miércoles, 4 de junio de 2014

Discúlpeme Francisco

El Papa envió una carta a la Asociación Internacional de Derecho Penal, en la que advierte que “la experiencia nos dice que el aumento y endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve problemas sociales, ni logra disminuir los índices de delincuencia”. Para cualquier persona sensata, es obvio que incrementar penas en un código, si luego estas no se aplican, no logra disminuir los índices de criminalidad. Porque los delincuentes se ríen de unas sanciones de papel, que amenazan con males que nunca llegan. Pero la carta de Francisco ha sido interpretada como un aval a una de las peores lacras que afectan a la sociedad argentina: el garantismo abolicionista. Para los garanto-abolicionistas, el sistema penal debiera ser suprimido; pero como tal cosa no es políticamente viable; trabajan incansablemente para destruirlo desde dentro, reduciendo las penas efectivas al mínimo.
Viviam Perrone ha contestado al Papa. Dice que murió hace 10 años, cuando su hijo, Kevin Sedano, fue atropellado por Eduardo Sukiassian en la avenida Libertador, en Olivos. El hombre se dio a la fuga; en cambio, la mujer se convirtió en un ícono en temas viales al encabezar reclamos de justicia por la muerte de Kevin. Sukiassian fue condenado a tres años de prisión, pero sólo cumplió dos meses de esa condena, ya que fue beneficiado con seis meses de prisión domiciliaria. Luego, quedó en libertad.

Discúlpeme Francisco,
Pero no estoy de acuerdo con su carta. Parecería que nadie se anima a contradecirlo. Yo lo voy a hacer. Lo hago porque comprendo que para usted es difícil entender lo que sentimos en la Argentina.
Es difícil entender que vivimos con miedo los que salimos a trabajar todos los días.
Es difícil entender que en nuestro país, muchos sacrificamos ver a nuestros amigos a la noche porque quienes dominan nuestras calles no dudan en disparar y quitar vidas con tal de delinquir.
Es difícil comprender que siente una madre a la que le mataron a un hijo y ve al asesino libre.
Pero a pesar de todo esto, no pedimos MANO DURA. Pedimos MANO JUSTA.
No pedimos un código penal con mayores sentencias. Pedimos que aunque sea se cumplan las leyes que tenemos.
Yo no le pido a Usted que se ponga en lugar de una madre que sufre cuando salen a la calle los hijos que le quedan, porque usted no vive como nosotros.
Pero si pedimos que a quienes tengan que cumplir con su sentencia, se los ayude a vivir como ciudadanos que respetan la vida.
Si pedimos cárceles que sirvan, cárceles que resociabilicen.
Pedimos que quienes salgan de nuestras cárceles sean Ciudadanos dignos.


21 comentarios:

Oveja misericordiosa con las otras ovejas dijo...

La razon mas elemental nos dice que el aumento de las penas protege a la sociedad simplemente porque, cuanto mayor es el tiempo que un delincuente está preso, mayor es el tiempo durante el cual no puede atacar a la sociedad.

Si ese aumento de las penas sirve o no para disuadir a otros delincuentes en potencia de pasar a serlo en acto es totalmente irrelevante. Es claro que no los alienta a hacerlo, y con eso es suficiente.

El tema es muy simple: dejar libre a un lobo es firmar la condena a muerte de una oveja cada N dias, dependiendo de la relacion entre las ganas de comer del lobo y la carne que le provee una oveja.

Parece que en ciertos niveles hay mucha misericordia para los lobos y poca para las ovejas.

Hoy justamente escuchaba a una periodista especializada en temas de jubilados, tercera edad, etc. decir que en la provincia de Buenos Aires van 28 ancianos muertos en episodios de criminalidad en lo que va del año. Nueve por el susto, y la mayoria de los restantes directamente a golpes.

Oveja misericordiosa con las ovejas dijo...

Una consideracion adicional.

El modelo perfecto para practicar la misericordia es Dios mismo: "Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso." (Lc 6, 33)

La persona hacia la cual Dios ejerció su misericordia del modo mas excelso fue la Virgen María, y lo hizo PREVINIENDO que el pecado la afectara.

Imitando a Dios, la mejor manera de practicar la misericordia hacia las ovejas indefensas es PREVENIR que los lobos las ataquen.

Por otro lado, la experiencia nos dice que, una vez que una persona se transformó en lobo, es muy probable que lo siga siendo. Esto se aplica a ladro-asesinos (ladrones dispuestos a matar si es necesario), violadores, etc.

