jueves, 29 de septiembre de 2011

Luteranos y antiluteranos


El primer grito de Lutero: "¡al interior del alma”!" hubiese sido respondido por pocos, si no se hubiese acompañado a otro mucho más popular: "¡Oh tú, Papa de Roma, asnillo, mujer vieja, payaso, ya verás quién es el Doctor Martín!"; al cual una gran muchedumbre de descontentos -algunos con razón- respondió de inmediato: "¡Hurra!"; y entre todos estos heterogéneos paulatinamente -aunque no insensiblemente- fueron cayendo en otro grito aún más popular: "¡Vino, mujeres y canto!" al cual una innumerable masa respondió: "'¡Hurra, hurra, hurra, Herr Doktor Deutsche Martín Luther!".

La rebelión de Lutero surgió para liberar de una tirantez; y puestas sobre esa tirantez, las palabras de Lutero son liberadoras; pero suprimida la tirantez, son pura cháchara y su teología se disuelve en la contradicción y la incoherencia: la presuposición faltando la proposición pierde su sentido, como una respuesta a una pregunta ya inexistente.

Generación tras generación, Europa había sido educada en el Memento mori, en el recuerdo de la Muerte, del Juicio, del Infierno; había sido cargada de prácticas, de obligaciones y de shiboletes devotos; había sido aterrorizada con las hogueras de los herejes y las guerras religiosas y estaba acostumbrada a ver lo religioso en gestos y en exterioridades ya estereotipadas y vueltas rutinas y fetichismos; como por ejemplo, el "consejo" de celibato eclesiástico vuelto de más en más un "precepto", y por cierto, muy mal guardado; la compra del perdón de los pecados por medio de las "indulgencias"; el poder y la actividad política, el poder y la actividad económica del alto clero sustituyendo a la contemplación y la predicación de la Verdad…

Este terreno pedía un reformador, un hombre que llamase la religión a lo interior; pero un reformador es un hombre que impone cargas y no que las arroja; que aprieta y no que afloja; que ata por todas partes nuevos lazos y lazos rotos y no que los relaja; para lo cual tiene que ser en alguna forma un mártir. Cosa que por desgracia estuvo lejos de ser Lutero. Lejos de volverse mártir, se volvió popular… Yo soy un escritor religioso; si fuese popular, no sería un escritor religioso.

Por desgracia, la actitud polémica también influyó malamente en el Catolicismo, a pesar de que allí no fue tan exclusiva: hay que ver por ejemplo las pavadas exegéticas en que incurre el gran exegeta Maldonado por su manía de polemizar con los calvinistas. Una gran parte del Catolicismo moderno -sobre todo en España y aledaños- se ha edificado sobre el Concilio de Trento más que sobre el EVANGELIO; es decir, se ha configurado en contra del Protestantismo; lo cual comporta una especie de imitación subconsciente. No se mueve libremente el que esgrime contra otro: depende del otro en sus movimientos.

El Protestantismo se llevó cautivas una cantidad de nociones –o digamos más bien de esencias- cristianas, que el Catolicismo necesitaba y que el Catolicismo abandonó y aun combatió, viéndolas convertidas en "herejía": como por ejemplo, la lectura y el estudio de la Biblia, tan intensos en los Santos Padres, sustituidos por la lectura de obras de autores devotos de más en más chabacanas y deleznables; y otra lista de cosas excelentes, que por haber vivido en países protestantes, podría yo hacer fácilmente ...

La Contrarreforma quiso reforzar el celibato eclesiástico -el cual tengo por loable y santo- por medio del rigor, convirtiéndolo en una especie de absoluto; de manera que por eso un hombre es sacerdote, por no estar casado, y basta; es decir, eso es un carisma, que incluso dispensa a veces de la obligación de trabajar; y que tiene por sí solo un poder santificador y perfeccionador de la natura humana: lo cual es un error en teología. La Contrarreforma exteriorizó más la fe, convirtiendo en objeto preponderante de ella a la Santísima Virgen -mi Madre y Señora- e incluso al Papa -al cual acato y obedezco- convertido en más infalible de lo que en realidad él mismo pretende; disolviendo la fe pura de un Dios transcendente en devociones exteriores o "mandatos de hombres".

