sábado, 30 de julio de 2011

Retratos del estío (II)


Micaencio iba pensativo en el tren sobre lo sucedido en el colegio mayor Melibea, mientras veía como iba cambiando el paisaje a medida que se internaba en la sierra madrileña. Pensaba que lo que había escuchado representaba, no el parecer de esa institución, sino opiniones particulares, dado que su fundador siempre había celebrado la Misa tradicional. (O eso le habían contado antes de la promulgación del Motu Proprio). Sin duda, todo volverá a sus cauces, pensaba. Entretenido con estos pensamientos, llegaba al pueblo de su abuela materna, Cuca, cuyo nombre tenía hidalgas resonacias: Perejal del Melonar. Pensó en ir a Misa y saludar al párroco que le infundió las aguas bautismales, en uno de esos periplos veraniegos que su familia solía pasar allí. La Misa estaba ya por la mitad, a pesar de que pasaban cinco minutos de su comienzo. Don Robustiano rondaba ya los ochenta años; se comía la mitad de las palabras. La escena le resultaba familiar: llevaba una casulla antigua, de aquellas de guitarra, típicas de España, que tan poco le gustaban a Micaencio; prefería las que veía en las fotos en diversos sitios de internet, más ampulosas y ricamente decoradas. El alba usada era el de toda la vida, de aquellas de redecilla, con lo que podían vérsele los pantalones marrones. Como se trataba de un alba antigua, el cuello le quedaba muy abierto, y podía verse asomar una camisa de cuadros, de las que tanto le gustaban a don Robustiano. En la iglesia, unas pocas señoras, que a pesar de pasar todo el canon de rodillas, cuando llegaba el momento de la comunión, todas lo hacían en la mano. Se fijó Micaencio en la cruz que estaba en el altar; pero no era fruto de la imitación del ejemplo litúrgico del Papa actual; don Robustiano la puso en el altar hace unos veinte años y ya no la movió de ahí. Junto con la cruz, tenía todos los leccionarios a un lado del altar, diversas agendas, una botella de agua mineral, unas gafas y algún que otro mechero. Poco cuidadoso, pensaba Micaencio.
Tras el final de la Misa, Micaencio se acercó a la sacristía. Más que sacristía era una sala multiusos. Entre diversos muebles de gran solera, había una imagen de la virgen de Fátima, el palio del Santísimo, los libros parroquiales, un maquinillo para cortar la hierba, unos plásticos, bolsas con “formas” para consagrar, cajas con manzanas, y una sotana bastante vieja colgada en una de las perchas, que aún don Robustiano empleaba de vez en cuando para dar algún sacramento, o para acompañar a los difuntos al cementerio.
D. Robustiano: Coño, que milagro muchacho! –dijo exhalando una mezcla de olores a tabaco, incienso y aguardiente .
Micaencio: Pues ya ve, vengo a saludar a la familia y de paso salgo un poco de la capital.
D.R: No me extraña. No sé cómo se puede vivir en esa ciudad. ¿Qué te cuentas?
Micaencio: Pues nada, la universidad, mis artículos… ¿Tiene usted internet?
D.R. Estás de coña, verdad. ¿Yo para qué demonios quiero eso? Lo que me puse fue el digital plus, por aquello de los partidos de fútbol. Por cierto … [larga digresión sobre el Real Madrid, de que debía haber ganado la liga, fuertes exabruptos contra los árbitros, la liga de fútbol profesional y expresiones impronunciables sobre el F.C. Barcelona]
Micaencio: Es que no sigo mucho el fútbol realmente
D.R.: Sí, ya sé. ¡Hazte un hombre, muchacho! ¿Quieres una copa de aguardiente? Tengo aquí uno buenísimo.
Micaencio: ¿A estas horas? No, gracias.
D.R.: ¡Así está España! ¡Quién va a levantar esto, que país! ¡Gente joven y leña verde, todo es humo! [ larga digresión sobre la comparación entre los jóvenes de ahora y los de hace cuarenta años, decididamente favorable a la de hace cuarenta años]
