miércoles, 30 de enero de 2013

Lombardi y el control de armas: otra clericalada


El jesuita Federico Lombardi es el vocero del Vaticano. Para evitar malos entendidos originados en su función, debiera extremar su prudencia al hacer declaraciones. Porque existe el peligro de que sus puntos de vista personales sean atribuidos a la Santa Sede. 
En el pasado, Lombardi ha dado muestras de declaraciones imprudentes o representativas de clericalismo democristiano, siempre a tono con lo políticamente correcto. Lo que aumenta la confusión sobre el valor de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Porque en rigor, no puede decirse que exista una doctrina social o política de la Iglesia, sino una doctrina moral sobre asuntos políticos y sociales, fundada en verdades reveladas y de naturaleza filosófica. Y dentro del marco de esa doctrina moral, hay un amplio campo para la determinación prudencial de diversas soluciones y una considerable variedad de posibles aplicaciones técnicas. En el caso que nos ocupa, la DSI puede dar unos principios morales generales sobre la tenencia de armas de fuego como instrumento de defensa personal, pero no puede –sin invadir la esfera de lo político, respecto de la cual es incompetente por designio divino- imponer soluciones de política prudencial, que corresponden a los Estados, ni mucho menos descender a los medios técnicos para instrumentar tales soluciones.
Los frutos de la intrusión clerical en cuestiones temporales son lamentables. Se oscurece la DSI con agregados que no le pertenecen, se mutila la función de la prudencia política, se menoscaba la legítima libertad de los católicos de proponer diferentes soluciones concretas sobre un asunto esencialmente opinable y se afecta la distinción entre laicos  y sacerdotes.
Lo cierto es que corresponde a los laicos norteamericanos, y no al jesuita Lombardi, debatir y decidir cuál será la mejor solución concreta al problema de la tenencia de armas de fuego. Seguramente algunos propondrán una legislación más restrictiva y otros estarán a favor de mantener el actual régimen legal, que es bastante permisivo. En todo caso, insistimos, es un asunto de prudencia político-legislativa.
Transcribimos el artículo de Lombardi pues resulta un claro ejemplo del clericalismo que ya hemos criticado en nuestra bitácora:
Las iniciativas anunciadas por la administración estadounidense para la limitación y el control de la difusión y el uso de las armas son ciertamente un paso en la dirección correcta. Se calcula que los estadounidenses posean hoy en día aproximadamente 300 millones de armas de fuego. Nadie puede ilusionarse con que solo baste limitar su número y el uso para impedir en el futuro masacres horrendas como aquella de Newtown, que ha sacudido la consciencia estadounidense y mundial u otras, ya sea de niños o de adultos. Pero sería mucho peor contentarse con las palabras. Y si las masacres son perpetradas por personas desequilibradas o arrastradas por el odio, no hay duda que sean efectuadas con las armas. 47 líderes religiosos de varias confesiones y religiones han dirigido un llamamiento a los diputados estadounidenses para limitar las armas de fuego que “están haciendo pagar a la sociedad un precio inaceptable en cantidad de masacres y muertes insensatas”. Estoy con ellos.
Pero mientras la sociedad estadounidense está empeñada en este debate de necesario crecimiento civil y moral, no podemos dejar de extender la mirada para recordar que las armas, en todo el mundo, consideradas en parte como instrumento de legitima defensa, son también seguramente el instrumento principal de amedrentamiento, violencia y muerte. Por eso es necesario repetir sin cesar los llamamientos para el desarme, para contrarrestar la producción, el comercio, el contrabando de armas de todo tipo, alimentado por indignos intereses económicos o de poder. Ojalá se alcanzaran resultados, como las adhesiones a las convenciones internacionales, la prohibición de las minas antipersonales y de otras formas de armas mortales, la reducción del número inmenso y desproporcionado de las cabezas nucleares. Pero las armas son y serán siempre demasiadas. Como decía el Papa volando hacia el Líbano, todos estamos consternados por las masacres en Siria, pero las armas continúan llegando. La paz nace del corazón, pero será más fácil alcanzarla si tendremos menos armas en las manos.

16 comentarios:

favila dijo...

