariano. Ed. Litúrgica Española, Barcelona (1961).

13 comentarios:

Lorenzo dijo...

Jejeje el cura Cardozo hablando en portuñol y verseando de lo lindo.

Anónimo dijo...

Difiere un poco con lo que dice Grignon de Monfort, en El Secreto del Santo Rosario:

"La Santísima Trinidad reveló la primera parte. Santa Isabel
–iluminada por el Espíritu Santo– añadió la segunda, y la
Iglesia –en el primer concilio de Efeso (431)– sugirió la
conclusión, después de condenar el error de Nestorio y definir que la Santísima Virgen es verdaderamente Madre de Dios. Ese concilio ordenó que se invocase a la Santísima
Virgen bajo este glorioso título, con estas palabras: María Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte."

Vale la pena leerlo, está completo en internet.

Vladimir.

Anónimo dijo...

En la edición de las obras completas de San Luis María Grignion de Montort de la Biblioteca de Autores Cristianos, en la pagina 314 remiten al lector a una nota, la número seis. San Luis María viene diciendo lo siguiente: (…) “el Padrenuestro y el Avemaría, y la meditación de los misterios de Jesús y María, es, sin duda, la primera oración y la devoción primera de los fieles, que desde los apóstoles y los discípulos se transmitió de siglo en siglo hasta nosotros”. (Nota 6). En esta nota se lee lo siguiente la cual transcribo textualmente:
“Según las investigaciones de los historiadores eclesiásticos, NO parece que pueda hoy admitirse lo que aquí dice el B. Montfort sobre la antigüedad en el uso del avemaría. Hasta el siglo XII no hay testimonio alguno de que se rezara el avemaría, si no es como antífona en la liturgia. Antes de Santo Domingo se citan solo cuatro o cinco casos de fieles que rezaran el avemaría. El santo fue el primero que consta mandara rezar el avemaría en sus Constituciones y sus discípulos los primeros de quienes tenemos noticia que propagaron la devoción de rezar series de avemarías, meditando los misterios y juntando el rezo con genuflexiones al modo que rezaba Santo Domingo, según nos lo representa el arte de su tiempo. Con fundamento, pues, la voz de los Sumos Pontífices, de acuerdo con la tradición nos señala a Santo Domingo como FUNDADOR del Rosario, aunque NO ENSEÑARA ÉL A REZARLO PRECISAMENTE EN SERIES DE DIEZ AVEMARÍAS Y DISTRIBUYENDO COMO AHORA LA MEDITACIÓN DE LOS MISTERIOS. Esta no se fijó hasta el siglo XV. Véanse sobre todo este asunto los interesantes artículos del P. Getino, O. P. (“Ciencia Tomista”, t. 24 y 25). ¿Fue Santo Domingo fundador del Rosario?” (fin de la nota 6).

Anónimo dijo...

El p.Cardozo dice en ese vídeo cosas muy interesantes, y me refiero a la argumentación de fondo. Y en cuanto a los detalles, por ejemplo, ya que el autor demuestra saber tanto, ¿es cierto que esos misterios luminosos están sacados de los escritos de Valtorta? Si es así, ¿por qué no lo ha dicho el autor de este artículo? Hubiera sido interesante para la reflexión que hace en el último párrafo, pues se sacan mejores conclusiones con mas y mejor información disponible.

En lo que haya discrepancia, debería contar el autor del artículo la historia completa de cómo y por qué al final quedaron esos 15 misterios, y no otros.

También, parece que se contradice el autor del texto. Si la oración ya estaba fijada y bien fijada desde tantos siglos, ¿que necesidad había de promover y ejecutar cambios en esa oración? Si inicialmente fueron 50, y luego 150, y finalmente se redujeron "por razones prácticas, fáciles de entender" a 50, ¿qué se le pasó por la cabeza a JP2 para ignorar/despreciar (como tantas otras cosas) esas sabias "razones prácticas, fáciles de entender" consideradas por la Santa Iglesia? Desde luego JP2º, genio y figura, era mucho JP2º, podía mas que todos y mas que nadie, el solo, mas que toda la Iglesia en su milenaria historia, y mas que todos sus papas juntos, el tenía capacidad para barrer con todo y con todos, sin ninguna duda, y barrió con todo, demoledoramente.

