jueves, 1 de diciembre de 2011

De pluma ajena: el peligro de apocaliptizar



Ha sido un gran acierto del P. Castellani llamar la atención sobre la centralidad del dogma esjatológico como especificativo del ser cristiano: "...creer en su segunda venida es necesario para creer en Cristo, es distintivo de la auténtica fe en Cristo”. Pero otro acierto no menor ha sido advertirnos de los peligros de la curiosidad indiscreta y el quietismo apocalíptico:"...tenemos que luchar por todas las cosas buenas que han quedado hasta el último reducto, prescindiendo de si esas cosas serán todas «integradas de nuevo en Cristo»." Hay grandes verdades que, enloquecidas, resultan peligrosas. Tomamos un comentario del autor de la estupenda bitácora exorbeHemos suprimido el nombre del destinatario del mensaje para no personalizar unas recomendaciones que pueden ser para el bien de todos. 
[X], te expones cuando 'apocaliptizas' de esa forma. Los tiempos de Dios y su hora no son conocidos por los hombres, ni están cifrados en el Apocalipsis, ni en ningún libro, ni en ninguna revelación particular, ni tampoco en las supuestas (y muy discutibles) profecías de San Malaquías. Tiempos malos con crisis doctrinales y morales los ha sufrido la Iglesia desde su sagrado origen, y todos han pasado dejando más o menos huella y purificando a la Iglesia cuando han sido superados con santidad y virtud. El embate terrible de los revolucionarios de los siglos XVIII-XIX fue interpretado por algunos como el final, pero pasaron los hombres y sus violencias y la Iglesia siguió. En el tremendo siglo IV, el arrianismo invadió todo el cuerpo de la Iglesia, pero la herejía se extirpó y la Iglesia fue saneada; en el siglo XV-XVI la corrupción de los Papas y la herejía de luteranos y calvinistas debilitaron y rompieron a la Iglesia, pero el siglo siguiente abrió una época de Santos y significó la consolidación del Catolicismo. Soy consciente de la gravedad de este tiempo, de sus pecados y de sus corruptelas y debilidades doctrinales, institucionales y personales, pero la Iglesia es más grande y mas santa que todo esto que vemos y padecemos. También me resulta chocante ver cómo los que recurren a ese estilo apocalipticista-tremendista parece que entienden que Cristo Juez va a venir a castigar "a los otros", como si "nosotros" estuviéramos libres de culpa y fuésemos irreprochables, cuando la realidad es que todos - de una u otra manera - compartimos los defectos y los vicios de nuestro tiempo, todos respiramos el mismo aire contaminado. No te comento esto con irritación, [X], pero sí con preocupación. Conque oremos para que mejoremos y dejemos en manos del Justo Juez el futuro que, sea como sea, será un futuro con punto final de salvación y de gloria: La Vita Venturi Saeculi debe animarnos, no atemorizarnos.

25 comentarios:

Anónimo dijo...