Dejando aparte la muy razonable crítica de la intromisión clerical en asuntos por completo opinables, nunca entenderé esa pasión de ciertos tradis por el modelo yanqui en cuanto a la legislación que regula la posesión armas. Una pasión que es compartida por la mayor parte de internautas, ya sean de izquierdas o de derechas, quizá porque, al ser una creación estadounidense, en Internet se tiende a adorar todo lo que proviene de allí.

Miles Dei dijo...

Caballeros, esto no es clericalismo. Es mala conciencia. Porque uno de los principales beneficiados del mercado de la venta de armas a través de la historia ha sido la Santa Sede.

Recientemente se quiere dar un maquillaje a todo el negocio que la Santa Sede hizo con el dinero recibido por la cuestión romana. Gran parte de ello fue invertido en fábricas de armas de modo que en los años de la segunda guerra mundial los beneficios subieron como la espuma mientras miriadas de católicos morían en los campos de batalla.

Pero me temo que de eso no hay petición de perdón. Lo considerarán el legítimo rol de los beneficios.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO a MILES: Aunque reconozco la seriedad y nivel de sus intervenciones en general creo que una afirmación tan grave como esa de que gran parte del dinero recibido por la Sta. Sede a raiz de la llamada "cuestión romana" fue invertido en fábricas de armas debe ir acompañada de pruebas indiscutibles.

Miles Dei dijo...

¿Ah, usted no cree a los infocatólicos?

http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=13838

Pero claro, el que lo diga el diario la Razón no es una prueba indiscutible. Eso es cierto. Pero ocurre que como en el periodo de la guerra, los asuntos económicos llevados a cabo por Bernardino Nogara no fueron documentados por decisión personal de Pio XII que lo llevaba sólo con él, ahora hay historiadores, como Michel Phayer, que están sacando la información desclasificada (desde 1997) de los archivos estadounidenses. De ahí salen ciertas trasacciones que la Santa Sede tendrá que reconocer y de ahí viene el maquillazo del diario La Razón.

Que yo sepa, de momento nadie ha demostrado que la documentación que maneja Phayer sea falsa. Y la cosa es seria porque es algo que se omitió en los volúmenes de las actas y documentos de la Santa Sede durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho que los consevadores liberales se hayan adelantado a maquillar el asunto como un gran acto de la Santa Sede contra Hitler pues ya es sinónimo de que la cosa es indiscutible. Pero en historia nunca se sabe. Lo seguro es que desde que la Santa Sede aceptó ese dinero se enfangó en el mundo capitalista. Algo similar a lo que fue aceptar un reinado temporal en la Edad Media, enfangándose con los poderes temporales.

Miles Dei dijo...

Por cierto, no crean a los infocatólicos. Bernardino Nogara fue mucho más listo que todo eso de meter pasta en santas cruzadas en una guerra en la que la Santa Sede se proclamaba neutral y así dividió la inversión entre el Eje y los Aliados escondiendo a unos la de los otros de modo que ganara quien ganara, la Santa Sede obtuviera beneficios.

favila dijo...

Miles, no creo que las declaraciones de Lombardi sobre el control de armas guarden relación con esa otra noticia.

Ahora bien, la que menciona es una noticia muy grave. Si sólo la hubiese publicado La Razón y los medios neocones como Infocatólica, no pasaría nada, pues son la clase de canalladas a las que nos tienen acostumbrados; pero la ha publicado L'Osservatore Romano, con lo que se puede presumir que a Benedicto XVI no le parece mal este planteamiento.

Un planteamiento según el cual habría que estar orgullosos de que Pío XII hubiese utilizado el dinero de los fieles para financiar la industria bélica estadounidense, incluidas ciertas compañías que participaron como contratistas en la construcción de las bombas atómicas que se utilizaron para exterminar a católicos japoneses, entre otros.

Si fuera verdad esta información sería gravísimo que la Iglesia hubiese financiado la industria bélica de uno de los bandos (cosa que ni se llegó a plantear en nuestra Cruzada de Liberación, donde sí había motivos para apoyar a un bando).

Pero, aunque todo eso fuese una patraña, seguiría siendo muy grave que la prensa vaticana y neocatólica obre de manera tan maquiavélica por agradar al mundo y a los judíos y ensucie así la imagen de un Papa, con lo que comprometen la credibilidad y la honradez de toda la Iglesia. ¿Qué se puede esperar de alguien que mira tanto por sus intereses privados y tan poco por los de la Iglesia?

