jueves, 14 de marzo de 2013

Rechazar a Bergoglio, acoger a Francisco


Cuentan que el Papa Pío II, Eneas Silvio Piccolomini, cuando le señalaron las contradicciones de su pontificado con sus ideas antes de ser elegido Soberano Pontífice dijo: “Rechazad a Eneas, acoged a Pío”.
No sabemos si la anécdota es cierta, pero encierra al menos un buen consejo. El Cardenal Bergoglio no tiene buenos antecedentes. Para enterarse basta con hacer una búsqueda en Catapulta y La Cigüeña. Los argentinos que leen nuestra bitácora podrían ampliar mucho la lista de malos antecedentes.
Pero no somos deterministas. El ser humano es libre y sabemos por la fe que el Espíritu Santo asiste de modo especial al Romano Pontífice. El juego entre la gracia y la libertad es un profundo misterio que atraviesa la historia de la Iglesia. Por una exigencia de sano realismo, debemos dejar que los hechos del Papa Francisco hablen por sí mismos, sin que su pasado nos predisponga de modo negativo.
Luego de la muerte de José Stalin, se produjo en la Unión Soviética un proceso de manipulación de la historia que se conoce como damnatio memoriae. Una de sus manifestaciones fue la inmediata caída en desgracia, detención y posterior ejecución de Beria, quien fuera la mano derecha del fallecido líder supremo de la URSS. La Gran Enciclopedia Soviética eliminó en su segunda edición la biografía de Beria, un completo y vasto artículo de tres páginas (favorable a Beria) y  para no descompaginar el texto restante de la enciclopedia, expandió en su lugar tres artículos adyacentes. El nuevo régimen pretendió fingir que Beria sencillamente no había existido, por lo que directamente las nuevas autoridades procedieron a eliminarlo de la historiografía oficial soviética.
El Papa ante la tumba de San Pío V.
Los lectores de nuestra bitácora recordarán una entrada en la que mencionamos el gesto del fraile Raniero Cantalamessa de arrodillarse para recibir la bendición de un pastor protestante, imitando idéntico gesto del cardenal Jorge M. Bergoglio. En una crítica abierta hacia el gesto, el P. Iraburu dijo que “…los gestos no tradicionales, más aún, contrarios a la tradición de la Iglesia, no son convenientes. La palabra tiene una expresividad más precisa que el gesto, aunque también ella puede ser ambigua y mal interpretada. Pero el gesto, el lenguaje no-verbal, si no es tradicional, es de suyo sumamente ambiguo. Si un gesto es tradicional, su interpretación es bastante segura. Pero si no es tradicional, y más si es contrario a la tradición católica, muy probablemente "no sirve sino para crear confusión" (…). Y así como el Magisterio apostólico muchas veces ha recomendado, en la expresión de la fe, atenerse en las palabras de la tradición católica, y no acudir a otras que pueden dar lugar a graves errores, también podemos entender esta misma norma referida al lenguaje no-verbal de los gestos.
Por eso yo desaconsejaría vivamente a un sacerdote arrodillarse para recibir la bendición de un pastor protestante; lo desaconsejaría también a un Cardenal de la S. M. Iglesia; y también, p.ej., al Papa, si en una hipótesis apenas pensable, se le ocurriera hacerlo.
Es nuestro deseo que los medios de información no traten de posicionarse políticamente ante el nuevo papa mediante una damnatio memoriae respecto de su pasado como cardenal primado de la Argentinasea suprimiendo las críticas a sus actos censurables sea exaltando unilateralmente los aspectos positivos de su oficio anterior. Para facilitarles la tarea, reproducimos al pie los comentarios completos de Iraburu sobre un gesto tan equívoco. Pensamos que la vecina infocatólca no va a caer en la tentación de suprimirlos.



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7 comentarios:

Gorgo dijo...

Tenéis un lector en Tradición Digital.

http://tradiciondigital.es/2013/03/14/reacciones-ante-la-eleccion-del-papa-francisco/

Anónimo dijo...

Y si se hace bendecir por un pastor como Papa?

sofronio dijo...

Yo me muestro de acuerdo, por esta vez, con el contenido del artículo de Wanderer, de lo que resalto lo siguiente:

"b. cuidar la fe. Ahora veo bastante más claro la expresión de “pequeño rebaño”. Hay que cuidar la fe católica, y se la cuida siendo católicos en el tiempo. Volver a leer, una y otra vez, todos los días, incansablemente, a los Padres, a los Doctores, a los Santos. Ellos son nuestros, y nosotros somos de ellos. Ellos son nuestra morada, y con ellos estamos en casa.

c. Esto lo digo con cierto temor y temblor. Puede ser excesivo, pero en fin. Creo que hay que adoptar la misma actitud que con Kristina: evitarlo a Francisco en lo posible en la TV, en la radio, en sus homilías. Muchas me dirán: es el papa y está asistido por la gracia del Espíritu Santo. Pero yo les digo: La gracia supone la naturaleza, y su naturaleza ya la conocemos. Plugo a Dios que me equivoque, pero no espero un milagro que lo transforme.