La Contrarreforma exaltó la virtud militar de la "obediencia"; y ella considerada más en su cómodo automatismo que en su espíritu; hasta volverla una especie de virtud teologal, que puede sustituir incluso a la conciencia personal. La Contrarreforma defendió y propagó la noción suareciana de "la acción primero que la contemplación", que es una plaga en la Iglesia hoy día, y ha traído el triunfo del mediocre agitado sobre el sabio débil; e incluso la persecución del sabio. Finalmente, la Contrarreforma aumentó el sacramentalismo y disminuyó la predicación; rebajó la contemplación y la caridad en apologética y beneficencia -las cuales no son malas, pero no son sumas-; alejó más y más a los fieles del Poder eclesiástico -lo que llaman "la Jerarquía"- haciendo de la Iglesia la sociedad más totalitaria que existe; y se entregó desaforadamente a la "propaganda".

Y así otras cosas. Todo con poco resultado religioso, por cierto. Esto es la faz negativa de la Contrarreforma; no quiero negar aquí su inmensa faz positiva; que otros ya ponderan bastante.

Tomado de: Castellani, L. CRISTO VUELVE O NO VUELVE, Ed. Dictio, ps. 294-297.

52 comentarios:

Juancho dijo...

Que grande Castellani!

Por eso, hay que leer bien lo que el Papa dijo de Lutero, las supuestas "alabanzas" que le prodigó, que no parecen ser tales, sino reconocer realidades y nada más.

Lutero se llevó consigo "semillas de verdad", no hay duda.

Y el catolicismo, por el "oppositum per diametrum", en alguna medida las olvidó.

Juancho.

RaúlM dijo...

¿Castellani también era ecuménico? Entonces el neomodernismo contaminó hasta los autores más seguros.

Anónimo dijo...

El análisis más certero que haya visto escrito de lo que supuso la reacción a la reforma y los errores que todavía,hoy,estamos padeciendo.

El erial intelectual católico en españa fue la consecuencia inevitable de todas esas deformaciones.

Juancho dijo...

Más allá de que la predica de Lutero (digo la prédica, no sus insultos, o groserías, o desbarranques) suenan más católicas que la predicación media de nuestros obispos y curas comunes.

No los del palo propio.

Juancho.

Anónimo dijo...

Juancho dixit: "Más allá de que la prédica de Lutero (digo la prédica, no sus insultos, o groserías, o desbarranques) suenan más católicas que la predicación media de nuestros obispos y curas comunes".

Ésa es, a mi juicio, una de las principales características de cualquier revolución anticatólica: su carácter gradual. Si Lutero hubiera desmantelado la Fe católica por completo de la noche a la mañana, buena parte de los que le siguieron no lo habrían hecho. Sin embargo, la condición progresiva de la "reforma" fue uno de los factores que propiciaron su expansión. Modificaron la Fe poco a poco, sin que el pueblo se percatase, hasta convertirla en algo totalmente distinto. Y cuando finalizó el proceso, ya era demasiado tarde para quienes se habían dejado arrastrar por el engaño.

-Fernando-

Anónimo dijo...

Muy interesante la aportación castellaniana sobre el "catolicismo barroco", en cuanto hay quien cree que el "elefante barroco congregacional" es el paradigma de un "catolicismo tradicional". Ahora bien, :
Lo bueno que pudiera tener el protestantismo, lo tiene por heredado del catolicismo, con lo que las palabras elogiosas sobran. Más todavía cuando en el tiempo actual los elogios hacia la pseudo-reforma luterana parecen debidas a lo "que se le debe" tras haber asumido muchos de sus planteamientos en el postconcilio. El Papa si habla ante luteranos, obviamente no hay que hacer un auto de fe es verdad; pero sin equivocarse donde hay que poner los acentos: el postconcilio elevó a Lutero prácticamente a padre de la Iglesia.