Porque además esto abre infinitos interrogantes: si la Iglesia se dedica a invertir dinero de esa forma, sin atender a la moralidad de los fines, ¿qué nos impide creer que la Iglesia financie, por ejemplo, a fabricantes de condones, tal como afirma cierta literatura anticlerical?

Miles Dei dijo...

El problema no es a qué se financie, sino quien financia.

Por ejemplo, las andanzas de Bernardino Nogara iban a través de empresas camufladas. ¿Quien dice que el Papa Pio XII era consciente de cada una de las empresas donde se hacía una inversión? Mucho más hoy día donde la posibilidad de esconder la inversión se multiplica.

En cuanto al asunto del apoyo oficioso es porque están tan acomplejados con el tema de Pio XII y los judíos que no saben ya que hacer para satisfacer al pozo sin fondo de "la shoah", que ya se tragó el misterio de la cruz de Cristo, en palabras del mismo Lombardi. Pero como digo, no se lo crean tan así. Nogara dividió la inversión entre los dos bandos.

Para Phayer, Pio XII sólo obedece a su clara actitud anticomunista. Hitler y el Eje son usados como alíados de conveniencia en la lucha contra el auténtico ateismo perseguidor de la fe: el comunismo. Desde ahí hay que entender este doble juego. Aunque parece algo sesgada dicha visión puede tener su parte de verdad. La persecución religiosa en España no se vio en Alemania ni entre los liberales y si la Santa Sede temía algo era el dominio soviético de Europa. Digamos que en ese punto de poder terrenal, Pio XII jugó un papel similar en intención al del Magno pero sin el juanpablismo que acompañó a este.

Martin Ellingham dijo...

Todo este tema de Pío XII y las armas me huele a "operación de prensa" (no sé si en España se usa la expresión) de los neocons para sesgar la historia en clave aliadófila. Me gustaría conocer mejor las circunstancias de esas inversiones vaticanas. Porque tal vez las inversiones se hicieron antes de la reconversión bélica de las empresas, y luego ya no fue posible vender las acciones y transferir los fondos, debido a restricciones al movimiento internacional de capitales debidas a la guerra.

Miles Dei dijo...

Perdón, donde antes dije Hitler y el Eje, quise decir los Aliados y el Eje usados como aliados de conveniencia contra el comunismo.

Ἰουστινιανός dijo...

Miles:
¿Cómo se llama la obra de Phayer donde aparecen todos esos datos?

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO: Creo que habría que seguir la linea indicada por MARTIN. Sea quien sea el acusado de algo tan grave -y más si lo es en definitiva un Papa que compromete a toda la Institución- hay que estar ABSOLUTAMENTE SEGURO CON PRUEBAS A LA MANO antes de lanzar al público una acusación como esa. Y no me parece que sea así en este caso. Al menos mientras esas inversiones admitan explicaciones como la indicada por MARTIN. Habría que ver una a una las inversiones, caso por caso, a quiénes se le hicieron y cuándo. Y sólo después de eso sacar conclusiones
MILES: con respecto a los neocones no es que no me resulten creibles. Me resultan INCOMPRENSIBLES porque siendo en algunos casos incluso brillantes en muchos temas se vuelven tontos de remate al tocar otros. Por ejemplo, los epítetos tales como "grandioso" que dedican a los últimos Papas cuando vemos el colapso en que se encuentran tantísimas instituciones católicas de pasado realmente glorioso. Como si el Cabeza visible de la Iglesia no tuviera nada que ver con esa hecatombe. O su silencio, incluso aquiescencia, ante barbaridades como el nombramiento de Muller.
Esa es mi postura al respecto pero si alguien tiene la clave explicativa y la puede dar se lo agradezco. Para mi la única explicación, que no les redime de la tontería sino todo lo contrario, es que un espejismo siempre resulta más agradable que un abismo.

favila dijo...

Miles: que Pío XII hubiese financiado la industria bélica de ambos bandos resultaría todavía más inmoral que el haber financiado la de uno. Tampoco entiendo por qué el dinero de la Iglesia se tiene que invertir en empresas profanas.