Micaencio: ¡Por cierto! ¿No le dije que asisto con regularidad a la Misa tradicional? Es con permiso del sr. Arzobispo
D.R.: ¿Tradicional? Ah… la misa de antes, ah algo oí en la reunión del arciprestazgo. Que vamos atrás en vez de ir adelante…
Micaencio: No, no. El Summorum Pontificum nos habla de la igualdad de la forma ordinaria y la extraordinaria.
D.R. ¿Qué dices?
Micaencio: Es como se denomina a la misa “actual” y a la de “antes”
D.R. : Lo que inventan, chico. Tantos experimentos para volver a lo mismo. Siendo cura he tenido que aprender cuatro misas distintas. Mejor quedarnos con lo que hay, es que si no, cada uno hace lo que le da la gana. Además ¿no estaban excomulgados los que iban a la Misa de antes?
Micaencio: No, no, por favor. Se exige a los que van a la Misa tradicional que deben respetar al Papa, al Obispo diocesano, y al párroco, aceptar el Concilio y la validez, licitud y legitimidad de los sacramentos aprobados por Pablo VI.
D.R.: Hombre! Pues me alegro, porque de los que vienen los domingos a Misa aquí, les trae al pairo lo que diga el Papa, les parece bien que los gays se casen, que los curas se casen, que las mujeres sean curas, los anticonceptivos, y de confesarse nada, eso sí, a comulgar como locos. Ya hacía falta algo de orden. Si no aceptan lo que dice la Iglesia, hala, puertas cerradas. Este domingo ya los voy a poner a caldo.
Micaencio: Bueno… es distinto. Eso es otra cosa, porque en la forma ordinaria no hay problemas de aceptación del Vaticano II y de la validez y legitimidad de los sacramentos.
D.R. Pero que pardillo eres… Vente un día a una reunión de catequistas y pregúntales a ver que opinan del Papa, de los anticonceptivos, de la confesión. Siguiendo lo que has dicho antes,¿ no deberían poder tener derecho a los sacramentos, no?
Micaencio: Bueno, eso el documento no lo dice. Supongo que eso es responsabilidad del párroco, en formar a la gente…
D.R. No digas gilipolleces. El “párroco” es el que menos pinta en todo esto. O sea que si te piden una Misa por la forma extraordinaria, se la dices, y les tienes que examinar a fondo de sus creencias religiosas. En cambio, en la forma ordinaria, la mitad no creen en el sacramento de la confesión, y por ende, en el pecado mortal, y por ende en la posibilidad de la condenación eterna, y da igual. ¿Entonces? Ya no estoy para estos trotes…
Micaencio: ¿Sabría usted celebrar la forma extraordinaria?
D.R. Creo que sí, es la misa de mi ordenación, y la celebré unos cuantos años. Fíjate, este es el tercer nocturno de maitines del día de difuntos [Don Robustiano improvisa un recital de gregoriano manifiestamente mejorable con su voz ronca y un tanto quebrada] Pero eso ya no es para nosotros. Cuando vino el Concilio, los curas que se dedicaron a arrancar retablos, acabaron en las mejores parroquias. Los demás, nos adaptamos como pudimos. Después los que arrancaban retablos y se hacían de izquierdas empezaron a estar mal vistos. Estabas mal visto si usabas sotana, conque nos la quitamos todos. Ahora está mal visto ir de paisano, pero también usar la sotana. Se impone el clergyman gris, o azul. Esas cosas. Yo paso. Creo que son modas. Quienes tienen que ponerse de acuerdo son los que mandan, que los de mi edad ya hemos tenido que cambiar demasiadas veces. Quizás demasiado esfuerzo para nada. Voy a echar la partida de mus, ¿te vienes?
Micaencio: Quizás más tarde
No las llevaba todas consigo Micaencio. Pensaba en escribir una entrada en su blog basándose en lo que había escuchado, pero no sabía muy bien cómo enfocarla.
(continuará)

