jueves, 7 de julio de 2011

CINCO CUESTIONES CONTROVERTIDAS SOBRE EL «OPUS DEI» (I)

INTRODUCCION
Vamos a ver; hay dos tipos de críticas a la Cofradía del Marquesado de Peralta y el Banco P-Opus-lar. Una es la que procede de la izquierda mediática y del catolicismo progre, que considera que el Opus es una especie de vanguardia de la Iglesia, aristocracia espiritual del Papa y conservador de las genuinas tradiciones católicas. También dice que Losantos y César Vidal son peligrosos integristas de extrema derecha. El problema es que hay gente del lado católico que se lo cree. Con los mismos parámetros podrían ser juzgados los mormones: ultraconservadores, antiabortistas, etc., y desde luego que en mi carro no van.
La otra fuente de críticas son las que vienen de algunos tradicionalistas, etc., que dicen que el Opus es una invención judeo-sionista para infiltrarse en la Iglesia y todo lo que hace y dice es simulación. Otras, de ambientes políticos tradicionales es que el Opus es liberal. Tampoco me parece a mí el “meollo” de la crítica que el Opus merece. Pues en eso, efectivamente están como los salesianos.
Lo que me interesa subrayar son los aspectos negativos del Opus pero no por la crisis eclesial que puedan padecer los salesianos. Sino desde el punto de vista simplemente eclesial, y de elementos que son fundacionales. Es decir, que si en una Parroquia hay un Cura del Opus que va de paisano, le encanta la Comunión en la mano o habla de los republicanos católicos, no es significativo de los problemas de fondo del Opus Dei, que son eclesiales y teológicos. De hecho estas boutades de algunos miembros del Opus, se toleran para mostrar de cara a la galería esa multiplicidad de caracteres que ad intra no existe.
Me voy a permitir ir por partes, señalando los puntos donde se ve la irregularidad del Opus dentro de la Iglesia, tanto según la ley canónica vigente como según el antiguo Código canónico. Pero lo esencial para saber lo que es el Opus es que hay que entender algo trascendental (en sentido kantiano): el Opus que vemos y que es presentado a las autoridades de la Iglesia es una cosa, y el Opus por dentro es otra. No es que nieguen lo que hacen públicamente, es que por dentro se entiende por qué proceden así. Quien puede comprender esto mejor es quien está (o ha estado) dentro o quien tiene relación y percibe cosas llamativas. Para quien conoce el Opus por El País, su distorsión sobre el problema será total.
PRIMERA
Dicho lo cual, comienzo por lo primero. El estatuto jurídico del Opus Dei en la Iglesia. El Opus Dei es una Prelatura Personal, y según dice en su página:
Las Prelaturas personales —auspiciadas por el Concilio Vaticano II, como se ha dicho— son entidades al frente de las cuales hay un Pastor (un prelado, que puede ser obispo, que es nombrado por el Papa y que gobierna la Prelatura con potestad de régimen o jurisdicción); junto al prelado hay un presbiterio, compuesto de sacerdotes seculares, y los fieles laicos, hombres y mujeres.
Las Prelaturas personales son, por tanto, instituciones pertenecientes a la estructura jerárquica de la Iglesia, es decir, son uno de los modos de auto-organización que la Iglesia se da en orden a la consecución de los fines que Cristo le asignó, con la característica de que sus fieles continúan perteneciendo también a las iglesias locales o diócesis donde tienen su domicilio.”
Léase esto con calma pues es bastante importante. El Opus como Prelatura personal es por tanto —dicen ellos— una iglesia particular con Obispo, Presbiterio y Fieles propios. Por eso desde su erección canónica como Prelatura dejaron de llamarse “Socios” para designarse “Fieles”, y el “Padre” dejó de llamarse “Presidente General” para ser denominado como “Prelado”.
Sin embargo, leamos lo que dice el Código de Derecho Canónico de 1983 sobre las Prelaturas personales:
c. 294: Con el fin de promover una conveniente distribución de los presbíteros o de llevar a cabo peculiares obras pastorales o misionales en favor de varias regiones o diversos grupos sociales, la Sede Apostólica, oídas las Conferencias Episcopales interesadas, puede erigir Prelaturas personales que consten de presbíteros y diáconos del clero secular"; c.296. Mediante acuerdos establecidos con la Prelatura, los laicos pueden dedicarse a las obras apostólicas de la Prelatura personal; pero han de determinarse adecuadamente en los estatutos el modo de esta cooperación orgánica y los principales derechos y deberes anejos a ella.