Fr. Juan de Sto. Tomás

Anónimo dijo...

Bien por Fr. Juan de Sto. Tomás.

Muy aguda su observación.

Anónimo dijo...

Para leer estas cosas, me quedo con InfoCatólica y la "apologética" de Arraiz. Y me da igual quien haya lo haya escrito. Atiende qué dice y no quién lo dice.

Anónimo dijo...

Ciertamente no es una lectura para chicas que se alimentan de bocadillos y de novelas yanquis, ni para chicas en general, ni para beatos, ni para burgueses, ni para burros, ni para sacerdotes no advertidos, ni para hombres sin percepción artística, ni para la inmensa parroquia de la moralina y de la ortodoxia infantil.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Brillante como siempre Castellani. Pero como decíamos con W.,no es para todos.

Martin Ellingham dijo...

Castellani escribió ese artículo antes del VII, si mal no recuerdo, en plena época de Travi, Moglia & cia. Me parece que jugaba con los tiempos.

Saludos.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Por lo demás, al que le interese el desarrollo de estas ideas de Castellani las encontrarán en el prólogo-ensayo a su libro sobre Jacinto Verdaguer, El Ruiseñor Fusilado. Y en la recensión al libro de Di Sandro La Argentina Bolchevique.
Son temas que se han convertido en lugares comunes, baste con leer a Bouyer por ejemplo, pero que en Hispania, debido a la fuerte presencia de contenido barroco-jesuitico residual en el neoconato, suele levantar polémica.
En cierto modo, Lutero, nominalista furibundo, es el estertor final de una Edad Media decadente, ante la aparición de una modernidad racionalista que ya anticipa el Renacimiento y Suárez.

Anónimo dijo...

No es algo barroco-jesuitico. Decía el rey Fernando III el santo que si hubiese un solo hereje en su reino, que él cargaría la leña para quemarlo.
Este tipo de disquisiciones son más de ahora que de entonces, donde no se hacían tantas sutilezas y distinciones.

Fr. Juan

Miles Dei dijo...

Ustedes que lo conocen más:

¿Era consciente Castellani de la deriva inmanentista suareziana que se imponía a la élite de la teología católica a fuerza de obediencia de escuela y desde ella a la modernidad (Descartes estudió con los jesuitas)?

¿Era esto parte de su frustramiento como jesuita?

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Por supuesto, Miles. Castellani contaba que había tenido que estudiar por partida doble, " en blanco" con Suarez y en negro por Santo Tomas. En el referido prologo ensayo al libro sobre Verdaguer, ataca la metafísica suareciana, haciéndolo responsable no solo de Descartes sino de la esterilidad filosófica hispana.

SP5 dijo...

Miles, usted logra ver lo que me dijo alguna vez un amigo, quien conoce a Castellani como pocos. De hecho lo cita de memoria... Me llama la atención no escucharlo por aquí y que lo diga usted, que parece gaita. Tiene usted buen olfato.

Este maestro me decía que la piedra de toque para entender la inquina de la Compañía con Castellani y su pelea para con ella era el suarecianismo al que él no adhería. El era tomista de "base" con paseos agustinienses y de existencialistas cristianos. Tenía "su" filosofía, como todo pensador auténtico; pero de Suárez ni la pipa.

Hernandarias dijo...

