martes, 30 de junio de 2015

Laudato si: de todo, como en botica (y 3)


Carmelo López-Arias, coincide –en términos generales- con nuestra opinión: “numerosas afirmaciones en la encíclica pueden ser legítimamente discutidas”. Considera como aspectos positivos “algunos párrafos de Laudato Si de singular belleza como auténtico programa de amor a la Creación en cuanto don de Dios. ¿O no lo son los siguientes (nn. 228-229)?”
Nuestra posición es distante de la obsecuencia de los que piensan que estamos ante una Rerum novarum de la ecología del siglo XXI. Pero al menos hay tres puntos que no dejan de ser importantes de recordar en todo momento: 1º, Dios creador es la clave de lectura y comprensión de toda la cuestión ecológica y de LS; 2º, los hombres no son los dueños absolutos de la creación, sino administradores responsables, que han de mirar al futuro; 3º, el centro de la ecología es el hombre.
Otro aspecto positivo de LS –tal vez, no deseado por el Pontífice- es la mala recepción que ha tenido en los neoconservadores norteamericanos (políticos y eclesiales), quienes desde la revista First Things, llegan a afirmar que “esta es, tal vez, la encíclica más antimoderna desde el Syllabus”. Alguno podría objetar que es una forma de ser antimoderno poco inteligente, tecnófoba, típica del resentimiento de las izquierdas, emparentada con el odio al desarrollo y a legítimas libertades económicas, al bienestar en suma. Con todo, no deja de abrir una perspectiva interesante que estos católicos prueben la amarga medicina de la discontinuidad, que otros tuvieron que tragarse con el Vaticano II y el magisterio post-conciliar. Tal vez les sirva para repensar su adhesión a los puntos problemáticos del último Concilio como si se tratara de super-dogmas.
En un interesante comentario crítico de LS, Corrado Gnerre, señala otros aspectos positivos que nos limitamos a enumerar aquí: las cuestiones medioambientales no pueden resolverse mediante el decrecimiento demográfico; el ecologismo se contradice cuando sostiene el aborto y la experimentación con seres humanos, tratando a personas humanas de igual o peor manera que a los animales irracionales; la incidencia del ambiente en el comportamiento humano; la denuncia de los poderes tecnocráticos; la crítica a un consumismo penetrante que reduce el hombre a su “vientre”; la denuncia de la sobrevaloración del mercado, que deja de ser medio para convertirse en fin, y la consiguiente utopía de que los mercados se auto-regulan conforme al bien común; la función social de la propiedad privada y la denuncia de su deriva liberal-individualista. Pero entre los aspectos negativos de la encíclica, destaca el autor: la valoración positiva de un cierto eco-catastrofismo; la excesiva especialización del texto (se traslucen aportes de autores materiales secundarios con ideas muy dispares y heterogéneas entre sí; la extralimitación del objeto del magisterio social de la Iglesia; y el comprometer a la Iglesia en cuestiones científicas no probadas); la aceptación de la crítica de Romano Guardini a la modernidad técnica; la falta de una valoración integral del movimiento ecologista, que es también una forma de antropocentrismo tecnocrático; el excesivo peso que se da a los “pecados” de daño al medio ambiente; y la falta de referencias claras a la Teología de la historia.
En la entrada precedente habíamos mencionado contenidos de LS que calificamos de llamativos y extraños. Nos gustaría comentar algunos:
- Un documento dirigido “a cada persona que habita este planeta”. Es un dato llamativo para algunos pues la Iglesia sólo tiene potestad sobre los bautizados. Y en este planeta hay millones de no bautizados. No obstante, tampoco cabe plantear una objeción de peso a la nueva fórmula, que parece ir más allá de los "hombres de buena de voluntad" de Juan XXIII, porque la Iglesia tiene el deber-derecho de predicar a todos, católicos o no. Pero lo que motiva esta expresión es la idea de un posible acuerdo práctico mundial sobre el medio ambiente, fundamentado en un mínimo común de identidad doctrinal, que por ser de orden natural todos los habitantes del planeta podrían compartir. Aunque tal cosa no es imposible en abstracto, parece una propuesta muy poco realista, tanto por los efectos del pecado en el conocimiento de la ley natural, como por la enorme disparidad de diagnósticos y soluciones para los problemas medioambientales que de hecho existen en el mundo de hoy.
- El clima como bien común. Aquí es importante precisar qué tipo de bien común es el clima para no caer en los errores del ecologismo. Porque en el todo que es el bien común integral hay bienes útiles, deleitables y honestos; ordenados de modo jerárquico; y el clima no es un bien honesto, sino subordinado a otros bienes superiores.
- La crítica del antropocentrismo. En este punto LS muestra inconsistencias derivadas de no asumir la doctrina tomista. El tema merecería entradas aparte. Por ahora, nos limitamos a decir que para el tomismo la persona humana goza de prioridad de valor sobre el universo y todas sus partes; todas las cosas infrahumanas están ordenadas a su servicio, y es confín u horizonte del universo material y espiritual. Pero se trata de un antropocentrismo relativo pues gira en torno a un teocentrismo absoluto. Este teocentrismo tomista no excluye el antropocentrismo; lo delimita en el orden temático, y en el orden gnoseológico, como la teología no excluye la filosofía, sino que la acepta en sus límites, la valora y la utiliza, sin confundirse con ella, como, en general, la gracia no destruye la naturaleza sino que la perfecciona, o como la teología del cielo no es negación, sino superación de la teología de la tierra.
- Por último, lo peor del documento: la doble fórmula oracional contenida en la parte final. Apuntaba con razón el amigo Wanderer: “¿Cómo puede entenderse que un Papa, vicario de Cristo en la tierra, redacte e incluya en un documento oficial y magisterial, dos oraciones diversas para usar según conveniencia del orante? No estamos en presencia de un vendedor de baratijas que ofrece el indispensable peine para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero…”. El peligro de una lectura sincretista es cierto y grave.

