lunes, 10 de febrero de 2014

Sólo la Jerarquía puede... y los kikos también


Un lector de nuestra bitácora nos ha hecho llegar un dato preocupante. Sabemos de la "creatividad" litúrgica del Camino Neocatecumenal. Sin dudas, en la valoración de los diversos abusos litúrgicos hay una jerarquía que se basa en un criterio objetivo que surge de la importancia del rito alterado. En la tabla que insertamos a continuación, puede apreciarse, una parte de la fórmula de la Consagración de la Santa Misa. En la primera columna, en rojo, el texto latino; en la segunda, en color negro, la traducción castellana aprobada; y en la tercera, en azul, la traducción kika. 


Hoc facite in meam commemorationem


Haced esto en conmemoración mía

Haced esto como mi memorial

La versión kika aparece en un cancionero del Camino Neocatecumenal para uso litúrgico. Del texto y del contexto se desprende que los sacerdotes del Camino cantan la Plegaria Eucarística con esta traducción.
La fuente es una publicación oficial: RESUCITÓ. CANTOS PARA LAS COMUNIDADES NEOCATECUMENALES. CENTRO NEOCATECUMENAL DIOCESANO – C/ BLASCO DE GARAY 8 – 28015 MADRID. © Kiko Argüello, 2010. Printed in Spain – Impreso en España. XIX Edición revisada y corregida por el autor. I.S.B.N.: 84-288-0378-1. Depósito Legal: 1511-1982
Se puede verificar lo que denunciamos en la página 177 del cancionero aquí y también aquí. 
Recordemos que “sólo la Jerarquía puede introducir cambios en la Liturgia. §1. La reglamentación de la sagrada Liturgia es de competencia exclusiva de la autoridad eclesiástica; ésta reside en la Sede Apostólica y, en la medida que determine la ley, en el Obispo… §3. Por lo mismo, nadie, aunque sea sacerdote, añada, quite o cambie cosa alguna por iniciativa propia en la Liturgia.” (Conc. Vaticano II. Sacrosantum concilium, n. 22). “Para reeditar libros litúrgicos o partes de los mismos así como sus traducciones a la lengua vernácula, es necesario que conste su conformidad con la edición aprobada, mediante testimonio del Ordinario del lugar en donde se publiquen.” (Código de Derecho Canónico, c. 826, § 2).
¿Acaso la traducción kika cuenta con la aprobación y conformidad de alguna autoridad eclesiástica? No lo sabemos y mucho nos tememos que la respuesta sea negativa.


24 comentarios:

Francisco Javier dijo...

¿Esto afectaría a la validez de la Consagración o solo a su licitud?

Muchas Gracias por la aclaración

Redacción dijo...

Si no está autorizada, la alteración es gravemente ilícita.
Para ser inválida tendría que cambiar las palabras esenciales de la forma de la Consagración Eucarística cosa que, al perecer, no se da en el caso.

Hermenegildo dijo...

¿Cuáles serían entonces las palabras esenciales?

Anónimo dijo...

En efecto, es gravemente ilícita.
Esto debe ser denunciado formalmente.

FDonum dijo...

El atrevimiento de Kiko y Cia. descansa sobre una astuta campaña mediática montada por él y los suyos, consistente en esconder o tergiversar los débiles y sucintos llamados al orden que han recibido de la Iglesia, mientras se hipertrofian las alabanzas y los elogios que le brinda parte del episcopado mundial y de la Santa Sede. De ahí que sus sacerdotes celebren conforme a un rito ideado y estructurado por Kiko, del cual los neocatecumenales están convencidos de su aprobación y licitud.

La forma de la plegaria eucarística son las palabras que Jesucristo usó durante la Última Cena, a saber, “Esto es mi Cuerpo” y “Éste es el Cáliz de mi Sangre…”. De modo que el arbitrario atrevimiento de Kiko no altera la forma. En cuanto a esto, quizá sea importante señalar que la Santa Sede ha relativizado la necesidad de la fórmula consagratoria, al aceptar la validez de una anáfora que carece de forma para consagrar (Addai y Mari), destruyendo con ello, toda la teología de los Sacramentos.

sofronio dijo...

