viernes, 13 de septiembre de 2013

¿Los niños abortados reciben el bautismo de sangre?

En una entrevista concedida a Infovaticana, Mons. Mario Iceta, obispo de Bilbao, que según dice estudió en una universidad del Opus Dei cuando estuvo en Roma, nos encontramos con lo siguiente:
–Usted es considerado un experto en bioética, hay dos preguntas de esa materia que me gustaría hacerle: ¿Dónde van los niños cuando son abortados?
Estos niños, injustamente sacrificados, reciben un bautismo de sangre y, acogidos por el Señor, gozan para siempre de su visión y compañía en el cielo junto con María, los ángeles y todos los santos. Desde allí interceden por nosotros y de modo particular por sus familiares, a quienes no se les ha permitido conocer en esta tierra.
Antes de continuar, conviene recordar los requisitos para que pueda hablarse de un verdadero martirio, de acuerdo con la exposición de Palazzini:
Para el verdadero martirio se requieren tres cosas: 
a) Que se sufra verdaderamente la muerte corporal. El mártir es, en efecto, el testimonio perfecto de la fe cristiana, según la cual debemos sufrir todos los males antes que dañar a nuestra alma. Pero el que continúa viviendo la vida corporal no demuestra de un modo absoluto que desprecia todas las cosas terrenas por amor de Cristo, Señor Nuestro. Por lo tanto, antes de haber sufrido la muerte por el Señor, nadie puede ser llamado martirio en un sentido absoluto, Por esta razón los que han sufrido tormentos por el Señor, pero no hasta llegar a la muerte, no son perfecta y completamente mártires, aunque hayan recibido heridas mortales, de las cuales ordinariamente hubiera debido haber seguido la muerte, de la cual, sin embargo, fueron librados de un modo natural o milagroso. 
b) Que la muerte sea infligida en odio a la verdad cristiana. A la verdad de la fe cristiana pertenece no sólo la adhesión interna de la mente a las verdades reveladas (pia credulitas cordis), sino también la profesión externa, la cual se tiene no sólo con las palabras, sino con los hechos, con los cuales se demuestra la propia fe. y por esta razón todas las obras de las virtudes, en cuanto que se refieren a Dios, son de algún modo profesiones y testimonios de fe, en cuanto que por medio de la fe se nos da a conocer que Dios nos pide estas obras y nos premia por ellas y por esto pueden ser razón de martirio, ésta es la causa de que la Iglesia celebre el martirio de San Juan Bautista, el cual sufrió la muerte no por negar la fe, sino por combatir el adulterio, y el de Santa María Goretti, heroína de la pureza. Se requiere además que la muerte sea infligida por el enemigo de la fe divina o de la virtud cristiana.
Por esta razón no son mártires en sentido estricto: a) los que sufren la muerte por enfermedad contraída al cuidar por amor de Dios de los leprosos o de los apestados; b) los que sufrieron la muerte por verdades naturales; c) los que sufrieron la muerte por defender la herejía; d) los que se mataron para conservar alguna virtud cristiana, porque este acto sería un verdadero suicidio y es ilícito, a no ser que sea excusado por la buena fe del que lo cometió o se haya realizado por impulso especial del Espíritu Santo.
c) Que la muerte haya sido aceptada voluntariamente. Por esta razón si el adulto es muerto por la fe durante el sueño, sin que antes haya pensado en el martirio, probablemente no es verdadero mártir. Sin embargo, hay autores que defienden que el hombre que lo dejó todo por el Señor es verdadero mártir, aunque haya sido muerto durante el sueño en odio a la fe cristiana por los enemigos de la religión. 
Los niños que fueron muertos en odio a Cristo (Santos Inocentes) se llaman verdaderos mártires, porque en este caso la aceptación de la voluntad fue suplida por una gracia particular. 
No alcanzamos a explicarnos cómo es posible que se cumplan estos requisitos en el caso de los niños abortados. Es cuestión de mirar con realismo el horrendo crimen del aborto para darse cuenta de que en la mayoría de los supuestos no se mata por odio a la verdad cristiana, sino por motivaciones muy distintas. Y aunque hubiera tal odio, no dejaría de ser muy discutible acudir a la analogía con el caso de los Santos Inocentes con la suposición de una gracia particular que no consta que la Revelación enseñe se da siempre y en cualquier circunstancia.
Tal vez la explicación de la nueva doctrina Iceta sobre el martirio la tenga D. Winfrid Due: “Los juanpablistas tienen flojo y fácil el muelle de la gloria beata: Canonizan a todos.”