26 comentarios:

Favila dijo...

Se agradece esta crítica ponderada de la encíclica. En los párrafos que yo he leído no he detectado ninguna tecnofobia. Al contrario, en mi opinión Francisco se queda bastante corto en este aspecto, y en el fondo se deja llevar por el optimismo tecnológico que siempre ha caracterizado a la izquierda.

Global Warming Party dijo...

Sobre el clima como bien común, hay que distinguir entre dos escenarios, uno ilusorio y otro real.

En el escenario ilusorio, en el que el hombre tendría en sus manos lograr una estabilización del clima en su estado presente, como efecto de la cual el nivel del mar permaneciese estable en el valor presente, esa estabilización sería un bien común grave, porque el ascenso del nivel del mar en 5 metros implica la evacuación de numerosas poblaciones costeras.

En el escenario real, la dinámica de la naturaleza durante los últimos millones de años hace que la estabilización del clima en su estado presente NO sea una opción disponible. En cuanto de los procesos de la naturaleza depende, el futuro de la Tierra es un nuevo período glacial, en el cual el nivel del mar va a descender no 5 ni 10 metros sino más de cien, causando trastornos órdenes de magnitud mayores que los que provocaría un ascenso de 5 metros. Tal vez, y enfatizo tal vez, quemando los combustibles fósiles tenemos la posibilidad de salir de la dinámica glacial vigente durante los últimos 2,5 millones de años y pasar a un nuevo rango de temperaturas de 4 a 6 ºC sobre la actual, que prevenga la ocurrencia de nuevos períodos glaciales. ¿No es procurar el bien común de la humanidad tratar de aprovechar esa oportunidad?

Lo escrito aquí está fundamentado en mis dos comentarios bajo el artículo "Dejate enfriar".

Anónimo dijo...

