martes, 19 de marzo de 2013

Un cuento


La conversión del Papa
Giovanni Papini
En el poema habla el hijo único de un ignoto hereje bohemio de la Edad Media, hereje a quien Browning llama Jan Krepuzio; por haber profesado públicamente algunas teorías blasfemas sobre los motivos de la Redención, la Inquisición lo hizo apresar, torturar y finalmente fue quemado vivo en una plaza de Praga.
Su hijo, el niño Aureliano, fue escondido en Alemania por algunos parientes lejanos, pero jamás pudo olvidar el fuego que había consumido a su padre. Una vez adulto y libre decidió vengarse de la Iglesia de Roma, empleando un nuevo sistema de venganza jamás ideado por otro.
Con nombre fingido se fue a un convento de Milán, y solicitó ser recibido como hermano lego.
Su obediencia y bondad le valieron el premio deseado se le recibió entre los novicios. Su celo por la vida monástica y por la Sagrada Teología pareció ser tan ardoroso y sincero, que al cabo de sólo tres años fue ordenado sacerdote. Obtuvo entonces ser enviado a predicar la verdad católica a países de infieles y cismáticos, y con su palabra y ejemplo logró convertir a ciudades enteras.
Fue encarcelado por los enemigos de la verdadera fe, pero pudo huir de entre sus manos, y hasta se dijo que lo logró con la ayuda de un ángel.
Su nombre llegó a oídos del Pontífice reinante, que lo llamó a Italia y le confirió un obispado.
También como obispo y en breve tiempo, llegó a ser famoso en los pueblos. La austeridad de sus costumbres en medio de un clero corrompido, la victoriosa elocuencia de su palabra, la perfecta ortodoxia de sus enseñanzas teológicas, todo hizo de él uno de los prelados más ejemplares e ilustres de su siglo.
Pero esto no le bastaba, precisaba obtener otros honores y dignidades para consumar la venganza premeditada. En sus vigilias jamás olvidaba la hoguera en la que habían hecho arder a su padre, según él injustamente. Debía vengarlo, en forma diabólica y clamorosa, precisamente en la capital de la Cristiandad, en Roma, en San Pedro. La palidez de su demacrado rostro era atribuida al ascetismo de su vida, pero en realidad no era más que el reflejo de su prolongado rencor, era el efecto de una fatigosa y perpetua simulación.
Murió el anciano Papa y se eligió a otro que había conocido y admirado a Aureliano, y en el primer consistorio lo creó cardenal. Aureliano ya se veía próximo a la meta, y su ardor apostólico en pro de la Iglesia se acrecentó más y más. Fue Legado Pontificio, Doctor en un Concilio y Cardenal de Curia; en todo ello demostró ser un infatigable defensor de los dogmas y de los derechos de la Iglesia Romana. Ya casi era anciano, pero el alucinante pensamiento de la venganza no lo dejaba ni de día ni de noche.
También fue alcanzado por la muerte el Papa protector suyo, y en el cónclave subsiguiente Aureliano fue elegido Vicario de Cristo, obteniendo la unanimidad de los sufragios. Aun entonces supo ocultar su inmenso gozo bajo la máscara de una tranquila humildad. Ya estaba próximo el gran día por él esperado y deseado secretamente durante dolorosos años de forzada comedia. Había sido elegido a comienzos de diciembre; entonces anunció al Sacro Colegio y a la Corte del Vaticano que la ceremonia de su coronación se realizaría la noche misma de Navidad.
Desde muchísimo tiempo antes había planeado y soñado la inaudita escena: después del Pontifical, después de haberse realizado todos los ritos de la coronación, dueño ya de los privilegios y de las prerrogativas del Supremo Magisterio como cabeza infalible de la Iglesia Docente, entonces se pondría de pie para hablar al clero y al pueblo, y en el silencio solemne de la máxima basílica pronunciaría finalmente las tremendas palabras que vengarían para siempre al padre inocente. Diría que Cristo no era Dios, que había sido un pobre bastardo, un pobre poeta iluso víctima de su ingenuidad, y finalmente, aquí haría resonar su voz como un desafío satánico, finalmente, con el sello de su autoridad proclamaría que Dios jamás había muerto porque jamás había existido.
¿Cuál habría sido el efecto causado por tan espantosas blasfemias, brotadas de los labios de un Pontífice Romano? Tal vez, después del primer momento de estupor ¿lo habrían reducido, gritando que era un loco? ¿Lo habrían hecho pedazos sobre la tumba de San Pedro? No se preocupaba mucho por ello; la voluptuosidad brindada por tan estupenda venganza jamás tendría un precio demasiado elevado.
Llegó la vigilia de Navidad y anocheció. Todas las campanas de Roma tañían a fiesta, ríos humanos de nobles y plebeyos marchaban a la Plaza de San Pedro, llenaban el gran templo que parecía ser una inmensa cavidad luminosa, para poder asistir a la fastuosa ceremonia que celebraba simultáneamente el Nacimiento de Dios y la coronación de su Vicario en la tierra.
Desde una sala de su palacio Aureliano miraba y escuchaba. Veía aquellas multitudes de fieles gozosos y confiados, oía sus cánticos de Navidad, sus laudos, sus himnos, y en todos ellos se transparentaba una sencilla pero infinita esperanza en el Divino Infante, en el Salvador del mundo, en el Consuelo de los pobres, de los perseguidos y llorosos.
Y en aquel instante, en aquella sala donde el nuevo Papa se había encerrado, solo, para concentrar sus pensamientos y sus fuerzas, sucedió algo que jamás fue conocido por otros, se realizó el inesperado y providencial milagro: el pensamiento de toda aquella pobre gente que corría hacia él, que creía en él porque había creído en sus palabras, ese pensamiento lo burló, lo conmovió, lo sacudió y arrastró consigo. Experimentó un escalofrío, se sintió agitado por un temblor, le pareció que una luz jamás vista invadía la gruta oscura de su alma. Repentinamente se sintió inundado y vencido por una dulzura aniquiladora jamás experimentada en su larga vida, por una ternura infinita hacia todas aquellas almas simples, infelices y sin embargo felices, que creían en Cristo y en su Vicario, y súbitamente, el nudo negro y gravoso de la anhelada venganza se deshizo, se cortó, se disolvió en un llanto continuo, desesperado, que le quemaba los ojos y el corazón, que consumía su interior más que una llama viva. El nuevo Papa se postró sobre el mármol del pavimento, y oró de rodillas, oró por vez primera con abandono total del alma, con toda la sinceridad de la pasión, como nunca había orado en toda su vida. El viento impetuoso de la Gracia lo había derribado y vencido en el último instante. Hasta el mismo dolor del remordimiento por su infame pasado de fingimiento, de engaño y duplicidad, le parecía un consuelo inmerecido, un consuelo divino. Aquel dolor quemante lo podría acompañar hasta la muerte, pero purificándolo, salvándolo de la segunda muerte.
Cuando los ayudantes y acólitos penetraron en la sala precedidos por el Cardenal Decano, hallaron al nuevo Papa arrodillado, hecho un mar de lágrimas, y se sintieron grandemente edificados. Concluido el solemne rito de la coronación, el Pontífice quiso hablar al pueblo. Habló de Cristo y de su nacimiento en Belén, habló de la Madre Virgen, de los ángeles y los pastores, y lo hizo con tal calor de afecto que todos los oyentes, hasta los viejos cardenales apergaminados en su púrpura, lloraron como hijos que finalmente encuentran al padre a quien creían perdido. Y muchas mujeres, al salir de la Basílica iluminada a la oscuridad de la ciudad, afirmaron que al cabo de siglos un verdadero santo había ascendido a la Cátedra de San Pedro.