Es tan difícil refrendar como rebatir este post: el contexto falta, pero bue. Sin embargo creo intuir el argumento tan llevado y traído de “nadie sabe el día o la hora, así que de esto no vale la pena especular”. A lo sumo se piensa en una “futura venida de Cristo”, como si de un momento a otro cayera en la cuenta de que tenía que volver. Y esto así es teología de negros.
¿Por qué los tesalonicenses esperaban mal? Sin duda que no por esperar, consejo mismo del Señor expresado hasta el hartazgo, sino por no escudriñar atentamente los signos. Falta “una apostasía”, les espeta San Pablo. Y sigue: “será revelado primero el hombre de pecado, el hijo de la perdición”. Así las cosas, la espera es concienzuda, inteligentemente anhelante, transida de logos espiritual, de mirada atenta.
El post, azymis sinceritatis, me parece de una superficialidad atroz. Razonar “salimos de una, podemos salir de otra” es no entender un comino. No salimos de nada, el Apóstol lo dice: “ya está obrando el misterio de la iniquidad”, y el de Patmos “el que no confiesa al Logos venido en carne, ése es al Anty-Christos”. De todos los casos que cita el autor, ¿nos hemos desembarazado? Supongamos que materialiter sea así, desde lo fáctico-temporal, me pregunto ¿del misterio de la iniquidad? Ese es el error garrafal: pensar la historia como a tropezones, dividida en períodos matemáticos que al análisis teológico no sirve de nada. Si no se concibe la historia sino como una carrera de obstáculo de la cual pensamos salir airosos a cada posta, o no, pero “nunca se sabe”, nunca podremos cumplir verdaderamente con aquello del apocaleta: “mirad que estoy a las puertas y llamo”.
(“Los tiempos de Dios y su hora no son conocidos por los hombres, ni están cifrados en el Apocalipsis, ni en ningún libro, ni en ninguna revelación particular, ni tampoco en las supuestas (y muy discutibles) profecías de San Malaquías”. Si el Castellani que citaron al comienzo pudiera leer esto… Mala teología, autores mezclados, y un Apocalipsis del tipo novelita piadosa. Muchachos, esfuércense más)
La iniquidad estuvo, es y estará hasta que la copa de la ira de Dios reviente o rebalse. Los acontecimientos pasados en los que la Iglesia sufrió la avanzada especial del misterio del mal son ensayos de un único movimiento: la creación-redención. Por eso es inevitable esjatologizar todo. De ahí la absurdidad de “razonamientos medidos” como los del autor del post.
Esjatologizar todo: hasta este aire de renovación litúrgica, del que tanto debo agradecer. Se acabará, oh sí! Pero acabará para mejor: luego del fin un ahora magnífico de coros angelicales e inciensos sublimes, cara a un Cordero que no se dejará ya profanar.
Pero antes se acabará.

Saludos.


Sirus Black.

Anónimo dijo...

Don Black

Me parece que se fue de mambo...

Como Ud. bien dice, la cuestión es escudriñar los signos de los tiempos. Pero es que hay algunos, sobre todo del palo tradi, lefe, filolefe, etc. que en el afán de justificar sus posturas ven ya la Iglesia perdida o poco menos. Y justamente NO TIENEN EN CUENTA LOS SIGNOS que el mismo Señor dejó indicados en la Sagrada Escritura. De los cuales falta que se cumplan una larga lista. Aunque el ambiente esté cada vez más preparado y el cumplimiento sea cada día más posible en cuanto a que las condiciones se van dando. Tal vez puedan sucederse las cosas con más rapidez de la que uno puede prever, pero siempre podremos ver los signos de los tiempos... si estamos atentos, claro está. Pero buscar esos signos en forzando la realidad a nuestros pareceres, eso no es buena teología.
Creo que más que nada a esto se refiere el post de Don Terzio. Pero mejor que lo diga él.

Saludos

Pippin

Anónimo dijo...

Estimado Pippin:

gracias por su comentario. Siempre me voy de mambo, sorry.

Pero si me permite, le digo que más que causa es efecto el afán apocalíptico de frikis y demases. Bien calibrada la mira del fin debería llevarnos más bien a lo contrario: un equilibrio en el obrar con la certeza de que la coronación final será el premio a la tribulación grande. Porque hasta la misa pasará, sin distinción de rito. Y le digo más, la misa es un ritual simbólico, y es eso lo que no capta la mens friki.
Volviendo, ¿efecto de qué? De un desmán en la fe, de una inteligencia a-lógica. ¿Acedia quizás? Quién sabe. Lo cierto es que una idea tan luminosa como la de ultimidad no desbarranca así porque sí. Hace falta estar desesperanzado, ironía terrible, para matar de esta forma la Iglesia.
En fin, aprovechemos el silencio alemán de mediahora.

Saludos.

Sirius Black.

Miles Dei dijo...

El problema planteado se resuelve en que la esperanza cristiana no es una esperanza mundana. Tampoco la supone, puesto que las virtudes teologales no suponen nada, sino que son infusas y gratuitas.

Y además pertenece a esa esperanza cristiana el contenido doctrinal por el que se sabe que el triunfo de la Iglesia no será histórico.