Se han quedado cortos con los aspectos negativos de la encíclica. La mención a la Carta de la Tierra es un golpe bajo:
http://www.infovaticana.com/2015/07/02/la-carta-de-la-tierra-contiene-elementos-radicalmente-incompatibles-con-la-fe-catolica/
.
Esta encíclica es un guiño a la izquierda ambientalista, un guiño a la derecha ambientalista, un guiño a los tradicionalistas, y un guiño a la masonería. Así nos tiene a todos contentos. Eso es lo que más me molesta.
.
Yo siempre trato de ver lo positivo de este Papa. Esta vez uds. me superaron. Todavía abrigo la esperanza que suelte una herejía y que no sea Papa y todo lo escrito es nulo. Lo siento si ofendo a alguien.

B.A.

Favila dijo...

Al hilo de lo que comenta B.A., es interesante también la carta completa de Monseñor Reig Pla:

http://www.infovaticana.com/2015/06/30/no-hay-ecologia-sin-una-adecuada-antropologia/

Anónimo dijo...

El Papa cuando dice que "La Carta de la Tierra nos invita a todos a dejar atrás una etapa de auto destrucción y a comenzar de nuevo" (n.207) está "canonizando" la Carta de la Tierra. Reig Pla es un buen obispo con buenas intenciones pero yo ese voluntarismo no me lo trago. Con la Carta de la Tierra se pretende sustituir los diez mandamientos, lo han declarado ellos mismos. Hay dos opciones: 1. Bergoglio tiene pésima comprensión lectora y 2. No ha leído esa carta y se ha dejado influenciar por sus asesores. La primera,descartada. La segunda, ha sido negligente. Y cabe una tercera: es consciente de lo que hace y no tiene la menor consideración con los católicos a quienes se debe primero y tiene que confirmar en la fe por mandato del Señor. Frente a esto, negligencia o plena consciencia, sólo cabe la crítica a esa "canonización" en lugar de negar lo evidente para taparle la desnudez al rey
.
Sobre los guiños a un lado y a otro. Este es un buen ejemplo: con la alabanza a la Carta de la Tierra le hace un guiño a la masonería (si es tonto útil o plenamente consciente, no lo sé). Y cuando dice que "no hay ecología sin una adecuada antropología" le hace un guiño a los catolicos. Así nos tiene a todos contentos. Todos, la ONU, Obama, Leonardo Boff, ambientalistas de izquierda y de derecha, y católicos buenos y bienintencionados, acusamos aspectos positivos y aspectos negativos en la encíclica, y todos estamos felices.
.
Una pregunta para Favila: ¿alguna vez un Papa ha utilizado una fuente espuria como la Carta de la Tierra que contiene elementos totalmente contrarios a la fe católica en una encíclica papal? porque yo no lo recuerdo.
.
Creo que lo mejor que nos podría pasar es que suelte una herejía y se declare que no es Papa y todo lo escrito es nulo.

B.A.

Favila dijo...

Pues no tengo noticia de esto que me pregunta, pero no me extrañaría que ya en las encíclicas del turbosanto JPII se citasen fuentes espurias. Evidentemente, me parece mal que el Papa cite la Carta de la Tierra, aunque sólo sea en los párrafos donde aquella acierta, pues no sólo importa lo que se dice sino quién lo dice y por qué lo dice. Ahí el Papa debería haber alertado de que el ecologismo, tal como lo entiende ese documento, es perverso. Pero en este contexto de confusión que vivimos desde hace décadas, tampoco veo especialmente grave este hecho y me parece que, en conjunto, la Laudato Si contiene aspectos muy positivos que no se daban en los papas anteriores y que se podrían aprovechar en clave tradicionalista. Según lo veo, se está centrando la atención en la cuestión ecológica, quizá la parte más desafortunada, pero la encíclica trata de una gran variedad de temas sociales y políticos, y lo hace desde una perspectiva muy favorable a los críticos con la deriva modernista de la Iglesia, pues en definitiva lo que hay en esta encíclica es una crítica al progresismo en muchas de sus vertientes. ¿Por qué no aprovechamos estos elementos positivos para hacer pedagogía tradicionalista dentro de la Iglesia (librémonos de los neocones) y de la sociedad? Tal vez de ello podrían derivarse mejores frutos para la Iglesia que de la crítica sistemática, con frecuencia un tanto gruesa, a todo cuanto diga o haga Francisco. Y es más, que algunos párrafos de la encíclica podrían servir para hacer ver al propio Francisco lo errado de sus comportamientos, por ejemplo en lo que respecta a su constante presencia en los medios y su verborrea aturdidora:

47. A esto se agregan las dinámicas de los medios del mundo digital que, cuando se convierten en omnipresentes, no favorecen el desarrollo de una capacidad de vivir sabiamente, de pensar en profundidad, de amar con generosidad. Los grandes sabios del pasado, en este contexto, correrían el riesgo de apagar su sabiduría en medio del ruido dispersivo de la información.

Redacción dijo...

Querido anónimo:

Nos preguntas en un comentario (que hemos borrado, como de costumbre) “cuándo vamos a entender…” tal cosa y tal otra... Respondemos con gusto: el día que dejes de comentar en esta bitácora… :)

Te deseamos una pronta recuperación.

Redacción.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Favila, lo positivo de la encíclica está envuelto en veneno. Yo no consumo caramelos envenenados. El Papa ha sido como mínimo negligente citando una fuente espuria como la Carta de la Tierra, nunca antes visto en la Iglesia. Lo de la oración a los no cristianos, igual. Si un día de estos dice una herejía, no me va a preocupar, todo lo contrario, ahora lo veo como una solución.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Olvidé firmar mi comentario 17:57

Revisé las citas de todas las encíclicas de Juan Pablo II y nunca utilizó una fuente espuria. Pueden revisarlo:
http://m.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/index.html

Creo que no es necesario revisar las encíclicas de Benedicto.

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

B.A.

Martin Ellingham dijo...

Habría que ordenar un poco los deseos respecto de cualquier papa calamitoso:

1º. Rezar por su plena conversión y desearla siempre.

2º. Pedir a Dios que cese en el pontificado por muerte o renuncia.

3º. Desear o pedir a Dios que cese por herejía puede ser inmoral, y maquiavélico, si uno desea o pide directamente el pecado del prójimo como medio para alcanzar un bien común eclesial.

4º. Aunque no se desee directamente el pecado del prójimo, el cese de un pontífice por herejía (formal y notoria), con seguridad sería de consecuencias muy dañosas para toda la Iglesia. No está claro si es mayor mal un pontificado calamitoso o las consecuencias que podrían seguirse de una herejía papal con pérdida del pontificado.

Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias por la aclaración pero yo no deseo ni pido a Dios que el Papa cese por herejía, tampoco lo deseo indirectamente. Después de ver esa mención a ese documento oscuro que es la Carta de la Tierra en una encíclica papal espero lo peor de este Papa, es decir, una herejía, y, lo siento mucho, no me va a preocupar, todo lo contrario. Es como ver a un hombre caer por el abismo en cámara lenta y varios intentan evitarlo -con críticas- pero él no hace caso. Una cosa es desear y otra intuir. Cuanto quisiera yo y muchos poder evitarlo pero quien hoy ocupa la Silla de Pedro cree que es más vivo que todos los Papas. Se siente seguro que puede caminar por la cuerda floja y nunca va a caer. Esa viveza lo va a hundir.

B.A.

Martin Ellingham dijo...

B.A.:

Leí el n. 207 de LS y la cita de la Carta de la Tierra. Creo que ha sido muy imprudente en incluir una referencia a ese documento. Pero el contenido que ha asumido en LS es sólo una parte del final de dicha carta, con un gran recorte de contenidos indicado por los puntos suspensivos.

Copio el pasaje completo de la Carta de la Tierra y resalto lo que deliberadamente no se ha citado en LS para que se note el recorte que hace la encíclica.

Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamado a buscar un nuevo comienzo. Tal renovación es la promesa de estos principios de la Carta de la Tierra. Para cumplir esta promesa, debemos comprometernos a adoptar y promover los valores y objetivos en ella expuestos.
El proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón; requiere también de un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal. Debemos desarrollar y aplicar imaginativamente la visión de un modo de vida sostenible a nivel local, nacional, regional y global. Nuestra diversidad cultural es una herencia preciosa y las diferentes culturas encontrarán sus propias formas para concretar lo establecido. Debemos profundizar y ampliar el diálogo global que generó la Carta de la Tierra, puesto que tenemos mucho que aprender en la búsqueda colaboradora de la verdad y la sabiduría.
La vida a menudo conduce a tensiones entre valores importantes. Ello puede implicar decisiones difíciles; sin embargo, se debe buscar la manera de armonizar la diversidad con la unidad; el ejercicio de la libertad con el bien común; los objetivos de corto plazo con las metas a largo plazo. Todo individuo, familia, organización y comunidad, tiene un papel vital que cumplir. Las artes, las ciencias, las religiones, las instituciones educativas, los medios de comunicación, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y los gobiernos, están llamados a ofrecer un liderazgo creativo. La alianza entre gobiernos, sociedad civil y empresas, es esencial para la gobernabilidad efectiva.
Con el objeto de construir una comunidad global sostenible, las naciones del mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, cumplir con sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales existentes y apoyar la implementación de los principios de la Carta de la Tierra, por medio de un instrumento internacional legalmente vinculante sobre medio ambiente y desarrollo.

Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida.

http://earthcharterinaction.org/contenido/pages/Lea%20la%20Carta%20de%20la%20Tierra

No veo que sea un pasaje en sí mismo mucho más problemático que el de algún filósofo pagano de la antigüedad, un judío o musulmán del medioevo, etc.

Saludos

Martin Ellingham dijo...

Y ahora copio LS

207. La Carta de la Tierra nos invitaba a todos a dejar atrás una etapa de autodestrucción y a comenzar de nuevo, pero todavía no hemos desarrollado una conciencia universal que lo haga posible. Por eso me atrevo a proponer nuevamente aquel precioso desafío: «Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamado a buscar un nuevo comienzo […] Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida».

Anónimo dijo...

Martin, desde hace más de una década medios católicos nos alertan sobre el peligro de la Carta de la Tierra. AICA es uno de ellos:
http://www.aica.org/aica/documentos_files/Otros_Documentos/ONU/Carta_de_la_Tierra/doc_Otros_Carta_de_la_Tierra.htm
http://www.aica.org/aica/documentos_files/Otros_Documentos/ONU/Carta_de_la_Tierra/doc_Otros_Carta_de_la_Tierra%20(1).htm
Esa agencia argentina de noticias católicas lo publicó el 2002 ¿Bergoglio no lo leyó?

Cuál es el problema con la Carta de la Tierra? lo comenta el padre Sanahuja citando a Gorbachev: "La Carta de la Tierra, como indica Gorbachov, es "el manifiesto de una nueva ética para el nuevo mundo", un verdadero "Decálogo de la Nueva Era", base para un código de conducta universal que deberá regir al mundo desde el año 2000. "Estos nuevos conceptos -dijo el ex premier soviético y antes jefe de la KGB-, se deberán aplicar a todo el sistema de ideas, a la moral y a la ética y constituirán un nuevo modo de vida. El mecanismo que usaremos, será el reemplazo de los Diez Mandamientos, por los principios contenidos en esta Carta o Constitución de la Tierra" "
http://www.arbil.org/(53)cart.htm

Este artículo explica la agenda de la Carta de la Tierra:
http://fatima.freehosting.net/Articles/Art4.htm

" "To translate the Earth Charter principles into values' [sic] curriculum and training pedagogy of both formal and informal educational institutions such as schools, scouting movement, formation groups, etc. * To make the Earth Charter principles part of the teachings and instructions of religious and spiritual groups."(1094)

>From school to church to work - the Earth Charter planners want to teach everybody the new Ten Commandments"

No es un filósofo pagano de la antigüedad, un judío o musulmán del medioevo.
Esa Carta es un instrumento del Nuevo Orden Mundial para subordinar al Mundo a sus "valores" y lo están consiguiendo.