32 comentarios:

Ludovicus dijo...

Es increíble que este "experto en bioética" se invente una doctrina. Hay como una confusión: si eres bueno, tienes que decir que todo va a salir bien, que todo es en definitiva positivo. A Candide lo hubieran hecho obispo, visto lo visto.
En todo caso, hubiera acudido a la doctrina del bautismo de deseo vicario, o directamente hacer como el Catecismo, que los confía a la misericordia de Dios.
¿Dónde estudian los obispos?

Anónimo dijo...

El proceso de convertir el aborto en un crimen con consecuencias positivas ("todos los abortados van al cielo") viene desde hace tiempo.

Es una cuestión de adaptar la doctrina a la realidad política democrática, que es el verdadero interés supremo, estar integrados sin conflicto alguno en el sistema liberal. Y lo del aborto es un problema para vender esa integración amable y feliz.

El liberalismo no dejará de abortar, por lo tanto hay que encontrar una forma de hacer que el aborto no sea un problema importante. Mandar a todos los niños al cielo es una solución estupenda.

Algo así se hizo con el divorcio, y mírales qué felices están de que no sea más una fuente de conflicto.

Pikachu.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO a PIKACHU: Creo que tiene Vd razón. Se trata de integrarse en el sistema como sea. Aparte otros factores que pueda haber.

Anónimo dijo...

Creo que no es buenismo sino adoptar una versión del pecado original más parecida a lo de los ortodoxos orientales.
Ellos no creen en el pecado original como un pecado heredado genéticamente por todos los humanos desde Adán y Eva (salvo María y Jesús), sino como una predisposición irresistible a pecar que entró al mundo a partir de ese pecado.
Entonces los niños abortados se salvarían porque no cometieron ningún pecado.

Miles Dei dijo...

Creo que hay vías para afirmarlo, pero se tiene que trabajar más seriamente.

No es muy serio tampoco el afirmar una gracia particular para suplir la falta de voluntad en el martirio los santos inocentes. Algo que parece sacado de la manga y que podría ser igual de lícito sacar en este caso. Me recuerda a cuando Santo Tomás justifica el suicidio de Sansón como acto meritorio con una moción interior del Espíritu Santo.

Hay otro ejemplo, poco trabajado: los niños que seguramente morirían con sus padres en el Circo y sin estar bautizados ni tener uso de razón. No se ha trabajado porque todo es un suponer y puestos a suponer pues ahí está Iceta. En realidad es Cayetano el que adelantó algo con el deseo de los padres. Algunos teólogos lo transmutan a la responsabilidad que vicariamente asume la Iglesia ante esos niños abandonados por el poder civil y sus padres.



Anónimo dijo...

Sí, la tesis de Miles es la más cercana a la tradición; de tal modo que la Iglesia celebra la fiesta de los Santos Inocentes el día 28 de diciembre desde tiempo inmemorial, no obstante no haber sido muertos directamente por una causa religiosa ni en particular odio a la fe, sino por Herodes en creencia que así protegía su ilegítima corona.
Un gran escritor afirmó que así, no solamente no conservaba su reino sino que perdía el Cielo y la corona.
Pero la Iglesia los recuerda y festeja como santos, y consta sin lugar a la menor duda que no estaban bautizados y que no había voluntad o intención martirial ni en ellos ni en sus padres.
Para que conste.

J dijo...

OK.
Ahora quisiera que alguno que sepa explique que pasa entonces con estos inocentes asesinados.
Pregunto porque no sé, no por juanpablista.

