martes, 16 de agosto de 2011

Munificentísimo Señor

Los últimos días hemos sido testigos de variopintas informaciones acerca de los problemas tenidos por un grupo de “juventutem” para poder celebrar una Misa tradicional en el interior del santuario de Loyola. Las controversias que se leen acerca del asunto, rozan lo delirante. Parecen centrarse en el culpable; que si el obispo les obligaba a concelebrar, que si les decía que no podían celebrarse dos misas simultáneamente (o que no podían celebrarse simultáneamente dos misas en ritos distintos), que si después de la Misa del obispo había una exposición del santísimo en el santuario, que si el demandadero tuvo una confusión y no se dio cuenta de que esa peregrinación coincidía con la Misa del obispo… Se ha hablado de todo menos de lo que hay que hablar.
Puestos a buscar culpables, el máximo culpable es el asesor religioso de ese grupo de “juventutem”, por no saber donde se metía. Lo llamativo no es que no se haya podido celebrar allí una Misa tradicional. Lo llamativo sería que en Loyola se hubiese celebrado. Pero el obispo es bueno, ¿no? Nadie lo duda, majo como un escarabajo. Pero es un obispo discutido por el clero de su diócesis, con probables intenciones de no armar demasiados líos con su clero durante su pontificado, para así discretamente lograr una promoción y dejar atrás la turbia y compleja diócesis de San Sebastián. Obviamente a monseñor Munilla lo que le faltaba era imponerse ante el rector del santuario de Loyola para cumplir las leyes de la Iglesia. Los consejos de presbiterio de San Sebastián podrían metamorfosearse en una comedia de situación. Habrá alguno que piense que “si lo dice el Papa, no habrá problema ¿no?”. La respuesta es: depende. El que piense de otra manera es que no sabe en qué Iglesia vive.
Si se pide permiso para celebrar una Misa, sea la tradicional, la de Pablo VI o el rito siro-malankar, lo que se está preguntando exactamente es lo siguiente: si ese centro de culto, iglesia, capilla o santuario está funcionalmente disponible ese día. Si no lo está, lógicamente habrá que buscar otro sitio. Si se concede el permiso, eso quiere decir que no hay ningún obstáculo físico o moral para esa celebración. Sin embargo, si el que da permiso observa que ese día hay una misa con el obispo. Tiene varias opciones: a) Decirle al obispo que no venga; b) Comunicarle al obispo esa eventualidad, con el fin de que él disponga lo que se ha de hacer; b.1) El obispo no pone problema alguno con que haya otra celebración; b.2) Al obispo no le parece bien que haya dos celebraciones simultáneas, y le indica al rector del santuario que avise a ese grupo para que se desarrollen su celebración en un momento anterior; b.3) Al obispo no le parece bien y conmina al rector del santuario para que no avisen a nadie, y así aprenden de paso; c) Los jesuitas del santuario aprovechan la excusa de la misa del obispo para prohibir cualquier tipo de Misa tradicional en su iglesia, sabiendo que mons. Munilla no les va a desairar; d) Permitirles la celebración y quemar la iglesia con todos dentro.
Un misterioso enigma, que sólo mentes privilegiadas podrán desentrañar. Sorprende que en Infocatólica no haya habido ninguna mención de este acontecimiento; una buena ocasión para manifestar su adhesión a monseñor Munilla ante un minoritario grupúsculo filo-lefebvriano, agresivo y displicente, que tras recibir el permiso para celebrar Misa en una iglesia, se encuentra la puerta cerrada y tiene que contentarse con hacerlo al solano. Chicos deslenguados sin duda. Iba a referirme al tradicionalista oficial de Infocatólica, pero mi punto de lucha en el plan de vida espiritual semanal es no hablar de él.
La respuesta más manida es “no se sabe lo que pasó”, “esperemos una noticia oficial”. Se sabe lo que pasó, ¿cómo que no? Llegaron, puerta cerrada, no hay posibilidad de celebrar en el santuario y ¡hala! a la alegre campiña guipuzcoana. “Esperemos una noticia oficial”, ¿para desmentir qué hechos? Curioso el voluntarismo neocon. Sin saber ni si quiera si va a existir alguna aclaración oficial por parte del obispado o del santuario –que no existirá- ya se rinde obsequiosamente el entendimiento y la voluntad a la misma. Ya digo, curioso.
Seamos positivos. Se dice que monseñor Munilla es buen obispo. Seguramente este acontecimiento, con las subsiguientes críticas en las webs “tradis” le dará muchos puntos en la Conferencia Episcopal. Parece que ya se oye a alguno: “¡Oye, Munilla es de los nuestros!”. En el caso de que reciba el merecido ascenso ya nos puede ir invitando a un asado.
Vueltas por un lado, y vueltas por el otro. Las cien mil glosas que se hacen en internet al Motu Proprio Summorum Pontificum, o a la instrucción Universae Ecclesiae, los cientos de comentarios en conversaciones bloguísticas al respecto, o los sesudos expertos comentadores de tales normativas, se dan de bruces con la realidad eclesial española. Y da igual que el obispo en cuestión sea bueno, malo o regular. La partitura de la sinfonía es siempre la misma aunque cambien los intérpretes.