Martin: pero es que no sólo lo ha publicado la prensa neocón; también lo ha hecho L'Osservatore. El artículo académico del que parte todo esto se puede encontrar aquí:
http://journals.cambridge.org/action/displayAbstract?fromPage=online&aid=8744493

Aunque sólo se puede acceder mediante suscripción. Si alguien puede acceder, le ruego que lo comparta por privado.

Yo parto de que esas informaciones son falsas, pero incluso en ese caso seguiría habiendo un problema grave en la prensa católica y en L'Osservatore (y en el Vaticano, en la medida que esté vinculado a ese periódico) por utilizar un argumento de este tipo: "Pío XII es bueno porque financió la industria bélica de EE.UU.".

Miles Dei dijo...

Fíjate lo que me parece a mí más inmoral, que un católico pueda creerse cosas como estas, que están a la base de esas consecuencias históricas donde la Santa Sede parece muy preocupada por invertir,enfangada en el mundo del capitalismo:

Normalmente, las colectas, bien organizadas y motivadas con sentido pastoral, son dignas de mantener, dándoles siempre un destino para necesidades de ámbito universal y alejadas de aquellas motivaciones más cercanas o de ámbito local. Habría, sin embargo, que corregir su excesiva multiplicidad y entrar de lleno en una mejor estructuración de las mismas . Las colectas constituyen el medio ordinario de adquirir la Iglesia bienes temporales para sus necesidades. De ahí que se prescriba en el canon 1262 del Código de Derecho Canónico, de 1983, que "presten ayuda a la Iglesia los fieles meidante las subvenciones que se les pidan y según las normas establecidas por la Conferencia Episcopal" . Máxime cuando las limosnas son un elemento perturbador en el proceso circulatorio de una economía industrial, al desviar gran parte de las rentas de beneficios hacia el consumo, con lo que se frenaría el dinamismo del sistema -la plusvalía debe invertirse para que en la fase siguiente haya un aumento de producción- .

¿No han notado como últimamente se dice mucho que no demos limosna a la puerta de las Iglesias y que la demos a instituciones? Pues ya están ustedes enfangados de algún modo al contradecir la praxis universal y tradicional de la Iglesia. O es que me van a decir que no había pícaros o pecadores en otros tiempos y que eso era un obstáculo para negar la limosna.

Por ahí ya puede ir entendiendo como a la Santa Sede la tienen más que pringada desde que se puso en manos de los técnicos de la inversión. Obviamente la justificación moral es la misma por la que la Santa Sede veía bien administrar un reino temporal: su supervivencia y autonomía de los poderes temporales del tiempo. Pero ah, a la Iglesia sólo la salva del anticristo el katejón, no ninguna técnica mundana. Y lo cierto es que un día el anticristo decidirá quien compre y quien venda. Es cosa de esperar a ver que pasa.

Miles Dei dijo...

Volviendo al tema y dejando la mala conciencia.

Papá Obama permite a los católicos la libertad en el seguro médico...

...y el Papa deja caer a los católicos que la Santa Sede apoya la política de regulación de armas de Papá Obama.

La injerencia clerical queda aclarada como una más de la diplomacia más antigua del mundo.

Creo que es otra forma de ver el asunto.

Dahrendorf dijo...

Me parece un listado muy mediocre. Confuso. A veces exagerado. Algunos criterios son sorprendentes. Otros faltan. Por ejemplo, no es criterio de sectarismo ¡ser desobediente al Papa! Sin embargo serlo, sí lo es.
Muy ambiguo y discutibles muchos puntos. Tener votos especiales, que su fundador haya tenido una revelación privada, no son criterios de nada. Otros son muy subjetivos. ¿Cuándo un grupo no está suficientemente involucrado en una diócesis? ¿Es preciso estar en el Consejo de Pastoral, tener un consiliario diocesano o ser un grupo de raíz parroquial? Necesita explicación.

Chacha de Molinoviejo dijo...

Ay, Dahrendorf se te ve plumero opusino! Estás sulfurado porque en el opus hay señales de alarma?

Mira, te has equivocado de entrada. Y además se nota que no has leído el artículo. Que los votos especiales no son criterio de nada? Pues por qué el Vaticano se los canceló a los legionarios de Xto.