El pozo seco del
slogan
Por Nicolás de la Plaza *.
La foto de Bergoglio mostrando la
remera "No al Fracking" da para muchas lecturas. No, no las da, posó
con el único político opositor argentino de relevancia que se declara
"admirador de Chávez" y supongo que por continuidad de Nicolás
Maduro: el viejo Pino.
A Pino lo escuché en varias
ocasiones hablando de fracking, gritando que es un "escándalo" e
"inmoral", pero poco dice y sabe del asunto. Incluso hizo una
película. No la vi pero imagino el testimonio de los mapuches, del criollo
triste, la señora mostrando el vaso de agua sucia, la chiquita refregándose los
ojos con pucherito diciendo que no le gusta Chevron, entre avergonzada y a la
vez divertida.
Imagino en ese powerpoint
demagógico las manos manchadas de petróleo del presidente de Ecuador, Rafael
Correa (otro de sus ídolos), el mismo Correa que mantiene esa dolarización
soñada a fuerza de petróleo y no de ingeniería espacial. Lo escucho a Piazzolla
de lejos o un carnavalito, mientras la voz del viejo Pino dice algo así como
"y así, de a poco, las fuerzas de nuestra tierra y nuestra gente se ven
debilitadas y casi vencidas por el monstruo insolidario y ambicioso
extranjero". Y un guanaco mirando fijo a la cámara.
Todo este juego de niños, tiene
rating. Y Bergoglio quiere levantar su iglesia con signos y gestos. Como el
peronismo. La solemnidad del discurso vacío que agrada a quienes ya abandonaron
sus sueños. La señora que lava la vereda vestida de su abuela, el viejo que ve
el TC en la cama fumando, el abogado corporativo que gana menos que un
basurero. Ese público quiere escuchar: petróleo malo, dios bueno. Y no tanta
historia.
Bergoglio, viejo zorro y peronista
lo sabe. Pino también.
Iba a hablar de fracking, que
puede ser inofensivo, que la manera de extracción convencional (normal,
tradicional) de petróleo también contamina e incluso más porque se usan
máquinas 50 años más viejas que las que se usan para hacer fracking. También
que el fracking de Vaca Muerta se hace a varios cientos de metros de
profundidad y que no hay forma de que se toquen las napas. Que el agua que se
usa es siempre la misma y que sí, que esa agua se contamina, pero no vuelve a
la Pachamama, se trata y se vuelve a usar. Que el petróleo es la fuente de
absolutamente todo lo que usamos hoy en día, que la vida con tomatitos en el
balcón es un entretenimiento de parisinos aburridos y millonarios.
También iba a desafiar al Papa
(osado!) y al viejo Pino a que definan una alternativa de combustible al
petróleo por el que hoy Argentina paga 17 mil millones de dólares anuales
importando, pero recuerdo que la idea de Pino y sus cumpas, y veo que también
la de la Iglesia Catolica, es la "extracción familiar".
Extracción de petróleo familiar.
La mamá con la palita excavando, el padre con la boina preparado con el balde
para que salga el chorro de crudo, los chicos jugando a la pelota alrededor,
los perros persiguiendo gallinas. El olor a eucalipto, el chaqueño Palavecino
sonando de fondo, la pampa argentina productiva.
* Nicolás de la Plaza es abogado (UBA) y master en Derecho
del Petróleo en The University of Oklahoma.
Fuente:
12 comentarios:
El artículo es muy desacertado en lo referente al fracking. La primera vez que oferté el tratamiento de aguas para este sistema, una instalación en Bolivia, pensé: van a dejar la Tierra como una pasa.
Yo no soy ecologista de salón pero tampoco pienso que todo esté permitido. No es cuestión ahora de meterse en temas técnicos que al público no le llega, pero un sistema limpio desde luego no es. Y después podemos hablar de los intereses políticos y económicos que están tras la tramoya.
Tampoco entiendo que el Papa se meta en estas cuestiones ni se preste a estos juegos. Sin embargo, que esto esté mal, no quiere decir que tengamos que comulgar con ruedas de molino.
O sea.
En la novela ucrónica de Keith Richards, "Pavana", la Armada Invencible conquistó Inglaterra, y el mundo está regido por el magisterio papal. En el siglo XIX la bula Petroleum Veto prohíbe el uso de la gasolina, con lo que todo el transporte se desarrolla en base a grandes ferrocarriles a vapor.
Realmente es un disparate aventurar al magisterio en materias técnicas, donde la contaminación depende de la tecnología que se use. Como bien dice el autor, lo más convencional es lo más peligroso si se usa tecnología obsoleta.
Y por cierto, que ironía que los que se llenan la boca con el sano laicismo y la autonomía de lo temporal se metan a juzgar si las perforaciones verticales son más peligrosas que las horizontales o si los transgénicos entrañan algún peligro. Todavía en los sites anticlericales no se termina de agotar la leyenda de las prohibiciones de las vacunas por parte de los papas que se le está dando pasto a la crítica de los neovolterianos, con cierta razón esta vez.
Soy totalmente ignorante sobre el tema pero en Cataluña (España) el fracking llegó a provocar terremotos en la costa. Así que hasta que no sea convenientemente informado por gente de confianza diré no al fracking.