50 comentarios:

Milkus Maximus dijo...

Es increíble cómo en tan breves palabras se puede captar el momento interior que tantos estamos viviendo. Esta mezcla de alarma, temor, cautela, y esperanza.

Gracias por compartirlo.

Claudio dijo...

"Sólo el que sirve con amor sabe custodiar". Solo se trata de eso, amar. No es un invento de el. Está en los Evangelios desde hace 2 milenios. Nos vendria bien a todos por aquí un poco de humildad y caridad con aquel que ha sido elegido por Cristo. Pues antes que cualquiera de nosotros, fue amado por Dios. Y eso merece respeto.

Sebastián dijo...

Gracias. Muchas gracias.

Beatriz dijo...

Interesante cuento. Aplicado a la vida real:

1. La conversión de Aureliano es similar a la de Saulo al caerse del caballo, y a la de Paul Claudel quien fue a misa un 25 de diciembre en la catedral de Notre Dame para escribir un artículo en contra del rito, entró ateo y salió creyente, en un abrir y cerrar de ojos:

"Así era el desgraciado muchacho que el 25 de diciembre de 1886, fue a Notre-Dame de París para asistir a los oficios de Navidad. Entonces empezaba a escribir y me parecía que en las ceremonias católicas, consideradas con un diletantismo superior, encontraría un estimulante apropiado y la materia para algunos ejercicios decadentes. Con esta disposición de ánimo, apretujado y empujado por la muchedumbre, asistía, con un placer mediocre, a la Misa mayor. Después, como no tenía otra cosa que hacer, volví a las Vísperas. Los niños del coro vestidos de blanco y los alumnos del pequeño seminario de Saint-Nicholas-du-Cardonet que les acompañaban, estaban cantando lo que después supe que era el Magnificat. Yo estaba de pie entre la muchedumbre, cerca del segundo pilar a la entrada del coro, a la derecha del lado de la sacristía.

"En un instante mi corazón fue tocado y creí" Entonces fue cuando se produjo el acontecimiento que ha dominado toda mi vida. En un instante mi corazón fue tocado y creí. Creí, con tal fuerza de adhesión, con tal agitación de todo mi ser, con una convicción tan fuerte, con tal certidumbre que no dejaba lugar a ninguna clase de duda, que después, todos los libros, todos los razonamientos, todos los avatares de mi agitada vida, no han podido sacudir mi fe, ni, a decir verdad, tocarla. De repente tuve el sentimiento desgarrador de la inocencia, de la eterna infancia de Dios, de una verdadera revelación inefable. Al intentar, como he hecho muchas veces, reconstruir los minutos que siguieron a este instante extraordinario, encuentro los siguientes elementos que, sin embargo, formaban un único destello, una única arma, de la que la divina Providencia se servía para alcanzar y abrir finalmente el corazón de un pobre niño desesperado: "¡Qué feliz es la gente que cree! ¿Si fuera verdad? ¡Es verdad! ¡Dios existe, está ahí! ¡Es alguien, es un ser tan personal como yo! ¡Me ama! ¡Me llama!". Las lágrimas y los sollozos acudieron a mí y el canto tan tierno del Adeste aumentaba mi emoción. Pero sentía una aversión y resistencia visceral ¡Dulce emoción en la que, sin embargo, se mezclaba un sentimiento de miedo y casi de horror ya que mis convicciones filosóficas permanecían intactas! Dios las había dejado desdeñosamente allí donde estaban y yo no veía que pudiera cambiarlas en nada. La religión católica seguía pareciéndome el mismo tesoro de absurdas anécdotas. Sus sacerdotes y fieles me inspiraban la misma aversión, que llegaba hasta el odio y hasta el asco. El edificio de mis opiniones y de mis conocimientos permanecía en pie y yo no le encontraba ningún defecto. Lo que había sucedido simplemente es que había salido de él...." puede seguir leyendo aquí: http://www.fluvium.org/textos/lectura/lectura8.htm

Lamentablemente estas conversiones son muy raras.


2. Como creo firmemente en el dogma de la infalibilidad papal, si un personaje siniestro como Aureliano que finge piedad y virtud durante años es elegido Papa, y no se convierte como en el cuento, antes de pronunciar que Jesús no es Dios, o se le paraliza medio cuerpo o muere repentinamente. El corto pontificado de Juan Pablo I no deja de ser un misterio.

3. El error de Pedro en Antioquia no fue un error de doctrina sino de praxis: heteropraxis, que no es poca cosa. Si ocurrió una vez puede repetirse. Por algo ha quedado consignado en su Palabra, como una enseñanza que debemos tener en cuenta. Pero nada de Papa-anticristo (adversario de Cristo) o Papa-profeta del anticristo. Esto es contrario a la promesa de Cristo.

Mi fe se aferra a la Palabra de Dios, no sin temor.

Anónimo dijo...

A lo 1º: Estas conversiones son raras por que son casi exclusividad de los judíos, según me parece.
A lo 2º: Existe otra posibilidad que Ud. no ha explorado, amiga Beatrix: Que el electo no sea verdadero papa, pero lo parezca. Imagínese....
Lo demás, coincido con Ud.
Como siempre
Dante Alighieri

Anónimo dijo...

Si, realmente un cuento.

Anónimo dijo...

Esas conversiones son raras porque alguien debe sacrificarse y rezar mucho para que Dios se digne realizarlas.
A Saulo se le aplicaron los méritos de San Esteban ni más ni menos.
Otra conversión interesante es la del judío Ratisbonne. Pero si ustedes prestan atención siempre que alguien da un testimonio de conversión termina contando que tal o cual persona allegada estaba rezando por el.

Es inútil Fátima no falla, muchos se van al infierno por que nadie reza ni se sacrifica por ellos. Clarito.

Anónimo dijo...

Beatriz eso es un cuento, crea en la doctrina no en cuentos.

Miles Dei dijo...

Rutina del clavo ardiendo 1.0

"Esto es todo un plan de Benedicto XVI para dejarlo todo amarrado".