En el 2001 Leonardo Sandri le envió una carta de felicitación a Gorbachev por su trabajo en la Carta de la Tierra:
http://www.earthcharterinaction.org/content/articles/6/1/Congratulations-from-Pope-John-Paul-II-to-Mikhail-Gorbachev-for-his-work-on-the-Earth-Charter/Page1.htm

Roma está legitimando esa Carta con indiferencia de los autores católicos que advierten desde hace más de una década sobre su oscura agenda. ¿A quién le van a hacer caso? ¿Al obispo Reig Pla o al Papa? ¿Al padre Sanahuja o al Papa? En mi opinión es muy grave lo que ha hecho el Papa. Marca un antes y un después. Esto es obra de la masonería eclesiástica. Aclaro que no tengo idea si el Papa es tonto útil o plenamente consciente.

El silencio de los blogueros de Infocatólica indica que también les ha caído como una piedra. Juanjo abrió un tema y censuró un comentario sobre esa Carta.

B.A.






Martin Ellingham dijo...

B.A.:

Los datos que aporta son ciertos. Pero algunas conclusiones no se siguen.

Saludos.

Redacción dijo...

Anónimo:

No vamos a publicar tu enlace a un programa de radio que es obra de una pobre mujer. Ya la conocemos, sabemos su nombre y apellido, conocemos sus desequilibrios psíquicos, su itinerario institucional...

¿Por qué no te presentás en Radio La Colifata y pedís que te den un espacio?

Que te mejores.

Favila dijo...

B.A., publica un enlace a una carta en la que precisamente Juan Pablo II felicita a Gorbachov por su trabajo en la Carta de la Tierra. Entonces parece que estos coqueteos con la Carta de la Tierra no son novedosos, sino que venían de papados anteriores. Benedicto XVI también habló en alguna ocasión de cambio climático y "desarrollo sostenible", concepto que creo que es fundamental en la citada Carta. Esto no le quita gravedad a la cita de Francisco --comprendo su preocupación con este tema--, pero creo que ayuda a entender la situación.

Anónimo dijo...

Sí, Favila, aunque la firmó Sandri y ya sabemos que JPII estaba más dedicado a los viajes que al gobierno. Sin ser tradicionalista creo que existe una infiltración de la masonería en el Vaticano desde hace unas cuantas décadas, y ahora lo tengo más claro. La gota no horada la roca por su fuerza sino por su constancia. Hasta Benedicto XVI ninguna encíclica contenía una cita alabando un documento anticristiano y panteísta del Nuevo Orden Mundial. A partir de ahora el NOM tiene las encíclicas a su disposición.

B.A.

Favila dijo...

Un ejemplo de cómo las grandes corporaciones usan lo del "cambio climático" para prescindir del hombre:

http://vozpopuli.com/next/64977-taxis-sin-conductor-para-salvar-el-planeta

Francisco debería haber aprovechado para hacer una crítica del ecologismo teniendo en cuenta estos argumentos. Pero la munición argumental tampoco se la podrían suministrar los católicos conservadores, ya que a menudo no tienen ninguna crítica que hacer sobre esos asuntos o bien pasan directamente a las majaderías conspiracionistas, sin término medio.

Anónimo dijo...

Favila, esa es una de las tantas consecuencias por culpar imprudentemente al hombre del cambio climático, taxis sin conductor y jóvenes que no quieren tener hijos para no contribuir al "calentamiento global" (una persona emite dos toneladas de CO2 al año). Ese error no se soluciona con una fracesita: "no hay ecología sin una adecuada antropología".

A la crítica material al consumismo le faltó la crítica espiritual: si el hombre consume exageradamente es porque se ha apartado de Dios, el pecado lo hace consumir desordenadamente. Los mandamientos no son prohibiciones, fueron hechos para ser felices, entendiendo que la base de la felicidad del hombre es estar en paz con el Creador y su creación. Pero para qué necesitamos de teología católica si podemos contar con un maestro del sufismo islámico panteísta (n.233)

B.A.