No me voy a andar por la ramas, porque están las vidas de muhas almas en juego. A menos que estemos dispuestos a romper oficialmente - de facto ya está hecho- El Tratado de la Gracia, primero, y más tarde toda la Teología Sacramental hasta 1962, en la sinaxis de los kikos, no hay muy, muy, muy probablemente consagración válida. Por mucho menos San Hermiregildo no aceptó la comunión de los arrianos y prefirió el martirio.

Las palabras esenciales, las cuales no se pueden separar del predicado, según Santo Tomás,donde se significa la gracia del sacramento, no son, por sí solas, lo único necesario para la validez de un sacramento. Hay más.

No quiero alargarme. Los kikos no aceptan, entre otras cosas 1)Que la Misa sea un sacrificio propiciatorio por los vivos y los muertos 2) Es muy, muy dudoso que acepten la transustaciación. De hecho no hablan nunca de ella y hay discursos de kiko ridiculizando el concepto.

No voy a entrar en la forma; que me llevaría más lejos. Para que haya sacramento es necesario,entre otras cosas, también la intención subjetiva, aunque por sí sola no basta; si el ministro no tiene intención subjetiva de hacer lo que intenta la Iglesia- crea personalmente o no, esté en pecado o en gracia-, no hay sacramento sino un pedazo de pan y un poco de vino.



Pero la intención subjetiva nadie puede conocerla, salvo por lo manifestado externamente, que es de lo que juzga la Iglesia (véase las condenas de Jansenio): el rito.

Pues bien es obvio que no pueden intentar hacer lo que la Iglesia Catolica quiere, sino sólo lo que ellos piensan que es la iglesia, la cual no pretende un fin propiciatorio. Todo su rito, que no es más que una conclusión y evolución lógica del novus ordo misae, expresa en sus oraciones, formas, plegarias, presentación de ofrendas, algo distinto a lo querido por la Iglesia. Ergo si sumo lo que dicen sus catequistas: que la misa no tiene un fin propiciatorio a un rito, que en efecto no significa ese fin ni lo expresa por ninguna parte, tengo que concluir que no hay intención de hacer lo que hace la Iglesia católica. Luego, ni por lo más remoto me está permitido cometer un acto de idolatría adorando a un trozo de pan.

Si hay dudas, expresadas por los cardenales Octtaviani Y Bacci sobre la nueva misa en su Breve Examen Crítico del NOM, aquí ya no debe caber prácticamente ninguna. Y si hay duda, recuerdo a los católicos que en materia sacramental se debe escoger siempre lo seguro, bajo pena grave: sistema tuciorista.

Este nuevo cambio; uno más " haced esto como mi memorial" solo hace reforzar que ellos no creen que la Misa sea un sacrificio sino un memorial, un recuerdo del Calvario, el cual no se actualiza. Eso es herejía; no hay la intención querida por Cristo, sino la que a ellos se le antoja. No hay consagración; comen simple pan. No se trata de ilicitud, sino de casi segura invalidez.

Por otra parte, la Santa Sede no tiene potestad ninguna para cambiar la substancia de los sacramentos. No me voy alargar copiando y pegando el Denzinger; esto lo ha vuelto a confirmar Klaus Gamber, quien niega la potestad de Pablo VI para fabricar (es palabra usada por Ratzinger) el nuevo rito. Y algo sabía.

No hay lugar para paños calientes con este movimiento no errático, sino hereje, ya que entre otras cosas tampoco aceptan el Decreto de la Justificación de Trento.

FDonum dijo...

Agradezco a Sofronio su oportuna aclaración.