Respecto de Suárez, es como dice Ludovicus.
Siguiendo también una referencia anterior de Ludovicus, cito parcialmente (deberían hacer un post con la cita completa) los dos últimos párrafos sobre la Argentina Bolchevique: "... Se ha acabado la Contrarreforma, las órdenes religiosas excelsas que ella suscitó parecen no tener ya razón especial de ser, la modalidad barroca del cristianismo del Seiscientos conserva sólo sus partes caducas, que no son sino estorbos, habiéndose desgastado su contenido positivo; ... No se trata de renegar de la herencia española; al contrario, se trata de salvar o reencontrar lo que ellla tenía de positivo, expeliendo la parte muerta que ahora abruma. Y para salvarla, no se trata de saltar hacia adelante, como ese actual progresismo o liberalismo clerical ... En suma, hay que crear o por lo menos fundar ... No hay que obstinarse en guardar, conservar o defender ´la sacralidad de nuestras gloriosas instituciones triunfantes ...` Eso son montones de ripios, montañas de escombros y bandadas de fantasmas verbales. Que los muertos entierren a sus muertos".

Redacción dijo...

Hernandarias:

Podría comunicarse con nosotros a nuestra dirección de correo electrónico.

Gracias.

Walter E. Kurtz dijo...

Respecto a lo que dice SP5, el texto de Castellani es de "El ruiseñor fusilado" (aquí).

Castellani le atribuye al argumento a un tal "F. de P.", un dominico catalán que habría conocido en Barcelona cuando investigaba sobre Jacinto Verdaguer. Pero en Castellani bien puede ser un recurso literario y que ese dominico no haya existido en realidad.

SP5 dijo...

"Este opúsculo es obvio que no está destinado al gran público".

Así empieza la obra. Luego, no esperen que muchos estén de acuerdo con la cita. Más bien se confirma la advertencia.

Anónimo dijo...

Gracias por la noticia sobre el libro de Gherardini. En Infocatolica lo censurarían.

Anónimo dijo...

Redacción,

Le mandé unos emilios con el escán de La Argentina Bolchevique.
Verá que es la línea de Werner Jaeger, particularmente su Cristianismo Primitivo y Paideia Griega, pero con más pimienta.
Faltaría además el Prólogo para Hispanistas de Disandro del libro Tres Poetas Españoles, que no lo tengo escaneado.

Buen apetito,

El Carlista.

Anónimo dijo...

Falta que alguien recomiende a Guenon y a Evola y estamos todos.

Werner

E-Julius dijo...

Uh, se vino la patota gnóstica!

Anónimo dijo...

Hasta San Pablo habla de la gnosis.
Más allá del Catecismo no es para todo el mundo (Castellani dixit).

Disfruto de Evola y Guenon, pero confundirlos o arrimarlos a Jaeger y Disandro es un error algo grueso. Tampoco se trata de comprarle a Disandro el 100%. Aquí se tocó un tema puntual donde fue pionero con Boixadós y con el que no disentía Castellani. Eso es todo.

Anónimo dijo...

Es de traca que un carlista se diga anti barroco cuando Don Rafael Gambra hizo una impecable defensa del mismo.

No es menos de traca que un supuesto fiel de la Hermandad de San Pío X siga al gnóstico Disandro cuando el supuesto "tradicionalismo" de este filólogo rioplatense ha sido rebatido por el Rvdo. P. Jean-Dominique Fabre, o.p., en obra reproducida en todas las publicaciones periódicas de la HSPX por recomendación del mismísimo Arzobispo Lefebvre.

Anónimo dijo...

Y de requetetraca es descartar a Disandro de pleno y no entender que se ha dicho una y mil veces que no se lo debe tomar completamente.

Es un poco traquita también es que un fiel de la FSSPX descarte a Disandro porque no le guste a algún superior. ¿O confunden a los lefes con neocones?

¿Qué les pasa a estos tipos "tracosos"?

Trac-tor.

Anónimo dijo...

El problema del neocón promedio y del lefe con espíritu neocón (que los hay...) es que suponen que hay que "obedecer" al que alguna vez desobedeció tan solo porque en otras cosas esa misma persona siguió al desobediente (Vgr. a M. Lefebvre o a don R. Gambra).

Una especie de catecismo para autómatas. Esto es tan triste...

Tractorazo

La Rímolo dijo...