Rutina del clavo ardiendo 1.1

"Evidentemente no era cosa de Benedicto, pero los cardenales pueden elegir a un buen Papa"

Rutina del clavo ardiendo 2.0

"El Papa electo parece malo, pero puede convertirse"


El programador no pretende negar la realidad de la gracia, asistente, iluminante o sanante en los distintos sujetos, pero está abierto a nuevas revisiones de la teoría en orden a una mayor comprensión del signo de los tiempos.

Anónimo dijo...

Beatriz si va a haber un Papa que reúna todas las religiones, si es este o no todavía no podemos saber, pero si va a suceder.

Anónimo dijo...



Es lo que la conjunción de la gracia y la liturgia verdadera hace en las almas. Gloria a Dios.

Martin Ellingham dijo...

Beatriz:
Hasta Congar trató la hipótesis del Papa herético, que consideró posible pero muy improbable. Mejor no exagerar con la indefectibilidad de la Iglesia.
Saludos.

Martin Ellingham dijo...

Además del tema del Papa herético o cismático Vitoria trata acerca de la resistencia al Papa que destruye la Iglesia. ¿Qué entendía el maestro salmantino por destruir? No da una definición pero pone algunos ejemplos:
- si quisiera derogar sin causa el derecho positivo;
- si quisiera entregar todo el tesoro de la Iglesia, o el patrimonio de San Pedro a sus parientes u otra cosa parecida;
- si no da los beneficios eclesiásticos más que por dinero o a cambio de servicios.
Y agrega que tales supuestos podrían darse con obras o decretos pontificios.
Me parece digno destacar cómo en otros tiempos, teólogos ortodoxos como Vitoria, conjugaban la disputatio teológica con un contexto en el que funcionaba la inquisición para los herejes.
Hoy la papolatría y las consideraciones piadosas anulan la disputatio y la reemplazan por la apologética boba. Y el Santo Oficio ya no existe.

Lupercio dijo...

Don Miles Dei y el siempre acertado Martin Ellingham van por el mismo camino con distinto equipaje...
Don Martín va medio cargado de indumentos, mientras don Miles se suelta livianito, a la buena de Dios...
Yo también, bella Beatriz, al pasar en limpio los signos de los tiempos, me asusto y me alegro de simultáneo como perdido en una selva oscura; pero no me engaño creyendo ver un escenario dramático repleto mientras el actor principal está entre bambalinas, esperando.
Ya veremos. Esto no puede tardar ni tres años y medio ...
Dante Alighieri

Anónimo dijo...

El cuento está bien, ¿pero qué herejías sostuvo Bergoglio como obispo y cardenal? Vamos, que convertido ya llega...

Anónimo dijo...

Por favor, Martin Ellingham, ¿ podría indicarme en dónde sostiene el P. Vitoria este tema ?
Deseo leerlo.

Muchas gracias

Alberto

Martin Ellingham dijo...

Vitoria trató el tema en la relección sobre la potestad del Papa y el Concilio. Pero hay que tener en cuenta el contexto de esa relección (conciliarismo ambiental).

Cabe aclarar, además, que Vitoria pone varios requisitos respecto del sujeto que resiste al Papa y al modo de esa resistencia.

Dice, por ejemplo:

"no decimos con esto, afirma Cayetano, que cualquiera puede creerse juez del Papa, ni con autoridad contra él, sino que [la resistencia] debe hacerse a manera de defensa... guardando siempre la moderación de la defensa inculpada,
no faltando al respeto al Papa ni negando en manera alguna su autoridad, sino alegando siempre que sus decretos son injustos y en perjuicio de la Iglesia."

Saludos.

Beatriz dijo...

Acabo de leer el articulo de Caponneto y los comentarios de arriba. Mi modesta opinion: unos creen en 'interpretaciones' de profecias y en 'teorias' -muy respetables, por cierto- y otros creemos en la palabra de Dios "he rogado por ti". ¿Por qué ruega Jesús si el Papa va a ser un hereje? oracion inutil...

No me refiero a la indefectibilidad de la Iglesia sino al dogma de la infalibilidad, que esta asegurada solo cuando el Papa habla ex cathedra.

El error de Pedro no fue de doctrina sino heteropraxis. Eso es lo que temo con el nuevo Pedro, y no es que no tema un Papa hereje, es que antepongo a mis temores la palabra de Dios "he rogado por ti". Si esto les parece "apologetica boba", pues me importa nada.

No usar la patena, en mi opinion, mas que descuido o abuso, refleja falta de fe en la presencia real. Tertuliano escribio «Sufrimos ansiedad si cae al suelo algo de nuestro cáliz o también de nuestro pan». Los que creemos en la presencia real sufrimos ansiedad si cae una partícula al suelo. ¿Roma no sufre ansiedad si cae una particula? porque en la misa de inicio de pontificado, según algunos blogs, no se usó la patena al repartir la Eucaristía. Si es verdad que no se uso, ¿es una herejia no usar la patena?

Cuando Papa Francisco bendijo a los periodistas dijo: «Muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica y otros no son creyentes, pero respetando la consciencia de cada uno, os doy mi bendición sabiendo que cada uno de vosotros es hijo de Dios. ¡Qué Dios los bendiga!» Sabemos que los periodistas no creyentes no son hijos de Dios, para serlo hay que estar bautizado. Se le puede acusar de herejia?

A ver si entienden lo que digo.

Tampoco pueden negar las correctas homilias y sermones de Francisco.

Por supuesto que creo en la resistencia al Papa, como Pablo, guardando la educacion y el debido respeto que menciona Martin: "no faltando al respeto al Papa ni negando en manera alguna su autoridad, sino alegando siempre que sus decretos son injustos y en perjuicio de la Iglesia" Actitud y educacion que falta en muchos comentaristas tradis, incluso en Caponetto cuando escribio sobre Benedicto XVI y lo llamo pecador. El bueno de Benedicto que se las jugo por los tradicionalistas, si algunos no lo quieren es por eso, de la misma manera que no quieren a Ranjith como Papa, ¿y como le pagaron? llamandolo "modernista" y a la misa nueva -que ya lleva 50 años- "mala" y "heretica". Se nota que no leyeron la recomendacion de Vitoria y se han perdido una oportunidad de oro.

Martin Ellingham dijo...

Beatriz:

Intercalo comentarios en negrita. Le aclaro que mi anterior no iba dirigido a Ud. sino a lo que he leído en otras bitácoras
.

Acabo de leer el articulo de Caponneto y los comentarios de arriba. Mi modesta opinion: unos creen en 'interpretaciones' de profecias y en 'teorias' -muy respetables, por cierto- y otros creemos en la palabra de Dios "he rogado por ti". ¿Por qué ruega Jesús si el Papa va a ser un hereje? oracion inutil...

