Reproducimos la carta abierta al Nuncio Apostólico en la Argentina, Mons. E.P. Tscherrig, cuyo contenido suscribimos. Quien desee manifestar su adhesión puede hacerlo a la siguiente dirección: porelbiendelaiglesia @ gmail.com
ANTE UNA INJUSTA PERSECUCIÓN
Como discípulos de
nuestro querido amigo y maestro Antonio Caponnetto, quien fuera recientemente
objeto de una amenaza de futura y grave pena canónica –emitida por
Monseñor Eduardo María Taussig el pasado 22 de Abril del corriente año-
nos vemos en la obligación de manifestar nuestro categórico desacuerdo y de
formular a la vez algunas consideraciones.
Es que con verdadero
estupor leímos el contenido de dicha amenaza eclesial, pues creemos que la
misma no se corresponde con la probada trayectoria del Dr. Antonio Caponnetto
al servicio de nuestra Santa Madre Iglesia.
Él mismo, en cada uno
de sus escritos, ha dejado a salvo el mejor juicio de la Iglesia , y en todo momento
no ha hecho más que usar su derecho como laico a disentir de ciertos actos o
dichos realizados por la Jerarquía Eclesiástica y/o el Sumo Pontífice,
aclarando -y por sólo poner un par de ejemplos- conceptos como los siguientes: “Recuerdo, a modo de cierre" -escribe- que esta es una nota periodística escrita a
título personal. No es el dictamen de una Junta de Teólogos ni el motu proprio
de una Sagrada Congregación, sino la opinión de un laico católico,
perplejo y dolorido por cuanto ocurre”[1]; y en otro lugar: “No estamos
llamando a la rebeldía ni a la desobediencia, ni a dar por nula la autoridad
pontificia, sino al recto discernimiento”[2] Asimismo, en numerosas ocasiones insta
a rezar intensa y fervientemente por el Sumo Pontífice.
Esta
amenaza del obispo sanrafaelino al Dr. Antonio Caponnetto –precedida de otras
acciones públicas de hostigamiento hacia su persona y aún a la de sus
discípulos- reviste en esta ocasión una especial gravedad, arbitrariedad
e injusticia, si se tiene en cuenta que con la obra del profesor atacado,
varias generaciones (entre las cuales nos incluimos) se han acercado al combate
de la fe, por medio de la enseñanza y el apostolado en diversos ámbitos
profesionales.
La
suya, ha sido una prédica constante y valiente de Jesucristo y su Iglesia, a
quienes defendió y de quienes dio testimonio a tiempo y destiempo con sus
diversas conferencias y escritos como por ejemplo: “Hispanidad y leyendas
negras”, “Los arquetipos y la historia”, “El deber cristiano de la Lucha ”, por sólo citar
algunos de sus casi treinta libros publicados. Con sus escritos, lejos de
causar “aversión y espíritu de desobediencia a la autoridad del Santo Padre
y a otras autoridades de la
Jerarquía eclesiástica” –como con simplismo y ligereza se
lo acusa- ha producido en nosotros y muchos otros una renovada fe en que la Santa Iglesia de
Cristo es la única verdadera y que los pastores fieles y leales son los medios
que el mismo Cristo ha querido en su Providencia poner para que le sigamos.
Entiéndase
de una vez por todas que no es al Papado ni a la Jerarquía per se a la que van
dirigidos sus ataques, sino a las enseñanzas heterodoxas e inconductas
múltiples que, dolorosamente, son cada vez más frecuentes en el seno mismo de la Iglesia , y en quienes se suponen que están para gobernarla.
Pero
no podemos dejar de lado, que incluso le asiste al Dr. Caponnetto el mismo
Código de Derecho Canónico cuando en el Canon 212, Inciso 3º dice: “Tienen (los fieles) el
derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento,
competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre
aquello que pertenece al bien de la
Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre
la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y
habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas”.
Quien conozca al Dr.
