jueves, 4 de julio de 2013

Carta a un Mons. Panchampla


Catherine Goyard, Presidente de la Asociacion Avenir de la Culture escribe al Monseñor Panchampla de turno con coraje y lucidez.

Mons. Georges Pontier
Presidente de la Conferencia Episcopal de Francia
106, rue du Bac
Paris 75007
Excelencia:

A raíz de la publicación por el Consejo de Familia y Sociedad de la Conferencia Episcopal de Francia (CEF) de un documento escandaloso titulado “Vamos a continuar el diálogo. Perspectivas después de la aprobación de la ley que abre el matrimonio a personas del mismo sexo” le dirigimos respetuosamente la petición de convocar una reunión extraordinaria de la CEF,  de la que usted es el Presidente desde el mes de abril a fin de revocar el mandato dado al Consejo de Familia y Sociedad y elegir miembros que estén en línea con las enseñanzas de la Iglesia y los sentimientos de la gran mayoría de los fieles.
Es inaceptable que ante una ley ilegítima que contradice a la razón y niega la naturaleza, los miembros de este organismo de la CEF puedan hablar de una supuesta «complejidad del juicio ético en una situación pluralista».
Es inaceptable que los miembros de este organismo de la CEF puedan llamar a “superar” la oposición expresada durante el debate mediante la presentación en igualdad de los argumentos a favor y en contra de la ley, designados como «diferentes aspectos que parecen oponerse» y «malentendidos entre los diferentes puntos de vista».
Es inaceptable que los miembros de este organismo de la Conferencia Episcopal no vean incongruente, en el contexto de una discusión crucial sobre la familia, que mucha gente – incluyendo a los católicos, por supuesto –  «se sienta desgarrada entre el deseo dar todo su sentido al matrimonio basado en la alteridad de los sexos y la voluntad de no rechazar a las personas homosexuales», ¡cuando estos últimos pretenden todos los derechos del matrimonio, incluyendo la adopción de niños!
Es inaceptable que después del rechazo masivo y sonoro del contrato de unión civil para los homosexuales por cientos de miles de manifestantes el pasado 26 de mayo, los miembros de este organismo episcopal puedan lamentar que «las contra-propuestas que buscan conciliar los dos aspectos no hayan recibido resonancia política».
Es inaceptable que los miembros de este organismo episcopal puedan reforzar la campaña mediática del lobby LGBT contra los oponentes a la desnaturalización del matrimonio diciendo que: «la homofobia sigue existiendo en la sociedad y en nuestras comunidades católicas», y que «una homofobia hasta entonces latente, se ha expresado con una violencia, sobre todo verbal, pero en algunos casos también física».
Es inaceptable que cuando se está a punto de imponer la ideología de género a nuestros hijos, negando la alteridad sexual, los  miembros de este organismo episcopal, con el pretexto de honrar el valor de la amistad y las relaciones, puedan considerar el hecho de ofrecer la castidad en las amistades homosexuales  como «desvalorizar esta experiencia»” (¡sic!) como es inaceptable considerar que «los que viven una tal relación de amistad testimonian de buen grado la riqueza que representa y la importancia que tiene en sus vidas» (¡sic!).
No. La acogida verdadera a las personas homosexuales no pasa por silenciar las Escrituras que califican los actos homosexuales como «depravación grave» ni por la exaltación de una tendencia sexual objetivamente desordenada (Catecismo de la Iglesia Católica, n º 2358).
Y menos aún por la exaltación de una amistad homosexual que implicaría «una apertura hacia los demás» y sería «una verdadera fecundidad social» y que puede «demostrar la fertilidad de un orden diferente al de la generación», como «las personas que viven en el celibato» (¡sic y resic!).
¡Tienen la audacia de evocar junto a los vírgenes por el Señor, a las parejas del mismo sexo que «deshonran sus cuerpos entre sí mismos» por «relaciones contra natura» (Romanos 1, 24-27) sin que, al parecer, esto último devalúe su relación! San Pablo debe estar revolviéndose en su tumba…
Excelencia, la reforma de la civilización que nos quieren imponer exige de los católicos la sola actitud de resistencia coherente con su fe: ¡No nos rendiremos jamás!
Afirmar en un documento oficial que «es una prueba de la madurez democrática aceptar sin violencia que el propio punto de vista no sea aceptado», ¿está fomentando una resistencia saludable a la arbitrariedad, o es más bien un llamamiento a la renuncia?
¿Hablan de la violencia? Que pregunten a “[los miembros de esta] generación sometidos a prisión preventiva”. Se mostrará de qué lado se desató la violencia.
En cuanto a la invitación a una aceptación cobarde del hecho consumado, el Consejo de la Familia y la Sociedad de la CEF están fuera de sintonía con los fieles de la base, que están dispuestos a llevar la lucha hasta el final, es decir, a la revocación total de la ley Taubira.
Es por eso que vamos a resistir a este mandato episcopal de practicar un diálogo de sordos con un Gobierno que desprecia la religión y la simple razón, y envía a sus esbirros para maltratar a los asistentes a las vigilias y otras manifestaciones pacíficas. Resistencia pacífica, pero resistencia: la que se nos permite por la ley de la Iglesia, la ley natural y la ley civil.
Por eso instamos a que los miembros del Consejo de Familia y Sociedad sean destituidos por la Conferencia Episcopal de Francia y reemplazados por personas que no tengan miedo de dar testimonio de la verdadera fe católica y su moral, y que no cedan a la presión de los medios de comunicación del lobby homosexual.
Mientras esperamos esto, renovamos nuestro compromiso con la Iglesia y con los principios no negociables así como nuestra fidelidad al Magisterio a través de nuestros pastores legítimos. Es en este espíritu filial, Monseñor, que os pedimos creer en la seguridad de nuestros sentimientos respetuosos y devotos.