Jamón 10 dijo...

J,
Los niños muertos sin bautismo se encomiendan a la misericordia de Dios. Se van al limbo. Pero no es un dogma.

Jamón 10 dijo...

Debemos tener en cuenta la existencia del pecado original, que es un dogma de fe, que no podemos eludir. Estos niños, al morir sin bautismo y con el pecado original, podrían quedar en un estado natural y podrían ir al limbo para disfrutar de una felicidad natural. ¿Podríamos admitir que, en el preciso momento de la muerte, estos niños fueran salvados por un milagro de la misericordia de Dios? Pudiera ser, pero no consta en absoluto. ¿Podría Dios iluminarlos con su luz divina para que puedan hacer un acto personal de aceptación de Dios? Podría, pero tampoco consta. Por eso, no se puede negar la posibilidad, al menos, de que exista este estado de limbo hasta que sean salvados.

Hyeronimus dijo...

El limbo es una verdad de fe.

En la siguiente dirección hay compilados varios artículos que explican muy bien el tema para que no haya ninguna duda, ni tampoco se preocupe nadie diciendo "pobrecitos niños", porque no es así ni mucho menos.

http://hispanismo.org/religion/5076-los-catolicos-si-creemos-en-el-limbo.html

En cuanto a los Santos Inocentes, fueron al Seno de Abraham como todos los justos que murieron antes de la muerte de Jesús, y Él los rescató junto con ellos y se los llevó al cielo. Y a los Santos Inocentes sí que los mataron por odio a la fe; ¡precisamente fue con la idea de matar a Cristo!

Martin Ellingham dijo...

El tema del limbo es catalizador de achaques y manías. Limbistas y antilimbistas, si dogmatizan su postura se equivocan.
Saludos.

Isaac García Expósito dijo...

En el tema del aborto hay que tener en cuenta la novedad de la masificación que se ha producido en las sociedades modernas, gracias a las legislaciones que lo favorecen y a los medios técnicos de los que se poseen.

Por otra parte, estamos asistiendo al desplazamiento de la doctrina. El aborto es un asesinato porque se trata de la muerte de un inocente. Ahora se habla de la dignidad de la vida humana como si fuera un absoluto, cosa que no es así, ya que ésta, aunque carácter impreso en la criatura racional, se hace consciente y explícita en los movimientos de la voluntad buena o mala, y crece o decrece en ese orden.

De esta manera, con esta mezcla confusa y errónea, lo mismo se está en contra del aborto que de la pena de muerte.

¿Cuántos hablan ya del aborto como de la muerte de un inocente?

Martin Ellingham dijo...

Salvo casos singulares muy raros, creo que los motivos por los que se practican abortos no pueden calificarse como odio a la virtud cristiana. Por lo general hay dos ejes: la subhumanización de la víctima, con argumentos “científicos”; el consecuencialismo moral que lo ve como un “mal necesario” para evitar un “mal mayor”. Los ejes son falsos, pero incluso en los casos en los que la motivación es puramente egoísta, no creo que se presente el odio específico del martirio. En el mundo antiguo se practicaban abortos, aunque era muy inseguro para la madre, por lo que también era frecuente el infanticidio, y que yo sepa ningún Padre de la Iglesia consideraba mártires a los niños asesinados.
Saludos.

Miles Dei dijo...

Existe el odio de personas no humanas, Martin. Hay vías para esa afirmación martirial, pero hay que trabajarlas.

Martin Ellingham dijo...

Miles:

Pero Iceta afirma, no conjetura, ni habla para algunos casos sino en general; en vez de aplicar la doctrina de los "antilimbistas", se mete por el camino del martirio o bautismo de sangre.

No digo que no sea posible una hipótesis. Pero todo criminal podría ser tentado por el demonio para matar a un inocente. ¿Basta para que la víctima sea mártir? No lo veo. Salvo que cambiemos el concepto de martirio...

Saludos.

Miles Dei dijo...