37 comentarios:

Hermenegildo dijo...

Yo no creo que Monseñor Munilla haya sido enviado a San Sebastián para estar sólo unos años y luego ser trasladado a otra diócesis de más entidad.
D. José Ignacio fue nombrado Obispo de San Sebastián para enderezar esta moribunda diócesis y esta tarea le va a llevar muchos años, sin que probablemente lo consiga del todo.
Por otra parte, no se puede decir que Monseñor Munilla esté eludiendo los conflictos con su mundanizado clero. Ha conseguido la renuncia al sacerdocio del ex franciscano Arregui y por filtraciones a la prensa hemos sabido que ha tenido reuniones muy agrias con su Consejo del Presbiterio. El Obispo ha tomado decisiones de calado que han irritado a sus sacerdotes, como el traslado de los seminaristas a Pamplona, y D. José Ignacio no se ha mordido la lengua al calificar a su clero como éste merece. Acusa a sus curas de "haber bajado el listón de las exigencias evangélicas", porque no hacen ejercicios espirituales, no rezan, no se confiesan, no buscan vocaciones y hacen una "presentación del mensaje de Cristo débil, políticamente correcta". Y concluye, tajante: "Hemos perdido el celo vocacional de nuestro sacerdocio".

En conclusión, no creo que la postura de Monseñor Munilla ante la Misa tradicional en Loyola obedezca a una supuesta intención de no armar demasiados líos con su clero durante su pontificado.
Yo más bien creo que le ha parecido inoportuno tensar la cuerda todavía más, o, más bien, creo que la postura del Obispo de San Sebastián se explica por su filiación "neocón" y "rouquista".

Un ronin católico dijo...

Una cosa es el clero de la diócesis. Otra la Compañía. El Señor Arregui si se opuso de esa manera al obispo es porque precisamente no era de su clero, sino franciscano. Se creía arropado por superiores y compañeros. En los franciscanos puede pasar, pero la Compañía es todavía mucha compañía y una de las principales causa de la deriva de la Iglesia en España y gran parte del mundo. Les aconsejo leer a Ricardo de la Cierva que los conoce bien por dentro.

Un ronin católico dijo...

Y aparte está la concepción sobre la liturgia de los obispos españoles que es algo que debería ser objeto de tesis doctorales para entender mucho de la deriva espiritual de los españoles.

Anónimo dijo...

No cuadra bien con otros hechos conocidos, como alguno de los que Hermenegildo señala, que atribuyáis el comportamiento de Munilla al cuidado de su carrera. Me parece más atinado lo del Ronin, sobre la actitud de los obispos ante la liturgia.

Walter E. Kurtz dijo...

Más allá de todas las versiones, lo que queda claro con el pedido del obispo de concelebrar, es que no entiende nada sobre la cuestión litúrgica.

Por lo tanto, no creo que haya habido mala voluntad. Es más, es probable que ante la negativa por tan "generoso" gesto suyo, el obispo se haya sentido no sé si defraudado, pero sí muy posiblemente sorprendido.

Hay un problema anterior, un problema de forma mentis, aún en los sacerdotes y obispos de buena voluntad como, según los dichos, para ser el caso.