¿Cómo se le explica a un neocón que a los lefes no les quita el sueño (¡si ni hablan del tema en sus tertulias!) el asunto actual de los "Superiores" y la Santa Sede o el otro del "Superior" para Latinoamérica contra (supuestamente) Castellani y su escatología, siguiendo tan castellanianos como siempre?

Dos enigmas para el neocón que deberán desentrañar sin repetir y sin soplar, como Silvio Soldán.

Anónimo dijo...

En conclusión: las cosas nunca han ido bien del todo, y de todos los autores se puede sacar alguna cosa buena.

Lo que no entendí es para qué la pedantería diciendo semenjantes perogrulladas.

Pikachu

Anónimo dijo...

Me parecen razonables las críticas de Castellani a la Contrarreforma y en absoluto me escandalizan. Entiendo que este blog se dirige a un público selecto que sabe discernir y, por tanto, es lícito someter a crítica casi cualquier cosa.

Ahora bien, en la reiteración de esta crítica en ciertos ambientes creo percibir cierto matiz antiespañol, y ojalá me equivoque. Sólo faltaba que, después de habernos desangrado en defensa de la Iglesia, también nos echen la culpa a los españoles de los errores de la Iglesia moderna.

Finalmente, pienso que este blog debería dar el salto y no sólo dirigirse a la minoría convencida, sino también a un público católico más amplio que, en realidad, como apunta Fr. Juan, cree que la Iglesia se equivocó al condenar a Lutero.

Ricotín

Anónimo dijo...

En lo que habéis terminado por abandonar a España

http://youtu.be/Vd4EhOBm4iU

Anónimo dijo...

"Sólo faltaba que, después de habernos desangrado en defensa de la Iglesia, también nos echen la culpa a los españoles de los errores de la Iglesia moderna".

Ricotín, no les echamos ninguna culpa. Se trata solo de tirar al cesto la rémora para permanecer en lo esencial. Se trata de tradicionalismo auténtico y no de conservadurismo de lo viejo por lo viejo. Castellani lo deja claro. Disandro menos, pero en más de una ocasión también lo aclaró.

Entiendo que este tema escandalice a muchos, pero hay que empezar a ver las causas responsablemente y sin concesiones. Es el principio de toda solución.

Este no es un blog para espíritus y cerebros romos: progres, movimentistas obedientes, ultramontanos y demás.

Claro que quien no se anime a estos asuntos puede permanecer en su Catecismo (si es de los viejos) con toda tranquilidad. No hay necesidad de más.

Juan Di Natale.

Fray Eusebio de Lugo O.S.H. dijo...

Por lo que veo, no es Castellani tan fiable como lo pintan. En este caso, absolutamente injusto y escandaloso. Primero, por caricaturizar la Edad Media final, pintando el habitual cuadro de leyenda negra, cuando debería fijarse en los testimonios que de ella nos quedan para darse cuenta de lo luminosa que era, y que ensombreció precisamente la corrupción renacimental. Aquí hicimos nuestra propia reforma a partir del S. XIV, y no renunciamos a nada de lo católico. Y en su apreciación del barroco católico, es todavía más injusto. Las desviaciones que reprocha no provienen de la Contrarreforma, sino del período pre-revolucionario y liberal, del que es heredero principal el catolicismo argentino. Con tales maestros, no me extraña que hayamos tenido un Vaticano II.

Anónimo dijo...

Fray Eusebio,

Niega usted la declinación de la Edad Media?, la Baja Edad Media?
Niega que su apogeo fue por el siglo de Santo Tomás y que esta situación no duró hasta la caída de Costantinopla?

Fray Mocho.

Anónimo dijo...

De Lugo, es justamente lo contrario.

Del ultramontanismo (tradicionalismo tedioso y recargado) surgió la reacción progresista y de allí el C. Vaticano II.

Lea La Decadencia del Catolicismo, del P. L. Bouyer.

Logan dijo...

La secta de los wanderer además de gnóstica es bouyerista, que fue un modernista solapado.

Juancho dijo...

Hay más textos de Castellani sobre Lutero y la contrarreforma.