Volviendo al tema y siguiendo la argumentación del autor, aunque el Rosario tal como lo conocemos hoy y desde hace 5 siglos no fuera así enseñado por la Sta. Virgen María, sí que lo fue por la Santa Iglesia, ¿por qué entonces cambiarlo? Idem para la Santa Misa, el paternoster, el canon, el catecismo, la estructura de la Iglesia y absolutamente todo lo demás. Cambios, cambios, cambios y mas cambios, y además todos violentos y apresurados, y esa no es nota de la Iglesia. Y ahí tenemos los frutos, que interesante, yo también invito a que cada uno saque conclusiones.

Y un absurdo mas. Si el clero quiere facilitar las cosas a los fieles (no se cansan de repetirlo con sus actitudes), ¿por qué obligar a meditar el misterio? Que difícil, ¿no? Desde luego es lo ideal, pero, ¿es la única manera de obtener frutos buenos rezando el Santo Rosario? Porque tal como lo cuenta el autor me da la impresión de que el 99% mas o menos de los rosarios que se rezan va a resultar que no son Rosarios, o no son válidos, o no dan fruto. ¿No suena un poco rigorista?

Yo lo tengo claro, 15 misterios, los de siempre, esforzándome en meditarlos o en su defecto procurar tener una actitud de meditación piadosa aunque no sea la del misterio que toca, ya que es fácil despistarse, mas aun cuando se reza día tras día, cuando uno llega cansado a casa, cuando se tienen tanto problemas y tan graves problemas en la cabeza, etc... ya saben ustedes, pero es mejor rezarlo aunque no esté uno concentrado, sí señor, y sí da frutos, porque de lo contrario acabaremos sencillamente por no rezarlo, así que lo siento pero no me ha gustado nada como se ha dicho esa parte.

Así que 15 misterios y ni uno mas, los mismos que se llevan rezando durante 5 siglos, tal como fijó y enseño la Iglesia. Los cambios, para los hegelianos y modernistas, que por ahí van los tiros, o el 66'6 si se quiere decir de otra manera (a la manera del p.Cardozo). Recomiendo encarecidamente ignorar por completo esos 5 misterios luminosos extra, que mas parecen tumores malignos que otra cosa.

Redacción dijo...

Anónimo:

1. El documento de Juan Pablo II cita a la Sagrada Escritura como fuente de los misterios luminosos. Y si no basta la Escritura, los Santos Padres (en Oriente sobre todo) son muy ricos en referencias al tema de la Luz referida a Cristo y a sus misterios. Podríamos hacer una entrada aparte de varias páginas para este punto en particular. Desgraciadamente, la ignorancia de temas patrísticos en el tradicionalismo ideológico es un abismo al que muchas veces no se quiere poner remedio.
La única referencia del documento de Juan Pablo II a una revelación privada se refiere a apariciones marianas aprobadas. Nada se dice Valtorta. Luego, lo que gratis se afirma…

2. La historia de las variaciones de los misterios puede encontrarlas en las obras citadas y enlazadas. No es exhaustiva pero sí suficiente a los efectos del argumento de nuestra entrada: el número de misterios ha mutado a lo largo de la historia, desde la cantidad y flexibilidad de los tiempos de Santo Domingo hasta la reducción y fijación posterior. La reducción del número de misterios a meditar no es medioeval, sino históricamente moderna (aprobada, recomendada e indulgenciada, por los papas).