Por lo tanto, la mejor manera de practicar la misericordia hacia las ovejas es mantener los lobos encerrados por el mayor tiempo posible.

Oveja misericordiosa con las ovejas y tambien con los lobos dijo...

Disculpen este ultimo comentario, que apunta a levantar la posible objecion de que mi postura no es evangelica porque la misericordia debe ser hacia todos, hay que amar a los enemigos, los lobos pueden volver a ser ovejas, etc. etc.

Todo esto es verdad, pero tenerlo en cuenta no me mueve a cambiar nada de lo que dije. Sí me mueve a agregar que las cárceles donde hay que mantener encerrados a los agresores por el mayor tiempo posible deben ser entornos dignos. Lo cual en Argentina implica la necesidad de una masiva inversion publica en la construccion de cárceles.

Mas aun, yo propongo que se construyan verdaderas ciudades carcelarias, donde tengan sus escuelas, sus talleres, sus iglesias, sus canchas de futbol, y puedan estudiar y realizar diversos trabajos, como fabricar ropa o escribir software. Pero ahi adentro.

Anónimo dijo...

Los delincuentes no tienen dignidad humana, el castigo hacia ellos debe ser brutal, cruel y feroz a fin de generar terror y escarmiento que evite a otros seguir sus pasos; igualmente, debe negárseles la misericordia de Dios puesto que no la merecen. El Justo debe tener en sus manos la destrucción absoluta del malvado.

Redacción dijo...

Anónimo 5 de junio de 2014, 15:04: sus comentarios se oponen brutalmente a la doctrina católica.

Anónimo dijo...

No sé si "sus comentarios se oponen brutalmente" a la doctrina católica, pero sí al sentido común.

El aumento de las penas y menos todavía la aplicación estricta de muchas de ellas -en las condiciones en que se "aplican" en nuestro país sobre todo- no puede de ninguna ser un elemento disuasivo para el delincuente. Más bien al contrario, como podríamos explicarles quienes llevamos más de 40 años en este renglón de la actividad.
La pena, para ser disuasiva, debe ser proporcionada; eso significa que no debe ser ni durísima ni suavísima, sino justa retribución del mal hecho; si fuese desproporcionada perdería autoridad y, de hecho, estimularía a los desafiantes que, como frente a cualquier otra injusticia, se plantearían el delito como una reivindicación social. Es evidente por sí mismo, además, que para ser retributiva, debe cumplir con la misa condición, pues dos penas distintas, una grave y otra que no lo es, no pueden ser retributivas, esto es: justas, simultáneamente.
La modificación de las escalas penales -modificación que puede provenir tanto del texto positivo o de la forma que adquiere el cumplimiento de la pena- es mala en sí misma, como mala es toda modificación de la ley "por sí misma" (por el afán de novedad o para experimentar) sin una grave necesidad de llevarse a cabo, como recuerdan Aristóteles en la Política y Sto. Tomás en la Summa. La ley se impone por medio de la costumbre y difícilmente imponga costumbres. La Ley penal, la primera de todas.
Por eso señores, debo recordarles que son tan falsas las doctrinas "anti" garantistas, como las falsamente denominadas "garantistas"; el derecho positivo, en una parte importante de su acepción, es garantía contra la tiranía, algo muy necesario en estos tiempos en los cuales gobiernan habitualmente déspotas y atorrantes sin nombre.

Los comentarios anteriores dejados por "anónimos" (alguno de los cuales nos dejan estupefactos) ponen de manifiesto la total imprudencia de tratar estas cuestiones fuera de ámbitos donde el sentimentalismo, la estupidez o la superficialidad -especialmente aquella forzada por los desbordes de la imaginación- no se vean convenientemente arrinconados; así como desoye la razonable "Advertencia" castellaniana que Uds. mismos han puesto como lábaro orientador en la columna derecha.
Gracias.
J. (penalista apenado)

Redacción dijo...

J.:
Estamos de acuerdo con lo que dice. Tal vez no nos expresamos con suficiente claridad.
Saludos.

Anónimo dijo...

El Padre Castellani enseñaba que la máxima libertad que la sociedad le podía dar a un delincuente, era la cárcel.

Misterioso pero sublime pensamiento; si alguien comete delitos y sigue libre, en verdad, esta preso de si mismo, incapaz de rectificarse y obrar el bien.

Pero en la cárcel, puede meditar y arrepentirse, y cambiar su vida y salvar su alma.