No he leído a A.C. Le puedo asegurar que todos los teólogos que trataron la hipótesis del Papa herético también leyeron la S.E. Entre ellos, San Roberto Bellarmino. Y ninguno argumenta como Ud. porque de la oración del Señor no se sigue la imposibilidad de un caso tan extremo, aunque la cuestión es opinable por no estar definida
.
No me refiero a la indefectibilidad de la Iglesia sino al dogma de la infalibilidad, que esta asegurada solo cuando el Papa habla ex cathedra.

En teología se habla de infalibilidad para referirse a un carisma magisterial y de indefectibilidad para referirse a algo más amplio, referido a la Iglesia. Y las citas bíblicas que Ud. trae son fundamento habitual de la indefectibilidad.

El error de Pedro no fue de doctrina sino heteropraxis. Eso es lo que temo con el nuevo Pedro, y no es que no tema un Papa hereje, es que antepongo a mis temores la palabra de Dios "he rogado por ti". Si esto les parece "apologetica boba", pues me importa nada.

No entro ahora a analizar el error de Pedro, pero la hipótesis del Papa hereje la contempló Bellarmino, Suárez, Torquemada, Cayetano… Ninguno despachó el tema con una cita como “he rogado por ti” ..

No usar la patena, en mi opinion, mas que descuido o abuso, refleja falta de fe en la presencia real. Tertuliano escribio «Sufrimos ansiedad si cae al suelo algo de nuestro cáliz o también de nuestro pan». Los que creemos en la presencia real sufrimos ansiedad si cae una partícula al suelo. ¿Roma no sufre ansiedad si cae una particula? porque en la misa de inicio de pontificado, según algunos blogs, no se usó la patena al repartir la Eucaristía. Si es verdad que no se uso, ¿es una herejia no usar la patena?

No es herejía.

Cuando Papa Francisco bendijo a los periodistas dijo: «Muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica y otros no son creyentes, pero respetando la consciencia de cada uno, os doy mi bendición sabiendo que cada uno de vosotros es hijo de Dios. ¡Qué Dios los bendiga!» Sabemos que los periodistas no creyentes no son hijos de Dios, para serlo hay que estar bautizado. Se le puede acusar de herejia?
A ver si entienden lo que digo.

No acuso de herejía a nadie. Le sugiero una entrada de esta bitácora titulada “torquemaditis”, útil para prevenirse de peligrosa tendencia de acusar de hereje sin fundamento serio. .

Tampoco pueden negar las correctas homilias y sermones de Francisco.

No las niego.

Por supuesto que creo en la resistencia al Papa, como Pablo, guardando la educacion y el debido respeto que menciona Martin: "no faltando al respeto al Papa ni negando en manera alguna su autoridad, sino alegando siempre que sus decretos son injustos y en perjuicio de la Iglesia" Actitud y educacion que falta en muchos comentaristas tradis, incluso en Caponetto cuando escribio sobre Benedicto XVI y lo llamo pecador. El bueno de Benedicto que se las jugo por los tradicionalistas, si algunos no lo quieren es por eso, de la misma manera que no quieren a Ranjith como Papa, ¿y como le pagaron? llamandolo "modernista" y a la misa nueva -que ya lleva 50 años- "mala" y "heretica". Se nota que no leyeron la recomendacion de Vitoria y se han perdido una oportunidad de oro.

Es una generalización. Sólo puedo responder por mis opiniones. Sobre la ajenas, tengo la certeza de que Lefebvre habló de favens heresim, no de herejía. Hay diferencia

Saludos.

Beatriz dijo...

-En teología se habla de infalibilidad para referirse a un carisma magisterial y de indefectibilidad para referirse a algo más amplio, referido a la Iglesia. Y las citas bíblicas que Ud. trae son fundamento habitual de la indefectibilidad
----------------------------

"He rogado por ti" es fundamento de la infalibilidad papal.

Lea el Cap. 4 Sobre el magisterio infalible del Romano Pontífice de la Constitución dogmática Pastor Aeternus:

"Así el Espíritu Santo fue prometido a los sucesores de Pedro, no de manera que ellos pudieran, por revelación suya, dar a conocer alguna nueva doctrina, sino que, por asistencia suya, ellos pudieran guardar santamente y exponer fielmente la revelación transmitida por los Apóstoles, es decir, el depósito de la fe. Ciertamente su apostólica doctrina fue abrazada por todos los venerables padres y reverenciada y seguida por los santos y ortodoxos doctores, ya que ellos sabían muy bien que esta Sede de San Pedro siempre permanece libre de error alguno, según la divina promesa de nuestro Señor y Salvador al príncipe de sus discípulos: «Yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y cuando hayas regresado fortalece a tus hermanos»[27]"

Martin Ellingham dijo...

Beatriz:

Voy a intentar precisar un poco:

1. No es del todo exacto hablar de infalibilidad del Papa. Sino de actos infalibles del Papa. No es lo mismo ser una persona infalible que contar con una asistencia divina especial para no errar en determinados actos.

2. Se debe distinguir entre infalibilidad e indefectibilidad.

Lo explica Congar:

"Es cierto que se ha abusado entre nosotros de este atributo de infalibilidad. Y también, desde Pío IX, del término «magisterio» «Infalibilidad» se aplica únicamente a determinados actos, a juicios que la Iglesia emite cuando ha de declararse sobre puntos que afectan a la sustencia de la relación religiosa tal como Dios nos lo ha revelado y ofrecido en Jesucristo.
Pero el concepto adecuado al conjunto de la vida histórica de la Iglesia que se esfuerza en profesar la verdad salvadora es el de indefectibilidad. La Iglesia, con su magisterio pastoral conoce, en su historia, planteamientos diversos de la verdad; cae en la cuenta de que se han dado, en ellos, errores, insuficiencias, olvidos, tensiones, momentos críticos. Todo ello constituye el tributo de su historicidad; historicidad del conocimiento, del lenguaje, de las situaciones concretas que condicionan su testimonio. El Espíritu Santo
asiste a la Iglesia ne finaliter erret, para que el error no prevalezca (cf. Mt 16,18)."

3. Su cita de PA, 4, suprime el contexto. Se trata de una introducción previa a la definición de infalibilidad en la que se deja en claro que es un aspecto del primado ya definido y se pela a Mt 16,18 y a Lc 22,32
La cita que Ud. trae no prueba la infalibilidad de los actos pontificios, ni mucho menos la imposibilidad de un Papa herético, sino la asistencia del Espíritu Santo a los papas en su ministerio. El "he rogado por tí" prueba la asistencia del E.S., que admite diversas modalidades, llegando bajo ciertas condiciones a la infalibilidad. No prueba que el Papa no pueda caer en herejía.

Saludos.

Anónimo dijo...

Si la explicación se basa en Congar ni me molesto en leerlo, prefiero que lo explique Martín pero de una fuente segura.