17 comentarios:

Marqués de Leguineche dijo...

Tengo que felicitar al autor (o autora) de estos relatos; es usted un/a magistral e imaginativ@ literat@; nada que envidiar a Enid Blyton!! jajajajaj

Anónimo dijo...

Bueno, ya esta. En Infobleep se va Isaac García Expósito e interviene Luis Fernando los comentarios.

La homogeneización neocona ha triunfado.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Muy reveladora la frase de Isaac "agradeciéndole al dueño de la cosa, el P. Iraburu", frase que se han apresurado a desmentir"

Anónimo dijo...

Pues ojalá el cura medio fuera como éste don Robustiano.

Anónimo dijo...

El p. Arreburro se descaró como el capo de capos del bastión neocón llamado infobleep! Los demas son borregos a las ordenes del ex-integrista y ahora lambiscón del cardenal Rouco.
Algo huele a podrido en infobleep! Lo que es yo, me doy de baja definitivamente.

Anónimo dijo...

Tendrán que redefinirse. Su operación de "limpieza" está casi completa. Veremos por dónde salen.

Fr. Juan de Inn Fok Otik

Un ronin católico dijo...

Le tocó a Isaac. Tal como en Rocroi.

-¿Cuantos eráis?
-Contad los muertos.


En cuanto al artículo, le pueden poner de fondo a Cecilia con su Don Roque.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Yo lo lamento por Luis Fernando, porque es un buen tipo aunque necio, y come de esto. Y es obvio que, sin la sal y la pimienta de muchos de bloggers y comentaristas, Infobleep evolucionara hacia un género análogo a una hoja parroquial, con comentarios de palmeros y beatas tipo "que gallardo el Santo Padre al inaugurar la Jornada" "cuán alto el cardenal Cañizares cuando se lo ve por TV" o "que canalla malvado este Masiá".

Uno de los miembros del Consejo me dijo que consideraba a Terzio - D.Wilfrid el mejor blogger de Infobleep, y sin embargo se dieron el lujo de darle una patada en el culo.
Salvo que el oficialismo compense estas perdidas, el gordo está matando a la gallina de los huevos de oro.

Un ronin católico dijo...

Omnis agens agit propter finem et actiones sunt suppositorum non collegiorum.

Anónimo dijo...

luis:

no, no pueden ser así las cosas.

Bruno JAMÁS diría que Motu era lo mejor de Infocat. Demás de que NO LO FUE NUNCA, Bruno, como mucho, hablaría de la brillantez del discurso, una cualidad de Winfrid es esa, pero empleada, como la emplea, en el MAL, deja de ser virtud y pasa a ser el peor de los vicios; y digo bien: EL PEOR, porque es sacrílego hasta la náusea.

Y menos burlas a la beatas, que si no hubiera beatas, el edificio material y moral de la Iglesia se derrumbaría definitivamente. Por eso no prospera vuestro invento cismático, por falta de mujeres que se dejen vejar, humillar y ofender como lo hacéis.

Esa iglesilla cismática sin mujeres se agota en cada generación, como es lógimo.

Un ronin católico dijo...

¡Lo-gimo!

Un ronin católico dijo...

Por cierto, a Bruno, tras decir que su blog es como el cielo, sólo le falta la inferencia final: el blogger es Dios y decide quien está condenado y quien salvado.

Anónimo dijo...

Infocatólica no se convertirá en una hoja parroquial. Hace tiempo se convirtió en el refugio de frikis con paupérrimo nivel discursivo.

Luís Fernando aplica censura a quienes les dejan en evidencia. En cambio siempre ha permitido a los frikis de la conspiranoia y a católicos de pésimo nivel cuya lectura produce vergüenza ajena.

Lo enemigos de la iglesia pueden estar tranquilos leyendo ese portal. No son un reto para nadie con dos neuronas.

Anónimo dijo...

Eso es cierto, Ronín. Ex Camino Neocatdecumenale nulla salus. Y si quieres saber quien se salva, pregunta a Bruno Moreno Ramos; de su Gracia depende. Pocos bloggers en el universo mundo han alcanzado esos niveles de arrogancia: sólo kiko es Dios y Bruno su profeta.

Martin Ellingham dijo...

Muy buena entrada.

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Una pena el cierre del blog de Isaac. A Miguel Vinuesa no lo van a censurar, porque no dice nada que disuene de la línea editorial.

¿Qué queda?

Los traductores de la Buhardilla, que hace tiempo no publican nada "comprometedor".

Y Germinans, que podrían considerse "filolefebvrianos" en temas litúrgicos pero que por alguna razón que desconosco, hasta ahora, no han sido expulsados.

Saludos.

Anónimo dijo...

De todos modos Vinuesa ya se ha "curado en salud" haciendo una profesión de fe en el Concilio (como las relaciones trinitarias, el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo, el Concilio, pues vaya)

Fr. Juan de Inn Fok Otik

Anónimo dijo...

"O sea que si te piden una Misa por la forma extraordinaria, se la dices, y les tienes que examinar a fondo de sus creencias religiosas. En cambio, en la forma ordinaria, la mitad no creen en el sacramento de la confesión, y por ende, en el pecado mortal, y por ende en la posibilidad de la condenación eterna, y da igual. ¿Entonces? Ya no estoy para estos trotes…"


JAJAJAJA!! Muuuuy bueno!!!