jueves, 26 de marzo de 2015

Sobre la acusación de "milenarismo"


La cuestión del Milenio en la exégesis del Apocalípsis es compleja y suele ser motivo de polémicas. Aunque no conocemos partidarios actuales del milenarismo herético, no es raro que se acuse a quienes siguen la opinión del P. Castellani de sostener un "milenarismo mitigado" reprobado por el Santo Oficio en un decreto del 21 de Julio de 1944. Data, sed non concessa –porque hay que probar que se aplica esta censura a la tesis de Castellani-, lo que muchas veces se silencia es el verdadero alcance de la reprobación. En efecto, ¿qué significa que “el sistema del milenarismo mitigado no puede enseñarse con seguridad” (D-2296)? Se califica como doctrina no segura a aquella que se teme que sea errónea, o que pueda producir malos efectos pastorales, y que, por tanto, se prohíbe difundir de manera indiscriminada, si bien no se excluye que se continúe investigando sobre ella. La prohibición suele tener mucho de circunstancial y contingente, por lo que es revisable y llegado el caso reformable. En cambio, la doctrina segura es una doctrina que puede ser enseñada sin temor, ya que concuerda con la doctrina cristiana en general, ha dado pruebas de no dañar, sino al contrario, de promover la recta praxis y piedad cristianas, etc. Ofrecemos nuestra traducción de un fragmento de una obra clásica que puede iluminar un problema cuya importancia real se exagera no pocas veces.
«La Iglesia tiene la intención de imponer un precepto doctrinal, también cuando condena una proposición sin censura alguna, o sea sin calificarla de herética o temeraria.
Así, se trata de un precepto doctrinal cuando la Iglesia declara que ciertas proposiciones no pueden enseñarse con seguridad. Cuando una proposición trae esta calificación significa que por lo menos hoy esta no es segura, pero no se puede inferir que la contradictoria sea común o cierta, aunque por otras razones podrían calificarse con estas notas. Pío IX, por ejemplo, indicó con un decreto del S. Oficio del 18 de septiembre de 1861, siete proposiciones que contenían los errores del ontologismo que no pueden enseñarse de forma segura (D-1659). La primera de estas proposiciones, dice: "El conocimiento inmediato de Dios, por lo menos habitual, es esencial al entendimiento humano, de suerte que sin él nada puede conocer: como que es la misma luz intelectual".
La contradictoria de esta proposición es teológicamente cierta, no en virtud de dicho decreto del S. Oficio, sino porque es una deducción inmediata de una proposición condenada en el Concilio de Viena, a saber: "Cualquier naturaleza intelectual es en sí misma naturalmente bienaventurada y el alma no necesita de la luz de gloria que la eleve para ver a Dios y gozarle bienaventuradamente" (D-475).
Otro ejemplo se encuentra en la respuesta negativa dada por el S. oficio el 5 de junio 1918 a ciertas proposiciones sobre la ciencia del alma de Cristo (D-2183 et seq.). La primera proposición que no se puede enseñar con seguridad, dice: " No consta que en el alma de Cristo, mientras Este vivió entre los hombres, se diera la ciencia que tienen los bienaventurados o comprensores." Ahora, que el alma de Cristo tuvo la ciencia de la visión beatífica es teológicamente cierto, no por esta condena, sino por el dogma de la unión hipostática, en virtud de la cual al alma humana de Jesús no podía negarse aquello que en el cielo tienen los ángeles, unidos con Dios sin ella, y por lo tanto debe gozar necesariamente de la visión beatífica y tener el conocimiento de los bienaventurados».
Tomado y traducido de:

Cartechini, S. DALL’OPINIONE AL DOMMA. VALORE DELLE NOTE TEOLOGICHE. Ed. «LA CIVILTÀ CATTOLICA», ROMA (1953).

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que diferenciar entre milenarismo y milenio. Lo que la Iglesia rechaza es que se enseñe que Jesucristo regresará y reinara visiblemente durante mil anos y después de ese tiempo juzgara a vivos y muertos. Ese es el milenarismo. El credo dice claramente que Jesús vendrá a juzgar a vivos y muertos sin un periodo de tiempo intermedio. En cambio la idea de un milenio de paz en el que Cristo reine en todos los corazones desde la Eucaristía es totalmente católico. Además, aun no se ha visto que los enemigos de Jesucristo queden postrados a sus pies como lo anuncia el salmo 110. Ese milenio puede coincidir con el anuncio de paz de la Virgen en Fatima después de una gran destrucción ("algunas naciones desaparecerán").

B.A.

Anónimo dijo...

El tiempo de paz que anuncia la Virgen en Fátima ya se hubiera tenido que dar si hubieran hecho la consagración.

Anónimo dijo...