Sin embargo eso no debe mover a quietismo, sino a obrar con la esperanza teologal y la fe y la caridad en todo lo que se hace, porque todo tiene un orden al fin, que para nosotros es nuestro fin próximo, o sea: la propia muerte.

Tal como el soldado que marcha en primera línea al asalto y sabe que su vida está sentenciada por las primeras descargas del enemigo y sabe que sin esa primera linea y sacrificio no habrá asalto ni se tomará la posición enemiga ni se ganará la batalla y con ello la guerra. Así es la vida cristiana ante el mundo. La tremenda desesperanza del que muere en el cumplimiento del deber sin más recuerdo que un monumento al soldado desconocido, para el cristiano supone el triunfo apocalíptico personal. Y además, como todos tenemos que morir, no hace falta buscarlo a propósito, sino obrar para que el fin nos encuentre dispuestos y preparados.

El cristiano, tiene perfecto derecho a apologetizar porque en su vida personal se dará el apocalipsis, pero su obrar no es indiferente cara a ese final. Una generación -no sabemos cual- tendrá además la dicha o desdicha de vivir el fin del mundo, pero a todas les corresponde esa exigencia en el obrar histórico.


Lo que ocurre en el mundo tradicionalista y no tan tradicionalista es que la dimensión comunitaria o social del ser humano queda relegada por la práctica personal de piedad en orden a la salvación propia. Entonces se piensa que cara al fin personal lo que cuenta es salvarse y que para la dimensión social ya vendrá Dios a juzgar al mundo. No es así del todo. Cada juicio particular cuenta y tiene en cuenta esa dimensión social a la que el hombre no puede escapar. Si hay algo que hay que reconocer es que hasta el dinal del mundo medieval esa individualidad que se verá después no existía. Eso vendrá con la burguesía y el incremento del poder económico que traerá la ilusión a muchos de que se bastan a sí mismos para prosperar y sobrevivir en el mundo. Indudablemente la devotio moderna trajo consigo un elemento individualizante que ha transmutado los términos de la escatología tal como exponía arriba. Se ha difuminado el concepto social para dejarlo al final en manos de Cristo en su segunda venida. El reinstaurare omnia in Crhisto ya sólo se entiende como un espiritualismo egoista o como un materialismo histórico, las dos deformaciones de la visión cristiana del hombre como ser social. La mayor parte de las veces lo que falta es esa generosidad propia de ese soldado de primera línea.

Miles Dei dijo...

Y perdón pero discrepo en lo de la Santa Misa. No es un mero ritual simbólico. Eso podrá ocurrir en los demás sacramentos que nacen de la Eucaristía y se ordenan a ella, pero en la Santa Misa hay algo más que un mero símbolo ritualizado, por lo que el cuidado exquisito de dicho rito no es cosa de frikis -frikis del rito aparte-, sino de aquellos preocupados por la manera en que esta vida se puede alcanzar el pignus futurae gloriae que tenemos en ella. De nuevo la dimensión apocalíptica está muy presente en la Santa Misa y su ritual debe expresarla. La Santa Misa no se acabará, sino que de ella se pasa a la liturgia celeste sin intermisión si se es justo. No entender eso es acabar poniendo un abismo entre Dios y los hombres que precisamente es mucho más propiciador de escatologizaciones malsanas.

MIGUEL25 dijo...

Uffff..que tema tan polémico..
la verdad, es que en el mundo católico, hay división de opiniones..

la corriente liberal-modernista, que niega la literalidad bíblica y la veracidad histórica de su narración niega todo atisbo de "mensaje apocaliptico", dicen mas o menos como lo que ha expuesto aqui, sirus black:

“Los tiempos de Dios y su hora no son conocidos por los hombres, ni están cifrados en el Apocalipsis, ni en ningún libro, ni en ninguna revelación particular, ni tampoco en las supuestas (y muy discutibles) profecías de San Malaquías”.