3. El autor del texto no se contradice pues da las fechas en las cuales se fijó la fórmula del avemaría y el modo de rezar el Rosario. Las variaciones son anteriores en el tiempo a esa fecha. La contradicción –lógicamente- requiere simultaneidad e identidad respectiva… Si no se dan estas dos condiciones, no se viola el principio de no contradicción. Las variaciones históricas –no contradictorias- prueban la mutabilidad en materia no dogmática, y claramente no definida. Hay que decir más: la Iglesia no podría definir dogmáticamente el número de misterios del Rosario porque eso sería sacar un dogma de la galera…

Ignoramos todo lo que pasó por la cabeza de Juan Pablo II que no hubiera expresado en documentos escritos. En el documento enlazado en esta entrada da algunas razones. De hecho, el documento implica una medida que Francisco denominaría “restauracionismo”: restaurar, de manera optativa y parcial, una ampliación del número de misterios a meditar retomando así parcialmente el Rosario pre-moderno.

¿Podría explicarnos cuál es la “milenaria historia” referida al número de misterios del Rosario? Porque si el número de misterios se fijó en el siglo XVI, las matemáticas impiden a un servidor contar un milenio hasta el presente…

4. Si se toma la molestia de estudiar el valor de las revelaciones privadas y la potestad pontificia en lo relativo a devociones privadas (no confundir con la Liturgia) que son de institución eclesiástica (no confundir con institución divina), encontrará respuesta fácil al resto de sus planteos y caerá en la cuenta de la liviandad, confusión y hasta heterodoxia que denota el resto de su mensaje.

A modo de ilustración, aprovechamos para hacerle una pregunta, ¿cómo explica Ud. que San Pío X reformara el breviario romano (liturgia, no devoción privada como es el Rosario) tirando a la basura un orden de los salmos de varios siglos? Pues lo hizo, lo borró de un plumazo, después de siglos, y no optativo, sino obligatorio para el todo el clero latino (excepciones monásticas aparte).

Que la potestad del Papa sea limitada por la Tradición no quiere decir que esté limitada de igual modo por tradiciones mutables, ni mucho menos por revelación privada alguna; y esto vale para la Liturgia y muchísimo más para la regulación de las devociones particulares.

Sería el colmo del frikitradicionalismo sostener que la Tradición ha revelado cómo se ha de rezar el Santo Rosario…

Redacción dijo...

P.S.:

«Fue, era y estaba: pero era uno solo. Luz y luz y luz, pero una sola luz. Esto es lo que imaginó David cuando dijo: "En tu luz vemos la luz" (Sal. 35,10). Y ahora la hemos contemplado y la anunciamos, de la luz que es el Padre comprendemos la luz que es el Hijo a la luz del Espíritu: he aquí la breve y concisa teología de la Trinidad [...] Dios, si podemos hablar de manera sucinta, está indiviso en seres divididos el uno del otro» (San Gregorio Nacianceno, Oratio 31, 3.14)

Anónimo dijo...

1. Lo de Valtorta me gustaría saber por qué lo ha mencionado Cardozo antes de hacerme una opinión. No juzgo si lo ha afirmado gratuitamente, como hace usted. Probablemente haya algo pero tampoco era una cuestión importante. Ahora bien, acerca de las revelaciones aprobadas, ¿se refiere a las del estilo Fátima, Lourdes, o quizás estilo Akita? Supongo que a las del primer estilo.

2. Claro, cambió y mutó desde el s.XII hasta el XV, y de ahí en adelante nada, supongo que porque quedó bien. ¿Por qué cambiar? El problema, como ya he dicho, es que es un cambio loco mas como todo lo demás se ha cambiado, y vemos los frutos de tanto cambio. ¿Cuales son los frutos de los cambios de JP2 (y de todo el modernismo conciliar en el poder)? Pues la respuesta es irnos a lo fijo, a la Tradición, y en cuanto a oraciones, Santo Rosario, también. Porque el asunto es ese, romper por todos los flancos con la Tradición, darle la vuelta a todo, para que a la Iglesia "se ponga al día" y lo haga en unas pocas décadas. Ese es el asunto de fondo.