Hay una vía de fundamentación, pero claro en todos estos temas (limbo incluído) no se puede ser tajante porque más allá de la declaración de penas, estamos jugando a definir (aunque sea teológicamente) lo que es una sentencia que sólo Dios puede dar ad casum. Por eso quizás lo más congruente de todo es o afirmar que hay esperanza de salvación o negarla del todo en lugar de montar construcciones artificiosas. No obstante la tentación teologumenal existe y, según algunos, es necesaria.

Anónimo dijo...

No Miles, el enemigo nos odia por eso hace lo posible para que algunos ni siquiera lleguen al bautismo, mas eso no es por odio a la fe.
Lo que no le puede hacer a Dios nos lo hace a nosotros.
Lo más claro es la oración que NSeñor le dió a una religiosa para que el Padre Celestial los bautice con la Sangre de Jesús, pero sin considerar mártir al abortado.
En todo caso si víctima.

Anónimo dijo...

¿no saben si algún santo recibió alguna revelación sobre el limbo?

Anónimo dijo...

¿no leyeron en catolicidad lo que dijo el padre Amorth?

Ángel perdió el conocimiento durante el ritual y los demonios que trae dentro comenzaron a hablar en latín y en italiano con el Padre Amorth. Por esa conversación, el Padre Amorth logró saber lo que él mismo declaró a la prensa, a saber, que esa persona está poseída por cuatro demonios, y que esa posesión es una consecuencia y un signo.




Consecuencia, de que los obispos mexicanos no hicieron nada (o hicieron muy poco) cuando se aprobó el aborto en la Ciudad de México. Y signo, de la liberación por la que México pasará una vez que se hayan liberado las diócesis del mal que vino a raíz de la omisión de los obispos cuando se aprobó el aborto, y cuyo efecto directo son los homicidios en México. Por cada aborto habría un asesinato de parte del crimen organizado, que entre otras cosas hacen sacrificios rituales y misas negras a la "santa muerte" para obtener la protección del demonio en el negocio del narcotráfico


http://www.catolicidad.com/2013/08/el-demonio-la-violencia-y-el-aborto-en.html


En otro lugar leí que mucha gente que aparece descuartizada, a veces varios, son por que también descuartizan a los fetos.

tradición dijo...

Iceta está en sintonía con lo afirmado por la Comisión Teológica internacional en 2007 en el documento "La esperanza de salvación para los niños que no han recibido el bautismo", en el número 88 b afirma: "Algunos de los niños que sufren y mueren son víctimas de la violencia. En su caso, teniendo como referencia el ejemplo de los Santos Inocentes, podemos descubrir una analogía con el bautismo de sangre que otorga la salvación. Aunque de un modo inconsciente, los Santos Inocentes sufrieron y murieron por Cristo; sus verdugos trataban de matar al Niño Jesús. Como los que quitaron la vida a los Santos Inocentes estaban motivados por el miedo y el egoísmo, igualmente la vida de los niños de hoy, de manera especial los que están todavía en el seno materno, con frecuencia se encuentra amenazada por el miedo o el egoísmo de otros. En este sentido, se encuentran en solidaridad con los santos Inocentes. Más todavía, se encuentran en una situación de solidaridad con Cristo, que ha dicho: «En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,40). Es vital para la Iglesia proclamar la esperanza y la generosidad que son intrínsecas al Evangelio y esenciales para la protección de la vida.

Anónimo dijo...

"cabría decir lo mismo, por ejemplo, de los ancianos a los que se aplicara la eutanasia en un país en que tuviera el mismo reconocimiento legal que el aborto. También equivaldría al peculiar “bautismo de sangre” de Mons.Iceta pues son injustamente sacrificados y, aunque hayan conocido a sus familiares en la tierra, se les ha privado de seguir conociéndolos…"

http://tradiciondigital.es/2013/09/13/mons-iceta-y-la-irrelevancia-del-bautismo/

Panceta dijo...

tradición:

El mismo documento en el nro. que introduce al 86, b
84. Confiando en que Dios provee en todas las circunstancias, ¿como podríamos IMAGINAR este remedio? Se enumeran algunos caminos mediante los cuales los niños que mueren sin Bautismo pueden TAL VEZ ser unidos a Cristo.