Porque si obra el mal, y no se lo detiene, acaba por evitar que hagan el bien los que eligen hacerlo.

Luego, su obra pone en riesgo la LIBERTAD.

Dejarlo "libre" es condenar a todos a su prisión.

Saludos en Cristo

Anónimo dijo...

Estimados amigos:
1º Nunca imaginé que Uds. no estarían de acuerdo con los principios que quise reflejar en mi entrada; simplemente, quería dejar la alerta prendida por futuras incursiones... Que en efecto han ocurrido.
2º Estimado sr. Gramuglia:
En efecto, Castellani escribió eso; pero en su diario y en sus conversaciones privadas -que tuve el honor de disfrutar durante la última etapa de su asombrosa vida- opinaba otra cosa, después de haber conocido algunas cárceles argentinas (no digo que las nuestras son así por ser nuestras, sino que son así). Decía que para los delitos graves, había que aplicar la pena de muerte y para los delitos menores, penas alternativas sin cárcel; consideraba la cárcel como un infierno, donde todo es odio de todos contra todos. Y no andaba nada lejos de la verdad. Nosotros no tenemos autoridad para mandar a nadie al infierno; eso es cosa del Divino Juez. La pena, pues, no es hacerle el mayor daño posible al delincuente, sino aplicarle el correctivo que humanamente esté a nuestro alcance sin poner en peligro su alma.
Si el "estado" ya es malo por sí mismo -es decir, aquella deformación de la verdadera autoridad política llevada a cabo por el protestantismo de la mano de Bodino- imaginarse lo que ha sido darle la posibilidad de encarcelar y matar, como la que tiene ahora.
El resultado no es solamente desastroso: es pecaminoso. Las cárceles NO SON un medio apto para la "regeneración" de nadie. La única "regeneración" verdadera viene de las aguas lustrales del Bautismo y la recepción frecuente de los Sacramentos; las cárceles deberían ser, en primer término, para retribuir al penado el castigo merecido. Cuando el castigo se vuelve ocasión próxima de nuevas tropelías o de corrupción moral total del preso, la sociedad responderá ante Dios por ello; y ni hablar los jueces y fiscales y carceleros.
Nada peor, pues, que encerrar a los delicuentes "todo el tiempo que se pueda" como mero acto de cobardía civil: mejor enfrentarlos en el momento del delito aunque les cueste la vida -la dellos, claro- y si no se ha podido detener el delito, que lo paguen duramente, pero no inmoralmente.
Gracias.
J.

Redacción dijo...

J.:

No está de más subrayar que coincidimos en muchas cosas:

- La pena debe ser justa, es decir proporcionada a la gravedad de la culpa. Ni excesiva ni defectuosa.
- Garantismo: el acusado debe tener todas las garantías necesarias de un juicio justo.
- Prisiones: el sistema penitenciario puede ser un desastre. ¿Qué hacer? Mejorarlo.
- Garantismo abolicionista: una ideología utópica que parte de la premisa que la pena es mala en sí y que el sistema penitenciario es de imposible mejora; por lo que busca su abolición pasando por una etapa intermedia de minimalismo, que produce un efecto de alta impunidad, puerta giratoria para los criminales.

Esta ideología es nociva para el bien común. Y una burla para las víctimas.

Saludos.

Anónimo dijo...

J dixit:

El aumento de las penas y menos todavía la aplicación estricta de muchas de ellas -en las condiciones en que se "aplican" en nuestro país sobre todo- no puede de ninguna ser un elemento disuasivo para el delincuente.

Ego respondeo:

El aspecto prioritario de la pena no es la disuasion de potenciales futuros delincuentes, sino la neutralizacion de la capacidad de obrar el mal del delincuente a quien la pena se aplica. Que ese tipo no pueda volver a matar, violar, etc.

J dixit:

las cárceles deberían ser, en primer término, para retribuir al penado el castigo merecido. Cuando el castigo se vuelve ocasión próxima de nuevas tropelías o de corrupción moral total del preso, la sociedad responderá ante Dios por ello; y ni hablar los jueces y fiscales y carceleros.

Ego respondeo:

La guia de toda accion es el amor al projimo. Amar es procurar el bien. Hay dos grupos de personas cuyo bien hay que procurar, los inocentes y los delincuentes.

En funcion del bien de los inocentes, las cárceles deben ser un medio de impedir que los delincuentes sigan agrediendo a la sociedad. En funcion del bien de los delincuentes, las carceles deben ser un medio de promover la regeneracion de estos.