3. No se de que me habla en este punto, yo no iba por ahí. Cuando hablaba de contradicción me refería a que el autor, cobardemente en mi opinión, viene a justificar en su último párrafo el "cambio", tomando posición de forma velada, sin decirlo abiertamente. Ese cambio es una adición mientras que da la impresión de que defiende la reducción de los misterios, para simplificar. Entonces, ¿reducimos o no reducimos? ¿Simplificamos o no? Es desaconsejable que haya 50 y hasta 150 misterios, así que reduzcamos, pero oh, si es JP2º quién mete la directa bien hecho está. Y si lo hace Francisco ("restauracionismo", que graciosas las cosas de Francisco), también es excelente, así que ahora en lugar de simplificar lo que se lleva es complicar, y nunca mejor dicho. Y conste que no quieren restaurar, lo que quieren es confundir y destruir, que es exactamente lo que están haciendo, ¿o es que estamos ciegos? Ya se sabe, no hay mas ciego que el que no quiere ver. Y sí, destruir, DESTRUIR es lo que quieren, todo lo que huela a Tradición, a preconciliar, que para eso se ha montado un Nuevo tinglado (de ahí la "Nueva" ¿Evangelización?).

Y vuelvo a decir, ¿pero qué necesidad había de cambiar? (¿o qué necesidad había de un cv2?) Y es una pregunta retórica. Y lo mismo para la Misa, y lo demás. Sabemos perfectamente por qué había que cambiarlo todo. No es justificable la defensa que hacen ustedes en muchos temas pretendiendo dar una apariencia de normalidad a tantos cambios. No señor, de normales, nada, y de justificables, menos todavía. Lo que sucedió en el CV2 fue una revolución en toda regla, usando las mismas palabras de los perpetradores del golpe. Ahora venir a justificar tanto cambio masivo diciendo que es normal, pues lo siento, pero no es de recibo.

Y por no dejarlo, me ha parecido que era evidente que hablaba de milenaria historia en otro contexto, no de la historia milenaria del rosario (¿?). Hablaba en general, lo he repasado y no se como usted lo ha entendido de la manera que lo ha mal-entendido.

Sigue...

Anónimo dijo...

... termina...

4. No querido, me temo que, por lo que veo, quién se tiene que tomar la molestia es usted de aprender a leer con mas atención, e.g., la milenaria historia del santo rosario (¿?). No se a cuento de qué viene lo de las revelaciones privadas, de las cuales yo personalmente procuro apartarme lo mas posible. ¿Me toma por aparicionista? Mal prejuzgado, falló el tiro y el contestón no le ha salido tan facilón, ya lo quisiera usted. Por tanto, "en las demás cosas que planteo" queda para mí sin valor, diga qué cosas son esas y hablamos, porque me parece que anda usted en otro planeta.

La pregunta que formula ya la he respondido, los papas están para gobernar la Iglesia, y algo tienen que hacer, con mayor o menor acierto, aunque se les supone buena intención y celo, cosa distinta es en qué creen, porque me temo que la fe que tenía JP2º no es la exactamente misma que la que tenía S.Pio X, y esto es evidente, pues el primero era modernista, a las claras, herejía condenada precisamente por el segundo, quién era verdadera e íntegramente católico, y católicamente gobernó la Iglesia con los naturales aciertos y yerros, mientras que JP2º gobernó como un modernista, metiendo mas profundamente la daga, aunque el hombre, como tantos otros, pensara que estaba haciendo lo correcto, lo cual habrá juzgado Dios nuestro Señor, si bien sabemos que de buenas intenciones está empedrado el camino al Infierno (santo súbito, JA-JA-JA).

