jueves, 3 de noviembre de 2011

La Iglesia caótica


No aludimos con nuestra entrada al articulete de d. Tomás de la Torre, sino a un fragmento de Mons. Brunero Gheradini que ilustra muy bien el caos post-conciliar.
No me interesan las historias personales de Kiko y Carmen, aunque la impresión es que no son muy edificantes. Sólo me importa la fidelidad a la doctrina de la Iglesia, la cual nos viene propuesta en su identidad secular por la Sagrada Tradición. No tengo la posibilidad de una verificación directa en los textos oficiales del Camino Neocatecumenal, ya que estos textos sufren una suerte de “secretización". Alguno, sin embargo, los tuvo entre manos y, citándolos literalmente, los llevó al conocimiento de todos [E. Zoffoli, Verità sul Cammino neocatecumenale, testimonianze e documenti. Ed. Segno, Udine 1996]. Ninguna duda de que de esas citas emerge la evidencia de la herejía. Especificarla sería una empresa ímproba: es una herejía en toda la línea. En particular, la que se presenta en orden al misterio de la Eucaristía. Ahora, la herejía es un "bubón que se corta", como escribió Karl Barth acerca de la mariología católica; un obispo, a quien yo había señalado esta situación, me respondió: "Pero rezan mucho y por ello hay que dejarlos en paz". Habéis leído bien: un obispo, rezan mucho, dejémoslos en paz. Ya se ve que para los obispos del post-concilio la oración compensa la herejía. La situación caótica determinada por el nuevo asociacionismo católico, del cual el Camino Neocatecumenal es una de las expresiones más emblemáticas no debería ser abandonada a sí misma, y mucho menos aprobada o tolerada pro bono pacis, especialmente si le faltase la debida claridad dogmática y moral. No se puede, por ejemplo, ni admitir ni tolerar un movimiento que, por principio, reduzca al mínimo la presencia presbiteral en su actividad catequística y litúrgica. Por otro lado, sería muy fácil poner de relieve la eclesialidad de cada movimiento sedicente católico, conmensurándola con el contenido teológico y jurídico de este mismo adjetivo: católico no es aquello que surge por generación espontánea en el interior de la Iglesia, sino lo que da vida o toma en sus manos las riendas de la jerarquía eclesiástica. Precisamente esta es la razón de ser de la Acción Católica, no por casualidad impugnada y marginada por el post-concilio… He indicado la situación caótica: no es responsabilidad  sólo del asociacionismo descontrolado; mucho más responsables son los "perros mudos, que no pueden ladrar" (Is. 56,10). 

14 comentarios:

Joaquín dijo...

Recuerdo haber leído por ahí una anécdota del padre Julio Meinvielle quien, acusando las malas doctrinas de un sacerdote al obispo (si mal no recuerdo), y frente a la respuesta del obispo de que ese sacerdote era muy piadoso y rezaba mucho, le contestó:
"Los herejes también rezan"

Ídem aquí...

Urbel dijo...

Otra disculpa habitual para la tolerancia, e incluso la promoción eclesiástica, de esta secta judaizante: tienen muchos hijos. También los judíos ortodoxos y los mahometanos observantes tienen muchos hijos (a estos últimos les ayuda tener varias mujeres), pero no son católicos. Como bien apunta Gherardini, basta con poner el foco sobre su negación expresa de la doctrina tradicional de la misa como sacrificio expiatorio, confirmada y formalizada por el Concilio de Trento contra las herejías protestantes.

Mariano dijo...

Una pregunta, ¿alguien sabe si además de estos abusos en la liturgia estos Neocatecumenales también veneran a su fundador y si llevan la dirección espiritual al estilo del Opus?

Martin Ellingham dijo...

Mariano:

No sé si cometen abusos con la dirección espiritual. Pero he visto varios testimonios preocupantes sobre los denominados "escrutinios" en el blog italiano que está en los enlaces de este.