A partir de las catequesis y del ritual neocatecumenal, queda claro que no hay pretensión alguna de enseñar y significar, siquiera en líneas generales, la doctrina católica del Sacrificio Eucarístico. Y en este sentido, se puede concluir que los sacerdotes kikos no tienen intención de actualizar el Sacrificio del Calvario durante la celebración de la Misa, de tal forma que en sus eucaristías, no habría transubstanciación. Pero por otra parte, pudiese darse el caso de algunos sacerdotes neocatecumenales que, a pesar de carecer de intención actual de sacrificar, contasen con intención habitual de hacer lo que hace la Iglesia, en razón de una ingenua aspiración a permanecer dentro o en comunión con la Iglesia. Y en este caso, me parece que habría transubstanciación.

Me imagino que aquí todos tendrán claro que el Camino es un movimiento que compendia herejías protestantes y judaizantes y del cual hay que permanecer alejado. Sin embargo, me parece oportuno recordar que se trata de uno de los institutos que destacan por ejercer una enorme presión coercitiva sobre sus miembros, y en este sentido muchos de sus adherentes podrían poseer una psiquis alterada que, en el caso de los sacerdotes, podría subsanarse momentáneamente y en virtud del sacramento del orden, para ejercer válidamente la administración de los sacramentos, en la medida en que tengan como mínimo, intención habitual de hacer lo que hace la Iglesia. No sé si esto último estará en conformidad con la teología católica, pero me imagino que Dios sabrá distinguir entre el espíritu de rebeldía que voluntariamente le infunden sus fundadores y líderes y del cual muchos libremente beben; y entre quienes podrían ser víctimas de un auténtico lavado de cerebro.

Redacción dijo...

Nuestra opinión es que la mutación denunciada no afecta por sí misma la validez del Sacramento. Dicen
Noldin-Schmit sobre omisiones en la fórmula y su posible efecto invalidante:

120. La forma de consagrar el vino la constituyen igualmente las palabras de Cristo: porque (enim) éste es el cáliz de mi sangre, o ésta es mi sangre.> Y estas solas palabras son esenciales en la consagración del cáliz, porque éstas solas significan y realizan perfectamente el sacramento, a saber, la esencia de la sangre bajo las especies del vino. De aquí se sigue que las palabras que vienen después: del nuevo y eterno testamento, misterio de fe, que será derramada por vosotros y por muchos para la remisión de los pecados, no son de la esencia de la consagración y realmente, en otras liturgias, sobre todo orientales, falta la mayor parte o todas, ni son referidas por San Pablo, quien sin duda redactó bien la fórmula válida (cf. 1 Cor 11,25). Pero deben ser añadidas necesariamente por precepto de la Iglesia, de forma que la omisión voluntaria de dichas palabras o una mutación o cambio notable, sea pecado grave.
a. Quien en la consagración solamente hubiese pronunciado las primeras palabras esenciales, no debe necesariamente repetir la fórmula íntegra, porque la consagración ciertamente es válida; ni la sentencia contraria de los autores, que parece carecer de todo fundamento, vuelve verdaderamente dudosa la consagración. Pero como muchos autores dudan de la consagración si se omiten todas las otras palabras después de las esenciales, o solamente éstas: que será derramada, es lícito repetir la consagración aunque no sea necesario (cf. Lehmkuhl, Theol. mor. II. n.172).



En cuanto a las restantes condiciones sobre ministro, materia, forma e intención habría que estudiarlas con una profundidad que supera los límites de esta entrada.

Ludovicus dijo...

Con prescindencia de la cuestión de la validez, la alteración es grave y nada inocente. Transforma un mandato de Cristo respecto de cómo debe celebrarse la Misa ("in mei memoriam facietis") en una definición, obiter dicta, de la Misa ("mi Memorial").

Martin Ellingham dijo...

Coincido con Ludovicus en la gravedad de la alteración. Si es malo que introduzcan cambios por propia iniciativa en otras partes de la Misa, es pésimo que se atrevan a trastocar el canon, que por definición es cosa fija.
Saludos.

sofronio dijo...

