viernes, 11 de septiembre de 2015

Comentario juicioso sobre la reforma del procedimiento de anulación matrimonial

De todo lo que se escribe sobre el tema, rescatamos este comentario (por tanto, acotado) de autor anónimo, aparecido en el blog "The wanderer":
Aunque ya lo han aclarado algunos aquí (y en otros blogs) quiero hacer unas precisiones sobre la modificación del procedimiento de declaración de nulidad del matrimonio.
Es curioso como en muchos blogs, tanto “tradicionales” como “progresistas” se ha entendido que el Papa ha modificado “las causas de nulidad”; este error se debe a una precipitada lectura del artículo 14.1 del Motu proprio Mitis Iudex Dominus Iesus.
En este artículo no se establecen “causas” (nuevas) de nulidad matrimonial, sino “indicios” de las causas (de siempre) de nulidad matrimonial. Así por ejemplo “la brevedad de la convivencia conyugal” no es desde luego causa de nulidad, pero sí indicio de que puede haber una causa (por ejemplo un defecto en el consentimiento inicial). Estos indicios (un tanto heterogéneos) solo permiten acceder al procedimiento abreviado. Algunos se han alarmado porque la “lista” acaba con un indeterminado “etcétera”, pero olvidan que empieza con “ENTRE las causas que pueden permitir la tramitación de la causa de nulidad del matrimonio por medio del procedimiento abreviado …”.
Así pues nada de “nuevas” causas de nulidad, sino nuevos procedimientos más breves en virtud de una lista ABIERTA de circunstancias, que se suponen indicios de nulidad.
Lo malo de la cuestión, que se revelará perverso en la práctica, es que estos “indicios” de una posible nulidad se van a convertir en breve en “pruebas” de nulidad. Con lo cual, la sentencia final invocará una “causa” de las de siempre, por ejemplo “vicio del consentimiento”, pero se considerará probado por uno de esos indicios o cualquier otro que se quiera al amparo del “etcétera”, por ejemplo el citado de la “brevedad de la convivencia”.
Es decir el derecho sustantivo se mantiene; no se cambia la doctrina. Pero se admitirá como prueba cualquier cosa. Y al ser un procedimiento en única instancia, las presiones de todo tipo ensancharán las declaraciones de nulidad en forma paralela a lo que ha sucedido con el divorcio civil. En derecho canónico el divorcio se instaurará (hace años que ha empezado) por la vía procesal.
Es aquello que le atribuyen al Conde de Romanones: “que ellos hagan las leyes [la doctrina] y nosotros haremos los reglamentos [la praxis]”
Fuente:

1 comentario:

Acolythus Exorcistae dijo...

También ha sido malo -y durante siglos- que dichos "indicios" no se los haya tenido en cuenta en absoluto. Y esto se esconde en los círculos farisáicos de cierto tradicionalismo "católico".