Anónimo dijo...

Martín no usar la patena no es herejía pero si riesgo grave de profanación con eso ya está para ver el escaso amor que le tienen a JESUCRISTO.

Anónimo dijo...

¿que es favens heresins? bitte, si son tan amables...

Martin Ellingham dijo...

1. Congar publicó más de 1500 trabajos. En algunos temas, goza de un merecido prestigio. Tanto que, por ejemplo, en un artículo sobre las consagraciones de Lefebvre de 1988 se cita expresamente a Congar (voz cisma, del DTC).

Pero lo que dice la cita está presente en otros autores. Es distinguir entre un todo (indefectibilidad) y una parte (infalibilidad del magisterio ex cathedra).

2. Hay argumentos bíblicos que no son contundentes. El pasaje en el Cristo le dice a Pedro que es la piedra, es citado por el cardenal Torquemada al tratar acerca de la hipótesis del papa herético cuando dice que se caería de la roca.

Saludos.

Martin Ellingham dijo...

P.S.: el autor del artículo sobre las consagraciones es de la FSSPX. Y lo cita porque es un trabajo de Congar que goza de mucho reconocimiento.

Redacción dijo...

La próxima semana, si Dios quiere, publicaremos una entrada sobre la indefectibilidad de la Iglesia.

Beatriz dijo...

Martin, no he sacado fuera de contexto nada. La oración de Cristo “he rogado por ti….una vez convertido, confirma a tus hermanos”es fundamento de la I. Papal.

Inocencio III: “si yo no estuviese consolidado en la fe, de que modo podría confirmar a los demás en ella? Lo cual corresponde especialmente a mi cargo, como bien sabeis. Lo cual atestigua el Señor, cuando dice: “Yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca” Rogó y obtuvo, puesto que a causa de su reverencia es escuchado en todo. Por lo tanto, la Sede apostolica no defecciono en ninguna turbación, antes al contrario, siempre permaneció integra y sin mancha, a fin de que el privilegio de Pedro persistiese inquebrantable”.

San Leon Magno: “Ella –la solidez de la piedra- esta tan divinamente fortalecida por una tal solidez que ni la perversidad heretica puede corromperla ni la incredulidad pagana vencerla” (Sermon en el segundo aniversario de su elección)

Me da la impresión al leerlo que la I. del Romano Pontifice es absorbida por la I. de la Iglesia.


Es teoría jurídica que “un Papa manifiestamente hereje dejaría de ser Papa y cabeza de la Iglesia, pues automáticamente deja de ser cristiano y miembro de la Iglesia” Es solamente un conocimiento especulativo jurídico.

San Roberto Belarmino, Jaime Balmes, Cayetano, Torquemada y otros hablaron sobre esta teoría desde que Isidro de Isolaris lo menciono por primera vez.

Que yo sepa no hay nada en la Tradicion escrita u oral que mencione un Papa hereje.

De San Roberto Belarmino se cita unicamente el Cap. 29 donde dice que el Papa hereje puede ser juzgado y depuesto. No se cita el Cap. 30 donde menciona como sentencia probable que un Papa no puede ser hereje:
“Sobre este particular hay cinco opiniones. La primera es de Alberto Pigio, Lib. IV, Cap. 8, HIERARCH. ECCLES. Donde sostiene que el Papa no puede ser hereje y por lo tanto no puede ser depuesto en ningún caso….sentencia que es la probable, fácilmente se puede defender como en su lugar lo demostraremos…”

En el T. II, Cap. VI, pag 88 de la misma obra dice San Roberto:
“es, y piadosamente se puede creer que el Sumo Pontifice no puede, no solamente como Pontifice errar, sino que aun como persona particular ser hereje creyendo pertinazmente algo contrario a la fe…”

Sobre la posibilidad de un Papa de corazón hereje que Dios le puede arrancar la confesión con la boca de la verdadera fe como el asno de Balaam:
“Puede Dios arrancar del corazón hereje la confesión de la verdadera fe, asi como en determinado momento puso unas palabras en la boca del asno de Balaam, pero seria algo violento, y no según el modo de obrar de la Providencia de Dios que dispone todas las cosas suavemente”

continua...

Beatriz dijo...



El cardenal Billot aclara el asunto:

Se alega primero la autoridad de Inocencio III, hablando de si mismo dice “en tal alto grado me es necesaria la fe que, sin bien respecto de todos los otros pecados solo a Dios tengo por juez, solamente por el pecado que pudiese cometer contra la fe podría ser juzgado por la Iglesia”. Realmente hay que decir, afirma el cardenal Billot, que Inocencio III no presenta el caso como simplemente posible (simpliciter possibilem) sino para exaltar la necesidad de la fe: tan necesaria es esta, dice Inocencio, que si por un imposible (per possibile vel impossibile) se encontrase el Pontifice desviado en la fe, ya estaría sujeto al juicio de la Iglesia. Es un modo de hablar, agrega Billot, semejante a aquel del apóstol san Pablo cuando queriendo mostrar la inmutabilidad de la verdad del Evangelio dijo: “aun cuando nosotros mismos, o un angel del cielo os predicase un evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea anatema”. Resulta simpático imaginar la reacción de san Pablo en el cielo si viese que su texto ha dado lugar a una controversia sobre la posibilidad de que un angel del cielo predicase un evangelio contrario al de Cristo y que por esa causa fuese considerado excomulgado. Igual reacción imaginamos en Inocencio III. Lo mas curioso es que el Pontifice medieval unos renglones antes había dicho: “si yo no estuviese consolidado en la fe, de que modo podría confirmar a los demás en ella?, lo cual corresponde especialmente a mi cargo, como bien sabeis. Lo cual atestigua el Señor, cuando dice: “Yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca”.

Martin Ellingham dijo...


Beatriz:

I. No hay absorción sino relación parte-todo.

II. La hipótesis del Papa hereje no es teoría jurídica sino hipótesis teológica con proyecciones jurídicas. El Derecho Canónico es parte de la Teología y la supone. Siempre se la consideró como un “futurible”, pues no se registran casos históricos de verdadera herejía formal. Que no es un imposible teológico se prueba tanto por el tratamiento que le dieron en su tiempo grandes teólogos (Bellarmino, Cayetano, Torquemada, Suárez, etc.) como por la ausencia de definición magisterial condenatoria. Claro que una vez admitida la posibilidad del hecho, surgen numerosísimas sub-cuestiones, en torno a las consecuencias de semejante posibilidad. Algunos hacen uso ideológico o práctico de una hipótesis de laboratorio. Pero el abuso, no prohíbe el uso al menos para dejar en claro las limitaciones de la asistencia al Papa, como explicó Congar.