Los católicos orientales están muy acostumbrados a este tipo de cosas por parte de obispos o sacerdotes con gobierno jurisdiccional que suelen "invitarlos" a concelebrar, a demostrar de esa forma la unidad de la Iglesia, etc., etc., y ellos, pacientemente, deben rechazar la "oferta" y explicarse como si fuesen culpables de algo.

Anónimo dijo...

Lo que dice el coronel. El Motu proprio SP en España, pasó muy desapercibido, entre otras cosas, por el desinterés general del clero y de los obispos españoles por aquello que no son "sus cosas". Por lo general, leen poco y se despreocupan de lo que pase de los pirineos. Ahora bien, se evita cualquier displicencia formal con la Santa Sede aunque al final sean los señores feudales en sus diócesis. Los problemas eclesiales se solucionarían echando a Zapatero, según el sentir general.

Fr. Juan

Anónimo dijo...

El MPSP, ¿pasó muy desapercibido, entre otras cosas, por el desinterés general del clero y de los obispos españoles? ¿no sería por el desinterés de los escasos fieles?

Anónimo dijo...

Los sacerdotes interesados, no lo dicen para evitarse problemas con el obispo. Y los fieles interesados, si no hay sacerdotes interesados, no tienen a donde acudir.

Fr. Juan

Isaac García Expósito dijo...

Los números hay que tenerlos en cuenta, está claro. Pero cuando anteponemos el argumento de cantidad, en vez de preguntarnos/contestar respecto al bien o al mal, caemos en el razonamiento de la mosca.

Hermenegildo dijo...

Desengañémonos. La principal causa de la falta de aplicación de "Summoum Pontificum" en España no es la displicencia del episcopado, que también, sino, sobre todo, la falta de demanda por parte de los fieles.
Si los fieles católicos solicitaran en masa la celebración de la Santa Misa por su forma extraordinaria, los obispos no tendrían más remedio que dar su brazo a torcer.
Es lo que habrá pensado Munilla: "no merece la pena buscarme un nuevo enfrentamiento con mis curas por una cuestión, la liturgia tradicional, que en mi Diócesis no interesa a casi nadie".

Anónimo dijo...

Hermenegildo: ¿A quién corresponde "moderar" la celebración de los sacramentos en las diócesis? ¿A los seglares? ¿Le parece que un obispo va a obligar a un sacerdote que no ha pasado del rosa-rosae en el seminario y que viste chaqueta marrón y camisa de cuadros a oficiar la forma extraordinaria?
Probablemente, con los sacerdotes interesados en España en la Misa tradicional, se podría haber hecho más. Pero por una parte, la Universae Ecclesiae indica que la celebración ha de partir de la petición de un grupo estable, limitándo al sacerdote la celebración privada de la misa, y por otra, la disuasión por parte de los obispos a los sacerdotes interesados.

Fr. Juan

Walter E. Kurtz dijo...

Hermenegildo: Si no hay fieles que solicitan la forma extraordinaria, con casi toda seguridad es porque ni siquiera saben qué es eso. Acá diríamos que es el dilema del huevo y la gallina. Pero, en todo caso, son los obispos los que tienen la función docente en la Iglesia... también en cuestión litúrgica. Por lo que, sí, al final del día, son ellos los culpables.

Si no recuerdo mal, el tema fue tocado tangencialmente en este blog al referirse a Universae Ecclesiae y el hecho de que esta instrucción da "derechos" a los fieles pero no a los sacerdotes que quieran celebrar la forma extraordinaria, aunque sea con fines didácticos.

Un ronin católico dijo...

La comunión en la mano no la solicitó apenas nadie en España y sin emabargo se impuso porque la mafia clerical compinchada con los obispos así lo quiso. Así que no digan que no es culpa del clero. En Málaga bien saben lo que les costó y les ha costado el poder celebrar la forma extraordinaria una vez al mes y como no se podría haber hecho sin la ayuda del pataleo mediático.

Anónimo dijo...

Las noticias oficiales son infalibles.

Hereje el que no diga ¡Viva!

Un ronin católico dijo...

