1. “El Card. Velasio de Paolis,
importante miembro de la Curia Romana, en una conferencia pública ha refutado
expresamente las propuestas del Card. Kasper en materia de "nueva praxis
pastoral" para los divorciados vueltos a casar. En una exposición extensa,
el conferencista recuerda los fundamentos dogmáticos y la ley eclesiástica
fundada en ellos, la práctica tradicional y constante de la Iglesia en la
materia. El texto es largo y toca algunos aspectos de un tema que remonta a
muchísimas cuestiones. Pero lo hace con sencillez y precisión. Parece
indispensable leerlo para ver expuesta la doctrina y la ley eclesiástica en
esta materia, que ha sido constante a lo largo de los siglos y que ni siquiera
los papas conciliares -tan afectos a los cambios- han pretendido cambiar, sino
hasta Francisco, aparentemente, dado que por nunca desmentidas versiones,
calificó las propuestas de Kasper, frente a sínodo de cardenales de febrero de
´teología de rodillas´. Como el lenguaje
deliberadamente ambiguo nos termina traicionando, es posible aceptar la
expresión en el sentido de que Kasper ha puesto a la teología de rodillas ante
los reclamos del mundo. Lo que sigue es el texto, insistimos largo pero muy
provechoso. Recomendamos especialmente no dejar de leer los puntos 6 y 7 de la
segunda parte, en los que el Card. de Paolis no duda en enfrentar expresamente
la posición del alemán de la teología arrodillada.” (Marcelo González)
2. Roberto De Mattei en una nueva
entrevista aclara y precisa más opiniones sobre
la no infalibilidad de las canonizaciones con las que estamos de acuerdo:
“La
canonización de un Papa implica su santidad no sólo en la vida privada, sino
también en la vida pública, o sea el ejercicio heroico de la virtud en el cargo
que le es propio, el de sumo Pontífice. Como autor de una historia del
concilio Vaticano II, he estudiado el breve pontificado de Juan XXIII, desde el 25 octubre de 1958 hasta su muerte el 3
junio de 1963, y estoy convencido de que
no lo hizo ejerciendo las virtudes cristianas de modo heroico, comenzando por
la virtud de la prudencia… Un análisis objetivamente racional de los hechos
demuestra la falta de virtudes heroicas en el papa Roncalli. Si, por fideísmo,
debiese negar lo que impone la razón, suprimiría los fundamentos racionales de
mi fe. Por lo tanto, mantengo en
conciencia mis dudas y perplejidades sobre la canonización de Juan XXIII…. Es evidente que no ser elevado a la gloria
de los altares no significa ir al infierno. De otra manera, deberíamos
creer que son muy pocos los papas que se salvan, y menos aún, los fieles que se
salvan. Sólo Dios conoce el destino ultraterreno de las almas. Mis dudas no se
relacionan con la salvación eterna de Juan XXIII, sino sobre la heroicidad de
sus virtudes en el gobierno de la Iglesia.”
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