Anónimo dijo...

BA escribió, en gradación in crescendo:

"¿alguna vez un Papa ha utilizado una fuente espuria como la Carta de la Tierra que contiene elementos totalmente contrarios a la fe católica en una encíclica papal? porque yo no lo recuerdo."

"El Papa ha sido como mínimo negligente citando una fuente espuria como la Carta de la Tierra, nunca antes visto en la Iglesia."

"Después de ver esa mención a ese documento oscuro que es la Carta de la Tierra en una encíclica papal espero lo peor de este Papa, es decir, una herejía,"

a lo que respondo recordando que San Pablo, en este pasaje de su discurso en Atenas:

pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de vosotros: "Porque somos también de su linaje." (Hech 17,28)

citó a dos escritores paganos, que habían afirmado lo citado refiriéndose a Zeus.

Primero, a Epiménides de Cnosos, filósofo y poeta del s. VI a.C., del cual cita parte de un poema que trata acerca de la pretendida tumba de Zeus en Creta. La estrofa completa, conservada por el escritor cristiano siríaco nestoriano Isodad, del s. IX d.C., aparentemente decía:

"Ellos idearon una tumba para ti, oh santo y alto.
Los cretenses, ¡siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos!
Pero tú no estás muerto; tú vives y permaneces para siempre.
Porque en ti vivimos, y nos movemos y tenemos nuestro ser"
(CBA 6:350, 351).

(Pablo cita el segundo verso en Tito 1,12, aludiendo al autor como "profeta entre los suyos".)

Luego, a uno de dos posibles autores griegos coetáneos entre sí. Uno es Arato (310-240 a.C.), poeta didáctico amigo del filósofo estoico Zenón, de quien podría haber citado parte de la quinta línea de su poema Fenómenos:

"Comencemos con Zeus, a quien los mortales nunca dejamos de nombrar.
Porque toda calle y toda plaza de mercado está llena de Zeus.
También el mar y el puerto están llenos de esta divinidad.
Todos en todos lados están en deuda con Zeus,
porque linaje suyo somos." (Fenómenos 1-5; CBA 6:351).

El otro es Cleantes (330-230 a.C.), filósofo discípulo de Zenón y su sucesor como cabeza de la escuela estoica, de quien podría haber citado parte de la cuarta línea de su Himno a Zeus.

Como descargo de San Pablo, noto que ambos poetas, en línea con la filosofía estoica, no se referian a Zeus como un dios más sino que lo identificaban con el Logos del panenteísmo estoico. Así, el Himno a Zeus de Cleantes termina diciendo que "no hay mayor gloria para hombres o para dioses que alabar el Logos Universal". Por lo tanto Pablo tomó estos conceptos transformándolos para referirse al Dios verdadero, de la misma manera que San Juan tomó el concepto de Logos para referirse al Hijo consustancial de Dios.

Anónimo dijo...

Anónimo 8:00, le faltó mencionar "dar coces contra el aguijón" que le dirige Jesús a Pablo (Hechos, 26, 14). Se encuentra en la obra de Eurípides, las Bacantes (795), también Esquilo en Prometeo encadenado, etc. Esta frase es una expresión proverbial griega que caracteriza una resistencia inútil.

A la Carta de la Tierra la llamo "fuente espuria" no porque sus autores son paganos o panteístas o porque no ha sido escrita por autores católicos o cristianos. La llamo espuria porque sus autores la han creado específicamente para reemplazar los diez mandamientos. Es públicamente anticristiana y viene siendo denunciado desde hace más de una década por sacerdotes serios de gran credibilidad y la agencia de noticias católicas de Argentina le dedicó 4 artículos así que dudo mucho que Bergoglio no se enteró.

Imagínese el lío que se armaría si un Papa cita una pequeña frase del Mein Kampf de Hitler para criticar el comunismo y el obispo Reig Pla sale a decir que la frase en sí misma es aceptable para todo católico pero el Mein Kampf contiene elementos incompatibles con la fe católica.

B.A.