Iceta pontifica como si la tuviera reclara. Así no es.

J.M.Tenreiro dijo...

No creo en las palabras del Obispo. Lo siento. Estamos en tiempo de confusión, de ambigüedad, y de gran tribulación.
Parece que lo que se trata es de escurrir el bulto y eludir responsabilidades. A los niños abortados tenemos y debemos llevarlos al cielo mediante nuestra oración y, como no, por el bautismo de deseo. Y a partir de ahí, acogidos a la Misericordia Divina, lucrarnos de su santa intercesión. Eso es ahogar el mal en la abundancia de bien, que el Obispo debe saber.
No olvidemos que como dice el Credo: " descendió a los infiernos", que como bien explicaba el Catecismo, significa que no fue al lugar de los condenados, sino al limbo donde estaban los justos.
Pues lo mismo ahora: o nosotros los llevamos al cielo con nuestra oración y el bautismo de deseo o han de esperar allí, bajo el altar ,su Segunda Venida mientras claman a grandes voces, que nosotros no queremos escuchar : " ¿ Hasta cuándo, Señor, Santo, Verdadero, no y vengarás nuestra sangre en los que moran sobre la tierra ? " Ap 6,10
Pero esto no interesa escucharlo ni leerlo. No es políticamente correcto. En efecto " el bautismo de sangre" es la mejor solución; se van al cielo directamente y aun encima rezan por nosotros para que nos olvidemos de ellos y de los millones que serán degollados hasta el justo Día de la ira.

Anónimo dijo...

Tradición:

Es cierto que el Limbo de los Infantes sólo es una hipótesis teológica, pero no es menos cierto que:

#1 No es una tesis teológica cualquiera, sino, hasta ahora, la "única" hipótesis teológica existente. Ahora también tenemos la hipótesis de mons. Iceta. Compárese con la de Francisco Suárez en sus "Commentaria" sobre el "De anima" de Aristóteles".

#2 La "confianza en la misericordia divina" enseñada en las dos ediciones del Catecismo de la Iglesia Católica y en el documento de la Comisión Teológica Internacional sobre el estado del alma de los niños que mueren sin bautizar no deja de ser la simple expresión de un "deseo pío". Una trivialidad que no es contraria a la existencia de la hipótesis teológica del Limbo de los Infantes.

http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/rc_con_cfaith_doc_20070419_un-baptised-infants_sp.html

#3 ¿Existió o no existió el Limbo de los Justos antes de que Jesucristo, con su muerte y Resurrección, abriera el Cielo? ¿Y si efectivamente existió el Limbo de los Justos, por qué no el de los Infantes?

#4 No será una tesis teológica tan irreal cuando el mismo documento de la Comisión teológica internacional dedica una parte nada desdeñable de su extensión en reconocer que, al menos desde los Padres Griegos hasta Pío XII, durante dieciocho siglos se ha tratado de la única hipótesis teológica universalmente aceptada. ¿Qué valor doctrinal tiene aquello que se ha creído y enseñado siempre y en todas partes durante 18 siglos? ¿Menos que aquello que se ha enseñado en muchos sitios durante menos de 50 años?

#5 Cuando se abandona el realismo moderado, se cae en el subjetivismo que, inevitablemente, provoca una "svolta antopologica" que borra la distinción entre los planos natural y sobrenatural, y embarra la doctrina relativa al Pecado Original. Con estas mimbres, no es de extrañar que nuestros pastores, más amantes de Kant, von Balthasar, Karl Rahnner y Martin Heidegger -a los que nunca citan pero en los que siempre piensan- que del Aquinate, Garrigou-Lagrange, Cornelio Frabro y Carlos Cardona, prefieran olvidarse de una hipótesis teológica que les resulta harto incómoda, ellos sabrán por qué.