La corriente conservadora:
Pone en el mismo plano al magisterio infalible y al no infalible, parte de la idea errónea de que la Iglesia es INFALIBLE EN TODO Y ES UNA SOCIEDAD PERFECTA, por tanto exije obediencia ciega..parte del error de que la Tradición, es lo que la Tradición viva, (entendiendo por viva los vivos de ahora) define y produce, con lo cual justifica todo cambio..y todo discernimiento queda anulado. el exponente máximo es infocatólica y el Padre Iraburu
según ellos cuando el juicio en el magisterio no infalible, disiente del que dicen ellos que se autoproclaman "Iglesia verdadera", entonces en nombre de la obediencia ciega hay que suspender el juicio o discernimiento (Iraburu dixit)

Queda el católico así hecho un "zombie",..un tipo que obedece en todo y no piensa nada..

Entonces se crea la secta perfecta:
un católico-conservador-ciegoobediente, lo tendría muy fácil, ¿que significa esto y lo otro del Apocalipsis Padre Iraburu? y el Padre Iraburu diría:
esto y lo de más allá.

Y ¿ésta revelación privada? ¿es fiable o no Padre Iraburu..y diría:
esta no porque no la ha aprobado la "Iglesia" (es decir yo) y esta sí pero no te la aconsejo...

y el fiel católico tiene que decir amén ..amén lo que dice le P.Iraburu ...no se discute.

Y por último la corriente tradicional
(sí los "malditos" filolefebvrianos
entre los que me incluyo)

Primero echan mano de la Tradición y de las enseñanzas de Padres de la Iglesia, y de la Sagrada Escritura.del Magisterio infalible..luego examinan si la revelaciòn privada dice lo mismo..y entonces se toma todo como fuente doctrinal.

el maldito escipión dijo...

Querido Miguel,
Siempre que supongas encontrarte ante un tema polémico, calla. Por favor, calla.

Ulmar dijo...

Dios decidió revelar y dejar en el misterio muchas cosas sobre la Parusía. ¿Hace falta buscar y rebuscar en toda clase de revelaciones privadas y apariciones marianas para completar lo que le falta a la Escritura? ¿Se logra así tener información privilegiada acerca del día y la hora de la que el resto de los cristianos carece?

MIGUEL25 dijo...

para el maldito escipión

según su consejo, la cosa quedaría así:

En la Iglesia católica, tiene Vd. derecho a guardar silencio, y todo lo que diga será utilizado en su contra..

Pues vaya a infocatólica y dígalo allí, ya verá como le aplauden.

Porque aquí ...ni caso.

Anónimo dijo...

Es verdad lo que pedagógicamente se comenta en el artículo sobre aplicar el castigo a "otros "; pero, si algunos creemos que dentro de poco veremos un final de los tiempos (no un fin del mundo) y nos creemos algunas de las profecías como Garabandal, respeten también nuestra libertad de SÍ creer en ciertas revelaciones privadas. Por otra parte cabe recordar aquí que la mayoría de nuestras advocaciones a la Santísima Virgen María corresponden a apariciones privadas (muchas con mensajes escatológicos por cierto) .

Maestro dijo...

Miguel25: La Iglesia Católica no tiene nada que ver. ES USTED EL QUE TIENE QUE DEJAR DE HACER EL RIDICULO porque nos hace quedar a todos los tradicionalistas como estúpidos. Haga el favor de dedicarse a estudiar.

Eagleheart dijo...

¿Una Revelación Privada como fuente doctrinal? A ver, eso se me escapa, MIGUEL25. Dime de dónde sacas eso cuando yo perfectamente puedo ignorar el mensaje de alguna Revelación Privada. Y nada, nada, me obliga a creer en ella.

Salu2. Paz y Bien.

Anónimo dijo...