Pero ahí tienen el choteo del Pro Multis (DESOBEDIENCIA DIRECTA A ROMA SIN QUE PASE NADA) y el anuncio una y otra vez pospuesto de un nuevo Misal... La liturgia les importa un comino. Lo importante son las cuentas de beneficios y el ir tirando sin salir en prensa. Afortunadamente la escasez de sacerdotes les va a despertar a guantazos cuando reviente, que todavía no lo ha hecho de modo patente pues los viejecitos todavía tiran hasta que revienten, como aquel que acabó flagelándose en plena Misa.

Un ronin católico dijo...

Estoy muy tentado de hacer una reedición del Triunfo de la Voluntad de Leni Riefenthal con imágenes de esta JMJ, pero dudo que la mayoría entiendan lo que es su "exito". ¿Creen que me entenderían o que dirían que he llamado Hitler al Papa?

Anónimo dijo...

Pioquinto dixit:
Todo es cierto. Info-NEOCONICA corre un discreto velo de silencio ante el atropello de Loyola, el cachetón de la pipa cierra el tendajón por falta de argumentos y aquí no ha pasado nada, que siga la fiesta de la jumentú. Y a dar palos a los ¨tradis" a la primera oportunidad. No concibo como a los teólogos disidentes no se les excomulga. Se les hace cardenales!! Y sigue la mata dando. No cabe duda que estamos en un pantanal. Los sacerdotes en su mayoría no reaccionean por obediencia y los fieles estamos muy ocupados en la TV para saber lo que está pasando a nuestro alrededor. Y luego se sorprenden porque se les tilda de NEOCONES! Y Munilla ya ha alcanzado el galardón.
Ronin, esa película se debe llamar "Triunfo del Juanpablismo", que llegó para quedarse.

Un ronin católico dijo...

No creo que dure. No. Es un globo inflado que sólo Dios sabe porqué lo sostiene; quizás para seguir llamando a la puerta a ver si se convierten. Su tendencia natural es el descalabro y para eso basta ver la tremenda división entre grupos y lo vacía que están las parroquias de jóvenes.

Hermenegildo dijo...

Fray Juan: ¿Y...?

Ronin: el problema es que, según el Motu Proprio, la iniciativa de solicitar la celebración de la Misa por la forma extraordinaria corresponde a los fieles, no al clero, y en España los fieles no están ejercitando apenas esta iniciativa.

Insisto en que si los fieles respaldaran en masa la liturgia tradicional, curas y obispos tendrían que dar su brazo a torcer. Es lo que ha pasado en Andalucía con las hermandades; a muchos curas y obispos no les terminan de gustar, pero no les ha quedado más remedio que tolerarlas, e incluso que apoyarlas, por el importante respaldo social que tienen.

Anónimo dijo...

Hermenegildo: pienso que la función santificadora de la Iglesia, en una situación normal, no la deben decidir los consensos de los fieles, al modo sindical. Eso lo que quiere decir es que los procedimientos están muy mal elaborados. Si un sacerdote quiere fomentar la misa tradicional en su parroquia, con los documentos en la mano, no puede. ¿Qué fieles van a solicitar? Los que conocieron la Misa tradicional y llevan 50 años oyendo que está prohibida?

Fr. Juan

Nicolas Chardonnet dijo...

Hermenegildo, supongo que Vd. habla desde su experiencia. Nuestra experiencia desmiente lo que dice. Como difunto "grupo de fieles" exterminado con saña por nuestro obispo, podemos dar fe que hicimos todo lo posible, a todos los niveles posibles. Resultado: se prohibieron misas, se prohibieron funerales, se amenazó con la excomunión, fuimos vetados en nuestras parroquias y sufrimos difamaciones vergonzantes.

Ahora ya no existimos ni queremos existir. Otro día hablaré de nuestro querido sacerdote y cómo terminó.

Hermenegildo dijo...

Yo también pienso que el Motu Proprio presenta un grave defecto al dejar la iniciativa en exclusiva a los fieles, pero es lo que hay.
No obstante, una persona bien informada me comentaba el otro día que "Ecclesia Dei" ha declarado que un sacerdote puede celebrar una Misa "privada" por la forma extraordinaria e incluirla en el horario de cultos de la parroquia.