Redacción:
Hay muchos teólogos que sostienen absolutamente lo contrario. Por más que den vueltas, Santo Tomás es muy claro al respecto; en efecto, él dice que esas palabras son las esenciales de la forma, pero que sin el predicado no expresan la gracia del sacramento; para Santo Tomás es inseparable; muchos se quedan en la primera parte de su pensamiento sin llegar a completarlo. Lo repite varias veces, respondiendo a las objeciones y no sólo en la Suma Teológica.

Si no se tiene en cuenta la intención se llegaría al absurdo de que un sacerdote entraría en un supermercado, pronunciaría las palabras esenciales: "esto es mi Cuerpo" y todo el pan habido en las estanterías se obraría la transustanciación. No se sostiene; es un sinsentido. Aquí se está confundiendo esencia y substancia ¿ por qué? Por no se expresa la gracia ni el fruto. Si no hay intención subjetiva, que es doctrina común apoyada, al menos implícitamente, por el magisterio, no hay sacramento sino un pedazo de pan. Y los kikos manifiestan a través de sus catequistas que ellos no creen el sacrificio propiciatorio y que lo que ellos intentan es un sacrificio de alabanza y además lo confirman en el fuero externo y con el kikorito. No hay validez de ninguna de las maneras. Por mucho menos León XIII declaró inválidas las órdenes sagradas de los anglicanos. Así como ellos no son sacerdotes, menos obispos, sino simples seglares que no reciben la gracia del sacramento del orden- por unos pelitos- tampoco pueden consagrar éstos sino no hay intención de hacer lo que la Iglesia quiere y Cristo quiso se intentara.

¿Por otra parte? ¿Dónde está la gracia del sacramento, en este caso la unión con Cristo? En ninguna parte; examínense las palabras de la consagración y si el rito confirma la intención.Ahora bien, si el sacramento ya no es un signo instituido por Cristo que confiere la gracia que significa, entonces me callo, se trata de otra iglesia o mejor dicho, de una secta; de la cual nada tengo que decir, salvo que está fuera de la Iglesia Católica, aunque tengan un estatus en la oficial.

Llegará un día en que todos estos herejes serán oficialmente condenados; paciencia que estamos siendo probados en la fe.

Se está expresando un error que, aunque no se pretenda, está dando argumentos falsos, a estos judeo-reformados que van detrás del pésimo artista kiko y su sempiterna acompañante Carmen.

Habrán, si lo desean, un debate fundamentado en la teología sacramental y llegaremos a graves conclusiones de lo que actualmente ocurre y no sólo con estos guitarreros, por desgracia.

Redacción dijo...

Sofronio:

Reiteramos lo dicho: “no afecta por sí misma la validez del Sacramento”. “En cuanto a las restantes condiciones sobre ministro, materia, forma e intención habría que estudiarlas con una profundidad que supera los límites de esta entrada.”

Si la supresión de una parte accidental de la forma no tiene efecto invalidante, tampoco debería tenerlo una modificación de su traducción, a menos que cambiara el sentido de las palabras hasta tal punto que, por ejemplo, manifestase que no hay intención de hacer lo que hace la Iglesia. Cosa que no nos consta y debe probarse.

Miles Dei dijo...

No es invalidante, cierto, pero es gravemente ilícita. Tocar el memorial es tocar una parte esencial de la Santa Misa.

B dijo...


1\ Aunque prácticamente dicen lo mismo, la traducción del 'haced esto como mi memorial' es mucho más acertada, ya no solo por la traducción casi universal que hacen todas las traducciones en en lengua española de Lucas 22, 19, sino porque así también lo traducen en 1ª Cor. 11, 23-25 directamente del texto griego, donde literalmente se lee 'eis ten emen anamnesin', que sería: 'haced esto en memoria mía' o 'como mi memorial' (aunque en griego la expresión 'memorial' sería: 'mnemosynon'). Sin embargo esta últimna expresión 'como mi memorial', sería más ajustada dentro del contexto hebreo, dado que es un claro 'semistismo', introducir el predicado verbal con una preposición, bastante habitual en el Antiguo Testamento y en la forma de hablar semítica. Además, en este mismo contexto, la expresión 'memorial' alude al verbo 'hacer', empleado por Jesús en la última cena.

