Cuando
el cardenal prefecto de la Congregación para el Culto Divino hace algo bien no
tengo el menor problema en señalarlo y alabarlo. Es más, lo hago con muchísimo
gusto. Como en esta ocasión con el prólogo que dedicó al libro del benedictino
Alberto Soria.
Que
os transcribo:
Tomado
de:
2 comentarios:
El texto es admirable en muchos sentidos, pero sorprende que lo firme el mismo cardenal que avala uno de los experimentos más estrambóticos, -por decir lo menos-, entre los que pueblan el panorama litúrgico.
PEDRO HISPANO: Sin negar los méritos que supone la publicación de un texto así, tanto por parte del Sr. Cardenal como de sus colaboradores más inmediatos, sería muy de agradecer que Don Antonio Cañizares no se limitara a celebrar el Rito tradicional cuando está fuera de España.
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