Hermenegildo dijo...

Nicolas Chardonnet: yo hablo de que la situación cambiaría si se diera un respaldo masivo de los fieles, y no meramente de pequeños grupos aislados. Ahora bien, ¿apelaron Vds. a "Ecclesia Dei"? Me consta que surte efecto; ahí tienen el ejemplo de Málaga.

Anónimo dijo...

Hermenegildo: Quien te lo comentó te dijo algo parecido, pero no exactamente eso. La idea es la siguiente: una "misa privada" según la terminología tradicional, no es una misa "sine populo" (seamos precisos), sino la misa que no es conventual o parroquial. Es decir, una "misa privada" puede ser sin asistencia de fieles o estar presentes doscientas personas, y seguiría siendo "misa privada".
Lo que se dice es que uno puede, en base a eso, celebrar una "misa privada" (distinto a celebrar privadamente) con asistencia de fieles, y puede anunciar que "va a celebrar una misa privada".
Como subterfugio está bien; pero más allá de otras consideraciones -muy pertinentes- la idea de "misa privada" tal como la he descrito desaparece como tal del misal de 1962 (el que permite el motu proprio). Anteriormente se hablaba de misa parroquial, conventual, capitular, privada. Desde el misal de 1962 se elimina el término, y por lo tanto, pasa a significar lo que nosotros entendemos en el lenguaje coloquial por "misa privada": "misa rezada privadamente", esto es, "sin pueblo". Y ese es el sentido empleado por la Universae Ecclesiae.

Fr. Juan

Nicolas Chardonnet dijo...

Creía que con la frase "a todos los niveles posibles" la cosa quedaba clara.

Otra historia para contar otro día: lo que Roma hizo para que Málaga esté como esté (relatado por el oficial de Ecclesia Dei responsable de ello) y lo que él mismo intentó con Canarias. Spain is different.

Por cierto, nuestro obispo, luego de soltarnos todos los insultos episcopales posibles en su despacho, nos dijo que él seguía lo que cierto arzobispo dictaba desde la CEE. Al haberlo dicho se dio cuenta de que se había ido de la lengua (como si fuéramos tontos y no viéramos el estado de cosas). Al recuperarse del susto continuó gritando, más violentamente si cabe.

Redacción dijo...

Nicolás: para evitar posibles perjuicios a terceros, le rogaríamos que no diese posibles datos que pudiesen identificar a los protagonistas de sus relatos. Gracias.

Genjo dijo...

Hermenegildo:
Si hubiera masas de fieles que solicitaran la forma litúrgica inmemorial no estaríamos como estamos. Es decir, no es que se arreglarían las cosas, es que no estarían tan mal como están.
Por otra parte para que haya grandes números tiene que haber adelantados. Y, por lo que aquí se cuenta y se deja entrever, a los adelantados los han tratado a la baqueta. Y han conseguido lo que se proponían: un erial.

Hermenegildo dijo...

Nicolás, que yo sepa, tanto en Málaga como en Gran Canaria se está celebrando actualmente con regularidad la Misa tradicional. No sé qué quiere decir exactamente.

En cuanto a lo que cierto Arzobispo dicta desde la CEE, parece que no todos los obispos le hacen caso, pues en ciertas diócesis se permite la celebración con regularidad de la Santa Misa por la forma extraordinaria.

Genjo dijo...

¿Qué cierto arzobispo?

Anónimo dijo...
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Nicolas Chardonnet dijo...

Como los responsables del sitio piden que no diga nada de esto, me remito a lo dicho. Sin embargo, añado que lo de Canarias se había previsto de manera muy distinta. Pero el final se cambió. Y no digo más para no comprometer a nadie. En cuanto a Málaga, ¿acaso se celebra semanalmente la Misa, tal y como se pidió en su momento? Todos recordamos lo que sucedió.

A lo segundo: ¡Laus Deo que así sea! No fue nuestro caso. Y otros más existen.

Anónimo dijo...