2\ Sin embargo hay autores, como Leon Duffour, que no recomiendan el uso 'memorial' -que en castellano no expresa la acción que se está realizando, sino la acción ya realizada- sino una traducción que, dado que la preposición 'eis' de la fórmula de anamnesis sugiere movimiento, sería: 'haced esto para hacer memoria de mi'. Otros autores, traducirían: 'haced esto evocando mi presencia' o 'haced esto evocando mi nombre'. La hipótesis original para J. Jeremias, es que la anamnesis debería traducirse: 'Haced esto para que Dios se acuerde de mi'. Por la Eucaristía se constituiría el memorial de Jesús ante Dios. Según la Escritura, cuando el creyente hace una ofrenda a Dios, 'el sacerdote hace quemar este memorial' (Lv. 2,2).

Indignado dijo...

Lo que hacen estos kikos está muy mal pero yo quisiera que me explicasen cómo es posible que el uso de una traducción de la Biblia [1 Cor 11,25] aprobada por la Iglesia haga inválida la consagración.

Anónimo dijo...

Hombre, traer en apoyo de la tesis no invalidante de la consagración lo que diga un luterano como Joachim Jeremias con sus trabajos críticos sobre el Nuevo Testamento, hechos con métodos exegéticos absolutamente condenados por la Iglesia, demuestra más que nada que no existen argumentos católicos para sostener que en esas ‘consagraciones’ haya validez’.J. Jeremías empeñado en su desmitologización ha hecho más por la descristianización. Aún recuerdomi años de mocedad en que le leía con avidez, en lugar de dedicarme a encontrar un buen novio; perdí la fe entonces, sumergida en la nausea: lógica consecuencia de tanto veneno seudo ciéntifico.

En mi modesta opinión, para concluir verdaderamente no se tiene en cuenta la intención–como se ha dicho por otro comentarista- . La falta de intención, a pesar de que se niegue, está absolutamente probada en los kikos; primero por la ausencia de un rito que confirme la supuesta intención de hacer lo que la Iglesia hace- No hay ofertorio, para empezar, sino presentación de ofrendas; es decir carece de intención de oblación: segundo; según lo que se conoce de su Libro Gordo de Petete- itinerario catequético- ellos no creen en los fines de la Misa, excepto en el laudatorio. Tercero esa separación de la fe católica es conocida por discursos grabados de Kiko&Carmen, y cualquier católico que sepa el catecismo de Astete y que hable con un catequista o sacerdote salido de sus seminarios le será obvio; como le ha pasado a esta comentarista. Un sacerdote que haya perdido la fe y consagre, si tiene intención interna de hacer lo que quiere la Iglesia, consagra válidamente. Pero un sacerdote que, sabiendo que la fe de los mártires y confesores en el cielo sobre la Misa era una y él quisiera intentar un fin distinto, no consagra; no tiene la intención de la Iglesia; tal vez la de Kasper, M. Gandi o Bergoglio, que vayan ustedes a saber qué diantres piensa; pero no posee la de la Iglesia Católica en el tiempo y el espacio; triunfante y militante. Sólo hay vino, pan, y a veces, según las ‘malas lenguas’ leche pasteurizada.
Aquí no cuenta ya el Espíritu Santo, ausente de la Iglesia desde Constantino hasta el Sínodo V.II,-según declara Kiko¬Carmen-hay vídeos sobre eso-, sino sus propio entendimiento enloquecido y herético.
Apoyo la tesis de que no hay consagración en sus ágapes sabatinos. Como dicen por ahí arriba, una tampoco acudiría a comer de su fiesta pan, vino y ¿leche? Lo suyo es un ejemplo de arcaísmo y del malo.