“c. 297. Los estatutos determinarán las relaciones de la Prelatura personal con los Ordinarios locales de aquellas iglesias particulares en las cuales la Prelatura ejerce o desea ejercer sus obras pastorales o misionales, previo consentimiento del Obispo diocesano.
Esto es muy importante: en primer lugar, según el Código los que pertenecen la Prelatura son “presbíteros y diáconos del clero secular” (c. 296), en segundo lugar, los laicos sólo pueden ser “cooperadores orgánicos”, y el c. 297 habla de la relación de la Prelatura dentro de las “iglesias particulares en las que la prelatura ejerce sus obras pastorales”. O sea que tampoco sería una iglesia particular. Además, en el nuevo Código, las Prelaturas Personales no se contemplan en la parte segunda del libro primero “Sobre la constitución jerárquica de la Iglesia”, sino en la primera “De los fieles cristianos”, entre el título III “De los ministros sagrados” y el IV “De las asociaciones de fieles”.
El mismo cardenal Ratzinger, en la Comisión Preparatoria del nuevo Código había afirmado “la Prelatura Personal no es una iglesia particular sino una determinada asociación”. En sentido análogo se posicionaron otros miembros de la Comisión, cuyo parecer pasó al Código.
¿Por qué la Opus dice entonces estas cosas de sí misma? Pues porque su erección como Prelatura se rige por la bula Ut Sit, que efectivamente contempla que la Opus sea una iglesia particular, perteneciente a la constitución jerárquica de la Iglesia, con obispo, presbiterio, fieles propios y botes en las salas de estar donde echar las colillas. Se agarran a que la bula Ut Sit fue promulgada antes del Código, y por tener carácter retroactivo pueden atribuirle tales características. Lo que sucede es que entró en vigor después de la promulgación del Código, y por lo tanto debiera estar completamente sujeta a él. (Ejemplo, el motu proprio Summorum Pontificum de la Misa Tridentina se promulgó en julio y entró en vigor en septiembre, algo así).
Aunque la Santa Sede hiciera la vista gorda, y tan gorda, tanto don Álvaro del Portillo Díez de Sollano y los grandes tranvías y expresos norteafricanos, y don Javier Echevarría Rodríguez cuando fueron ordenados Obispos, fueron ordenados con el título de diócesis históricas que ya no existen, como hacen con los obispos auxiliares, que no tienen potestad jurisdiccional sobre fieles ni clérigos, y no con el título de “Obispos del Opus Dei”. Por eso, “Obispo-Prelado del Opus Dei” es una ficción villateverense; d. Javier Echevarría es prelado del Opus Dei, y obispo titular de no-sé-dónde.
A algunos igual les resultará un poco complicado; a otros les parecerá ¡imposible! ¿Cómo? ¡Si fuera esto así, ya habrían actuado! Es así.
Más sobre el punto primero sobre la naturaleza jurídica del Opus Dei y su presunta pertenencia a la estructura jerárquica de la Iglesia, formada por un obispo, presbiterio y fieles. Cuando sale la constitución apostólica “Anglicanorum Coetibus”, junto a una serie de principios normativos de su aplicación, reaparece la duda sobre la naturaleza jurídica en la Iglesia del Opus Dei, porque estos grupos anglicanos se incorporarían a la Iglesia agrupados en “Ordinariatos Personales”.
En “L’Osservatore Romano” aparece un comentario sobre el tema del P. Ghirlanda, canonista de la Pontificia Universidad Gregoriana, con estas palabras: “Estos Ordinariatos Personales [...] tampoco pueden considerarse Prelaturas personales, ya que, según el canon 294 [del Código de Derecho Canónico] las Prelaturas personales están formadas por sacerdotes y diáconos del clero secular, mientras que los laicos, de acuerdo con el canon 296, pueden simplemente dedicarse a las obras apostólicas de dichas Prelaturas mediante acuerdos con las mismas.”
Según el capellán de la CEU-CEH, y canonista, P. Castelló, “dado el lugar y la fecha en que se publicó, podríamos decir que se trata de una especie de interpretación doctrinal autorizada del conjunto normativo”. Precisamente, la elección del Ordinariato Personal para estas agrupaciones es para permitir la pertenencia de fieles a las mismas, al modo de una “diócesis peculiar”. Justamente la desestimación de la forma de Prelatura Personal indicaría que en este caso no podría aglutinar fieles, sino simplemente presbíteros y diáconos.