La Santa Misa no es un “mero rito simbólico”. Es un rito simbólico, que sí se acabará porque la figura dará paso a la realidad, la sombra a luz, et passim.
Es este un ritual eficaz, claro. Pero toma su sentido de su realidad, que es divina. Divina digo, del mundo que nos espera.
Si no el ojo y el oído no tendrían de qué asombrarse en la gloria.
Yo creo que hay un corte. Desde la creatio active considerata in Deo, ni qué hablar. Formalmente inmanente, virtualmente transeúnte en Él. En nosotros establece una relación predicamental. Somos por una relación, y tenemos relación: en fin. O como decía mi profesor de creación: Dios es Dios y la criatura criatura.
“Terra viventium” llama el Aquinate a la Patria. ¿Será esta “terra morientium”? De vuelta, ex umbris et imaginibus… (Oh divinitus Plato!) Y lo dice en su magnífica secuencia de Corpus.
Por otro lado, no me refería a la escatología intermedia. Más al final me voy, al comienzo del fin.
Nunca se es tan comunitario como cuando se piensa en lo postrero. Y nunca se es tan celoso del rito como cuando se piensa en su Realidad.

Saludos.

Sirius Black.

Martin Ellingham dijo...

Suelo ver en este tema dos derivas:

1. Si los hechos no confirman tu esquema de los signos de la Parusía, hay que forzar los hechos.

2. Si la Revelación no es suficiente, busca revelaciones privadas que confirmen tu esquema de los signos de la Parusía.

Es cuestión de darse una vuelta por radio cristiandad para encontrar ejemplos.

Saludos.

Anónimo dijo...

Martín, deje a los frikis tranquilos, que ni valen la pena.
Han tomado una verdad y la han hecho bizarra.


Saludos.

Sirius Black.

MIGUEL25 dijo...

Para Eagleheart

Te respondo con el catecismo de la Iglesia:

La Revelación pública está cerrada pero NO SUFICIENTEMENTE EXPLICITADA.

Por tanto su función (de la revelación privada)no es completar o mejorar lo ya públicamente revelado sino EXPLICITARLO O EXPLICARLO

Luego tiene VALOR DOCTRINAL no porque pertenezca al Depósito de la Fe, sino por hacerlo más comprensible y como valor exegético.

Te respondo desde la Tradición:

El fenómeno de las apariciones y de los mensajes marianos, no es algo exclusivo de estos tiempos SINO QUE LA TRADICION NOS DICE, que la primera aparición mariana fue incluso en vida de la S. Virgen
en el Pilar de Zaragoza (España)

Y por fin te respondo desde la Escritura:

"nada hace el Señor sin comunicarlo a sus siervos los profetas".

Anónimo dijo...

Me parece que el cura Hopko, de tradición Ortodoxa, da en el clavo al poner el fin de los tiempos en perspectiva sincrónica... no menos que cronológica.

http://www.youtube.com/watch?v=iNm8XbrzQvM

(Subtituló Jack Tollers).

paseador de canes dijo...

Miguel, si cruzo en la calle te largo al perro.

Anónimo dijo...

Miguel25:

no quiero ser brusco. Le recomiendo, si me permite la impertinencia, que estudie en serio. Nadie en su sano juicio teológico puede asentir los disparates que está soltando.
La revelación no es explicitada ni puede serlo por revelaciones privadas. ¿Entiende la diferencia entre público y privado? ¿Entiende por qué la Iglesia no obliga a nadie a creer con fe sobrenatural aparición alguna? ¿Y por qué a lo sumo poder prestársele un respeto religioso?
Y termino, ¿sabe lo que es un Locus theologicus?

Saludos.

Sirius Black.


Martín E.:

sorry! Tenías razón.

Anónimo dijo...

Martin

Como siempre, chapeau.

Aplausos a su sentencia clara y concisa.

Gracias

Pippin

Eagleheart dijo...

Ah, con el Catecismo, pues bueno, la función que da el Catecismo de las revelaciones privadas es:

- la de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia.

No veo por ahí el texto que diga que explique o explicite nada.

Además, si realmente tuviera valor doctrinal (y sigues sin darme un sustento claro más allá de tus malabares mentales) lo revelado, no sería opcional creer en dichas revelaciones: deberíamos darle asentimiento. Pero no, yo puedo no hacerlo, pues nada me obliga.

Así que, o das fundamentos claros o mejor te replanteas todo lo que jas sostenido.

Salu2. Paz y Bien.

sofronio dijo...