Hay una idea que me ronda en cabeza desde hace algunas horas y no puedo espantarla: Bergoglio es un jacobino. Va a ser el Gran Entregador."

Anónimo dijo...

En cierta manera, hemos de "enterrar" a Jorge Mario Bergoglio, para ver en su persona, por la sola Fe, y no por los sentidos, al mismo Cristo, el único Buen Pastor de las ovejas.

Personalmente, pienso que Francisco I° no tiene la evergadura teológica de Benedicto XVI, ni la proyección pastoral de Juan Pablo II y nos hará mucho daño compararlo con ellos o con los anteriores pontífices. no es su fuerte la dogmática, el derecho canónico y la Liturgia... él mismo lo ha dicho. por tanto, seamos realistas y caritativos: no le pidamos nada de esto, o muy poco.

Pero tiene para dar algo que se necesita ahora en la Iglesia, en los fieles comunnes y sobre todo en los curas y religiosos, algo que muchos no tenemos ni la menor idea y que no ha tenido ningún Papa anterior, al menos al modo como se da en este Papa: un riquisimo caudal de vida interior, una vida sumamente pobre, sencilla, simplísima, austera y abnegada (no por nada asumió el nombre de San Francisco de Asís ); y una inigualable riqueza humana, llena de compasión, cercanía, misericordia y ternura.

Hace años, dirigiéndose a sus sacerdotes les decía: "quiero que los pastores tengan olor a oveja": pienso que este consejo define a este Papa, a quién, de cardenal se lo veía por las calles de la capital, dando de comer a los pobres, confesando en cualquier parroquia, mezclado como uno más con la gente en el subte, conversando amigablemente con una anciana; respondiendo a una llamada telfónica del simple fiel... un hombre de oración que se levanta todos los días a las 4:00 de la mañana, para hacer dos horas de oración, y luego de estudio... un hombre que nunca se toma vacaciones, que vive muy austeramente...

Un verdadero pastor, quien, antes que autoridad, ha mostrado que es primero de todo padre, porque salvó a muchos sacerdotes con graves problemas con mujeres, alcohol, depresión ya que les tendió su mano de padre... porque estos curas, como hijos pródigos, le abrieron el alma, y él no dejó de ocuparase y preocuparse de ellos, de visitarlos, abrazarlos, llorar con ellos, llamarlos por teléfono, invitándolos a comer; mandándole regalitos; curando sus heridas, no dejándolos nunca solos; de sacarse el reloj para ellos y darles todo el tiempo que necesitaban para ser escuchados y comprendidos.

Un cardenal, que tenía un número de teléfono exclusivo para sus sacerdotes para que lo llamaran cuando quisieran en sus crisis, angustias... esto me lo han contado los mismos curas con problemas...
Uno me decía: "el cardenal me salvó, estaba perdido, me llenó de afecto y comprensión, nunca me abandonó"... me conmovió muchísimo. ante lo cual, yo, señores, no conozco a ningún obispo que haga esto... qué quieren que les diga, me saco el sombrero... (Guillero Castillo, OSB)

Anónimo dijo...

No se saque tanto el sombrero, a los de la tradición los trató como a bastardos.

Pablo J. Ginés dijo...

En aquel post defendí, con mi nombre y apellidos, la postura de Bergoglio y de Cantalamessa... ¡¡la postura arrodillada ante los cristianos -también protestantes- que interceden ante Dios por ellos!!

Y lo primero que hizo el Papa Francisco fue pedir a los "hermanos y hermanas" en la Plaza de San Pedro (sin preguntar a ninguno quién era católico y quien turista o curioso protestante) que orasen por él.

Y se inclinó ante todos: los católicos, los no católicos, los devotos y los muy pecadores...

¿Induce a confusión? Como dije ya en el post que aquí se comenta, ¡¡¡todo induce a confusión al que no quiere entender, al que no se documenta y al que quiere pensar mal!!! (No lo digo por José Miguel, nuestro amable anfitrión bloguero).

Resumen: busca dos turistas, tres protestantes y un par de pecadores genéricos y ponlos a rezar por ti. Inclínate para recibir bendiciones de Dios. Es cosa buena y todo irá mejor.

El Blog del FAQ dijo...

Matar a Bergoglio para hacer nacer a Francisco es algo complicado. Efectivamente, no se trata del bautismo. Quedará seguir esperando y ver. Citamos esta entrada en un post de nuestro blog. Espero que no moleste (lo hicimos consignando la fuente). Que estén bien.