Seguro en sus estudios sobre el Apocalypsis, cuando habla de las 7 edades de la Iglesia, y en otros lugares más.

Espero la semana que viene buscar algunos y enviarlos a la Redacción.

Juancho.

Anónimo dijo...

El problema radica en la simplicidad del pensaiento del sedevacantista standard.
No hay forma de hacerles entender que Bouyer se equivocó bastante, particularmente en el tema litúrgico, pero no en el libro citado.

Anónimo dijo...

Eusebio de Lugo es el claro ejemplo del barroco español.

Negar lo que hasta las enciclopedias católicas señalan es paranoia ultramontana de catolicismo deforme que desembocó en otra reacción al otro extremo: modernismo.

Con esos mimbres de erial intelectual no es extraño ver cómo intentan desacreditar a todo autor católico que en su tiempo supo mostrar las causas.

Pioquinto dijo...

El ecumenismo aberrante que padecemos, no ha convertido un protestante a la fé católica, pero ha echado millones en los brazos de las sectas.
Yo no hago tal conexión entre el modernismo reaccionario a la Tradición desembocando en el CV 2. El CV 2 fué la revolución francesa llevada a la Iglesia. Los jacobinos rabiosos, iconoclastas furibundos, que pasaron como un vendaval tipo II república española, pero sin los muertos. Estos caballos de Troya no surgieron por generación espontánea, ya estaban operando dentro de la Iglesia, eran células dormidas, que se activaron durante y despúes del concilio. La cantidad de traidores fué apabullante. Resultaron más efectivos que todas las persecusiones cristianas del pasado para minar y debilitar la Iglesia, ocasionando una estampida gigantesca abandonando la Iglesia , ya a las sectas protestantes, ya al agnosticismo, ya al indeferentismo.
Pero dejemos disquisiciones inútiles y vamos a lo que importa, la preservación de la Tradición, a salvo de termitas y Luteros solapados, que buscan la perdición de las almas.

Anónimo dijo...

Castellani escribía sobre muchos temas, demasiados, este texto es una pérdida de tiempo igual que otros que tiene sobre anglicanos y protestantes en general. No sabe lo que habla.

Ya que tanto exigen algunos ahí que hay que ser inteligentes y distinguir, pues distingan aquí y admitan que Castellani es deficiente en muchos temas igual que es brillante en otros.

Estoy de acuerdo con Fray Eusebio de Lugo, y también con su advertencia. Esa descripción que hace Castellani será válida para el catolicismo de San Martín y otros amados próceres y prelados del "nacionalismo católico", pero no tiene nada que ver con Trento ni con la catolicidad medieval.

Pikachu

Anónimo dijo...

Entonces, si Pikachu está de acuerdo con el Fraile aquel, afirmaría que los siglos IX, X y XI fueron parejitos con el XIV y XV, sin mermas de ningún tipo.

Las cosas que hay que leer!!!

Anónimo dijo...

El anticolonialismo reaparece de mano de la pluma de castellani. O como excusa, es igual. Ludovicus dice que en España esto provoca polémicas además de hablar de esterilidad filosófica. En contraste con la legión de sabios y santos argentinos. El norte de África proporcionó muchos más a la Iglesia.

Anónimo dijo...

Lo dicho, esterilidad intelectual aducir anti-colonialismo en Castellani. Hacen igual con otros grandes autores católicos que no son made in spain y pueden pensar más allá del código binario.

Son como los vagabundos alcoholicos del parque, incapaces de dejar de beber pero culpan al mundo de sus vicios.

Ya que lo menciona, Argentina y el resto de latinoamérica son producto de la madre patria. Con su misma esterilidad intelectual, su misma incapacidad y vicios.

Si, Africa ha dado mejores y gracias a Dios que el catolicismo es universal con grandes pensadores en el resto del mundo con capacidad de crítica.

Anónimo dijo...