III. El peligro de no leer completo a Bellarmino sobre el tema es que se toma la opinión de Alberto Pighio como la del Santo Doctor. Dice que hay al respecto cinco opiniones (“sunt de hac re quinque opiniones”). La de Pighio es probable, pero no la más probable. Se puede creer piadosamente en esa opinión, pero no se descarta la contraria como errónea, ni siquiera como la menos probable. Bellarmino se mueve en ambiente de probabilismos y pesa las opiniones. Luego de la de Pighio cita a Torquemada y a Cayetano a favor de tal posibilidad.

IV. Ya mencioné el problema que tiene exagerar el peso de determinados argumentos bíblicos. Cristo ha orado y sigue orando por los Papas para que no desfallezcan en la fe. Pero ello no niega por ello su libertad, la existencia de causas segundas y la posibilidad de que pudieran caer en herejía. No voy a ponerme a buscar y traducir al Cardenal Torquemada para mostrarle por qué el pasaje bíblico que Ud. cita prueba demasiado.

Saludos.

Martin Ellingham dijo...

P.S.: Dice Bellarmino que la opinión de Pighio no es cierta y que la opinión contraria es la común ("Quia lamen non est certa, et communis opinio est in conlrarium...").

Miles Dei dijo...

Dice: "Resulta simpático imaginar la reacción de san Pablo en el cielo si viese que su texto ha dado lugar a una controversia sobre la posibilidad de que un angel del cielo predicase un evangelio contrario al de Cristo"


La angeleología que se profesa comunmente desde el siglo XIII no es cuestión definida, sino mera elaboración teológica. Pudiera darse ángeles que todavía no hubieran hecho su elección (dentro del modo en que estos pueden elegir en la prueba que suponemos que Dios les ha puesto) y por tanto podrían ser elementos de tentación para los hombres si decidieran comunicarse (¿será eso parte de la prueba?). La existencia de ángeles neutrales no sólo fue afirmada por Dante de modo poético, sino enseñada en la escuela franciscana y expuesta sistemáticamente en la Suma de Alejandro de Hales. Aunque en los franciscanos se basaba en la afirmación de composición hilemórfica en los ángeles para distinguirlos del mismo Dios, único espíritu puro, la concepción que predomina desde el siglo XIII es la del Aquinate.

Sin irse tan lejos en la especulación teológica, San Pablo bien podría haber usado la palabra ángel del cielo refiriéndose bien a quien guardara la apariencia de un ángel, bien a los mismos ángeles caídos, tal como Cristo mismo la usa en el Evangelio: "el diablo y sus ángeles".

El dicho de San Pablo se entiende dentro del contexto judío donde en la Revelación de Dios al pueblo de Israel juegan un papel primordial los ángeles como agentes de la revelación. El sentido exacto sería el de que nadie, ni aún de la más elevada jerarquía con cargo ministerial divino de transmitir lo revelado, ose cambiar este Evangelio que os hemos transmitido.

La posibilidad por tanto queda abierta y es fácilmente comprobable en cuanto existen revelaciones privadas transmitidas en parte o en su totalidad por ángeles. Fátima entre ellas, donde un ángel fue preparando a los videntes.

Martin Ellingham dijo...

Dice Francisco Suárez:

"... podríamos responder negando que pueda darse tal hecho [Papa herético] según la opinión que afirma que el Romano
Pontífice, por privilegio divino, no puede errar en la fe ni siquiera como persona particular; esta opinión la defienden con probabilidad algunos liberando de esta nota a todos los Pontífices que han existido hasta ahora. En efecto, parece conforme a la suave providencia de Dios el no permitir que tenga ideas falsas contra la fe aquel que El no ha de permitir que enseñe falsas doctrinas. Y así dicen que las palabras Yo he rogado por ti, Pedro, para que no desfallezca tu fe abarcan ambas cosas.
Pero como esta opinión no es muy general y los concilios generales durante algún tiempo admitieron ese caso y, en consecuencia, dieron por supuesto que al menos era posible, hay que decir que, si el Papa incurre en herejía, no por eso pierde automáticamente su dignidad por razón de la pérdida de la fe..."

Suárez se inclina por una opinión, pero el argumento bíblico no le parece decisivo. Lógico, porque la cita bíblica aducida prueba demasiado.

Saludos.

Miles Dei dijo...

El argumento bíblico se ilumina con la oración de Cristo por la unidad de los cristianos. Y efectivamente, aunque Cristo haya rogado porque todos seamos uno, no somos uno como podría colegirse. La oración de Cristo respeta la libertad de aquellos por los que intercede, como ocurre con nuestra salvación, la cual Cristo imploró desde la cruz para todos los hombres. Lo mismo sobre la oración para que no defallezca la fe de Pedro. Eso no ocurre contra la libertad de Pedro, que bien podría rechazar la gracia.

Anónimo dijo...

¿Alguien sabe si lo que dicen en esta web es cierto? Si fuera así, la renuncia de Benedicto XVI sería nula...

http://elcomentario.tv/escandalera/tdomf_b4cb8/%C2%BFun-acto-juridico-nulo-extanas-faltas-de-latin-en-la-renuncia-de-benedicto-xvi/14/02/2013/

Augusto TorchSon dijo...

Hay un argumento que parece nadie quiere considerar, la validez de la renuncia de Benedicto. Más allá de la extrañisima situación de los dos Papas, bien se puede considerar que pudo haber coacción en la renuncia con lo que el acto sería inválido. Se aduce para rechazar este argumento que B XVI dijo que renunciaba libremente, lo que de haber sido amenazado resulta imposible que lo mencione. Si de hecho el Papa seguiría siendo B.XVI (no lo afirmo más lo considero) en ese caso no habría cuestionamientos sobre el tema de la infalibilidad. Dentro de esa linea de pensamiento estaríamos en el tiempo penúltimo a la Parusía. Profesías aparte (algunas muy autorizadas como LaSAlette,o de Catalina Emmerick), la Biblia habla de la Iglesia apóstata que fornica con los reyes de la tierra y la fiel que huye al desierto. Sin afirmar que esta sea la verdad en nuestro blog analizamos esta posibilidad http://nacionalismo-catolico-juan-bautista.blogspot.com.ar/

Beatriz dijo...

Martin:

1. Gracias por mencionar que se trata de una hipotesis y que en 2000 años no se ha registrado ni un solo caso historico de herejia formal. Ademas -esto es añadido mio- esta hipotesis no tiene base en la Tradicion escrita u oral (ahora yo soy la tradicionalista). Si el magisterio no la ha condenado es porque sabe que la gracia no anula la naturaleza.


2. "que no es un imposible teologico"
Si la Iglesia ha declarado como verdad revelada que debe ser acatada por todos los fieles que el Papa es infalible cuando habla ex-cathedra y despues resulta que el Papa enseña herejia, vendria a ser la ruina de la Iglesia porque nos propuso como verdad un error. Luego, el Papa cuando ejerce el magisterio en forma solemne como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles, es decir, ex-cathedra, nunca caera en herejia.