Caponnetto, sabrá y tendrá pruebas de numerosas ocasiones en las que fue crítico
ante diversas actitudes de
diferentes obispos e incluso de algunos Sumos Pontífices. Del mismo modo que,
quien tenga los pies sobre la tierra, verá a todas luces que no es el único que
se ha visto obligado a adoptar esta actitud apologética frente a ciertas
posiciones cuestionables y debatibles que se suscitan en torno a definiciones
que hacen a nuestra Fe Católica Apostólica y Romana.
Por esto mismo, nos
parece desatinada la amenaza canónica del obispo Taussig. Si Monseñor está
realmente preocupado por el bienestar de su rebaño -y asimismo desea conservar
el ya famoso “olor a oveja”- es a otros y a muchos a quienes debe aplicar el
“entredicho”, pero no precisamente a los defensores de la integridad de la
doctrina católica.
Por último, no deja de
llamar la atención el carácter contradictorio de la sanción canónica que se
pretende aplicar. Contradictorio, quede en claro, para un obispo que hace gala
de estar vivísimamente aggiornado y consustanciado con el actual rumbo
pontificio. En el mismo, como bien se sabe, no es el castigo sino la
misericordia la que prevalece. Y contradictorio, además, con algunas de sus
conductas públicas por todos recordadas, como cuando compartió un acto patrio con el ex
Presidente Kirchner y la actual Presidente de la Nación , quienes manifiesta
y sistemáticamente se mostraron en contra de la Iglesia , de la vida y de
los valores tradicionales de la
Patria , a pesar de llamarse católicos. No hubo entredicho
algunos para ellos sino complacencia y obsequiosidad.
Quede
dicho lo precedente en defensa de la
Verdad.
FIRMAS
Ignacio Agustín Pato, Carlos José Díaz, Flavio Infante, M.
Cecilia Tagliarini, María Rosa Toledo, Pablo Muñoz de Toro, José Brescia, José
Aubone, Silvana Fontanella, Luis Vicondo, Silvana Abalos, Pablo Faroux, Juan
Solana, Daniela Malatesta, Elio Vlek, Karina Chaves, Paola Carrizo, Victoria
Ron, Gustavo Roldan, María Milagros Solana, Belisario Ortiz, Aldana Vicondo, Sergio
Nestor Scarzella, Cecilia Ines Cuomo, José Scarzella, Gastón Magariños, Pascual
Montero, Emanuela Altamiranda, Jordán Abud, María Pia Stellato, Bibiana Hidalgo,
Ana Hidalgo, Marcos De Assis Cordeiro, Juan Manuel Pautasso, Pablo Rafael
Maximiliano Giacinti, María del Rosario Pautaos, Clarisa Andrea Dumé, Francisco Miguel Abud, Pío Martinez Zuviría, Diego
García Montaño, Carlos Róspide, Antonella Zanchelli, Marcelo Imbrogno, Silvia
Gomez, Mariano Erbetta, Ulises Del Grecco, Evangelina Abud, Adriana Soria, Dolores
Marini, Ariel Palermo, Natalia Morales Marcelo Tudela, Maria de los Angeles
Mora, Enzo Gonzalez, Lorena Cazorla, Ignacio Gonzalez, Maria Lila Cano, Andres
Cardiel, Pablo Debernardi, Víctor Chequer.
1 comentario:
Ya lo dijo El Padrino; "todo es personal", y mucho antes lo dijo Jesús de otra forma "el que no está conmigo está contra mi". Entonces cómo se puede decir lo siguiente:
"Entiéndase de una vez por todas que no es al Papado ni a la Jerarquía per se a la que van dirigidos sus ataques, sino a las enseñanzas heterodoxas e inconductas múltiples que, dolorosamente, son cada vez más frecuentes en el seno mismo de la Iglesia, y en quienes se suponen que están para gobernarla."
Si justamente son el Papado y la jerarquía los que impulsan la heterodoxia, ellos hacen bien en entender que el ataque va dirigido a ellos, que además son la autoridad que reconoce el Dr. Caponetto, por lo tanto les es lícito aplicarle sanciones.
No es consistente decir yo ataco al Papa pero no al Papado ¿no es el Papado la silla donde se sienta el Papa?
PD: Lo que no desmerece que las críticas del Dr. Caponetto sean verdad
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