En realidad no he puesto mucho interés en lo que dice el Vicario General del Opus, que más le valdría dedicarse a enderezar esa Obra. Tampoco merece mucho la pena entretenerse con ese órgano de presión, el Observ..Rom., porque sus tesis son consabidas.
Prefiero mirar la realidad que produces estas tesis en los fieles. Mientras estos se dedican a cuadrar el círculo, cosa imposible para no dar el brazo a torcer, la gente más sencilla que no sabe ni un carajo de teología, ni falta que le hace perder el tiempo aprendiendo la filosofía de Hegel para entender a Ocariz, sabe, por sentido común, que una vaca es hoy una vaca y que mañana no puede ser un elefante por mucho que lo diga un iluminat, digo un iluminado; así lo que es infalible será siempre infalible, porque si cambia es que nunca lo fue; y si unos santos padres (¿santos?) se empeñan en decir que ese animal con cuernos que mata moscas con el rabo es hoy elefante, están haciendo el ridículo delante de los fieles. Los fieles que suelen tenerlos más respeto que ellos a fieles, no les responden con argumentos airados, porque tienen que trabajar y eso les hace pensar a estos santos padres que les han convencido de que los cuerno de la vaca son, en realidad, los colmillos del elefante, porque, supongo, que también usa el rabo para matar moscas
Pues bien, mientras estos santos padres discuten desde sus observatorios, digo laboratorios, no, no, quiero decir en el Observatore , sobre la hermenéutica de la continuidad entre los cuernos y los colmillos demostrando que son lo mismo, no se dan cuenta o no quieren apercibirse que han perdido toda la credibilidad de los fieles católicos. Un ejemplo, nadie, o casi nadie lee los documentos impregnados de circeterismo y además, aburridos que suenan como campana sin badajo, nada. Otro ejemplo, como ni siquiera se ponen de acuerdo sobre lo que es permanente y lo que no, mientras esto ocurre, casi ningún católico sigue la doctrina sobre la moral sexual ¡ no vaya a ser que nos perdamos algo bueno y mañana digan que lo que era pecado ya no lo es, piensan sin pensar, muchos, ayudados por los ejemplos de los pastores. Hay encuestas sobre ello, cuyas conclusiones, estoy hablando de memoria, establecen que casi un 90% de católicos que van a Misa no siguen las indicaciones sobre esta materia de sus obispos. Esto pasa porque no se puede decir que una vaca es hoy un elefante, ni que aquellos que llamaban vaca un animal de cuatro patas que mata moscas con el rabo, aún no habían llegado al conocimiento implícito del dogma de la vaca cuya evolución homogénea, como todo el mundo sabe hoy es que tiene dos orejas grandes. No se puede decir antes que el condón era malo, y ahora que depende y hasta que puede ser un acto que indica un principio de conversión, por ejemplo ¿Quién pierde? La credibilidad de la Iglesia que está sumergida en una profunda crisis, sin que nadie confirme en la fe, y ni siquiera aquel que tiene ordenado este oficio: una vaca jamás puede ser un elefante,al menos en mi tierra; puede que en Roma sí.

Anónimo dijo...

Acá le arrimo algo que tal vez le sirve para el blog, o para usted mismo nomás.

Encontré en youtube, que han subido unos 27 sermones del P. Castellani. Es muy emocionante escuchar la voz del padre, pero sobretodo son imperdibles sus enseñanzas resumidas en pocos minutos.

aquí le dejo un link:

https://www.youtube.com/watch?v=KFCzxKDGcVQ&feature=related

Saludos!

Anónimo dijo...

Lucas 14, 15-24, respecto a la Libertad Religiosa en boca de Jesucristo," Ex in vias et saepes, et compellere intrare, ut impleatur domus mea"

Anónimo dijo...

No está nada mal pegarle una leída a lo que dice Newman sobre la segunda venida y el hecho de pedirla y anhelarla aun a sabiendas de que también será nuestro propio juicio.

http://www.cuadernas.com.ar/newmania.php/a-la-retranca-ante-el-cristo-que-viene.