31 comentarios:

Anónimo dijo...

Es el fin de infocaótica.Me voy a chivar a un amigo del Opus.jejeje...
Olvidáis que es una organización internacional no solo está en España,no se salva ni el argentino de lefebvre ese ...

pelayo dijo...

Me parece muy acertado todo lo que expone este artículo, así como su interés por profundizar en el asunto lejos de clichés. Sin embargo, si me lo permiten, quisiera exponer las razones por las que una persona como yo, sin apenas conocimientos teológicos ni de otra índole, siente rechazo por el Opus:

1) Prácticas sectarias (vividas por mí y por mi familia).
2) Precursores del CVII y del neoconismo. No son conservadores sino progres de distinta velocidad. Encima perjudican al creer el vulgo que lo que defiende el Opus es lo que defendía la "Iglesia de antes".
3) Me parece intuir en sus doctrinas peligrosas conexiones con el calvinismo y su santificación de la prosperidad material. Ciertas acusaciones de criptojudaísmo tampoco parecen del todo infundadas (pese a que es un terreno proclive al esperpento).
4) Pretenden imponer su visión como la única católica. Funcionan como una iglesia dentro de la Iglesia. Te quieren convertir a "lo suyo" aunque seas ya católico por otras vías (por cierto, esto es especialmente exagerado en los kikos). Quieren que la Iglesia vaya por sus derroteros y para conseguirlo se comportan como un grupo de presión. Como consecuencia, mucha gente acaba rechazando a la Iglesia cuando en realidad sólo rechazan --de forma legítima-- algunos aspectos del Opus.
5) En lo político, siempre impulsores del liberalismo (veáse si no la labor de zapa que hicieron en el Régimen de Franco). Y siempre aliados de banqueros, ricos y poderosos de dudosa moralidad.

De todas formas, me da la impresión de que los neocatecumenales, por el camino que llevan, van dejar en mantillas al Opus.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO dice: Una de las más graves manifestaciones de la autodemolición conciliar fue dejar las órdenes y congregaciones abandonadas a los elementos subversivos y no apoyar los intentos de regeneración. El caso del P.Jesús Solano S.I. y sin duda muchos más en los demás institutos.
En un post de Vidal sobre el fundador de sodalites en Perú lo dice magistralmente: "prescindir de las seculares y beneméritas congregaciones religiosas de siempre, para echarse con armas y bagajes en manos de estas nuevas realidades que aún no han pasado por el crisol, entraña muchos riesgos"
Se ha deshecho la vida religiosa católica y se ha creado un vacío en el que surjen como hongos todas estas cosas que nos llevan a esta situación.

Tu Es Petrus dijo...

"Cosas" que son, como el caso de los Legionarios de Cristo o el Opus Dei, anteriores en varias décadas al Concilio.

Tu Es Petrus dijo...