Tomado de:

14 comentarios:

Milkus Maximus dijo...

Que Dios me perdone si exagero, pero si a algunas personas se las define por los enemigos que tienen, el movimiento homosexual francés debe ser bastante mediocre, para que le haya surgido como "enemigo" semejante panda de cobardes.

Anxo Sampedro dijo...

Milkus:
¿enemigos? Mas bien me malicio que algunos serán de su cuerda.

Jordi Morrós Ribera dijo...

La carta expone unos determinados puntos de vista tan respetables como otros sensiblemente distintos dentro de la multiplicidad de opiniones y sensibilidades que hay en la Iglesia católica. Lástima de expresiones como la siguiente que suena más bien a una consigna desde la trinchera que no a una exposición razonada:" ¡No nos rendiremos jamás!"

Si la regulación legal de las parejas homosexuales la convertimos en una guerra de consignas como ésta me parece que llevamos mal camino.

Martin Ellingham dijo...

Jordi:

¿Acaso pueden rendirse y dejar de resistir una ley tan injusta?

Saludos.

Anónimo dijo...

Lo que hacen los obispos franceses es una práctica política que el clero lleva haciendo desde hace tiempo, desde mucho antes del concilio.

Pikachu.

Genjo dijo...

La carta rezuma argumentos: cada párrafo, una razón.
Y es una llamada a cerrar filas, porque se presiente el desistimiento de los pastores.
Por otra parte, ¿qué sensibilidades hay que acordar? Por poner un ejemplo, ¿la paulina con la del loby gay del Vaticano?

Anónimo dijo...

He visto el término panchamplas en varios lugares; según leí
era un bandido en España.


Al aplicárselo a un obispo ¿que implica?

Beatriz dijo...

¿Así respetan a un sucesor de los Apóstoles? Hizo muy bien Benedicto XVI en distinguir entre lefebvristas y católicos de sensibilidad tradicional.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO a BEATRIZ: también Macarrone es sucesor de los apóstoles. Y el caradura de la playa, y tantos otros.Desgraciadamente hace falta algo más que eso para merecer respeto. Y a mi me duele como al que más pero las cosas son como son y mientras no se reconozca el mal en toda su hondura no se aplicará remedio.

Anónimo dijo...

Anonimo de las 13:36:

Mons. Panchampla es un personaje de "Su Majestad Dulcinea"; una novela del Padre Castellani. Es el prototipo del obispo político y componedor con el mundo.

Juancho.

Anónimo dijo...

Anonimo de las 13:36:

Mons. Panchampla es un personaje de "Su Majestad Dulcinea"; una novela del Padre Castellani. Es el prototipo del obispo político y componedor con el mundo.

Juancho.

Anónimo dijo...

Beatriz:

Y Ud. haría bien en distinguir el orden episcopal del individuo que lo recibió.

Le parece que la conferencia episcopal francesa honró a San Pedro, a Santiago; a San Andrés con esta lamentable declaración?

Para eso mejor quedarse callados.

Juancho.

Anónimo dijo...

Beatriz son ellos los que no respetan el papado. No se haga la interesante aca, como tampoco nos respetan a nosotros con las payasadas que hacen...
y recuerde que de gloria oliva y petrus romano y luego el anticristo asi que vaya preparándose. Todo esto no es casualidad.

Anónimo dijo...

¡Muchas gracias Juancho por la explicación, muy amable!