Anónimo dijo...

“Aquí se habla de la institución de los doce apóstoles y de la misión a ellos encomendada por Cristo; pero en la medida que se quiera advertir aquí la institución del episcopado, uno de los tres grados del SO, habrá que armonizar esta doctrina con lo afirmado por el Concilio de Trento, cuando enseña que el sacerdocio fue instituido en la Última Cena, diciendo Cristo a sus apóstoles: haced esto, mi memorial.” (página 104)

“La consagración emerge de la plegaria sacerdotal de Cristo, consagrados en la verdad (Jn 17, 17), en Cristo, para su sacerdocio (Ex 29, 1), mediante la unción del Espíritu Santo en Pascua y Pentecostés, simbolizada maravillosamente en la Última Cena, cuando Cristo les dijo: "Haced esto, que es mi memorial" (Lc 22, 19).” (página 155)

# Pedro Fernández Rodríguez. Sacramento del orden. Estudio teológico. Ed. EDIBESA.

“Ya conocemos esta traducción: «Haced esto en memoria mía», presente en las cuatro plegarias eucarísticas en uso; pero esta traducción no parece corresponder al texto griego de Lucas (22,19) y de Pablo (I Co 11,24-25) donde literalmente se lee: «Haced esto en mi memorial » (touto poiéite eís ten emén anámnesiri). Esta última expresión eís ten emén anámnesin significa «como mi memorial» refleja un semitismo (introducir el predicado verbal con una preposición, eís), bastante frecuente en la Biblia hebrea (por ejemplo, «lo ungió de rey» por «Lo ungió como rey»). La «rúbrica», esto es, la orden que Cristo deja a sus discípulos queda vinculada, de modo evidente, al memorial hebreo, si bien a partir de la nueva pascua que se realizará en la sangre de la cruz. «Esto» indica todo el misterio pascual y toda la acción eucarística. No dudamos que la palabra de Cristo evocó en los discípulos el contexto propio del memorial hebreo, ya que en ese momento dominaba el cli- ma pascual con motivo de la fiesta próxima. A este mismo contexto, además de la expresión «memorial», alude el verbo «hacer» usado por Jesús aquella tarde; este verbo es conocido en los libros veterotestamentarios a propósito de la pascua hebrea en el sentido de «celebrarla» (recordando la expresión bastante frecuente de «Hacer la pascua», Ex 12,28; 13,5). Este memorial presencializa al Señor y reivindica el recuerdo ante el Padre del sacrificio único del Hijo que lo actualiza en la presentación sacramental de su sacrificio. Celebrando la eucaristía, la Iglesia pone sobre el altar los signos del sacrificio de Cristo, el pan y el vino, su cuerpo y sangre ante el Padre, «hace memoria» de la obra redentora de Cristo y da gracias por todo lo que se ha hecho en nuestro favor. «La Misa- proclama san León Magno- es una nueva presencia, un nuevo aspecto del único sacrificio; es nuevo para la Iglesia que celebra, pero no para la acción de Cristo»17. Es esta convicción la que empujará a la comunidad cristiana a la celebración frecuente, y sobre todo dominical, de la memoria eucaristica, mientras que la pascua veterotestamentaria se celebraba una sola vez por año. Ya en la Primera carta a los Corintios se apreciaban importantes elementos de separación de la eucaristía respecto a la pascua hebrea. Si la eucaristía cristiana asume el memorial de la bendición judía es para afirmar que la antigua economía ha sido superada radicalmente por la nueva. Y si en la cena pascual hebrea los elementos del pan y del vino se referían al éxodo de Egipto, en la cena pascual cristiana pasan a convertirse en signos sacramentales del nuevo éxodo y de la presencia de Cristo entre los suyos. «Esto es mi cuerpo», «ésta es mi sangre», «haced esto en memoria mía», constituyen afirmaciones que han sido siempre interpretadas en la Iglesia Católica en un sentido histórico-literal, contra toda interpretación figurativa o reductora. El magisterio de la Iglesia ha visto en la institución de la eucaristía el fundamento de la presencia real de Cristo bajo los signos del pan y del vino” (Páginas 126-7)

# Carlo Rocchetta. Los sacramentos de la fe. Sacramentología especial.

Martin Ellingham dijo...