Por otro lado, si Escribá, Escriva o como se ponga en letras, era o no judío converso, cristiano viejo, marqués o visionario, es lo de menos. No nos compremos "pescado podrido" posiblemente salido del mismo Opus Dei para desprestigiarnos como friki-tradis.

Tu Es Petrus dijo...

También Nuestra Señora la Virgen, San Pedro, San Pablo y todos los apóstoles eran judíos conversos.

Dejemos el racismo barato a Radio Frikidad.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO a TU ES PETRUS: Cierto que los 2 ejemplos que cita son anteriores al Concilio. También lo son los kikos. Pero es después del Concilio cuando su crecimiento se dispara y les llueven elogios -Maciel propuesto públicamente por Juan Pablo II como modelo para la juventud- y hasta una canonización: Escrivá. ¿Es previsible que en unas circunstancias de Iglesia menos convulsas, más normales, se hubiera llegado a eso? Yo creo que no porque ese crecimiento se puede atribuir a que se quedaron sin competencia por la crisis.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

ahora parece que se complicó el fundador de la Toca de Asìs, según el secretario de la Congregacion de Religiosos informa en 30 giorni. Decididamente, el diablo de los Fundadores neocones hace horas extras.

pelayo dijo...

TU ES PETRUS: No sé si lo dice por mí. Para mí no es importante el argumento del criptojudaísmo. Lo he mencionado de forma marginal, en boca de otros, sin que me conste su certeza y previniendo del tipo de excesos que se suelen cometer en ese campo.

Ahora bien, no creo que ese tipo de argumentos se deban descalificar por sistema. Hay que aclarar que no se le acusaría de ser "judío converso" (lo que sería estupendo) sino de ser judío falsamente converso, que no es lo mismo. La Inquisición española se instituyó precisamente para investigar ese tipo de casos. Si eso es friki, entonces buena parte de la historia de la Iglesia también lo es. Los de RC efectivamente son unos frikis, pero no todos los argumentos que manejan son frikis.

En el caso de los kikos, ese argumento sí podría cobrar especial relevancia y no debería rehuirse por temor a vernos señalados; porque, a diferencia del Opus, es evidente que los kikos sí que siguen doctrinas y prácticas judaizantes que no se molestan mucho en ocultar.

De todas formas, ya digo que no pretendo desviar la conversación a ese asunto, ya que en este caso no lo considero importante y lo mencioné sólo de pasada.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO a PELAYO: Creo que hay un error. Yo sólo me refería a TU ES PETRUS. Y en plan amistoso, por supuesto.
LUDIVICUS: ¿Quién es el fundador de la Toca de Asís?

Genjo dijo...

El autor demuestra:
a) Conocer la cosa sobre el terreno (botes de colillas)
b) Humor o mala leche o las dos cosas juntas ("la" opus, Diez de Sollano y de los grandes expresos)
c) Saber de que habla.
Por lo que parece un grave problema jurídico afecta al Opus Dei. Parece que allí han decidido dar la batalla por conseguir que la Prelatura se interprete como estructura jerárquica: una barbaridad. ¿Cómo podría un obispo decidir quien pertenece a su grey o quien no? Pues en el Opus Dei podría.¿Cómo puede un fier estar bajo la jurisdicción de dos obispos? Pues un fiel de la Prelatura lo estaría.
En fin.

Un ronin católico dijo...

El problema jurídico es muy interesante porque más allá de amores o desamores de sentimentalismos diversos por el Opus Dei, el tema canónico en torno a la prelatura lleva ahí varios lustros ya y la Iglesia no dice nada tajante al respecto dando pie a la controversia canónica.

La cuestión resumida para los que no entiendan mucho consiste en si el prelado del Opus Dei ha de ser necesariamente un obispo o no. Para los miembros es obvio que el oficio de prelado del Opus Dei conlleva necesariamente la ordenación episcopal (y da igual que sea posterior a la elección del prelado). La Iglesia no ha contradicho esta opinión. Un interesante De Auxiliis Canónico preconizado ya en la tesis doctoral de San Josemaría.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

El fundador de la Toca es Roberto Lettieri

jack tollers dijo...