En sus visiones Catalina Emmerich vio como cuando más perdido parecía todo para la Iglesia y los fieles vendría un largo periodo de conversión y de paz. No habla de milenarismo, sino de un periodo en el que todo el mundo se volvería hacia Dios y reinaría la concordia en Cristo.

Flipper dijo...

Anónimos les animo a escuchar las conferencias o leer en su caso el estudio del P. Castellani al respecto. El p. Castellani deja claro que basa su estudio en las más seguras fuentes de la Revelación, sobre todo en los Profetas Mayores. La Tradición en los Santos Padres y los diversos pronunciamientos de la Iglesia. Y, por último, sólo por último, en las visiones y revelaciones privadas siempre que no contradigan lo anterior. Y éstas últimas -afirma él- se creen con fe humana, no con fe divina. La moderación de su exposición aún dentro de un estilo hablado (en mi caso me refiero a las conferencias) y en ocasiones divertido no le quita importancia al tema. Pero no deja de ser un tema deslizante y/o resbaladizo, como él mismo bien indica.

Jorge Rodríguez dijo...

Le voy a pedir una precisión al Sr. B. A:
¿Donde dice exactamente en el credo "Jesús vendrá a juzgar a vivos y muertos sin un periodo de tiempo intermedio"?
Y ¿Donde la Iglesia rechaza que Jesucristo regresará y reinará visiblemente durante mil anos y después de ese tiempo juzgara a vivos y muertos? ¿qué declaración dogmática hay al respecto? Porque Padres de la Iglesia como San Ireneo pensaban eso.

Don Manolo dijo...

Yo agradecería mucho que alguien de la Redacción o algún lector castellaniano me explicase de forna sucinta la secuencia de las postrimerías que tenía Castellani en la mente, o sus distintas interpretaciones posibles. Y dónde iría el milenio en relación con el reinado del Anticristo, la súbita Segunda Venida gloriosa de Cristo, el Juicio de vivos y muertos y la Resurrección de la carne.

Gracias.

Anónimo dijo...

El Credo niceno constantinopolitano dice: "y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos" sin ningún periodo de tiempo intermedio, regresa e inmediatamente juzga , ese era el argumento antimilenarista de san Agustín. No hay una declaración dogmática, sí una sentencia del Santo Oficio que mencionan en esta entrada. Yo creo en un tiempo de paz (si son 100, 500 o 1000 anos, no lo se), "un cielo nuevo y una tierra nueva", en el cual los enemigos de Cristo se postrarán a sus pies con Jesús reinando en todos los corazones desde la Eucaristía. Nadie puede acusarme de herejía.

B.A.

Jorge Rodríguez dijo...

No le acuso de herejía, pero tampoco en el Credo pone plazos de tiempo entre "Nació de Santa María Virgen" y "padeció bajo el poder de Poncio Pilato" y por eso no vamos a pensar que padeció bajo Poncio Pilato siendo un bebe recién nacido, evidentemente pasaron treinta y pico de años entre una cosa y otra.
De la misma forma puede haber tiempo intermedio entre entre la segunda venida y el juicio, el texto del Credo no lo prohíbe. Por eso al Ud. agregar "sin tiempo intermedio" esta agregando algo que no está en el Credo y que puede no ser así.
Y de hecho, el capítulo 20 del Apocalipsis dice que sí hay tiempo intermedio. Además, ese capitulo 20 es el más claro de todo el Apocalipsis, no hay allí ni bestias ni dragones ni bolas de fuego ni nada simbólico, claramente dice que "reinaran con El mil años"

Anónimo dijo...

Jorge Rodríguez, algo tan importante como un tiempo intermedio entre la segunda venida y el juicio final, lo encontraríamos señalado en el Credo: "y de nuevo vendrá con gloria, reinará durante mil años y juzgará a vivos y muertos". Precisamente ese "tiempo intermedio" con Jesús reinando "visiblemente" en la tierra es lo que la Iglesia rechaza. Un milenio de paz con Jesús reinando desde la Eucaristía es totalmente católico.

B.A.

Anónimo dijo...

La Iglesia no rechaza ese reinado visible de Cristo en la tierra. Dijo que no puede enseñarse con seguridad, que es distinto a decir que lo rechaza. El P. Castellani escribió que no reinará desde un palacio, con gabinete de ministros y funcionarios, pero que habrá un reino sin duda. Que cómo será ese reinado, él no osaba decir. Pero algo sí dijo el P. Sáenz, quizás siguiendo a Castellani en eso gracias a conversaciones personales que con él tuvo. Sáenz escribe que, tal vez, el reinado de Cristo sí tendrá cierta visibilidad y que su presencia visible a muchos podría asemejarse a la presencia, visible y corporal, que tuvo para con apóstoles y discípulos despues de su Resurrección por espacio de cuarenta días, en los que se les aparecía sorpresivamente en cualquier lado.

Alberto

Anónimo dijo...

Alberto, lea el n. 676 del catecismo:
"incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS 3839)".