Pero volviendo a la pregunta digo que ya la he respondido, una cosa es gobernar la Iglesia con mas o menos acierto, y otra muy distinta es pretender darle la vuelta de 180º y hacerlo por necesidad en un plis-plas, porque en eso JP2º se afanó mucho, en cambiar mucho y muy profundamente. De nuevo ustedes se confunden intentando justificar lo injustificable tratando de darle aire de normalidad a lo que es una infestación desde arriba en toda regla. Ándense con ojo porque de esa manera, en la medida que actúen con esa intención, se pueden ustedes estar haciendo cómplices de la autodemolición de la Iglesia. Cuando hay que avisar y denunciar, ustedes parecen que nos dan unas píldoras para que lo llevemos con calma, como si no pasara nada. Pues no señor, yerran tremendamente.

Por último, ¿me está usted llamando frikitradicionalista? ¿En base a qué, a sus prejuicios, a su imprudencia, a su falta de atención en la lectura, a su soberbia de experto en filosofía y teología que la hace sentirse como 3 o 4 metros por encima de la chusma ignorante, en base a que todo aquel que no se mueva en su esfera neoconservadora es un pobre estúpido frikitradicionalista y por ende un mal católico, si es que llega eso, todo lo contrario que usted, ejemplo de virtudes (conservadoras)? Porque querido, esa es la impresión que da, y digo impresión, usted sabrá. Y si le ha parecido subida de tono mi respuesta, sepa usted, querido mio, que yo he hecho un primer comentario correcto, sin insultar groseramente a nadie, mientras usted deja caer, de nuevo cobardemente sin decirlo con hombría, sin base alguna además, que su interlocutor es aparicionista, frikitradicionalista, igorante y quién sabe que mas cosas. Mejore querido, mejore, que le hace mucha falta, y se lo digo en serio.

Bendiciones.

PS. Por cierto, respecto a 4.1 del artículo, entonces originalmente eran 150 avemarías, bastante parecido a lo actual y fijado desde el s.XV. Interesante.

Redacción dijo...

Anónimo:

1. Pregúntele a Cardozo... Si Ud. afirma que los misterios de luz provienen de Valtorta debe probarlo. El documento de JPII no dice tal cosa. Si se toma la molestia de hacer click en el enlace verá que menciona a Lourdes y Fátima, con nota al pie aclaratoria.

2. No confunda los planos. Es una realidad mutable en sí misma y no es susceptible de definición dogmática. Por supuesto que se puede estar en desacuerdo con los cambios.

Un cambio no es loco porque Ud. lo diga. Sería loco, por ejemplo, si no tuviera fundamento bíblico, patrístico o histórico. Pero en este caso, lo tiene. Puede ser un cambio inoportuno y criticable por muchos otros títulos.

Además, es erróneo citar la Tradición (fuente de Revelación) para hablar de una devoción privada como es el Rosario, que es fruto de una tradición (¡con minúscula!) y de institución eclesiástica.

¿Cómo hace Ud. para medir los frutos concretos de la modificación del Rosario? ¿La Virgen se le aparece y le dice que no le gustan estos misterios luminosos? ¿Cómo es posible que a la Virgen no le gusten misterios bíblicos?

3. Para que quede clara la posición de nuestra bitácora: no estamos de acuerdo con el cambio operado por Juan Pablo II. Pero mucho menos con los argumentos heterodoxos y frikitradis enunciados para criticar esos cambios.

Corresponde al Romano Pontífice, si lo considera oportuno, determinar la forma concreta de devociones privadas como el S. Rosario. No a nosotros, ni a Ud.: al Papa.

Que hable Ud. de “cobardía” de la Redacción, después de lo insinuado ya en el primer mensaje, demuestra el nivel de sus argumentos…

Sigue con una catarata de afirmaciones gratuitas y se va de tema. ¿Qué necesidad tuvo San Pío X de cambiar el Breviario? ¿Y de derogar las leyes tridentinas con el CIC de 1917? ¿Por qué el Concilio de Trento declaró nulos los matrimonios clandestinos? ¿Qué necesidad había de modificar estas cosas (modificables de suyo)? Ríos de tinta, a favor y en contra. Juan Pablo II dio los motivos en un documento ya citado.