Hace una punta de años, por impedir que una hermana mía fuera cooptada por el Opus Dei, me puse a estudiarlo desde el punto de vista canónico. Pero luego, con el paso de los años, vi que los problemas jurídicos no eran sino epifanía de otras gravísimas deficiencias de naturaleza considerablemente más honda.

Entonces, hace unos veinte años, le escribí a un amigo para que no se enrolara.

Me parece que la epístola aún conserva actualidad:

http://www.cuadernas.com.ar/miscelanea.php/tentado_por_el_opus_dei.

Y por eso, sigue colgada de mi página.

Jack Tollers

Martin Ellingham dijo...

He notado que tras la cuestión canónica sobre la naturaleza de las prelaturas personales hay dos tesis implícitas que a algunos "escribanos" no les gusta que se les recuerden: primera, que sólo la Iglesia es indefectible, mientras que la prelaturas es defectible; segunda, que la Iglesia es de institución divina, en cambio la prelatura personal (cualquiera sea su naturaleza canónica) es de institución eclesiástica.

No conozco escribanos que sostengan formalmente las dos tesis, pero sí a varios que cuando hablan de su institución las implican. O bien creen que sus creencias piadosas sobre la institución y el fundador son verdades de fe vinculantes para todos los creyentes.

Saludos.

Redacción dijo...

Jack,

Gracias por traer a colación su escrito, es muy pertinente, y recomendamos vivamente su lectura. Y sí, la cuestión canónica es "epifenoménica", pero hemos querido insertar este escrito como "pórtico" dado que es a la que más suelen apelar los de La Cosa.

Dr. Martin,

Pienso que el problema trasciende las categorías de "defectibilidad" y de "indefectibilidad"; es un lenguaje difícil de entender para el "no-iniciado". Ellos evitan estas categorizaciones para que "se les note menos" lo que hay al fondo de la institución. Emplean para ello determinados neologismos como "cuestiones de espíritu", "Dios se lo hizo ver al Padre" y expresiones semejantes, que llevan a confudir las posibles gracias "gratis datae" que puedan recibir algunas personas para bien de la Iglesia con una "inspiración" o "cuasi-inspiración" que está presente de modo continuo en la vida de La Cosa. Y en efecto, se disfrazan las cosas de modo que no aparezcan tan evidente de modo que se extraigan conclusiones como a las que se refiere.

Observador dijo...

Me parece muy bien que critiquéis al Opus, pero no olvidéis que, de los movimientos "neocons", es el más tradicional con diferencia. Tanto en sus prácticas de piedad, como en su forma de celebrar la liturgia, como en su disciplina...

En materia de liturgia, los tradicionalistas podemos entendernos muy bien con la gente de la Obra; con los "kikos" ni de broma.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Jack, cuando uno profundiza estas cuestiones, surge la clara evidencia: la Iglesia, para bien y también para mal, no es un Estado de Derecho.

Hermenegildo dijo...

Que la Prelatura no constituye una iglesia particular al modo de una diócesis o de un ordinariato lo refleja claramente un detalle. Por ejemplo, para que el Prelado del Opus Dei pueda casar a dos miembros supernumerarios de la Obra, necesita la delegación de sus respectivos párrocos diocesanos.

Anónimo dijo...

LUDOVICUS tienes razón. Hoy por hoy la Iglesia se rige por la ley del embudo. No hay más que ver lo que pasa con la liturgia. Para hacer con ella lo que les da la gana no hay ninguna restricción. Para celebrar la tradicional todo son pegas.

Anónimo dijo...

En relación con este asunto, léase el epígrafe "Semipelagianismo", en la p. 18 de "Infidelidades en la Iglesia" (Pamplona: Gratis Date, 2005), del p. José María Iraburu.

http://www.gratisdate.org/nuevas/infidelidades/JMI-Infidelidades.pdf

Anónimo dijo...

