lunes, 11 de agosto de 2014

El meapilismo clerical de algunos super-laicos

La inclusión de nuestra bitácora en Infovaticana ha dado lugar a un trino, luego eliminado por su autor. A riesgo de ser reiterativos, volvemos a puntualizar cosas que explicamos en el pasado:
¿Para qué decidimos abrir esta bitácora?
Como saben nuestros seguidores de la primera hora, este paródico blog InfoCaótica surgió al desatarse una ofensiva general en el parodiado portal Infocatólica contra todo lo que oliera simplemente a una nueva categoría inventada por el “asesor espiritual” de dicho portal: el “filo-lefebvrianismo”. Esa ofensiva consistió en una avalancha de entradas a cargo de dicho asesor, acompañado de otros de igual (o peor) tenor por parte de algunos de los otros bloggers. Salieron como si hubiesen estado contenidos durante años una catarata de epítetos llenos de cristiana caridad, tales como “desobedientes”, “cismáticos” o “herejes”, junto al uso indiscriminado, injusto y (por momentos) paranoico del borrado de comentarios. Una IP o un seudónimo ya lo convertían a uno en “sospechoso” de filo-lefebvrisnismo y, por lo tanto, merecedor de toda clase de censuras… informáticas y de las otras. Y que, eventualmente, culminaría con el alejamiento de (al menos) un par de bloggers.
Había una voz en la Iglesia que no se oía. Por las razones que fueren. Entre otras, porque no se la dejaba hablar. Hoy se la escucha. Y muchísimo. Seguramente ésa es una de las razones del odio que algunos manifiestan. Pues esto ya es imparable. Aunque nos callásemos, otros muchos seguirán el camino. Por amor a nuestra Santa Madre Iglesia. Que con esto no caen recompensas materiales. Y tal vez sea ésa una de las razones del éxito. Aquí no se busca el medro o la canonjía. Aunque este blog nos haya gratificado con muchos y ya queridísimos amigos.
Somos críticos.
Aunque somos caóticos, tratamos de poner en práctica nuestros objetivos iniciales: expresar una posición legítima, ejercitar un derecho de rectificación, criticar posturas divergentes y tratar con mayor libertad temas que en otros sitios no se tocan.
Muchas veces criticamos mediante el recurso a la parodia.
En lo de Isaac un comentarista sulfurado arremete contra nuestra humilde bitácora por plagiar a Infocatólica. Cualquier lector puede darse cuenta de que no tenemos intención de copiar lo ajeno para presentarlo como propio. Nuestra parodia satiriza una obra sin efecto económico alguno. La alteración del nombre marca una clara diferencia con lo satirizado. No hay mucho más que decir para responder a una memez como es la de acusarnos de plagio.
Pero no nos interesa ser una imitación subconsciente de otros sitios.
Decía el p. Castellani que “no se mueve libremente el que esgrime contra otro: depende del otro en sus movimientos” porque esto implica “una especie de imitación subconsciente”. Esta es la razón principal por la que decidimos renovar el diseño paródico de nuestra bitácora, gracias a la colaboración de un lector a quien mucho agradecemos por el trabajo que se ha tomado.
Legitimidad de la burla y “meapilismo” clerical de algunos super-laicos.
Pero que el hacer chistes contra los frailes que no cumplen sea cosa lícita y aun loable es asunto confirmado por el mismo Papa, si es auténtico el BREVE del papa Clemente VI, acerca del poeta Chaucer. Habrían denunciado a este poeta que se burlaba desaforadamente de los frailes malos, no menos que de los malos poetas, y el Papa respondió que si se burlaba de los religiosos que eran de veras homines religiosi, era reo de cuasi sacrilegio y debería ser amonestado; pero si reía de los clérigos que no cumplen sus votos, y eso en versos inteligentes y muy melodiosos, casi merecía una condecoración. "Quodsi de aliis clericis et monachis ioculatur qui spretis regulationibus profane ambulant, de iis etiam NOS joculamur". Clemente VI era un noble francés, y se dice que el BREVE lo escribió el Petrarca; aunque ciertamente éste no nos parece el estilo latino del Petrarca.


6 comentarios:

Cæremoniarius dijo...

Santa Paciencia, estimados.
Gente que reclama por cosas sin sentido van a existir siempre (y lamentablemente, cada día más, debido al vaciamiento mental que la sociedad moderna felicita y premia).

Saludos.

Perico dijo...

Entiendo que conviene moderar los comentarios, especialmente por los locos. Que más que disentir con una opinión resultan monotemáticos, molestos etc.

Pero de ahí a hablar del "uso indiscriminado, injusto y (por momentos) paranoico del borrado de comentarios".

Hay un derecho a comentar en un blog?

S´estoy de acuerdo con lo de paranoico.

Redacción dijo...

Pensamos que no hay un derecho a comentar en un blog. Pero si desde una bitácora se agrede gratuitamente es de justicia dar derecho a réplica.

Lo de "paranoico" alude a la supresión de comentarios que estaba de acuerdo con las normas del blog, borrados sin considerar su contenido y sin que hubiera ninguna falta de respeto anterior por parte del censurado.

Perico dijo...

gracias por la explicación.

Tal vez no me expliqué bien, sí estoy de acuerdo con lo de paranoico, muy propio de la sitación en la que Ud describe.

De acuerdo en que si alguien en su blog dice "Perico es estafador" es de justicia que e dejen explicar o defenderme.

No sabía que había pasado eso en infocatólica. Pero si más que a personas es referido a ideas, creo que esa falta de abrir a un sano debate pertenece a la categoría de paranoicos. Más que nada porque no quieren buscar la verdad sino sólo defender la posición del P. Iraburu.

No sé por qué, pero en varias ocasiones se nota que muchos en ese portal lo son.

Pacopipo dijo...

La ley en España ampara la parodia. Debe tratarse de
- una reproducción burlesca de la obra originaria, con intención de ser jocosa.
- de una obra ya divulgada.
- no puede implicar confusión al público entre la obra originaria y la obra parodiada.
- no debe inferir un daño a la explotación normal de la obra original o a los intereses legítimos de su autor.

Anónimo dijo...

Sería bueno que más adelante publiquen las estadísticas historicas de visitas al blog, para conocer la influencia de Infovaticana.