Saludso

Anónimo dijo...

No nos vayamos por los cerros de Úbeda con los comentarios.

Realmente los problemas no están en los nuevos movimientos porque lo nuevo y los problemas son algo que viene siempre junto.

Lo grave está en los perros que están mudos. El Opus, los kikos, los focolares,...etc están como están fundamentalmente porque Roma no ejerce la autoridad.

¿de quién es la responsabilidad de los niños maleducados? Fundamentalmente de los padres ¿no?

Pues aplíquese lo mismo a los nuevos movimientos. Serían instrumentos excelentes si las cabeza los podara y rebrotarían con más fuerza y mejores.

Edgar dijo...

Mi preocupación con los movimientos neocatecumenales es que buena parte del episcopado y no pocos en la curia los consideran como la tabla de salvación para el no tan lento declive que ha tenido la Iglesia en los últimos años especialmente en los países desarrollados dandoles todo el apoyo y solapando sus serias desviaciones doctrinales y liturgicas. Le apuestan al caballo equivocado que salve el mal habido “espíritu del CVII” del fracaso que ha demostrado ser para todos.
Es increible que personas con bastantes años de preparación filosofica y teologica no puedan ver y/o aceptar el precipicio al que quieren llevar a la Iglesia.
Por algo el sinfin de teorías conspiracionales de infiltración en la Iglesia y el Vaticano siguen flotando por el mundo al no poder ser desechadas totalmente sin que nos quede un dejo de duda al respecto.

Anónimo dijo...

Mariano, yo tengo un amigo del Camino y te puedo decir que las prácticas sectarias del Opus son una broma al lado de los kikos.

MIGUEL25 dijo...

recomiendo una lectura del análisis
que hace el Padre Enrico Zoffoli
http://www.statveritas.com.ar/Varios/Neocatecumenales.htm

Estos son los "frutos" del Concilio Vaticano II.

y estos son los niños mimados de la
Roma modernista y neoprotestante,
contrapuesta a la Roma eterna que guarda la Tradición y la FE.

Para empezar los obispos japoneses
los han tenido que "tragar", por orden de Roma.

Miles Dei dijo...

No obstante hay una cierta contradicción entre ir contra el clericalismo y a su vez predicar contra la libre asociación en la Iglesia.

¿Donde está el equilibrio, que tantas veces es roto no ya a nivel de una asociación determinada sino a nivel de la misma parroquia?

El equilibrio está en el justo uso del derecho, inexistente en una iglesia harto extendida y compleja como es la de hoy. Quizás ese sea el principal derecho usurpado a los fieles, el propio derecho, que queda sólo para los que gozan de algún poder en alguna curia (sea episcopal o pontificia) Con esto de nuevo vamos a que lo que en teoría es algo muy bello y plausible y aplaudible, en la práctica es una injusticia y un mal obrar.

Martin Ellingham dijo...

Miles:

Coincido con el matiz, yo he notado algo de lo que dices en la reivindicación de la Acción Católica sin demasiados matices. El asociacionismo es bueno pero necesita control si quiere llamarse católico.

Saludos.

Martin Ellingham dijo...

PS: quiero decir que coincido contigo en el rechazo del clericalismo y en que el necesario control sobre los movimientos no debe conducir al regreso del clericalismo.

Miles Dei dijo...

En el tema del equilibrio del derecho ya veo que se ha publicado un interesante texto por la redacción.

Miles Dei dijo...

Creo que habría que hacer un análisis profundo sobre ese procedimiento clerical de acudir a los juzgados civiles para solucionar pleitos eclesiásticos con personas que se escapan al control. Sin comparar las cuestiones de fondo en temas tan dispares como el de los textos del Opus Dei y la crítica eclesiástica de Germinans Germinabit algo hay en ambos procesos que los equipara dentro de lo que es la crisis vigente.

Anónimo dijo...

Anónimo de las 16:17 los nuevos movimientos ya está viciados desde la base.