Pasando a las implicaciones eclesiales, creo que cuidar la naturaleza es de sentido común como no hablar con extraños pero la Iglesia no debería meterse en opinar de temas concretos como el fracking. Tal vez recordar que el bienestar común está por encima del lucro. Y que más vale malo conocido.
Como ingeniero, puedo decir que el Fracking es peligroso en cuanto a la generación de pequeños sismos (que podrían eventualmente desatar sismos naturales mayores en regiones naturalmente sísmicas como Chile o Argentina). Además, es seriamente grave en cuanto puede contaminar los acuíferos debido a la filtración de gas o fracciones livianas de petróleo que ascienden (o descienden) hacia las napas utilizadas para el consumo humano y, por supuesto, las que llegan al mar (que en algunas ocasiones sucede).
Fuera de las particularidades técnicas y de los posibles problemas asociados que aún no han sido adecuadamente estudiados, creo que el Magisterio Pontificio no puede hacer un juicio de valor al respecto puesto que no hay mayor información frente al tema. Sería una tontería que el teólogo de turno hiciera una "apología a la maldad del Fracking en la vida del mundo" sin estar al tanto, en calidad de experto, de todo lo referente al tema (beneficios, problemáticas, estudios reales con cifras, etc.)
Hacer lo contrario y solo dejándose llevar por los "comentarios" sería una insensatez.
Saludos Blogger!
Kieth Roberts escribió esa novela, Richards es el de los Rolling Stones.
Un par de comentarios desde una actividad cercana (trabajo en minería): en primer lugar, la actividad extractiva primaria es, de suyo, de alto impacto ambiental. La minería y la extracción de petróleo son actividades extractivas, no renovables (lo que se extrae, se extrae y no puede devolverse a la tierra) y como tales deben asumirse. El hombre ha venido extrayendo materiales y combustibles de la tierra desde la Creación (de hecho, el petróleo se conoce desde hace miles de años), por lo que el debate sobre la conveniencia o no de ejercer actividades extractivas ni debería plantearse: el hombre no puede vivir sobre la tierra sin sacar de ésta lo necesario para sobrevivir.
Respecto al petróleo, creo que es importante apuntar que la sociedad moderna se mueve a petróleo: no existe hoy ningún combustible que pueda reemplazarlo (al menos en el corto plazo) y la economía de los países depende directamente del acceso al petróleo. La cantidad de dinero que la Argentina ha pagado en estos últimos años para importar combustibles, desde que perdió el autoabastecimiento energético la década pasada, es impresionante (no tengo los números a mano, pero ya se habla de unos 15 mil millones de dólares sólo en 2014). Por eso, me parece una temeridad desacreditar una actividad a fuerza de eslóganes; ¿es necesario el mayor cuidado ambiental posible en estos tipos de actividades? Sin dudas, ninguna actividad económica puede desentenderse de su impacto ambiental. Pero a mí me toca sufrir el “No a la minería” y les aseguro que, además de injusto, el eslogan es totalmente vacío y no tiene en cuenta que hay países que, con gran conciencia ambiental, han logrado desarrollarse gracias a la minería.
Soy el autor de la nota. Un par de detalles: No hay fuerza humana posible de desencadenar por mano propia eventos sismicos de relevancia. El fracking se hace en EEUU desde 1937. Las zonas donde fluye la "revolucion del fracking" en este momento son el este de Texas (Persian Basin)y el centro de North Dakota (Williamson Basin), en esas areas no hay registros de terremotos salvo los habituales movimientos sismicos que como mucho mueven una maceta por un segundo.
Y de todas formas si las informaciones de bloggeros ecologistas fueran ciertas, como decia un profesor mio "es mejor muchos sismos chicos que alivien y eviten la formacion de uno grande". Real.
Al ingeniero: las napas estan a algunos metros debajo de la superficie, la roca shale a unos miles de metros (entre 3000 y 4000 promedio), es inentendible como podria filtrar una napa el petroleo que es succionado a 3000 metros de distancia hacia abajo. Menos aun teniendo en cuenta que todo el proceso solo es posible si esta hermeticamente entubado.
La "convencional" es diferente, hace 100 años habia reservorios de petroleo en la superficie o a un metro de profundidad. Hoy depende el area, pero la no-convencional o shale solo se basa en fracturar las rocas shale, que por desarrollo geologico se encuentran a miles de metros de profundidad.
Yo no tengo conocimientos de los peligros de fracking. Pero sé una cosa, la sociedad materialista basada en el consumo como única fuente de felicidad humana es fuertemente anticristiana.
Esta sociedad funciona así: es irrelevante que el fracking sea o no inocuo, se va a implementar y después se verá, lo importante es mantener el sistema moviéndose.
Con que ponga guita para reeditar el libro de Schumacher me doy por bien pagado. ¿Que sabe el chancho de aviones...?
A esta altura, si Bergoglio se opone al fracking ese, yo creo que debería ser no sólo inocuo, deseable y hasta obligatorio, y que debería practicarse en todas partes, por las dudas, inclusive donde no haya gas ni petróleo. Inclusive y especialmente en los jardines del Vaticano.
Disculpen. Ando un poco alterado hoy.
El Santo Padre lo ha conseguido: Estamos discutiendo sobre el fracking.
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