En cambio, como teologo o dirigiendose solamente al pueblo de Roma o a una delegacion de cientificos, seria "improbable pero no imposible" que se cumpla esa hipotesis, pero incluso en ese improbable caso, Dios podria adelantarse e intervenir antes, ya sea haciendolo profesar la fe verdadera con la boca -no con el corazon- como el asno de Balaam, o se le paraliza medio cuerpo o muere repentinamente.

Podemos esperar, si, otro tipo de errores, como los que menciona Newman:
"Pero un Papa no es infalible en sus leyes ni en sus mandamientos, ni en sus actos de gobierno, ni en su administracion, ni en su conducta publica ¿Fue infalible San Pedro en Antioquia cuando San Pablo le resistio? ¿San Victor fue infalible cuando excluyo de su comunion a las Iglesias de Asia? ¿O Liberio cuando excomulgo a Atanasio? Y acercandonos a una epoca mas reciente ¿lo fue Gregorio XIII cuando hizo acunar una medalla en honor de la matanza de San Bartolome? ¿O Paulo IV en su conducta con Isable (de Inglaterra)? ¿O Sixto Quinto cuanod bendijo la Armada? ¿O Urbano VIII cuando persiguio a Galileo? Ningun catolico pretendio jamas que estos papas fueran infalibles al obrar asi"

Podemos esperar el error de Pedro en Antioquia que no fue de doctrina sino de praxis.

Cuando Pedro nego a Cristo aun no se habia inaugurado la Iglesia en Pentecostes. Sin embargo, el Senor Jesus, a pesar de su pasado, le reitera su confianza y le pide apacentar su rebano ("Pedro, me amas?). ¿Nos recuerda a alguien?

Beatriz dijo...

El argumento bíblico se ilumina con la oración de Cristo por la unidad de los cristianos. Y efectivamente, aunque Cristo haya rogado porque todos seamos uno, no somos uno como podría colegirse.
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No viene al caso porque la oracion de Cristo "he rogado por ti..." viene acompanada por la realidad: no hay hasta ahora ni un caso de herejia formal.

Martin Ellingham dijo...

Beatriz

1. Ud. debe probar que la tesis no tiene base en la Tradición. Para lograr tal cosa debe dar argumentos teológicos. El bíblico que ha dado, es inconsistente.
Un lugar teológico es el sentir de los teólogos. Ya le he citado a Bellarmino a favor de la posibilidad de un papa hereje. Agrego otro: San Alfonso María de Ligorio. Dos doctores de la Iglesia. ¿No le alcanza? Es su problema.
El Magisterio no ha condenado una hipótesis teológica vigente desde hace por lo menos un milenio. La no condena no se sigue de que la gracia no anula la naturaleza.

2. Es obvio que el Magisterio ex cathedra no puede contener error alguno –es infalible- y no sólo herejía. Pero ¿quién le dijo que las definiciones ex cathedra son el único modo de enseñar de un Papa?
Hay que considerar tres supuestos adicionales: a) magisterio meramente auténtico; b) magisterio sólo materialmente auténtico (sin intención de enseñar) como es el caso de las alocuciones de Juan XXII (ojo, 22) de acuerdo con el criterio de Pozo, SJ; c) enseñanzas no magisteriales, como “doctor privado”.
Si en estos tres supuestos podría haber herejía u otra clase de error, es algo que el Vaticano I no resolvió y que sigue siendo objeto de debate teológico.
Además, noto que Ud. sigue reiterando los argumentos de Pighio (aunque tal vez no sea consciente). ¿Sabe lo que dijo San Alfonso de la opinión de Pighio? Lo dejo para que lo busque, si le interesa.

3. Sigue con el incidente de Antioquía. ¿Cree Ud. que los teólogos que aceptaron la hipótesis del Papa herético no conocieron el incidente? Sí, lo conocieron, lo citaron e interpretaron.

Le ruego no traiga citas bíblicas que prueban demasiado. Es un defecto en el modo de razonar. Le sugiero que lea el DTC.

Por mi parte, doy por concluido este intercambio de opiniones.

Saludos.

Miles Dei dijo...

La referencia a la realidad que se pretende probar mediante la cita bíblica como prueba de la interpretación de dicha cita es un argumento circular y por tanto una falacia.

Saludos.

Anónimo dijo...

O sea, que el Papa es infalible a la hora de defender la doctrina, pero a la vez puede ser hereje y defender herejías. Es decir, que si un Papa ex cathedra enseña bien es infalible, y si no, o no está enseñando ex cathedra o es un hereje. Menudo sofisma barato.

Señores, o el Papa es Papa (todos) o puede ser un hereje, pero las dos cosas a la vez son imposibles. Que haya santos que contemplaran la posibilidad de un Papa hereje no valida tal posibilidad. Los santos no son infalibles en sus opiniones.

Miles Dei dijo...

No es un sofisma es el modo habitual del carisma, que es un tipo de gracia que no está para la santificación del que la porta. Un sacerdote puede consagrar sólo con desear hacer lo que hace la Iglesia, con independencia de que esté en pecado mortal o profese adoración al diablo. De ahí que pueda darse una Misa Satánica que en sí es una contradicción de la misma especie.

De la misma manera un Papa puede enseñar sin error, siempre que desee enseñar desde la cátedra de Pedro con todo lo que ello implica. En su fuero interno puede hasta pensar que lo que enseña es un cuento chino para mantener a las masas contentas o tener un pensamiento equivocado y herético sobre los temas que define correctamente o sin necesidad de definir sobre otros que ya están definidos anteriormente.


Que hasta el momento no hayamos tenido una experiencia singular de esto no quiere decir que no sea posible. De ahí que los autores se plantearan la hipótesis del Papa hereje.

Beatriz dijo...

"La referencia a la realidad que se pretende probar mediante la cita bíblica como prueba de la interpretación de dicha cita es un argumento circular y por tanto una falacia"
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¿Apelar a la realidad, a los hechos -que en 2000 años no hemos tenido un Papa hereje- es una falacia? las cosas que hay que leer...

Entonces Pighius, Bellarmino y el Papa Hormisdas, entre otros, han incurrido en falacia.

Según el Formulario de Hormisdas el dogma de la infalibilidad papal "ha sido verificado en los hechos".

Bellarmino, siguiendo a Pighius, en el libro IV, cap. 6, dice que es tesis probable y "que se puede creer piadosamente" que el Papa nunca caerá en herejía, incluso como doctor privado ("particularem personam") y que esto se prueba:
1. Por la disposicion de la providencia de Dios
2. por los hechos
"esto se prueba en segundo lugar POR LOS HECHOS pues hasta hoy ninguno ha sido hereje...luego esto es signo de que tal cosa no puede ocurrir"

Beatriz dijo...