4. En esta entrada hablamos de la forma del Rosario, que es una devoción particular, no milenaria y cuya estructura no pertenece a la Tradición. Pero fue Ud. quien pretendió ubicar el tema una tradición larga o Tradición: “…JP2º, podía mas que todos y mas que nadie, el solo, mas que toda la Iglesia en su milenaria historia”.

¿Quiere una respuesta simple? Aplique dos principios básicos: “papa supra omnes canones” y “par in parem potestatem non habet”. Se aplica a todo lo que es de suyo reformable en la Iglesia: cánones, instituciones eclesiásticas, ritos litúrgicos no esenciales, devociones privadas, censuras de libros, etc.

¿La estructura del Rosario es de suyo reformable? Claro que sí, es devoción particular, no Revelación pública. La reforma se adecua a la materia y la forma del Rosario, y se funda en misterios bíblicos comentados por los Santos Padres. Si Ud. no es capaz de comprender estos argumentos, no podemos hacer más.

Que la Virgen le guarde.

Tinc dijo...

7 Sacramentos ---> institución divina ---> irreformable

15 misterios del Rosario ---> institución eclesiástica ---> reformable

Anónimo dijo...

Tu luz nos hace ver la luz. Me parece que esa es la traducción en la liturgia de las horas.

Redacción dijo...

Estimado Sofronio:

Mañana publicaremos su comentario con nuestra réplica.

Gracias por su participación.

Johannes dijo...

Agradezco a la Redacción las citas de los libros de Alastruey y Roschini en el artículo, que aportaron datos sobre el Rosario sobre los que no tenía idea.

Si muchos católicos tradicionalistas fuesen conscientes de estos datos, no caerian en una crítica totalmente injustificada de la introduccion de los misterios luminosos por Juan Pablo II.

Tengo en mente al respecto un artículo de hace unos meses en un blog amigo de éste, en el que un autor invitado criticó el agregado de "cinco nuevos misterios "luminosos" al Rosario que no sé yo qué tienen de "misteriosos": Jesús inicia su predicación pública (¿?)."

A lo que respondí en un comentario:

Afirmación completamente injustificada.

En primer lugar, entre los misterios luminosos están el Bautismo de Jesús, el milagro en las bodas de Caná, la Transfiguración, y la Institución de la Eucaristía, todos eventos importantes en la vida pública de Jesús a los que, supongo, nadie se opondrá a calificar de "misterios".

En segundo lugar, entre los tradicionales misterios gozosos, está el quinto: "Jesús perdido y hallado en el Templo". Si se descalifica al inicio de la predicación de Jesús como misterio, no se ve por qué no habría que descalificar tambien a aquél. Porque si era admirable la sabiduria demostrada por Jesús a los doce años, tambien lo era la sabiduria y la autoridad demostrada a los treinta. "Se quedaron admirados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene potestad y no como los escribas." (Mc 1, 22) Lo cual era doblemente admirable, desde el punto de vista de sus oyentes, porque ni siquiera habia estudiado con los escribas.

Notablemente, las dos críticas que otros comentaristas hicieron subsiguientemente a mi respuesta directamente no habrian tenido lugar si ellos hubiesen conocido los datos aportados en este artículo:

"A Santo Domingo de Guzmán, los misterios del Rosario se los dicto María Santísima...... Al que invento los misterios luminosos , quien se los dicto ??????"

"Podrías proponer vos, ya que estamos, cincuenta salmos más digo así equiparamos, de nuevo, los 150 originales con los doscientos Avemarías del modelo John-Paul."

(Esta 2a critica se basa en el cálculo:

200 AM = 20 misterios x 10 AM/misterio

lo cual es injustificado porque la relacion de 10 avemarías por misterio fue fijada recien en el s. XVI.)

Saludos,
Juan Argento, en el usuario de blogspot que no suelo usar por simple fiaca.