Anónimo:

También Straubinger usa el término memorial para referirse a la Eucaristía como Sacrificio y como Sacramento en varias notas. Por ejemplo: “memorial de la Nueva Alianza sellada con la sangre de Cristo (I Cor. 11, 25).”

Pero no toda traducción bíblica o explicación exegética es apta para el uso litúrgico. Además, se necesita aprobación de la autoridad eclesiástica. No hay que sorprenderse, por tanto, que estas alteraciones susciten escándalo y hasta dudas sobre la validez de los sacramentos cuando la creatividad no se detiene siquiera ante la fórmula de la Consagración.

En lo personal, alguna vez me ha sucedido de ir a Misa y llevarme la desagradable sorpresa de encontrarme con alteraciones o interpolaciones en la Consagración. Lo que he hecho es retirarme de inmediato. No afirmo la invalidez, ni tampoco la niego; pero es un abuso que no tengo obligación de padecer y que me repugna.

Saludos.

Miles Dei dijo...

Sobre la Biblia: una cosa es una traducción bíblica y otra la forma dispuesta por la Iglesia para un sacramento. La Iglesia tiene una autoridad potestativa para ello por encima de lo que diga el texto escriturístico.

De cualquier manera con la teoría expresada al aceptar la plegaria de Addai-Mari, como si se canta unos verdiales en lugar de decir el memorial.

Genjo dijo...

Coincido con la apreciación de Martin. La discusión la centran algunos en cual debería ser la traducción correcta, cuando la cuestión aquí es el uso litúrgico de la expresión.
Por otra parte, me sorprende que quienes se empeñan en hacer una litúrgica próxima al sentir y el entendimiento popular se inventen palabras tan fuera de uso en la lengua común (tanto es así que el significado que aquí se le quiere dar a 'memorial' ni siquiera es recogido en el diccionario de la Real Academia.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO: Para no caer en una injusta parcialidad habría de señalarse que este tipo de manipulaciones litúrgicas son hoy, por desgracia, práctica común. Con la liturgia cada uno hace lo que le da la gana no sólo los kikos. y una de los sinsentidos más frecuentes en que cae la actual jerarquía católica es el dejar desprotegida la nueva misa a la vez que persigue todo intento de restauración de la tradicional. Cabe preguntarse: ¿Qué es lo que que quieren, pues?
Se agradecen sugerencias al respecto e insisto en no focalizarse en los kikos ante un fenómeno, por desgracia, tan general.

Martin Ellingham dijo...

"¿Qué es lo que que quieren...?" se pregunta PEDRO. Pienso que a veces ni ellos mismos lo saben. Porque publican documentos que lamentan los abusos en cantidad inversamente proporcional a la aplicación de sanciones por alterar la liturgia reformada.

Saludos.

Anónimo dijo...

Quieren que no tengamos la verdadera misa, eso quieren.

Jorge Rodríguez dijo...

Lo importante en la Iglesia Conciliar (por el CVII) es ser "original" encontrar "nuevas formas", usar la "imaginación" para "llegar a la gente", y si a la vez se basan en alguna traducción/interpretación rocambolesca de las escrituras o en alguna práctica que sea lo mas cercana a lo que hacía la inasible Iglesia primitiva mejor que mejor.
Lo importante es hacer algo nuevo, se obtienen buenos resultados imponiendo a los seguidores (de la secta) alguna conducta que los haga sentirse "especiales", "elegidos" cuanto mas estúpidas sean esas reglas mejor. Como los testigos de jehova con las transfusiones de sangre por ejemplo.