Podrían explicar lo del humor, mala leche, etc. de que habla Genjo??? Qué son los expresos norteafricanos, los botes de colillas, etc.??? Por favor, no todos aquí somos ex-opusinos.

Anónimo dijo...

Podrían explicar lo del humor, mala leche, etc. de que habla Genjo??? Qué son los expresos norteafricanos, los botes de colillas, etc.??? Por favor, no todos aquí somos ex-opusinos.

Un ronin católico dijo...

Que la Prelatura no constituye una iglesia particular al modo de una diócesis o de un ordinariato lo refleja claramente un detalle. Por ejemplo, para que el Prelado del Opus Dei pueda casar a dos miembros supernumerarios de la Obra, necesita la delegación de sus respectivos párrocos diocesanos.

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Como cualquier otro obispo del mundo, pero aparte es que no es función del Prelado el dar los sacramentos a sus súbditos, sino el procurar que se santifiquen usando de ellos. Por eso no tiene potestad para dar licencias matrimoniales a un supernumerario, pero sí para exigirle normas de piedad dentro de su matrimonio.

Vamos que tampoco es que pretenda ser una diócesis, sino que se equiparan en algunas cosas a una Iglesia particular y en otras no. Eso es lo interesante canónicamente hablando: la doble jurisdicción que cae sobre el fiel.

Redacción dijo...

Botes de colillas: http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=print&sid=9942

Lo de "los grandes expresos norteafricanos", es una ironía basada en una genial ocurrencia del escritor Agustín de Foxá, relativo a otro asunto, referente al apellido rimbombante de don Álvaro del Portillo (Don Álvaro del Portillo y Díez de Sollano... y de los grandes expresos norteafricanos).

Un ronin católico dijo...

Era europeos ¿no? "expresos europeos" en lugar de "norteafricanos"

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO añade: Aunque desgraciadamente habrá muchos más ejemplos yo acabo de conocer otro de como el Vaticano dejó desamparada a otra orden antigua que en la actualidad está en plena agonía: los Jerónimos.
En plena crisis postconciliar el P.Antonio de Lugo OSH pidió permiso en Roma no para separarse de la orden ni nada parecido sino sólo para fundar en Jávea una comunidad de observancia tradicional. No le hicieron ni caso y claro en el vacío que se fue creando ha surgido de todo. Y me temo que los escándalos van a seguir.

Anónimo dijo...

Vaya, los jerónimos. Se fueron de Yuste, y quedan sólo en el Parral. Creo que son menos de la decena. Y sin recapacitar.

Fray Juan de Santo Tomás

¡Cuántas ha hecho esa "gente importante"!

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO dice: Pues que los Jerónimos se den un paseo por los muchos monasterios florecientes que hay en Francia. Y se apliquen la receta.

Anónimo dijo...

Si fray antonio de Lugo hubiese tenido veinte años menos, sin duda habríamos visto otra cosa. Pero no es así, y eso, como tantas otras cosas, no tiene remedio. "¿Cómo retomar el curso de toda una vida?" como dijo Frodo Bolsón...

Fr. Juan de S.T.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO A FRAY JUAN: Aparte de su interesantísima observación sobre la irreversibilidad del tiempo lo que un servidor pretendía era aportar un caso más -los Jerónimos- a un fenómeno que a mi modesto juicio explica la floración de neomovimientos de dudosa solidez en nuestra época favorecida por el vacío creado con la decadencia galopante de las órdenes y congregaciones antiguas. Decadencia que en algunos casos -Jesuitas y Jerónimos- se intentó remediar sin recibir apoyo -más bien lo contrario- de las propias órdenes y de Roma. El que lo intentó en los Jesuitas -P.Jesús Solano- no sólo no fue apoyado sino que le destituyeron fulminantemente de su cargo de Rector de Comillas-Madrid.
Pienso que el tema tiene su interés y que si alguno de los lectores conoce otros casos sería interesante lo hiciera público aquí mismo para mejor conocer y comprender la historia de estos convulsos años.