sábado, 4 de noviembre de 2017

Romanos XIII, 1-7


«58. Sumisión a las autoridades. 13, 1-7.
1 Toda alma se someta a las autoridades superiores. Pues no hay autoridad que no sea instituida por Dios; y las que existen, por Dios han sido ordenadas.
2 Así el que se insubordina contra la autoridad se opone a la ordenación de Dios, y los que se oponen, su propia condenación recibirán.
3 Porque los magistrados no son objeto de temor para la buena acción, sino para la mala. ¿Quieres no temer a la autoridad? Obra el bien, y obtendrás de ella elogio;
4 porque de Dios es ministro respecto de ti para el bien. Mas si obrares el mal, teme; que no en vano lleva la espada; porque de Dios es ministro, vengador para castigo del que obra el mal.
5 Por lo cual fuerza es someterse, no ya sólo por el castigo, sino también por la conciencia.
6 Que por eso también pagáis tributos, ya que funcionarios son de Dios, asiduamente aplicados a eso mismo.
7 Pagad a todos las deudas: a quien contribución, contribución; a quien impuesto, impuesto; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor.
13, 1. Declara el Apóstol el precepto de Jesu-Cristo: Dad al César lo que es del César: recomendando la sumisión y acatamiento a toda autoridad que esté sobre nosotros. Y da la razón. Porque la autoridad, en abstracto, es de origen divino; y, en concreto, los que actualmente la poseen, la han recibido de Dios, que en su providencia ha ordenado que sean éstos y no otros los que de hecho la poseen. Recuérdese que entonces imperaba Nerón. 
3-4. Es digno de consideración este optimismo de San Pablo respecto de la autoridad, cuando imperaba Nerón. Las excepciones de esta ley general, introducidas por la malicia humana, no han de cambiar el criterio cristiano sobre la sumisión debida a las autoridades. Si el justo padece por su justicia, al mérito de la obediencia añadirá la aureola del martirio. 
5. Expresa San Pablo los dos motivos de obediencia: el inferior que es el temor del castigo, y el superior, que es el dictamen de la conciencia. 
6. Funcionarios: el término griego correspondiente λειτουργοὶ [leitourgoi] expresa el carácter sagrado de la autoridad, cuyas funciones son una especie de sagrada liturgia. 
7. Las dos clases de tributos mencionados corresponden a los que más técnicamente se llaman directos e indirectos.» 
Tomado de:
Bover, J. Las epístolas de san Pablo. 2ª ed., Balmesiana, Barcelona (1950), pp. 79-80

6 comentarios:

Johannes dijo...

Respecto al punto 6, disiento con la noción de Bover de que el término leitourgoi expresa de por sí el carácter sagrado de la autoridad. Ese carácter sagrado está expresado por la calificación "de Dios", aplicada al plural leitourgoi en el vers. 6 y a diakonos en el 4.

Leitourgós significaba originalmente "uno que ejerce un ministerio para el pueblo a su propio costo", y luego, más generalmente, "servidor o funcionario público". Su significado propio es de orden secular.

Anónimo dijo...

Cita de una parte del comentario de Santo Tomás al mismo pasaje:

Objeción.-Pero contra esto parece estar que los Apóstoles y los Mártires resistieron a los magistrados y a las potestades; y no por ello merecieron la condenación por Dios sino el premio.

Respuesta.-Pero débese decir que aquí habla el Apóstol de quien resiste a la potestad inferior en cuanto está ordenada por Dios. Y esta divina ordenación establece que a la potestad inferior no se le obedezca contra la superior, así como también en las cosas humanas, que al Procónsul no se le obedezca contra el Emperador, ni al Valido contra el Rey. Y toda potestad humana está ordenada bajo la potestad de Dios, y a ninguna potestad humana hay que obedecer contra Dios, según los Hechos (5,29): Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

http://www.clerus.org/bibliaclerusonline/es/index.htm

Lounasse

Martin Ellingham dijo...

En efecto, para Santo Tomás quien resiste no desobedece sino que obedece a una autoridad superior. Sólo desobedece en apariencia porque no se considera la ordenación de las autoridades humanas a la divina.
Saludos.

Martin Ellingham dijo...

Johannes:
San Pablo no pudo aceptar toda la concepción griega de la polis, porque era contraria a la Revelación. En este sentido, la autoridad política es profana y no sagrada. Pero en otro sentido, en cuanto disposición providencial de Dios, creador y gobernador, sí puede designársela como “sagrada” (con analogía).
Saludos.

Johannes dijo...

Martín, totalmente de acuerdo. Mi punto es que ese carácter sagrado está denotado, en el texto de 13:6, por el calificador "de Dios", no por leitourgoi, el cual en sí mismo es un término de significado secular.

Aprovecho para notar que el significado original de leitourgós, "uno que ejerce un ministerio para el pueblo a su propio costo", se aplica de manera literal y excelsa a Nuestro Señor Jesucristo, Quien en su vida pública "ejerció un ministerio para el pueblo a su propio costo", ¡y qué costo! Por lo que es totalmente apropiado para Él el título de "Theîos Leitourgós", Divino Liturgo, y de la celebración en la que Él, por medio de sus ministros, renueva y representa de manera incruenta su sacrificio de obediencia al Padre hasta la muerte de cruz, el nombre "Theíā Leitourgía", Divina Liturgia (en la cual realiza además otras dos facetas de su ministerio: enseñar al pueblo y alimentarlo).

Redacción dijo...

Anónimo: no publicamos herejías. La negación de una verdad revelada por la Biblia y la Tradición lo es. Si no lo acepta, o para Ud. no tiene sentido, dígalo en otro sitio.