lunes, 30 de mayo de 2011

De insolentia judaeorum



A la revista (des) católica Criterio le preocupaba (junio de 2008) el conversionismo de la plegaria por los judíos reformada por Benedicto XVI para el Misal de 1962. Nos dice el artículo, citando al Cardenal Kasper, que los judíos necesitan tener la certeza de que la Iglesia no tiene un programa concreto de misión entre ellos. Que la plegaria del misal tiene un sentido absolutamente escatológico: los judíos se convertirán al fin de los tiempos. Lo que importa, ahora, es que quede desprovista de todo programa misionero.
L´Osservatore Romano, publicaba el 10 de noviembre de 2010 un artículo del dirigente judío, Renzo Gattegna, en el que reclamaba a la Iglesia una declaración abierta de renuncia a cualquier manifestación de intenciones de convertir a los judíos, acompañada de la eliminación de estos deseos en la liturgia del Viernes Santo.
Don Esteban Carusi, se lamentaba, en febrero de este año, del artículo publicado por L´Osservatore Romano, al considerar que la renuncia a la conversión de los hebreos es contraria al Magisterio constante de la Iglesia, singularmente a la encíclica Redemptoris Missio, a la declaración Dominus Iesus, y a innumerables condenas precedentes, así como opuesta a la Divina Revelación, y en abierta contradicción con la palabra de Cristo.
Hasta hace sólo unas décadas, la Iglesia no había dudado acerca de la universalidad del mandato misionero de Cristo, destinado a todos los hombres. No había dejado de rezar por la conversión de todos los hombres. Y no había vacilado en orientar su acción misionera hacia todos los hombres. ¿Por qué habría de excluir a los judíos de sus oraciones y de su apostolado? Hoy, al parecer, ya no se tiene la misma certeza. Nos gustaría que nuestros vecinos apologéticos vaticanosegundistas se animasen a dar alguna explicación.

9 comentarios:

Luismlorca dijo...

La explicación es la infidelidad, la tentación que viene de la política y la diplomacia y en fin, el pecado.

El Magisterio sigue siendo claro al respecto, como lo expresáis, pero los pastores no. La cuestión sería más bien, ¿por qué los pastores de la Iglesia ya no ejercen el Magisterio como tal, sino una especie de exegesis diplomática del Magisterio pontificio?

Un ronin católico dijo...

Si ni siquiera son capaces de defender a Cristo y a su Iglesia de cosas como estas en aras de esa diplomacia, mientras nos dejan pasar como los malos de la película judía

http://www.youtube.com/watch?v=71DArHdiPjY

¿Cómo van a poder tener la parresía para dirigirse a los judíos y predicarles a Cristo crucificado como única salvación del Pueblo Judío?

Walter E. Kurtz dijo...

Es un tema bastante complejo el de los judíos en los últimos tiempos que involucra temas conexos como la pérdida o no de la primogenitura, las promesas del Antiguo Testamento que aún no se han cumplido, el milenarismo, etc.

En cualquier caso, ante este verdadero misterio la Iglesia optó desde siempre por ayudar a preservar al pueblo hebreo hasta su eventual conversión, de ahí los famosos "judíos del Papa" en la Edad Media.

Ya en los tiempos de los Padres apostólicos (aquéllos que habían sido discípulos directos de los apóstoles), sabemos gracias a San Justino Mártir (Diálogo con el judío Tritón), existían las dos posturas al respecto.

Ahora bien, esperar (con esperanza) la conversión del pueblo de Israel con la Segunda Venida, no quiere decir que deba evitarse la evangelización de los mismos, algo que nunca fue sostenido por la Iglesia. Aunque sí es un hecho histórico que la Iglesia nunca dedicó a la conversión de los judíos los mismos esfuerzos que sí destinó a gentiles y paganos. Incluso la actitud de los apóstoles de los paganos fue muy distinta: si bien era común el destrozar los templos paganos (San Bonifacio fue campeón en esto), nunca hubo santos que hiciesen lo propio con las sinagogas.

Un ronin católico dijo...

En efecto, a evangelizarlos nunca se ha renunciado, pero sí se ha puesto trabas a un proselitismo indebido entre los judíos. No sólo con las conversiones forzadas, sino también con el molestarlos más allá de lo debido sabiendo que su corazón está endurecido. Creo recordar que había algún texto de San Gregorio al respecto.

Sin embargo según los tiempos se produjeron situaciones tan llamativas como la conversión de los judíos de las Baleares fruto de una extraña mezcla entre la predicación intensa, la acción del pueblo cristiano y la intervención divina en respuesta a la misma, que circuló en modo de famosa carta por el obispo del lugar.

Anónimo dijo...

Dice Castellani en uno de sus sermones que circulan en audio por internet: "Oremos pro perfidus judeus", ya no se reza más esa plegaria, la sacó el Papa, pero no porque los judíos no sean más pérfidos sino porque nosotros ahora somos más pérfidos todavía....

Luismlorca dijo...

Lo del programa de televisión judío, en primer lugar me ha producido ganas de incitar a otro holocausto, pero no blanco, no.

Después, en frío, me da que pensar hasta qué punto está metida en la mentalidad judeosionista el resquemor y la rabia que sienten ante un intento de conversión por parte de los cristianos.

Y claro, ellos pueden, además, expresarse con burla sobre la Crucificción porque la misma Iglesia reconoce que solo se imputa a un puñado de judíos, y de aquél entonces.

Así que porquerías así pueden incluyo llegar a verlas como un ejercicio de sana autocrítica histórica.

Sofronio dijo...

Sería sorprendente ver "a los de al lado" intentar la cuadratura del círculo. Yo pido una entrada en el palco principal.

Pero me temo que estén tan doloridos por este tipo de declaraciones, como muchos de nosotros. Espero, que ya que no se van a atrever a decir nada, guarden silencio sobre quienes levantan la voz.

Sobre este asunto, no es la primera declaración escandalosa del cardenal Kasper. Y por desgracia, y muchísimo más dolorosas son al respecto las del Santo Padre en su best seller entrevista.

Recuerdo ahora ( no sé el porqué) las palabras de la madre de Pagazaortundua, al que es hoy Lendakari López, tras la negociación con ETA en la pasada legislatura :
" Haréis cosas que nos helarán la sangre"

Melchor dijo...

La conversión de todo Israel es futura e incluso escatológica (según Rom 11, 25). Pedro exige la conversión presente (Hch 2,38.40; 3,19.26). Pablo parece exigir lo mismo (el tercer «nyn» en Rom 11,31). Nada impide que Pablo contemple una futura conversión de la mayor parte de Israel, aunque les invite desde «ahora» a la conversión.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO dice: 1)A esos judíos -porque no creo que sean todos ni mucho menos- les pasa lo que a ZP con el Valle de los Caidos: Una obsesión poderosísima y enfermiza que no tiene explicación lógica porque, vamos a ver, ¿son tantos los judíos convertidos al cristianismo como para querer cerrar absolutamente esa via a los que quieran libremente tomarla? ¿Hay alguna explicación?
2) Si hubiera habido abogado del diablo en el proceso -que no lo hubo- con el nombramiento de W. Kasper hubiera bastado para parar el de Juan Pablo II.