Si hoy las carceles argentinas no son aptas para el segundo objetivo ¿debe dejarse de procurar el primer objetivo hasta que esa situacion cambie?

Es claro que dejar libre un delincuente es ocasión próxima de nuevas tropelías que causan perdida de honra (violacion), vida o salud de inocentes. Los responsables de esa ausencia de castigo pueden ser, dependiendo del caso, los carceleros, los jueces, los legisladores, y los formadores de opinion que influyen sobre los legisladores.

J dixit:

La única "regeneración" verdadera viene de las aguas lustrales del Bautismo y la recepción frecuente de los Sacramentos;

Ego respondeo:

Antes de poder recibir el agua, o la absolucion si fue bautizado, es necesario recibir la Palabra. Recordemos la duracion de la etapa del catecumenado en los primeros siglos del cristianismo.

J dixit:

Nada peor, pues, que encerrar a los delicuentes "todo el tiempo que se pueda" como mero acto de cobardía civil: mejor enfrentarlos en el momento del delito aunque les cueste la vida -la dellos, claro- y si no se ha podido detener el delito, que lo paguen duramente,

Ego respondeo:

es de realista notar que, en las circunstancias contemporaneas concretas, la pena de muerte a ladro-asesinos y violadores es la mejor opcion. Tambien es de realista notar que hoy es muy dificil siquiera plantear la opcion de una aplicacion masiva de la pena de muerte. Desgraciadamente parece que va a tener que correr mucha mas sangre de inocentes para que eso cambie.

Resumiendo, la mejor opcion es una masiva obra publica de construccion de infraestructura carcelaria fisicamente saludable para, tal vez, unas 200.000 personas, e implementacion de un sistema carcelario moralmente saludable para ellas, junto con penas de duracion adecuada a los fines de proteccion de la sociedad y retribucion del delito.

La siguiente opcion, si no se puede cambiar la naturaleza moralmente corruptora del sistema carcelario actual, es la implementacion masiva de la pena de muerte para delitos graves.

Que otros comentaristas sugieran qué hacer si esta segunda opcion tampoco es posible. Pareceria que algunos piensan: "si no se puede tener carceles fisica y moralmente salubres, y no se los puede fusilar, dejemoslos libres."

Anónimo dijo...

Anónimo del 06/06 21.05:
muy lúcida su respuesta a J., que tendrá buenas intenciones pero da la impresión de ser una especie de "tradigarantoabolicionista".

Marcial

Martin Ellingham dijo...

En la Edad Media se aplicaba mucho la pena capital, y otras penas corporales, y poco la prisión. Si se rechazan las penas medioevales, no hay muchas alternativas a la privación de libertad. Que puede ser –de hecho- una pena con muchos inconvenientes; pero tampoco se conocen sustitutos adecuados. Por lo cual, pienso que mientras no exista algo mejor, no queda otra opción concreta que no sea mejorar las cárceles.
Saludos.

Anónimo dijo...

Para los delitos cometidos por funcionarios o políticos ley draconiana pena de muerte por todo hasta que no quede ni uno,para los pobres e ignorantes ,educación, y para los seguidores del fútbol reducción a la esclavitud.

Anónimo dijo...

mejorar las cárceles o echar a los curas y obispos modernistas de la iglesia.... jajajaja no quedaría nadie.

Anónimo dijo...

DESPUÉS DE CONCHITA WURST,LAVERNE COX....¿l´averne?
¿el averno?

Anónimo dijo...

para los seguidores del fútbol y para los seguidores del ídolo bergogliano también reducción a la esclavitud ....jajajaj
total, mas esclavos de lo que ya son imposible.

Anónimo dijo...

¿Mejorar las cárceles? ¿no sería mejor avisarles a los políticos y a los que delinquen y roban que si siguen asi se van al infierno?
ah no, cierto que el infierno ya no existe o si existe está vacío.

Anónimo dijo...

Avisemos al villerío que vayan a robar a Austria donde hay cárceles modelo.

Anónimo dijo...

la sociedad responderá ante Dios por ello

¿porque? no podemos hacernos cargo de todo..

Anónimo dijo...

Esto ya está torcido y es muy difícil arreglarlo pues los políticos no creo que vayan a usar el dinero que se roban para arreglar las cárceles. Que se haga cargo jp 2 de todo esto por mal pastor.