Hermenegildo: prohibir, prohibir ninguno la va a prohibir. Hay que guardar las formas. Ahora, que en alguna de esas diócesis, han puesto todos los palos posibles en las ruedas, también es cierto. Sin dar nombres: asignando más tareas pastorales a quien atendía la misa tradicional, cambiándolo de destino, etc etc. Y en otros caso, peor. Omitiré casos concretos. De juzgado de guardia, en algún caso. Mejor, punto y final a este asunto, con el que no se arregla nada. La realidad ahí está para el que la quiera ver, y el que no, es muy libre para emigrar a "nunca jamás".

Fr. Juan

Anónimo dijo...

... prohibir, prohibir ninguno la va a prohibir, pero se ofrecen capillas para oficiar según el Rito Extraordinario ¡que son de titularidad municipal...! Y, por eso mismo, en los tiempos fuertes del año están ocupadas por belenes, exposiciones, pasos procesionales, grupos folclóricos, asociaciones culturales y ONGs.

Pues vale, eminentísimas reverencias, dentro del más estricto respeto y filial devoción y obediencia, les doy las gracias en cuanto que les sean debidas.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO: Pues a mi me consta por haberlo vivido en primera persona que en la diócesis de "cierto arzobispo" el vicario de religiosas de "cierto arzobispo" salta furioso cada vez que una comunidad de monjas manifiesta la más mínima inclinación a la Misa tradicional. Y, aunque ya he hablado de esto con HERMENEGILDO, ¿CÓMO VAN A PEDIR LOS FIELES ALGO QUE LA MAYORÍA DE ELLOS NI SIQUIERA CONOCEN, que si lo tratan con algún cura o fraile se lo desaconsejan, que encima cuando se celebra se hace en la mayoría de los casos sin ningún brillo o solemnidad porque el ambiente oficial, que es el que tiene los medios, es adverso? Y que, además, en ambientes oficiales no se toleraría su defensa que implica indispensablemente la exposición de las deficiencias doctrinales de la misa de Bugnini...
¡Que lo pidan los fieles!¿Pidieron los fieles la comunión en la mano? Pues ahí la tienes impuesta a todos, al menos a todos los sacerdotes que celebran novus ordo que son la inmensa mayoría.Sí que pedían los fieles en los años 60-al menos en mi diócesis- cada vez que se producía una vacante parroquial "un cura de sotana" Y por supuesto que no se les hizo caso. Hay en todo esto un doble juego evidente, un manifestación del vacío de gobierno que sufre la Iglesia católica desde hace décadas.

Anónimo dijo...

Yo no digo que la culpa sea del clero de a pie. Porque tiene las manos atadas en este asunto, al menos en España.
Ahora, hablando en plata: un documento de la Iglesia ¿Quién lo lee? Pues obispos y un algunos curas. ¿Qué **** saben los fieles de grupos estables, peticiones al obispo y permisos para la liturgia tradicional? Por eso lo normal, es que la iniciativa se dejara a los sacerdotes que están a pie de calle. Si hubieran hecho eso, otro gallo cantaría; poco, pero algo más.

Fr. Juan

Hermenegildo dijo...

Yo no hablo de que los fieles pidan la celebración de Misas por la forma extaordinaria, pero sí, al menos, que vayan a las que ya se celebran. Sin embargo, la asistencia suele ser muy minoritaria, salvo en los acontecimientos especiales. En mi ciudad, mucha gente va a esta Misa y luego no vuelve, lo que demuestra que no tienen interés.

Nicolás: yo tengo entendido que en Málaga son los propios fieles los que no quieren celebrar la Misa tradicional todas las semanas por considerar que el grupo todavía no está consolidado. Hay gente que, al principio, prefiere la Misa mensual a la semanal.

Por lo demás, yo puedo decir que mi Obispo, que al principio era reacio a autorizar la celebración de esta Misa, cambió de postura después de informarse en la Conferencia Episcopal. Con esto no pretendo exonerar de responsabilidad a ningún Arzobispo, pero es lo que me contaron en su día.

Nicolas Chardonnet dijo...

Hermenegildo: Eso fue después. Antes hubo otras cosas. No le puedo decir más en público.

Sobre las capillas municipales: las pedimos casi todas en un radio de 50 km. Nada. Las autoridades o no querían problemas con el obispo (mayoría de los casos) o rechazaban vehementemente la Misa tradicional.