Dado el "cristianismo anónimo" en el que vivimos todos los seres humanos por el mero hecho de serlo, los más razonable es, efectivamente, pensar que el Infierno, si existe, está vacío. Y que todas las religiones (tal y como expresa el "espíritu de Asís") contienen verdades propias que ayudan a la salvación.

Se trata de una forma de pensar (y de apostatar) que ya han explicado de forma resumida Romano Amerio en su "Stat veritas" y por extenso Johannes Dörmann en su tetralogía sobre Juan Pablo II.

http://angeluspress.org/index.php?route=product/search&filter_name=theological%20journey

Anónimo dijo...

Según le reveló a esa monja, Jesús, con esa oración para el bautismo de bebés abortados, muchos niños serían salvados pero no todos. Sr Terneiro si usted quiere colaborar puede hacer esa oración. Búsquela, está en la web. Y no es que uno los bautice sino que le pide al Padre Celestial que lo haga con la Sangre de Cristo. Creo que la oración es genuina, Dios siempre ha dado oraciones a diferentes religiosas para que le pidan por distintas cosas.

J.M.Tenreiro dijo...

Muchas gracias sr. ANONIMO por su sugerencia. Así lo voy a hacer pero sin dejar de tener en cuenta que el Señor escucha todas las buenas intenciones que salen del corazón. De todos modos es preferible hacer algo a no hacer nada.El Sr Obispo de Bilbao con su "bautismo de sangre" parece querer decirnos que no nos preocupemos por los niños abortados, que todos se van al cielo y que rezan por todos nosotros. Cuantos más abortos haya, mejor; más santos y más intercesores. ¿ Por qué puerta ha entrado ese Obispo en el aprisco de las ovejas ? ¡ Ven Espíritu Divino , envíanos Tu luz desde el cielo !

Anónimo dijo...

Es preferible hacer la oración que Jesús reveló a hacer cosas por nuestra cuenta.

Anónimo dijo...

Y se olvidan de los embriones congelados producto de la fertilización asistida, que muchas veces terminan siendo desechados o utilizados para experimentos.

Anónimo dijo...

http://iotaunum.wordpress.com/tag/limbo/
en este blog afirman que si existe el limbo, ahora que no se si para ustedes este blog es o no friki.

Redacción dijo...

Anónimo:

No hay nada de friki en afirmar la existencia del limbo de los niños. El problema está en darle a esa doctrina un valor teológico superior al que tiene en la realidad. Antes del Vaticano II, de acuerdo con numerosos autores probados el tema del limbo era opinable y discutido de hecho. No había acuerdo sobre la nota teológica de la doctrina. Un ejemplo:
“Il magistero ordinario si esercita prima di tutto per mezzo della dottrina espressamente proposta e che viene comunicata, fuori delle definizioni formali, dal sommo pontefice o dai vescovi per tutta la Chiesa.
Anche in questo caso, perché si abbiano verità dommatiche, si richiede che siano proposte come rivelate. Così per esempio, in tutti i catechismi si afferma l’esistenza del limbo per i bambini morti senza battesimo: tale verità non è ancora domma di fede, perché non venne mai proposta come verità rivelata.” (CARTECHINI, S. DALL’OPINIONE AL DOMMA. VALORE DELLE NOTE TEOLOGICHE).
En esta entrada no tratamos sobre el limbo de los niños, ni tampoco sobre la posibilidad de un bautismo de deseo implícito, sino sobre la doctrina particular de un obispo que habla de martirio o bautismo de sangre.

Anónimo dijo...

Si el aborto se considera bautismo de sangre entonces hay tambien muchos mas casos que son bautismo de sangre por esa regla de tres.

rojobilbao dijo...

Yo creo que el problema surge por la rotundidad de monseñor. Lo que afirma es plausible, y desde luego deseable, pero la rotundidad le pierde.

De todas maneras es una brevísima entrevista que desconocemos si ha sido transcrita con toda fidelidad, a un público muy reducido (en un principio) por lo que no lo convertiría en verdad de fé.