Martin:

En las deliberaciones del Concilio Vaticano I se trato el tema del "Papa-doctor privado-hereje" y fue rechazado:

"Y no tienen ningun peso valido los casos hipoteticos del pontifice caido en la herejia en tanto que persona privada o siendo incorregible, que pueden ser puestos en paralelo con otros casos, tales como pontifice caido en demencia, etc...Teniendo confianza en la providencia sobrenatural, estimamos, con una probabilidad largamente suficiente, que esto (un Papa hereje) no llegara jamas"

(Informe de mons. Zinelli, relator de la Diputacion de la Fe, en el Primer Concilio Vaticano, in Gerardus Schneemann (ed.): Acta et decreta sacrosanti oecumenici concilii vaticani cum permultis allis documentis concilium ejusque historiam spectantibus. Freiburg 1892, col 357)

Martin Ellingham dijo...

Beatriz:

Cada vez que le contesto un argumento cambia de tema y se busca otro de inferior calidad. Se desliza Ud. por una progresiva banalización de los argumentos.

1. Lo debatido en un Concilio no es Magisterio. Sirve para interpretar el Magisterio.

2. Durante los debates del Vaticano I los ultramontanos propusieron una formulación maximalista del dogma. No tuvieron éxito, lo aprobado no fue maximalista. Por ende, sería una manipulación leer el Vaticano I en sus textos aprobados a la luz de las propuestas ultramontanas desechadas.

3. Ese pasaje que Ud. cita se refiere el uso del argumento del Papa herético en contra de toda infalibilidad pontificia. Porque durante los debates algunos no consideraban a la infalibilidad un dogma (los veterocatólicos, escindidos luego) o porque veían inoportuna su definición (por insuficiente madurez teológica). Lo que quedó claro es que el argumento del Papa herético no impide la infalibilidad de las declaraciones ex cathedra. Pero de ningún modo condena la hipótesis del Papa herético en actos no infalibles.

4. El consenso abrumador anterior y posterior al Vaticano I limita la infalibilidad a las declaraciones ex cathedra. No ha existido ni existe tal consenso en torno a la hipótesis de un Papa herético (que sólo podría serlo en un acto no infalible, obviamente).

5. El párrafo que Ud. cita tiene la formulación de una creencia piadosa (“teniendo confianza en la providencia sobrenatural, estimamos…”) pero no prueba imposibilidad teológica. No se argumenta en Teología en base a creencias piadosas, que por supuesto pueden expresarse legítimamente.

El estado de la cuestión es el que es y no se debe negar la realidad. Le ruego que no invente cosas.

Saludos.

Beatriz dijo...

Ahora si merece que le responda punto por punto:

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"Cada vez que le contesto un argumento cambia de tema y se busca otro de inferior calidad. Se desliza Ud. por una progresiva banalización de los argumentos."
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Que yo cambio de tema? fue usted el que menciono que un Papa puede hablar como doctor privado.

"Hay que considerar tres supuestos adicionales: c) enseñanzas no magisteriales, como “doctor privado”."

Sigo el hilo de la conversacion y cito una deliberacion del Vaticano I

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"1. Lo debatido en un Concilio no es Magisterio. Sirve para interpretar el Magisterio."
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He dicho que es magisterio? es obvio que lo debatido en un Concilio no es magisterio, no subestime la inteligencia de los lectores.

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"3. Ese pasaje que Ud. cita se refiere el uso del argumento del Papa herético en contra de toda infalibilidad pontificia. Porque durante los debates algunos no consideraban a la infalibilidad un dogma (los veterocatólicos, escindidos luego) o porque veían inoportuna su definición (por insuficiente madurez teológica). Lo que quedó claro es que el argumento del Papa herético no impide la infalibilidad de las declaraciones ex cathedra. Pero de ningún modo condena la hipótesis del Papa herético en actos no infalibles.

4. El consenso abrumador anterior y posterior al Vaticano I limita la infalibilidad a las declaraciones ex cathedra. No ha existido ni existe tal consenso en torno a la hipótesis de un Papa herético (que sólo podría serlo en un acto no infalible, obviamente)."
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Muy bien. Acepto la explicacion.

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"5. El párrafo que Ud. cita tiene la formulación de una creencia piadosa (“teniendo confianza en la providencia sobrenatural, estimamos…”) pero no prueba imposibilidad teológica. No se argumenta en Teología en base a creencias piadosas, que por supuesto pueden expresarse legítimamente."
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No solo es una "creencia piadosa", Bellarmino dice tambien que es "probable" que un Papa no caiga en herejia. Y esto es lo que no me gusta de toda su respetable y erudita explicacion.

Para usted y muchos es probable que caiga en herejia, omiten decir que tambien es probable que no caiga en herejia. Y que se consigue? Toda una panda de catolicos esperando a ver en que momento cae el Papa y enseña herejia...

Pues para mi es problable que no caiga en herejia.

Como bien dice usted, no es un imposible (¿lo he negado?), como tambien es posible que nunca caiga en herejia.

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"El estado de la cuestión es el que es y no se debe negar la realidad. Le ruego que no invente cosas."
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Tiene usted un gran prejuicio contra mi. Cualquier cosa que escriba lo leera con su anteojera prejuiciosa, y me agota y disgusta, soy yo la que se retira de este tema.

Miles Dei dijo...

Ha tardado poco el Papa en quitarse el anillo del pescador. Veremos cuanto más tarda en cargarse otro símbolo de su ministerio.

Miles Dei dijo...

Sobre el argumento circular.

La existencia de A no prueba necesariamente que A pueda dejar de existir.

Por eso si tenemos un B que dice que A existirá siempre, no se prueba B mediante la existencia de A.

Es de lógica fundamental. Como el hecho de que un hombre lleve en gracia desde su bautismo en la infancia hasta los 99 años no prueba que va a morir en gracia.

Martin Ellingham dijo...

Una rectificación: Vitoria no trató en la relección que cité la cuestión del Papa herético sino que allí habla de la resistencia al papa legítimo. Pido disculpas, estaba pensando en Torquemada cuando escribí lo de Vitoria.

Beatriz dijo...

"La existencia de A no prueba necesariamente que A pueda existir. . ."
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Yo digo lo que dice Bellarmino: "ES PROBABLE y se puede creer piadosamente que el soberano pontifice, no solamente no puede errar en tanto que Papa sino tambien que no podra absolutamente ser hereje o creer con pertinacia cualquier error en la fe en tanto que simple paeticular (particularem personam). Esto se prueba primeramente porque es requerido por la suave disposicion de la providencia de Dios. . .Esto se prueba en segundo lugar POR LOS HECHOS pues hasta hoy ninguno ha sido hereje"

Que prueba?

Que es PROBABLE y que SE PUEDE CREER PIADOSAMENTE que un Papa nunca ensenara herejia.

Ay! la comprension lectora de algunos. . .