San Ignacio, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San José de Calasanz, San Antonio María de Claret, Santa Teresa Jesús Jornet, San Pedro de Alcántara, Cardenal Cisneros, San Luis Gonzaga, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Quevedo, Góngora....

Las esterilidades del barroquismo español si... menos mal que venís a recordárnoslo.

Anónimo dijo...

Anónimo ds 21:21.

No son ejemplos los destellos en la oscuridad, sino destellos; excepciones.

También el impío siglo XX nos dio a San Pío X y a su tocallo el de Pietrelcina.

Por no hablar de Santa Teresita y su tiempo...

No son la regla, ni la Iglesia se compone de santos. Son excepciones.

Anónimo dijo...

Pues los tercios de flandes. En otros lugares estarían comiendo sandías.

Anónimo dijo...

No insista en confundir las cosas, que no nos engaña. Estamos hablando de doctrina y espiritualidad, no de la valentía que los españoles tenían hace 5 siglos atrás y que hoy no existe ni en España ni en América.

Tampoco pretenda que le agradezca nada a usted, que tuvo que ver con Flandes tanto como yo...

Anónimo dijo...

Hablaba del "voluntarismo barroco". No sea tan susceptible.
Agradézcaselo a los reyes españoles voluntaristas barrocos. ¿O se habían leído ya a Congar?

Anónimo dijo...

Pido permiso para dejar un mensaje ya que sé bastante menos que ustedes.

Yo soy casi un luterano convertido al catolicismo. Fui bautizado en la iglesia católica pero mi educación religiosa familiar fue protestante, mi padre y su familia son alemanes luteranos. De adulto me hice católico completamente.

Para mi, una de las cosas que lamentablemente no hacen los católicos hoy en día, y que deberían copiarle a los protestantes, es la prédica callejera.

Se habla mucho de predicar con el ejemplo, o de que tenemos que preocuparnos por nuestra salvación individual, y que la acumulación de muchos individuos preocupándose por su salvación de alguna forma tendrá un efecto muy positivo en la sociedad toda.
No niego que eso sea bueno o verdad, pero en el evangelio tenemos muchos ejemplos de los apóstoles viajando por distintas ciudades y predicando, viajar, tocar timbres, o ponerse a predicar en diagonal norte y florida no tiene nada de malo.
Piensen que hace 50 años el protestantismo casi no existía en latinoamérica y en base a prédica callejera, tocar timbres y repartir folletos, lograron convertirse en minorías importantes en todos los países de latinoamérica.

en el fondo lo que me molesta es que un evangelista no tenga miedo en decirle a un boliviano que si adora a la pachamama se va a ir al infierno, y que ningún católico hoy en día lo haga. O porque celebra el sincretismo, o por desinterés, o por miedo a que le digan medieval o intolerante.
Así diciéndole rudamente a los bolivianos que no adoraran a la pachamama, los evangelistas lograron convertirse en más del 10% de la población.

No digo que todo lo que hagan los evangelistas sea imitable, el movimiento carismático me parece medio sospechoso, pero no veo por qué la Iglesia no debería tener presencia en la calle, evangelizando y proclamando claramente su doctrina.

Walter

Pioquinto dijo...

Walter, tú sabes que en Alemania, las líneas que quedaron despúes de la guerra de 30 años se respetaron entre católicos y protestantes. El marketing evangélico vino con el pentecostalismo americano, testigos de Jehová y mormones. Y trabajan bien vendiendo sus religiones.
Tienes razón, el espíritu evangelizador se opacó, según la nouvelle theologie , todas las religiones tienen la verdad y no hay necesidad de convertirse. Es el fruto de Asís. Pero eso no es sana doctrina, es doctrina falsa. No tengo todas las respuestas, pero sí te digo fraternamente, como hermano católico bautizado, que estudies bien tu religión y la compares, busques a UN BUEN SACERDOTE QUE ENSEÑE LA SANA DOCTRINA CATOLICA Y VERAS QUE EL TE PEDIRA QUE TE RECONVIERTAS. QUE DIOS TE ILUMINE.